jueves, 28 de octubre de 2021

Minardi y el UTMB

He dejado pasar el suficiente tiempo para que se nos olviden imágenes de este año porque no quiero que este post se asocie a nadie en concreto, es un fenómeno que cualquier aficionado puede haber observado durante muchos años en la 'sommet' del trail y prácticamente en exclusiva en esta carrera. Me refiero a esos corredores que salen como auténticos cohetes y que se sabe que no van a llegar a meta. Porque una cosa es venirte arriba y seguir un ritmo que no es el tuyo fruto de la emoción y la falta de autocontrol y otra bien distinta son los fuegos de artificio. Propongo llamarles minardis.


Podría usar la metáfora de esas escapadas ciclistas en el Tour desde que la televisión conecta en directo con fines claramente publicitarios pero como me gustan más los coches vamos a usar el ejemplo del equipo de Formula 1 Minardi (1985-2005). Dependiendo de la época se ha permitido repostar en carrera o no, ahora estamos en una época en la que no, con lo que premias la eficiencia de los motores pues el peso es una variable crítica en la velocidad en curva y aceleración pero también en el desgaste de los neumáticos, por ejemplo. A pesar de que los F1 tienen los motores más eficientes nunca construidos chupan sopa como unos campeones para ir rápido, con lo que tranquilamente cargan con 150 kg de gasolina... para llegar a meta. Pero ¿y si se no pretendes llegar a meta? Pues que sales con 50 kg en vez de 150 e igualas un Minardi con un Ferrari. Tan sencillo como esto. Se sospecha/sabe que en algunas carreras Minardi salía con menos combustible del necesario para llegar a meta en aras de ganar visibilidad, tratar de atraer patrocinadores, que algún a algún ingeniero se le inflase el pecho o incluso promocionar pilotos sobre los que tuviera derechos comerciales. Ver a un coche que siempre cerraba la parrilla codearse con los primeros era muy llamativo pero obviamente nunca llegaba a ver la bandera a cuadros. Pero es que ese no era el objetivo. Imagina el argumento de un director deportivo que llega nuevo y en dos meses está delante, o el ego de un piloto rodando en puestos que no son los que corresponde al coche: subes tus acciones (si lo haces poco y consigues mantener el secreto). 

En el UTMB (y dada la importancia de las carreras satélite -y más que van a tener- también en CCC se observa claramente) siempre hay una serie de corredores que a priori no cuadran en posiciones delanteras. Y es muy muy raro fallar en la apreciación. ¿Qué hay de malo en ello? A ver, nadie mata a ningún gatito, cierto, pero creo que devalúa tanto a la carrera como, sobre todo, al corredor (y/o su equipo). Todo el mundo es libre de salir al ritmo que quiera, faltaría más, pero me parece que cuando estás muy fuera de tu sitio estás mandando el mensaje equivocado por varias razones. Porque no sabes correr carreras grandes; porque no evalúas tus fuerzas en distancias largas; porque tienes miedo a vampiros; porque valoras más el show que la seriedad; porque no tienes un plan deportivo bien trazado o te quieres saltar pasos; o porque quieres salir en la foto a cualquier precio. Se aceptan más sugerencias en comentarios. 

Y respecto al mal que le hace a la carrera, ver un 50 % de abandonos de pros da una idea de que eres una carrera importante en la que hay que estar sí o sí pero que algunos van obligados sin que sea realmente prioritario en tu temporada: le quita seriedad e imagen a ese evento en concreto, lo que no creo que sea nada bueno al final. ¿Alguien se imagina la mitad de la parrilla de la F1 abandonando por captar atención? ¿O la mitad del Tour por pasarse de rosca las cuatro primeras etapas? (los pros del trail lo asimilamos al puñado de profesionales de ambos deportes lo que pasa es que en éstos no hay plebe con la que se compite en la misma prueba) 

Repito, no haces el mal en el mundo pero cada vez me gusta menos esa actitud, me parece poco seria y muy de andar por casa, cada abandono tiene su casuística, ni que decir tiene, pero es que hay gente que con suerte tiene en mente llegar a Courmayeur. Así que, igual que Minardi creaba simpatías para algunos por ser el David contra los Goliaths, los minardis cada vez me producen menos.

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