Lavaredo Ultra Trail, Mont-Blanc 80km y Western States Endurance Race 2014

lunes, 30 de junio de 2014

Vaya fin de semana de carreras, algunos hemos gripado Twitter. En dos días y poco se han sucedido tres carreras de referencia del mundo ultra en una enorme sobredosis de sudores y competitividad a ambos lados del charco. Brevísimo análisis.

Lavaredo Ultra Trail y Anton Krupicka

Tras bastantes meses y algunos problemas físicos después, Antoñete vuelve a las competiciones de nivel... y ganando. No sé si alguien se piensa que Anton es sólo un reclamo publicitario y sesual, no, corre y mucho. Zoquete un rato también, porque lesionarse tanto no es sinónimo de inteligencia, lo digo genéricamente y me incluyo. Pero va seleccionando muy bien su temporada y esperemos que haya llegado para quedarse, al menos unos meses de carreras al año. Esperemos verle más (Speedgoat, Aigüestortes) pero sobre todo que llegue sano y fuerte al UTMB, donde debe llegar a tope, objetivo de la temporada.

Segundo acabó Mike Foote, un diésel al que no diré que le venga corta Lavaredo, pero que me parece que rinde mejor en pruebas (aún) más largas. Otro que irá al UTMB, de la que empezamos algunos a tener ganas.

En mujeres, Rory Bosio ganó con solvencia a la Canepa (la Marc Márquez del trail). Tras muchos meses "desaparecida", vuelve a escena de la mejor manera.

Un corto vídeo, teaser que dicen los modelnos. Promete el vídeo completo.


Chamonix y Luis Alberto Hernando

Pensé que sería uno de los eventos del año, pero en mi opinión se ha quedado en un ligero fracaso organizativo, la verdad. Faltaba competencia, la gestión mediática ha sido bastante deplorable y la hora de salida le ha quitado lustre. Ello no desmerece la fantástica victoria de Luis Alberto Hernando, pero que encima diga que tuvo sensaciones pobres -aparte de "humillar" a la competencia- indica que no tuvo rivales. Cierto que Luis Alberto juega en Champions pero es que sus rivales en esta prueba eran, exagerando un poco, de primera división, "mitad de tabla" (excepto D'Haene y alguno más). Pero eso no es culpa de Luis Alberto, claro, hizo lo que tenía que hacer y es el vigente campeón del mundo de ultrasky. Una pena no ver a Kilian en distancia ultra, no sé si hizo un downgrade porque venía cansado y justo desde Alaska, "no quiso perder" (comillas comillas comillas) antes Luis Alberto o nunca se lo planteó, pero faltó más chicha en la prueba larga.

En féminas estuvo bastante disputado entre Emilie Forsberg y Anna Frost, aunque Anna no es precisamente mayor, me pareció una competición intergeneracional, y se llevó la victoria la jovenzuela. ¿Qué fue de Núria?

Lo que sí empiezo a ver bastante estrambótico es el tema selecciones (ejemplo): o es por selecciones o por equipos-patrocinadores, pero esto parece el ejército de Pancho Villa. Hay que definirse en mi opinión, o lo uno o lo otro.


Western States y Rob Krar

(Es el primer año del UTWT, esperamos todos que el que viene no coincidan dos pruebas del mismo circuito en la misma fecha; este año se lo permitimos, otro más y cachiporrazo que os cae)

Y el plato fuerte era la Western States, sin duda. La reina de las pruebas americanas -que es mucho decir- no defraudó. Carrera rapidísima, con demasiada testosterona en el ambiente, y con un increíble nivel, como casi siempre, con mayoría americana. El fabuloso seguimiento de iRunFar (hasta en español) nos hizo vibrar con la prueba, gracias a un desmelenado Max King, muy valiente, en su primera participación en distancia hundred. Lo que se denomina hacer un Sage Canaday en Transvulcania. Sus datos le avalan (14'02" en 5000, 29'01" en 10K asfalto, 1h03' en media, 2h14' en maratón) pero yo no me esperaba que saliese dando la cara y corriendo en solitario decenas de millas. Detrás, siempre cerca, un grupo de elegidos, del que desgraciadamente Miguel Heras se descolgaría de la peor manera, abandono. No he leído aún motivos, pero espero no entre en otra espiral de lesiones, molestias y problemas. Por cierto, amigo Miguel, sobra la última parte de este tuit, dicho con todo el cariño.

Por delante, Max acabó de madurar y la jauría le dio caza. Un injusto cuarto puesto fue el pobre bagaje para una valiente carrera. El cazador fue Rob Krar. Espero que con este resultado pase a primera plana del mundo ultra, porque ganar a Kilian en la UROC el año pasado parece que no fue suficiente. No batió el récord de la prueba por poco, y entra en la lista de vencedores de la mítica Western States, algo que sólo pueden decir los mejores (y los muy rápidos).


Nota: le ha subido la graduación al cámara de la derecha, definitivamente necesita gafas nuevas.

Addenda

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Quixote Legend 2014 - Material

jueves, 26 de junio de 2014

La organización de la Quixote te lleva el material de punto a punto, en un enorme bolsón facilitado por la misma, y donde puede dar cabida una rave como dios manda con go gos, barra de bar y traficantes de pastillas incluidos. Enorme es poco. Pero tampoco hay que pasarse ni que lesionar a nadie de la organización (te llevan la bolsa, tú no haces nada). Es decir, puedes llevar de todo y en cantidad. Si no eres lerdo y te dejas varias cosas en casa, claro...

La previsión era buena para el primer día y mala para los dos siguientes. Al final sólo el sábado -segundo día- hizo realmente malo, y muy poco calor (nada en mi opinión) la primera etapa. Casi todos tenemos buen material, sólo hay que saber acertar con la elección.

Calzado

Como desde hace bastantes meses, las Raidlight 002, en concepto y sensaciones muy parecida a la 001, zapatilla que me encanta, con bastantes mejoras, una profunda evolución. Cero torceduras de tobillo, en ese terreno y con mis tobillos, es para ponerle un apartamento en Torrevieja a quien las parió. No puedo estar más contento en eso. Aunque llevé dos pares por si acaso, usé sólo uno, que aguantó sin rechistar y que no vi necesidad de cambiar.

Calcetines

Ya se sabe que soy de Injinji hasta la médula, combiné los 2.0 Run y Lightweight. El primer día cometí el error de darme vaselina en los meñiques, y hacía que se me saliese ese dedo del calcetín. Un día después tenía sendas ampollas en esos dedos. No fue mayor problema pero era evitable, si me hubiese metido la vaselina ya sabemos por dónde. Aparte de esto, sin problema en los pies excepto una dureza que me sale últimamente por tener colapsadas las plantillas y hacerme un pequeño "escalón", cosa que me resulta bastante molesto, pero ha sido por alargarlas demasiado. Cutre. Marca de la casa.

Complementos

Buff en cabeza, con más usos que el de que no se me mojasen las gafas del sudor, y gafas Oakley Radar, que el segundo día me podía haber ahorrado. Sí, me dejé la gorra de lluvia en casa. Y las manoplas también. Sin comentarios.

Llevé los bastones por si acaso, especialmente por el problema de los tibiales; por distancia no los iba a usar, por desnivel, casi, aunque al final, sin ir la lesión a más y viendo el terreno -algunas zonas bastantes técnicas donde prefiero las manos libres-, la decisión, para mí, fue la correcta.

En la muñeca, el Garmin Forerunner 401, que llevé sólo para registrar el recorrido, porque la organización no facilitó el track, error en mi opinión.

Ropa

Aquí hay más chicha. Por la variabilidad meteorológica, hubo que tantear y acertar/errar, en momentos ibas con ropa inadecuada, en otros acertabas de pleno. Lo que no había que hacer, como suele ser habitual, es fallar por mucho.

El primer día, de meteo buena y estable, fue fácil. pantalón Trail Raider 2014, renovado respecto a un clásico Raidlight gris -color que ya no se produce-, textil más fino, ligero, transpirable, serigrafiados impresos, bastante mejor partiendo de una buena base. Arriba, la excelente Ultralight de manga corta, el mejor textil del mundo para calor, pero también para ir seco haya lo que haya. Combinación acertada.

El segundo día, la etapa larga con el condicionante del 100 % de probabilidad de lluvia. Pantalón más largo, el original FreeTrail, con el que se corre perfectamente a pesar de su longitud, me encanta, estilazo. Arriba llevé la nueva Performer, la cual ha cambiado de material (de uno con parte en bambú, a otro de poliéster reciclado), más ligera, más transpirable y que empapa mucho menos. Detalles de calidad, muy buena pinta, y color precioso. Y como tocaba lluvia, buena parte de la etapa fui con la Top Extreme 2014, evolución en detalles de la anterior pero mismo tejido, dos capas, membrana 15000/15000, excelente para este día de perros. Y en la mochila, más material en una bolsa estanca, como una térmica, manguitos y algo más. Muy buena idea la de llevar una bolsa estanca.

Y el tercero, que podía llover, ya ibas algo cansado y temperaturas medias: pantalón-malla Ultralight, he tardado bastante en tenerlo y me ha sorprendido, excelente, liviano, fresco, muy cómodo, una pasada; y arriba la Desert, es decir, la Ultralight de manga larga, La camiseta, una maravilla para todas condiciones siempre que corras (si no te quedas pajarito, es todo transpiración).


Carga

Para la primera jornada decidí salir con portabidón, el 1000-45º que usé en la Transgrancanaria, con el poco material obligatorio necesario (móvil, manta térmica, documentación, silbato) más chaqueta impermeable, no me pesa ni molesta y voy mejor.

Para la segunda, el gran descubrimiento, la XP 6. Modelo nuevo de Raidlight para esta temporada, está a medio camino entre las "grandes" (Endurance 14 L, Olmo 12 L) y las minis (Olmo 5 L), más capaz de lo que parece, más larga -la Olmo 5 L es muy pequeñita, más en la chepa, corta-, con bolsillos a mano y posibilidad de llevar 'camel' o bidones delante. De serie viene con unas minibotellas de 200 ml (para potingues generalmente) y se supone que para usar 'camel', pero lo interesante es que puedes llevar también botellas de otro tamaño, en mi caso, las muy útiles botellas de Powerade de 500 ml, más que suficiente para ir de control a control -y aquí rondaban los 20 kms, algo muy inusual-, a mano, cómodas, ligeras y rápidas de rellenar. Y te queda el espacio trasero para lo que quieras, que vas casi sobrado en cualquier circunstancia normal. Me ha gustado bastante, es una mochila muy cómoda, no se siente calurosa, no se mueve y da bastante juego, no es superacing de la muerte, pero creo que es lo que demanda la mayoría de la gente, especialmente aquellos que no se flipan con vídeos...

Y para la tercera, la clásica Olmo 5 L, sigue siendo una excelente mochila, renovada la pasada temporada respecto a la original, sigue teniendo muchos adeptos. La verdad, ni necesito ni me apasionan los dos grandes bidones de 750 ml, con eso me hago la etapa larga, entera y sin necesidad de avituallarme, me sobra agua por todos los lados, así que, botella de Powerade de 500 ml en un lado, y un 'flask' de 200 ml en el otro de casi emergencia y comida. Perfecto, mochila conocida, que no se menea, extremadamente cómoda y con personalidad propia. Le queda vida comercial y en mi espalda.

Aparte de acertar cada día, lo que debes es conocer muy bien el material. Si los días son estables, no es difícil, pero una decisión inadecuada te puede hacer una rozadura que te dure tres días, y puede hacerse muy duro. Así que, material muy probado, conocido y experimentos con gaseosa.

+: Quixote Legend

+s13: Index: MaterialIndex: Pruebas de material

Quixote Legend 2014 - Track

miércoles, 25 de junio de 2014

Para el que guste, dejo track de la Quixote. Como siempre, en Wikiloc y Garmin Connect.

Por alguna razón que desconozco, ha hecho un lío con los días de carrera, de ahí ese trazo todo recto que sale, pero bueno, para seguirlo bien vale. Algunas zonas más que buenas, senderos de alucinar.



+: Wikiloc, Garmin Connect

Vídeo: Tarawera Ultramarathon 2014

sábado, 21 de junio de 2014

Dentro del Ultra-Trail World Tour hay diversos niveles, no sólo hablo de las Series, las cuatro grandes, sino de la importancia que tenían las carreras ya y cuán beneficiados van a estar algunos (entiendo que a nadie le va a perjudicar, o no veo razones ahora mismo para que ocurra). La Tarawera, en Nueva Zelanda, creo que es el tipo de carrera al que le ha caído el gordo de la lotería, verse en un circuito mundial sin duda la proyectará internacionalmente. Por zona, cultura y proximidad, atiende más al mercado asiático y norteamericano, y es por ello que tuvo una razonablemente buena representación del lugar. También el estilo de carrera es más del tipo americano. Como dije en su día, ya no se puede ganar una carrera de nivel internacional si no tienes 2h20'-25' en las piernas (hechos o no). Hay que ver cómo corre la peña, tremendo. Sage Canaday repitió victoria. 07/02/2015 próxima edición, adelantada varias semanas.



+: Tarawera Ultramarathon, YouTube - 'taraweraultra'

Traildebate 6

jueves, 12 de junio de 2014

Un nuevo debate sobre el trail, donde tocamos algunos temas de actualidad.

Financiación pública de carreras: aunque no fui yo quien "destapó" el alucinante presupuesto de la Transvulcania, sí me hice eco. Recientemente también ha habido comentarios al respecto de la Quixote, con una subvención de 75000 € por parte de la Diputación de Albacete. En general no me apasionan las ayudas públicas, en nada, pero es la forma de compensar las ineficacias del mundo real, porque no, el librecambismo, la privatización total y la competencia perfecta no son el mundo real. Por eso es razonable cuando hay asimetrías en el mercado, pongo dos casos nada que ver con el deporte: el sector energético está dominado por un potente oligopolio, cuando han llegado otras formas de generación energética (ejemplo, solar), hay que animarlo con ayudas para que traten de recuperar la ventaja con otras que (aparte de que también fueron subvencionadas) pueden ser más contaminantes, con lo que veo justificadas esas ayudas por un tiempo; todos pagamos impuestos para que se construyan infraestructuras, hacer una autovía en La Mancha y en Euskadi (o Galicia, o Asturias) es muy diferente, y los manchegos podrían no estar de acuerdo en pagarles la multitud de túneles y puentes que otras autovías requieren, pero por solidaridad interterritorial, se hace.

Veo razonables las ayudas en carreras en dos casos, a priori: cuando la desventaja inicial es importante (ejemplo, islas) o para grandes eventos que requieren de impulsos extra. Por hacerse carreras en islas parten de una desventaja, por no ser una cadena montañosa famosa, por no tener importadores de marcas cerca, por no tener un núcleo de población importante a menos de una hora en coche, etc. puede que, si se necesite, sea razonable esta ayuda pública, temporal a ser posible, y revisada en cada caso. Grandes eventos (ejemplo, Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo de Balompié) sólo pueden realizarse con fuertes ayudas públicas, también porque el retorno es a nivel mundial y prolongado en el tiempo, y quedan infraestructuras para el futuro (estoy pensando muy bien, lo sé). Carreras de nuestro mundo deben poder tener acceso a ayudas públicas, valorarse en su medida, hacerse con transparencia y evaluar el retorno de las mismas. Y concederse si se cumplen los requisitos. Para este deporte, para todos, para cultura, etc. etc. Y donde sí veo mejor subvencionar es en el deporte para chavales, donde sí puede marcar la diferencia el dinero y puede tener implicaciones futuras enormes, y no tanto de adultos, que las cosas tienen que costar lo que valen.

Dejo caer otras posibles ayudas, sin que sean de dinero, que creo que pueden ser ayudas tan valiosas o más que otras. Como comento, conceder permisos medioambientales, dejar un cupo de participantes más o menos limitado, clubes que tienen "exclusividad" en montes de la zona, empresas con acceso "ilimitado" a fondos públicos, etc. Casos tenemos unos cuantos.

Minimalismo y FEDME: razonable, por ellos -federación-, por sus seguros y por el entorno donde se desarrolla este deporte. Comportamientos potencialmente riesgosos -"que entrañan contingencia o proximidad de un daño"- (entiéndase como le plazca a cada uno) creo que sobran en montaña y en carreras, lo comparo con el material obligatorio, y creo que es razonable, aunque no guste a todos. Mucho (¿demasiado?)  quedará en manos de los jueces, lo que provocará algunos problemas y descontentos, y no me parece mal que los jueces tengan poder e interpreten. Pero vamos, amigos minimalistas, estáis en sobreaviso, no forcéis la situación, ya sabéis qué no se puede y qué sí (bastante, digamos), y si la solución bare total es hacer carreras específicas, no quedará otra. Pero creo que en carreras normales es un riesgo, y no sé si aprenderemos a la española, con una buena hostia (accidente) en la frente.

Corredor escoba: no mucho más a añadir a lo dicho, alguien experto y competente, con poder y capacidad de retirar a alguien, con el apoyo incondicional de dirección de carrera (de ahí que deba de ser alguien muy competente).

Kilian y el UTWT: intencionadamente o no, creo que se equivoca de plano, lo fácil es hacer un campeonato elitista (skyrunning, por ejemplo; ATP, ASP, Formula 1...), lo difícil es que los aficionados no se sientan un pegote en ellas. Creo que el planteamiento del UTWT desde el principio se trató de potenciar ambas facetas, ser El campeonato de ultra-trail, y a la vez atraer a aficionados a carreras de alcance mundial y que lo puedan sentir más que carreras aisladas. Y hombre, lo de decir que en el sky están "todos lo gallos", en fin, falta ciento y la madre, de ultras, claro, no de sky, ¡pero es que estamos hablando de ultra-trail! Pero vamos, que se agradece la sinceridad y que haga y opine lo que le plazca, faltaría más.
 

+: Territorio TrailIvoox - 'Podcast T.T. Territorio Trail'Facebook - 'Territorio Trail', Twitter - '@TerritorioTrail'

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domingo, 8 de junio de 2014


Hace seis años, tal día como hoy, inauguré este blog. Hace diecisiete corrí mi primera carrera por montaña. Mucho ha llovido.

Este deporte sigue creciendo, ninguno sabemos hasta dónde lo hará, pero a veces parece que hay síntomas de agotamiento. Cierto es que hace un par de años quizá hubiese dicho lo mismo. Una revista nueva en el mercado, pero siguen los mismos medios; echo de menos más calidad y profundidad. Los blogs están bastante muertos, todos andamos demasiado ocupados consumiendo, sin tiempo para crear. Las redes sociales son las nuevas fuentes de opinión, reducidos a unos caracteres, un retuit o un Me gusta, casi todo con prisas. No es diferente al resto de la sociedad. No veo un crecimiento desordenado, sino crecimiento sin un orden. Uno de los acontecimientos del año es el planteamiento UTWT-ITRA, con sus errores y problemas iniciales, me parece un poco de luz entre bastante mediocridad, planificado con calma y con amplia visión, nada frecuente, ojalá viéramos en otros sectores de este deporte una reflexión similar y una visión de futuro en vez de centrarnos en el aquí y el ahora, sociedad extractiva y vividora del presente.

Como desde hace un tiempo, blog a un ritmo tranquilo, casi en exclusiva de opinión y de cosas que me siguen gustando, y no demasiado más, pero me sigo sintiendo cómodo y es lo que motiva a seguir escribiendo, aunque sea poco. Considero que fue una evolución positiva y natural. Esta es la entrada 1355. Más de 10000 comentarios. Más de un millón de visitas a esta choza.
Gracias.
s

Quixote Legend 2014 - Etapa 3: Yeste-Riópar. Rematando

jueves, 5 de junio de 2014

Tercera y última etapa, duermo mal, me vuelvo a levantar con mocos para llenar un container y levantarse del suelo supone darse cuenta de que tienes dos palos por piernas, de esas veces en que tensas el músculo y está con el mismo tono. Molestias en muchos lugares y cierta preocupación, porque por delante no teníamos un paseo, sino 50 kilometrazos y casi +2500 m. Y hay previsión de lluvia también.

Movimientos cansinos, contorsiones para vestirse, quejidos varios, preparación de mochila, desayuno y a la salida. De nuevo, casi llegamos tarde, nos colocamos muy detrás, lo que sería un pequeño hándicap inicial porque hoy se puede hacer esta etapa sola, con lo que se nos unirían ¿400? personas más, y se nota. Al poco de salir el camino se estrecha, algunos embudos sin más problema y primer cabreo del día por gente recortando en curvas, se lo decimos a varios y un espabilado suelta "recortar es lo que se lleva". No sé si se puede ser más tonto. Cuando algún ecologista haga fotos del antes y después de algunos puntos concretos nos sacarán los colores, con razón. Aparte de antideportividad y falta de respeto, claro. Pero bueno, lo normal, manteniéndose la proporción de espabilados, el número total irá creciendo a la par que este deporte. Una pena. Subida corta, bajada de sendero muy endurera hasta un río, subida de sendero de nuevo, 800 m de desnivel positivo. Me sorprende que desde que me levanté hasta la salida las piernas me han mejorado mucho, no las tengo bien, claro, pero al menos no con la sensación inicial que fue horrenda. En la bajada al primer avituallamiento no me siento demasiado fino, tampoco lo hice en la primera, voy cansado, se notan los kilómetros, y la gente que nos rodea viene fresca.


La siguiente sería la última a cota 1800, la que viene siendo la altitud normal de los picos por aquí. Fue un tramo cambiante y realmente bonito, primero un sendero "pirenaico", pedregoso, hasta cruzar un canal-río, precioso, en nuestro caso con Mónica y Marc de liebres, que nos había pasado en el anterior veloz avituallamiento. Alcanzados y superada esa primera larga cuesta, llegamos a la "Luna", zona desolada, donde entraba viento, con vegetación muy baja, zona tipo alta montaña. La sensación era un tanto fantasmagórica, parecía que estábamos a centenares de kilómetros de la civilización, irreal. Dado que corríamos más que la pareja Mónica-Marc, nos fuimos por delante, sin camino, buscando cintas y atisbando adónde teníamos que subir: evidentemente, allá arriba, mucho más lejos que las chanclas de Cristo. Tras coronar otra buena rampa entraba un considerable viento frío, no me iba gustando, se me hincharon las manos al igual que ayer y paramos a ponernos la chaqueta... para un minuto después estar bajando y a cubierto del vendeval. Primera zona cachonda, y luego más fácil, desembocando en una pista-'double track' fácil de correr, si había fuerzas. Y las había. Y le dimos zapatilla. Estábamos en el 30 de la última etapa, a una media de meta.

Al rato empezamos a descender, por un precioso sendero en bosque, cada vez más pendiente, y mis piernas pidiendo cada vez más clemencia. Empecé a ver limitaciones, David soltó las patas algunas veces y me dejaba tirado con facilidad, y yo cada vez peor, se me empezó a atragantar y lo peor, cerca del agotamiento muscular, ¡deseaba subir! Pero ya veo el final, ah no, parece que seguimos bajando, ahí sí, uf menos mal, creí que no llegaba, coño, pues no, a seguir bajando, ¿se puede bajar más? ¿esto es magma?, próxima parada Núcleo Central, y dale que bajamos, no si el sendero es precioso pero empieza a cansar, hala otra más, y así hasta el infinito. Llegué justito, oye, y de repente, de un sendero "asturiano" salimos a un aparcamiento lleno de domingueros. La leche, qué es esto. Pues el nacimiento del río Mundo, como decía un cartel medio informativo medio jocoso "Aquí nace el mundo", con dos cojones. Había público, volvíamos a la civilización, cascadas, senderito chulo, gente animando, y al minuto ya estábamos solos. Un ratito de carretera, correteando todo lo posible, rampilla y segundo avituallamiento empezando a llover. En el avituallamiento nos vuelven a cazar Mónica y cía., vuelven a salir delante de nosotros, nos ponemos la chaqueta, para volver a quitárnosla poco después, momento en el que se me cae una botella y me vuelvo a buscarla, un par de minutos donde ya les perdemos de vista. Por delante, la última gran trepada, una señora subida, de manos, terreno de los de resbalar para atrás y dura, no como la Rompegenitales del segundo día, pero lejos no le andaba. Sudamos lo nuestro y desembocamos en una pista, huele a meta que tira para atrás, pero a lo lejos divisamos los culos de nuestra pareja zanahoria favorita. David no quería correr, pero como yo lo hice no le quedó otro remedio. Íbamos ya de coña, animados y con moral, menos de diez a meta, qué más se puede pedir.


Adelantamos a nuestras liebres particulares, final de subida "piedra a través" y bajada a meta. No sé qué máquina tienen aquí para fabricar piedras, pero es cojonuda, se han tirado día y noche y no fallaba la cabrona, festival de piedras, pero con fuegos artificiales y todo, porque vino una zona muy delicada, de piedras como cuchillas donde un tropezón te sale a transplante de cara. Vaya zonita, la leche. Una zona más del tipo "Elije tu propia aventura", donde tiras por donde pillas, a sentimiento. Ni que decir tiene que de nuevo Mónica y Marc nos pasaron y nos dijeron adiós hasta meta. Se nos atragantó la cumbrera siguiente, era algo delicada, con cuidado, cansados, y sin ganas de estamparnos, nos dejamos minutos pero a estas alturas no queríamos visitar la enfermería. Se nos hizo bastante más larga de lo quisiéramos, y sorprende una zona final tan potente tras 150 km de carrera, pero bueno, así era el menú.


Se acabó, pistilla, sendero y pista suave. Aquí no olía, aquí apestaba a meta. Unos cuatro. Y sacamos el cuchillo. Un tipo nos adelantó, se quedó a siete metros y maduró. Le repasamos pero bien, imprimí un ritmo fuerte, nos desatamos, se veía el pueblo aunque no sabíamos realmente cuánto quedaba, pero apagamos el cerebro, y como decía David "soy-un-puto-asfaltero", la vena competitiva salió de paseo. Varias veces pensé que a ese ritmo no llegábamos, pero pasamos a unos cuantos, por el mero hecho de "abatir a la presa", incluso uno, que quiso defenderse a 300 m de meta, alargó innecesariamente la agonía. Qué final más guapo. Fue divertido. Y se acabó, no hubo fanfarrias ni grandes festejos, llevábamos muchos kilómetros asimilándolo, la Quixote Legend era nuestra, éramos "leyendas". Otro día más considerábamos que habíamos corrido de maravilla, corriendo cada metro que podíamos, no perdonamos ni uno, poquito más podemos rascar, motivados, positivos y apoyándonos. Pocas veces he corrido mejor, me encantaron las sensaciones y la forma de afrontar el serio reto, fuimos positivos y supimos correr en pareja, y creo que lo bordamos. Dentro de nuestras posibilidades hicimos lo mejor que supimos, y sobre todo disfrutamos, nos hartamos a comentar, decir chorradas y animarnos, la vida no fue fácil y no dejamos de esforzarnos un montón, aunque no creo que prácticamente sufriéramos realmente. Los recuerdos ya son magníficos y es una pena que hayamos sido casi transparentes para los fotógrafos (cabrones, es que ni una), por tener algún recuerdo más, pero bueno, tenemos unas cuantas imágenes en nuestra memoria, posiblemente para siempre, de unos días duros y divertidos.


La carrera es un pepinazo, la zona realmente espectacular y sorprendente, la organización excelente, que sumado a las buenas sensaciones de nuestra carrera conforman para mí unos excelentes días. Para no ser el objetivo del año, ha sido un plato muy bien cocinado y saboreado. Raramente vuelvo a una carrera, a esta diría a priori que no, porque no creo que mejoraría los recuerdos. Gran experiencia, gracias David, creo que hicimos un buen equipo, lo pasamos bien. Exactamente por esto corro.
s

+: Quixote Legend

Fotos: Quixote Legend, Chelis Valle

Quixote Legend 2014 - Etapa 2: Villaverde de Guadalimar-Yeste. Etapa reina

miércoles, 4 de junio de 2014

Me levanto con un trancazo considerable. Al rato nos dicen que hay 100 % de probabilidad de lluvia. Y por delante 57,5 km y +3300 m, más la paliza de ayer. El espíritu no era el mejor del mundo pero digamos que nos lo jugábamos casi todo a esta carta, porque si llegas, y aunque quedasen otros cincuenta kilometrazos por delante, ya olería a meta. Pero hoy no, olía a dureza seria.

Tras ciertas dudas de material por el tema de la lluvia y elegir modelito, me marcho a la salida. David es un plasta y veo que no llegamos a la salida. A 20 m de la misma me doy cuenta de que no llevo chip, coño, dónde está. Sé dónde lo dejé, pero ni idea de dónde puede estar porque dejé la tienda limpia. Lo digo y me dejan salir, anotando manualmente. Durante la carrera rompería el dorsal, así que casi tengo que llevar el DNI en los dientes, en fin, cosas que pasan.

Otro vez piano, con cabeza. Se sale por pista de nuevo, esta vez bastante menos, vamos en pequeños grupos y de cháchara, supongo que para descargar la presión de lo que nos espera. En un cruce nos pasamos, no fuimos los únicos a los que nos ocurrió, pero la prueba está excelentemente marcada, nada fácil en una zona de tan pocos caminos, alejada del "mundo" y más en condiciones malas de visibilidad, como tendríamos más adelante. La primera subida la hacemos a ritmo correcto, es durilla a ratos, pero razonable. Andar, por supuesto, manos en rodillas, buen tiempo, todo correcto. Vamos con Mónica Aguilera y Marc Ráfols, excelente y experimentado dúo, que al vernos bajar en el primer tramillo, entienden nuestras debilidades y en la segunda nos humillan pasando uno por cada lado. Posiblemente fue uno de los tramos más lentos que hicimos, pero vamos, merecida la pasada. Luego vino una zona un poco pestosa, de mucha piedra, pradera, lenta, ventosa y donde no estuvimos especialmente sueltos, para luego enlazar con un largo descenso cachondo que nos llevaría al primer avituallamiento, donde estaban de nuevo Pablo Criado y su compañero italiano reventado (ya le vimos el primero, con el pobre espagueti más muerto que vivo). Comimos bien, estábamos enteros, por mi parte los cuádriceps me empezaban a avisar de fiesta, 24 km en las patas y aún más de 30 por delante pero motivados.


Fue salir del avituallamiento y pisar el cable de los aspersores, empezó a chispear, nada serio. En un pliegue espacio-temporal muy frecuente en esta carrera, sentíamos que estábamos en Asturias o Galicia, todo verde, humedad, vegetación, piedras a espuertas. Jamás me hubiera imaginado que esto es Albacete y su microclima, sin duda una isla en La Mancha, es una sensación que creo que tuvimos todos, de novedad y sorpresa mayúsculas, y gracias a esta prueba y nuestra voluntad por hacerla las estamos viviendo, uno de los valores de este deporte, descubrir un poco el país o el mundo a golpe de riñón.


Tras alguna subida y descanso divisamos la siguiente trepada, olía que había que subir hasta allá, y no nos equivocamos. Al poco de empezar la trepada empieza a llover de verdad, chaqueta puesta y a por ello. Poco más adelante entra la niebla y coronando un fuerte viento que hacían que la sensación térmica fuese bajísima. Hubo un largo momento de seriedad, piedras mojadas, algún que otro "patio" como para mejor no tropezar, viento fuerte, niebla cerrada y encima lidero un pequeño grupito enlazando cinta a cinta de balizamiento con intuición y atención, perderse o dudar podía tener consecuencias. Fue un momento un tanto tenso, había que perder cota lo antes posible, con cabeza y cierta velocidad, pero sobre todo no fallar, no era una opción. Si todo iba bien era una situación curiosa, pero si algo pasaba se podía complicar. Después nos enteraríamos de habían cortado a gente en el primer avituallamiento, diez kilómetros atrás, y a otros no les dejaron subir a este pico. Me parecen decisiones acertadas porque ya digo que la situación era seria, es de los momentos en los que no se puede fallar y conviene tener cierta experiencia. 

Despejada la niebla nos encontramos con tramos francamente técnicos. Ya desde el día anterior tenía los antebrazos cargados y las palmas algo magulladas, sin duda una de las características de la prueba es la variedad de terrenos, desde pistas corredoras a tramos con técnica y donde poner el pie correctamente o no supone dejarte los piños o conservarlos. La mayoría de la técnica se soluciona yendo despacio, pero a pesar de las limitaciones del que esto escribe, creo que he hecho algunos de los mejores descensos en años, en parte por la confianza en mis tobillos (más bien las zapatillas que me los evitan), en parte por ir relajado, en parte porque nunca me sentí fuera de control ni seguí ritmos que no eran míos. Soy y seguiré siendo un pobrísimo descender, pero me defendí mucho mejor de lo que estilo/estilaba en mí, llegando a disfrutar algunos de ellos mucho. Y los hubo, algunos senderos eran increíbles, decía que una de las características era la variedad de terreno, otra la cantidad de kilómetros de sendero y "fuera pista", senderos con vistas espectaculares que parecía que los habían tallado para ser disfrutados.

Por cierto, no paró de llover hasta meta (esos son 30 km de agua), incluido un chaparrón brutal en una pista que parecía de hielo del barrizal. Fue desagradable, hubo momentos de frío, nos desgastó, pero se hizo. Aún no puedo entender cómo, con una previsión del 100 %, había gente con cortavientos, no sé si roza el desprecio a la vida o la imbecilidad, pero es irresponsable, por ti y los demás ir así. Yo fui seco, apenas pesa 40 g la diferencia de material y abriga más. Dónde está el problema de llevar una membrana de verdad.

El segundo avituallamiento lo habían movido unos metros para estar a resguardo, en una construcción abandonada. Comimos, bebimos, y nos lanzamos a la pestilente lluvia de nuevo, con más voluntad que ganas... y sobre todo sin saber lo que nos esperaba... Tras alguna subida corta y dura, corretear siempre que el terreno lo permitía, llegamos al muro. Hay que buscarle nombre, tipo Calvario, Rompehuevos, Matatrailers o algo así. Ibas por un caminito deseando llegar a meta cuando de repente giras a la izquierda y ves la madre de todas las subidas. 300 m de desnivel en cuatro. Madre del amor hermoso. A quién coño se le ocurrió meter ese rampón. Por supuesto que en meta preguntamos, y nos dijeron que el año pasado se quejaron por la pista final, pero no fui yo, ¿no?, pues no me metáis semejante escalada. Con más de 50 kilómetros en las patas te meten un 7a+, gemelos en el cogote. Pero bruta bruta. Varias veces comentamos que a qué se parecía esta carrera, David y yo sólo tenemos en común el MAM ("posiblemente la maratón bla bla bla"), Maratón Alpino Madrileño, vamos, que el MAM es un calentamiento, y la Rompepelotas esta, tipo Cabezas, pero con ocho horas -en nuestro caso- dándole zapatilla. Como todo, se acabó la puta subida, pero nos dejó tocados, aunque a cinco kilómetros de meta. Me sorprendió descolgar a David en la bajada, ¿yo? No en serio, ¿yo descolgando a alguien bajando? La Rompecrismas le estaba pasando factura, iba cieguito perdido. Desde el primer día, y si uno de los dos no fallecía, íbamos a hacer la carrera juntos, no estaba planeado y ni siquiera nos inscribimos como equipo, pero lo disfruté mucho, nos complementamos muy bien, y nos lo pasamos bien, íbamos haciendo coñas, motivándonos y apretándonos el culo (entiéndase), sin sacarnos los ojos nunca, es la segunda vez en mi vida que hago una carrera completa con alguien y me ha gustado mucho, aunque esto no cambia que siga pensando que este es un deporte individual y que ir acompañado lo simplifica todo bastante, pero bueno, de vez en cuando no hace daño. Por esto ni se me pasó por la cabeza tirar e irme solo.


Yeste se fue acercando poco a poco, teníamos la etapa larga en el bolsillo y tras una rampilla final, nueve horas después, nos ganábamos la ansiada meta, muy currada. Iba con las patas bastante perjudicadas, ni idea de cómo iba a correr/intentar correr 50 km al día siguiente (50, que no era un paseo), pero contentos de pasar este escollo tan duro, con lluvia, fresco, niebla, no fue fácil y costó lo suyo. Seguimos rindiendo muy bien, cierto que en esta etapa se nos fueron unos cuantos minutos no sé dónde, pero me sigue gustando mucho cómo estamos corriendo, raramente estoy satisfecho con mis carreras, pero esta vez entre buen ritmo, buen rollo, ánimo positivo y comer regularmente estaban dando sus frutos. Eso sí, tostado es poco, el esfuerzo fue intenso. Me noto muy cansado al rato de llegar y hay menos horas de recuperación. Si digo que estaba cansado no es un decir:

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+: Quixote Legend

Fotos: Quixote Legend, Alfonso 'Almasy', cabronazo inmisericorde

Quixote Legend 2014 - Etapa 1: Alcázar-Villaverde de Guadalimar. Con buen pie

martes, 3 de junio de 2014

La previa fue lamentable y llorona, pero tenía mis razones, porque conocía el dolor, porque sé de sus limitaciones y porque lo tengo guardado en mi memoria. Suele ocurrirme al andar mucho, si no me equivoco es porque prono andando -mientras que supino corriendo-, el dedo gordo aprieta y carga desde el empeine a la rodilla, pasando por el tibial anterior y algún ligamento. Precisamente hace días iRunFar hablaba del 'high-ankle sprain', y es exactamento esto, mezclado con una sobrecarga de planta y puente longitudinal, y tríceps sural, especialmente el sóleo. El miércoles estaba reventado, me hinché a darme automasajes, a cada cual más doloroso, y francamente mal de motivación. Mal no, muy mal. Dije que en el Top10 de peores días deportivos de mi vida y me quedé corto. No llegué a perder la esperanza del todo, pero iba bastante derrotado. Si no perdí la esperanza es porque si podía correr bastante podía no irme a peor. Además, tomé una decisión arriesgada, tunear las plantillas y alzar la zona interior, la de los dedos gordos. Hacer algo así antes de meterte 50 km es un suicidio, puedes cargarte otra zona. Pero asumí el riesgo.
El viaje, el jueves, fue ameno y tranquilo, hablar con colegas hizo que me distrajese, pero simplemente de conducir y de dar un paseo por el pueblo me ponían el tibial derecho (el izquierdo estaba sólo ligeramente mejor), muy a tono. Me molestaba -y molesta- hasta la piel, sólo rozar con los dedos ya me indica que hay algo, y es el que el músculo no puede crecer por la fascia, que lo mantiene aprisionado, y cuando se inflama puede llevar semanas que baje.

En fin, entramos en contacto con el lugar, las tiendas de campaña que serían nuestra casita tres días, cambiamos el material a la megabolsa que nos proporcionó la organización y asistimos a la presentación, dentro de una bonita iglesia -no se me ocurre un entorno más alucinante-, el pueblo de Alcaraz tenía encanto pero apenas pudimos verlo, y cenamos en un convento rehabilitado con gusto. Un lujo todo y distraído, hablando, saludando viejas amistades y conociendo nuevas (lo que da un estúpido blog de sí, oye); y tratando de distraerme a la par que llenar el buche. Intentamos acostarnos pronto, pero todo el rato con el runrún en la cabeza, la clave era dónde me iba a empezar a molestar y limitar no si lo iba a hacer o no. Y a partir de ahí, sufrir y sufrir, algo que detesto porque sí, pero si tomo la salida de una carrera es en consecuencia, ni voy de paseo ni tengo planeado retirarme. Y esta forma de pensar no siempre es inteligente pero es la que hay por encima de mis hombros.


Al día siguiente, andar pesado hacia la salida, cierta preocupación, y a por ello. Salida en bajada... y el tibial dando las primeras señales de aviso. En 300 m me paro a mear con lo que David se me va. Fui con un colega con el que pensaba correr lo que pudiera, pero sin plan de ir en equipo, él anda bien pero iba corto, pero en el momento en el que se me pusiese la pata de palo, adiós muy buenas. Desde la salida, suave subida, tranquilos, recuperando puestos, pista, dejando pasar los kilómetros, sin prisa, hablando, gestionando. Los más montañeros detestan las pistacas, no es que me apasionen, pero al menos cunde el esfuerzo, avanzas kilómetros en poco tiempo y se agradece. Duró el tema trece kilómetros, luego irían alternándose senderos y pista, hasta el primer avituallamiento, kilómetro dieciocho donde habría un rampón considerable.

Una de las características de la prueba es que sólo tiene dos avituallamientos por etapa, es algo a tener en cuenta porque implica tramos de en torno a 15-20 km, con lo que hay que planificar comida y agua. Pero también esfuerzo y motivación. La verdad, me gusta bastante, no puedo estar más de acuerdo con el organizador, estamos convirtiendo las montañas en pistas de atletismo. En general parábamos más tiempo que nuestro entorno, pero comíamos bien, sin prisa y abundantemente.

Primera subida seria, Almenara, piedras, trepada... pero la sorpresa vendría después, un cresteo curioso, con tramos técnicos y en contadas ocasiones, expuesto. Bonito también, pero con tacto, especialmente si eres un patán. Luego vendría un descenso por sendero hasta una pista. Nos sorprendieron las vistas, la cantidad de piedras y lo serio del terreno, pero sería la tónica no una singularidad, y es que las sierras donde se desarrollaba la carrera no serán especialmente famosas, pero son sierras y montañas de verdad. Seguíamos en modo conservador, sin ir de paseo, pero con cabeza. En la pista de bajada íbamos a 11-13 km/h, buen ritmo, y nos pasó la primera mujer volando, iban tres en cinco minutos, alucinamos bastante y vaticiné que alguna de las tres "moría" al día siguiente. No me equivoqué, pero es que iban a cuchillo. No quita el nivelón que tienen.


El perfil luego indicaba dos rampas cortas y a ojo empezaba a interpretar las altimetrías: rampa tirando a vertical era andando y en muchas ocasiones campo a través o casi. Otra de las tónicas, bastante campo a través, por zonas pedregosas, casi sin sendero, cuidando dónde pisabas. Todo seguía yendo bien, controlando y con el tibial al dente pero aún sin doler. Seguían pasando los kilómetros, íbamos a ritmo decente, sin apurarnos pero sin ir de paseo. En la bajadilla previa al segundo avituallamiento noté por primera vez síntomas de cansancio, pero para llegar a éste había que subir, y como es lo que se me da bien, recuperé algo. Al igual que en en el primer avituallamiento, éste también estaba a pie de rampón, pero ya estábamos en el kilómetro 36. Subida maja, bosque, zona "fuera pista", pistilla... y claro, hay que subir a las antenas aquellas a tomar por saco, cómo no, y no nos ponen la alfombra del chip en la puntita de la misma de milagro. También estábamos comprendiendo la idiosincrasia del trazador, mezcla de valiente cabronazo con exquisito gusto.

Al comenzar la bajada le digo a David, "cuidado no la caguemos ahora". 25" después se me parte una piedra, caigo levemente y me pego en las dos rodillas con sendas piedras. Duele, pero nada serio, aparte de la confianza. La recupero en el sendero final -donde David gasta una de sus vidas en un tropezón cercano al despegue en ala delta-: precioso, corrible, y donde vamos con fluidez con más de una maratón en las patas, lo que nos da un gran subidón. Vamos entrando en el pueblo y tenemos un ánimo muy positivo, porque nos hemos cascado 47,5 km, +2500 m y estamos francamente bien. Así se empieza una carrera por etapas. Cruzamos la meta de Villaverde de Guadalimar orgullosos del trabajo bien hecho.


Lo siguiente en etapas es empezar a recuperar lo antes posible, piernas en el río (prefiero sufrir corriendo, duré poco), ducha (fría, el infierno; bueno, ducha ducha eso no fue), ropa limpia, comer... y a darle a la lengua, que es lo mejor de esto. Ni en sueños me podía imaginar que me iba a ir tan bien de sensaciones, sobre todo con el profundo respeto que llevaba, sabía que el segundo día iba a rematarme los cuádriceps, pero al menos había conservado bien. Y el tibial, seguía al límite, pero sin dolor. Me dieron mucho la lata los meñiques porque se me salían los Injinji (por echarme vaselina), pero no tenía ampollas. Ligeras molestias por varios lados, pero coño, era maratón y pico con fuerte desnivel. Y no habíamos ido de paseo, seis horas para esa distancia y desnivel es un tiempo respetable, cierto que nos había ganado hasta el Tato, pero me la suda, prefiero correr bien y tener buenas sensaciones. Nos había gustado todo, recorrido, terreno, marcaje, avituallamientos surtidos, ambiente sano y animado, y habíamos hecho una gran etapa. Sólo lo enturbiaba la pésima previsión meteorológica del día siguiente. Pero eso sería mañana.
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Fotos: Quixote Legend, Chelis Valle, gentuza

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