miércoles, 1 de diciembre de 2021

Carreras-Estado, ¿el futuro del trail?

Aunque no es un fenómeno nuevo creo que estamos en proceso de exacerbarlo y que se convierta en el modelo único a seguir si se quiere tener relevancia en el mundo de las carreras del trail. Me refiero a carreras con unas altas inversiones que sólo con un fuerte respaldo público pueden llevarse a cabo. Podría utilizar el símil de algunos equipos de la Premier League inglesa o la Ligue 1 francesa y sus equipos controlados por petrodólares y con los que la UEFA mira a otro lado porque el doping financiero es para otros, pero como me gustan más los coches voy a usarlos como ejemplo comparativo.

La Formula 1 la gestiona una empresa privada con el "sello de autenticidad" de la federación de turno. La empresa se llama Formula One Management (FOM) en un alarde de originalidad. La F1 es el deporte con más repercusión en el mundo tras los Juegos Olímpicos y los Mundiales de fútbol, aunque éstos se celebran cada cuatro años. Estar en la cúspide lo ha convertido en un deporte de extraordinario retorno a costa de unas inversiones monumentales.

¿De dónde saca el dinero la F1? Fundamentalmente de:

  • cánones de los circuitos: cada circuito tiene que pagar por acoger una carrera, luego me extiendo con este punto; lo bueno del canon para la empresa que gestiona la F1 es que es independiente de que tú como organizador local llenes las gradas o no: tú aflojas una millonada de antemano por aparecer en el calendario;
  • porcentaje de entradas: la organización del campeonato se queda con un porcentaje minoritario -pero no mínimo- de las entradas a los circuitos; es decir, que al organizador local le interesa tener las gradas a rebosar porque ha pagado un costosísimo canon y un buen pellizco de las entradas;
  • derechos de televisión: las televisiones deben pagar importantes millonadas para retransmitir las carreras, la retahíla de deberes que aquellas deben cumplir para con la F1 llena varios tomos porque se exige una calidad mínima, horas de cobertura de otras categorías y, por ejemplo, no poner publicidad que interrumpa la retransmisión;
  • acuerdos publicitarios: todas las vallas de los circuitos están cubiertas con patrocinadores de la FOM, no del circuito, con lo que es otra fuente de ingresos para unos y otra forma de no ingresar para otros.
Básicamente la organización de la F1 pilla de todos lados pero, si todo va bien, el retorno es muy importante también y todas las partes lo saben: cobertura mundial de un deporte, acceso a mercados con deseos y posibles de crecer, plataforma de desarrollo tecnológico, reparto premios con los equipos, pernoctaciones, visibilidad mundial, etc. Pero los circuitos tienen que afrontar grandes pagos y sólo tienen los ingresos directos de un porcentaje de las entradas de las que deben deducir los gastos. Las matemáticas no cuadran.

Aunque no es el mundo más transparente que digamos, sí que alguna vez se han publicado datos de los cánones que pagaban los circuitos, que es, de refilón, el tema de este post, por ejemplo:

  • Mónaco - 0 millones: el prestigioso Gran Premio de Mónaco es el único que no paga por la exclusividad que implica, su historia... y supongo que algo bajo cuerda se hará y no necesariamente económico;
  • Bélgica - 15 millones: Spa es uno de los circuitos preferidos y clásicos de la F1, se lo ponen barato por esto y por ser centroeuropeo, que siempre hay que estar cerca del aficionado clásico;
  • Italia, Gran Bretaña, Japón - 17-20 millones: no se puede entender la F1 sin Ferrari y sin Gran Bretaña, no es discutible que no pueda haber un GP en terreno italiano o cuasitaliano (San Marino y países de broma del estilo) y otro en la isla de los infieles; ocurre algo parecido con Japón, carrera querida, con grandes empresas automovilísticas allí, etc.: tiene que estar;
  • Estados Unidos - 19,5 millones: aquí la F1 se tiene que """apretar""" el cinturón y no pasarse con el canon porque el mercado estadounidense es muy suculento, entre esto y la serie de Netflix 'Drive to survive' este año estaban las gradas a reventar y el año que viene habrá un segundo GP en Estados Unidos porque interesa y mucho;
  • España - 21 millones: sin especial tradición, la marea azul de mediados de la década pasada dejó un buen poso de nuevos aficionados, es un destino barato para centroeuropeos, etc.; la F1 puede prescindir de España cuando quiera pero al revés no está tan claro porque es, sobre todo, una plataforma de exposición pública y mundial de las políticas locales;
  • Bahréin, Singapur, Rusia, Abu Dhabi, Singapur... - 42-55 millones: la máxima de «las cosas cuestan lo que la gente está dispuesta a pagar» se cumple rajatabla con estos países donde el dinero parece que crece en los árboles, hay nulos controles presupuestarios y la fanfarronería geopolítica campan a sus anchas, y eso la F1 lo sabe muy bien pegándoles unos estacazos épicos; éstas son carreras-Estado, que sirven para promocionar un país, sus sistemas, su ególatras presidentes-dictadores, sus mierdas y donde lo que se ingresa por las entradas no le importa a nadie cuando se trata de exposición mediática y ego de presidentes en su puesto por herencia o elecciones de dudosa credibilidad;
  • Arabia Saudí - 84564685632 millones: este fin de semana se estrena este nuevo país al que el sportwashing le está saliendo caro, seguro que cuando torturaron, asesinaron y desmembraron a Kashoggi nunca pensaron que les iba a salir tan costoso. ¡A joderse, es lo que tienen vivir en el medievo! Arrastrar parte de tu credibilidad por el fango, que medio mundo de bien de la F1 esté en desacuerdo con correr allí y que finalmente lo vayas a hacer tiene un precio y los petrodólares lo han pagado, se desconoce cuánto pero que lo han pagado muy bien, es evidente.

A grandes rasgos hay tres grupos de circuitos: los que tienen que estar (por intereses de marcas, de la F1, por mercado, por tradición) donde la F1 "da más que recibe", los que pueden estar o no (por ejemplo no está Alemania, al no tener un ganador como Schumacher no hay inversiones que merezcan la pena para justificar semejante canon, Francia ha estado muchos años también sin carrera, España está "de coña") y los que están por el fuerte interés de sus carreras, donde la F1 hace caja a manos llenas y todos tan amigos. 

El problema es que las condiciones son tan "abusivas" que es imposible que vendiendo entradas, sin poder poner pancartas de patrocinadores y con las manos tan atadas las carreras no hagan importantes cráteres en sus economías. ¿Solución? El dinero público. No estoy ni estaré en contra de que el dinero público ayude a financiar empresas y eventos privados, la clave es cuánto. Y en este caso son millonadas de dinero público regando eventos y empresas privadas. Es lo que llamo carreras-Estado, carreras que no pueden estar en el calendario de la F1 con recursos propios, en las que es imposible repercutir la inversión en las entradas y que están sostenidos por recursos públicos de más que dudoso retorno. En países de bien, democráticos, con controles parlamentarios y demás el dinero no se da porque sí ni a cualquiera, pero es cierto que los políticos que hacen esas asignaciones presupuestarias a veces se tienen que tapar la nariz, mirar a otro lado o tener mucha fe en los retornos que prometen bonitos PowerPoints. Desconozco cómo funcionan las Haciendas de otros países pero aquí todo sale del mismo sitio y lo que varía es el reparto que cada comunidad, provincia o ayuntamiento haga, que es libre para hacerlo como considere dentro de la ley que para eso gobierna con el respaldo de los votos. Esta afirmación hay que cogerla con pinzas, claro, viendo los escándalos de, por ejemplo, Valencia que tuvo también su GP de F1 en el que la corrupción rebosaba de tal manera de amenazaba los ecosistemas marinos locales.


¿Y en qué se parece esto al trail? Con las carreras que se van sabiendo del circuito UTMB World Series y lo que se sabía del antiguo Ultra Trail World Tour podemos, aproximadamente, inferir estos tres mismo grupos: los que deben estar y la organización del circuito es más generosa, los que vienen y van y pagan su canon pero que a nadie le importa, y los que para pasar por el aro y ser parte del circuito ganador tienen que aflojar la chequera como si no hubiera mañana. Omito nombres, que cada uno se haga su composición. Y digo UTMB como puedo decir skyrunning, campeonatos o copas FEDME/RFEA, mundiales World Athletics, Golden, Spartan y todo lo que se tercie pero es cierto que el nivel de inversión requerido para entrar en el novedoso circuito a priori parece mucho más alto (tanto que como ejemplo una carrera ya ha dicho que el precio de la inscripción va a subir un 67 %).

Sea por canon, sea por porcentaje de inscripción o por la forma que sea, algunas carreras de trail van a ser insostenibles sin la fuerte ayuda pública. Serán carreras-Estado. Desde hace mucho que conocemos muchos casos de carreras sostenidas con dinero público hasta unos niveles groseros pero para pasar de pantalla las inversiones tendrán que ser aún más fuertes, por lo dicho, por cánones, porcentajes dejados de ingresar, por invitaciones de pros, por pompa o por lo que sea. Esto, por supuesto, ocurre en todos los circuitos, federativos nacionales o internacionales, privados internacionales o campeonatos internacionales, la cuestión, como decía, es cuánto de ese apoyo es justificable y cuánto por egos de políticos vs el retorno que produce para esa carrera y/o región. Porque el dinero público es finito y cómo se gestiona marca la diferencia.

¿Cuánto dinero público puede ser considerado razonable como inversión para que empresas o entes privados ganen a costa de aquel? ¿Un 10 % del presupuesto total? ¿Un 20 % quizá? ¿O un 30 %? No es por hacer demagogia pero se me ocurren bastantes sitios mejores donde emplear nuestros impuestos que en pagar a una cara más conocida, ser parte de un circuito de mucha fanfarria o en costear unas cuantas bolsas más de confeti y chow. ¿Cuánto es razonable y justificable con un retorno presente y futuro acorde a la inversión? Inversión, no gasto.

Un recordatorio más: las ayudas públicas pueden ser con dinero, con medios, con influencias o con permisos, hay muchas formas, no dejan de ser un tipo de prebenda que en su cuarta acepción la RAE las define como «oficio, empleo o ministerio lucrativo y poco trabajoso». Lucrativo y poco trabajoso. Oh yeah! 

Sin ánimo de ser exhaustivo, llamo prebendas por ejemplo a:

  • cuando existen competiciones enteramente organizadas desde entes públicos sin mirar a presupuestos.
  • Cuando carreras surgen de la nada y desaparecerán/desaparecieron cuando el apoyo público flaqueó o desapareció.
  • Cuando carreras pueden abonar regalías que se escapan de su presupuesto y cuyo retorno es más que dudoso.
  • Cuando organizaciones exclusivamente por apoyo público se lanzan a organizar campeonatos nacionales o internacionales, oficiales o privados, con mayor o menor impacto pero sin importar éste.
  • Cuando autoridades locales prescindieron de sus pasados organizadores de una forma un tanto "extraña" y que poco después las retomaran empresas afines o con otro perfil en los proyectos. 
  • Cuando competiciones pueden pasar un número de participantes no acorde con la reglamentación de un parque natural (regional o nacional) por afinidades políticas o ideológicas mientras a otras organizaciones se les impide o limita.
  • Cuando carreras cuentan con corredores de un nivel cuyo fijo de salida es claramente superior al caché de la prueba, pagado por ti y por mí.
  • Cuando determinadas carreras tienen una masiva presencia en medios (o en medio) resultando dispar para el nivel de la competición y su trascendencia en el calendario (lo de en medio viene porque algunas carreras sólo hacen ojitos a un medio y el resto son obviados) siendo estas repercusiones son sufragadas con dinero de todos.
  • Cuando algunas carreras se suben al carro del streaming o directamente la televisión con unas posibilidades que no están de acuerdo con el nivel de la prueba.
  • Cuando carreras obtienen beneficios creados ex profeso para la carrera, en forma de reglamentos, permisos, uso de instalaciones y demás halos de ayuda pública sospechosos.
  • Cuando existen "cambios de órbitas" de carreras que dan un increíble salto adelante que no se justifica con medios propios ni con ayudas públicas razonables.
En definitiva, es cuando los costes de organización no se repercuten en el corredor o patrocinadores, sino que una "mano mágica" soluciona, con el dinero de todos, esa diferencia entre ingresos y gastos de toda empresa. 

En definitiva, la diferencia entre la magia y la estafa es que en la primera queremos creer lo que vemos y nos dejamos engañar. Lo segundo es constitutivo de delito.

Creo que en el trail estamos sugestionados por algunos trileros que no magos que hacen muy bien su trabajo pero somos nosotros los que nos dejamos sugestionar, voluntariamente. Convendría cierta autocrítica y autocontrol como deporte, reír menos las gracias de algunos trileros y apoyar modelos organizativos sostenibles.
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