
Había raspado la distancia mítica unas veces ya, quizá superado levemente, pero hacer la Vía Verde de la Jara suponía superarla de largo. Intento hacer estos entrenamientos en sitios interesantes, que aunque supongan kilometradas de coche e implicar a alguien más a que pierda un día por ti, resultan mucho más estimulantes. Tenía ganas desde hacía tiempo de esta vía, que sabía -por una breve visita anterior- que era agradable y suave (una antigua vía de tren, perfil suavísimo por definición). Busqué un p
Para variar, la salida que me busqué era un poco engorrosa, en la antigua Estación de Santa Quiteria, lo que supuso alguna que otra vuelta y pequeño tramo de tierra algo comprometido si no fuera porque crecí apasionado con el Camel Trophy... Fantasmadas aparte, la salida puede hacer que acortes el recorrido se acorte, pero no alargarlo, porque justo desde la Estación nace un túnel que está conveniente cerrado por seguridad. Y tampoco vamos a hacer el imbécil.
Desde el principio me impuse un ritmo alto -para la distancia-, trotón, pero con nulos descansos -sólo para rápidas fotos-, solo -como siempre-, ligero -mochila de hidratación, un par de barritas, cámara, frontal, móvil y zumbando- y empecé a comerme los kilómetros rápido. Pronto empiezas a cruzar túneles, algunos de unos pocos metros, pero los hay bastante largos, y la iluminación no siempre funciona (puto vandalismo), y se recomienda llevar un frontal, al menos para uno de ellos. Pasas, al poco de empezar, junto a un embalse (de Azután) que se hace realmente agradable, y como iba solo y apenas me crucé con gente (ciclistas el 95%), se hizo más intenso y agradecido.
Pasada la veintena de kilómetros el paisaje se hace más castellano, grandes extensiones de
Me resultó curioso cruzar el largo túnel que ya he comentado sin luz. Empiezas a dejar ver, tu vista se va adaptando, pero sigues dejando de ver el suelo por momentos. Empieza a dejar de tener cierta sensibilidad al correr, al no ver donde pisas. Empiezas a asumir riesgos por si hay un agujero o una piedra y tropiezas. Empiezas a agobiarte, a respirar má
A diez kilómetros de meta reventé un poco, como casi siempre, por hambre. Y no quedó más remedio que arrastrarse unos kilómetros hasta la deseada Estación de Calera y Chozas.
Cansado pero satisfecho, había superado ampliamente la distancia maratón entrenando, a buen ritmo, con cabeza y no me sentía agotado. Unos días de bici, recomendable tras tanto correr, y otra vez a la faena.
Yo vi hitos de 52km, en otros sitios he visto 50'5km. 4h13'39", tiempazo. Bonito, animado, distinto. Curiosamente antes en la web de las Vías Verdes ponía 50km y ahora 52. Y también curiosamente, ahora advierten que por vandalismo es conveniente llevarse una linterna, algo que antes no ponía.
s
+s13: Index: Trail Trip