miércoles, 10 de septiembre de 2008

Addenda - Libyan Challenge 2008

Considero que ya ha pasado suficiente tiempo como para que las ideas se hayan asentado, para tener una perspectiva clara, y para mirarlo todo con los ojos que proporciona la distancia: de eso trata la etiqueta 'Addenda'.

Nada en esta vida se libra de nuestra visión personal, y no pretendo reducirlo al objetivismo, porque lo primero, esto no es una revista, y segundo, escribo en primera persona y de mi única experiencia.

Con lo bueno y lo malo que ello tiene, la primera conclusión que me viene a la cabeza de la Libyan Challenge es muy muy positiva. Vale que el puesto ayuda a tener un mejor recuerdo (lo mismo hice en Mongolia y mis recuerdos no son especialmente buenos de mi carrera en sí); vale que creo que corrí bien; y vale que incluso siga sorprendido de cómo me fue y cómo me codeé con gente potente. Y vale también que el ambiente fue excelente, y todo ello anima.

Pero tratando de obviar subjetividades, es la mejor carrera ultra en la que he competido -incluyendo la Desert Cup, organizada por los mismos que Sables-; el lugar es fantástico; la carrera reune todo lo que me gusta (dureza, desierto -del tipo que sea-, soledad); el ambiente ha sido excelente entre corredores, locales y organizadores; y la organización estuvo simplemente perfecta. Y además, hubo ese trato y cercanía humana que dicen que es como creció Sables, y que ya ha perdido entre tanto participante, patrocinador, medio de comunicación y 'merchandising'.

Recuerdo mucho desierto, muchas piedras, gran dureza. Una noche negra, buena parte de ella yo solito, con mi música y mi frontal, horas y horas tranquilo, como cuando sabes que no va a pasar nada en base a no sé qué 'estúpida' seguridad. Una excelente compañera de viaje, Sharon Gayter, que me re-demostró que las tías son increíblemente duras cuando les sale de los cojones, duras como creo que ninguno lo somos, y duras como para hacer callar las críticas sobre el deporte femenino, en general, las cuales yo también he hecho porque en demasiadas ocasiones el nivel es bajo. Recuerdo a un tipo que ganó, un tal Sebastien Chaigneau, que es de aquellas personas que emanan lo mejor que puede tener una persona, de esas que te impactan, de esas que se cruzan con tanta infrecuencia en tu vida. Recuerdo ese ameno grupo de italianos con los que cruzo mails; esos majos libios tan alejados de los estereotipos que tienen muchos de Libia -¡los viajes son para romper esos estereotipos!-. O el trofeo más bonito de mi salón.

Cuando en la entrevista para Telecinco me preguntaron sobre el momento estelar de dureza y sufrimiento, les contesté, 'estúpidamente' sincero, que no sentía que hubiese sufrido, cuando posiblemente esperasen un relato épico de lucha: evidentemente, no salió esa parte en la tele. Es que siento que no sufrí. Pero entiéndase comparado a infiernos que me han hecho replantearme el deporte y la vida -tooooooda la Jungle Marathon, final de Boavista Ultramarathon, por ejemplo-, y siempre, todo, lo comparo con mi máximo. Cuando algunas personas me han preguntado sobre la carrera, he tratado de no dejarme llevar por mis recuerdos y reconocer que si algún día vuelvo posiblemente sufra como un perro, y que el recuerdo algo 'light' que tengo pasará entonces a mejor vida. Porque que nadie se engañe, 200km son muchísimos kilómetros, en asfalto, en campo, en montaña o en desierto. Joder, es que da miedo sólo de pensarlo. Y que eso se pueda hacer con nuestras piernas, corazón y cabeza es sorprendente. Y si no fuera yo el que lo ha hecho y el que esto escribe, incluso admirable.

En un momento de la carrera pensé cuál es el terreno en el que había tenido un respiro, un momento favorable para recargarte y afrontar el próximo y desconocido momento de dureza. Y no encontré ese 'descanso', considero que no lo había, todo era dureza, si no arena, calor, si no piedras, si no dunas. Toda carrera que he corrido tenía algún momento de relajar la mente. Aquí la relajabas cada tres o cuatro horas, sólo cuando llegabas a un control... y sólo había nueve entre día y medio y dos días y medio de carrera.

'Expect the unexpected', me encanta esta frase: 'espera lo inesperado'. Muy aplicable a esta prueba: cuando esperes un terreno cómodo y al asomar una loma veas piedras y más piedras o una cadena de dunas, agacha la mirada y resígnate, estás en una de las pruebas con peor media de velocidad del mundo, y eso es por algo. Espera vivir momentos duros y grandes satisfacciones, luchar contra ti mismo, pensar mucho, vivir el momento centrado egoístamente en ti.

Volví motivadísimo, como nunca, con ganas de repetir, algo que no me había ocurrido jamás. Sólo me atrae volver a la Jungle Marathon, porque es la prueba más dura que he hecho (...y espero hacer), porque fue un desastre en lo deportivo y por afrontar mis miedos. Sin embargo, aquí quería repetir ya, antes de aterrizar en París. Y quizá lo haga.

Experiencia increíble, recuerdos imborrables.

Deseé tanto ir y al final he recibido tanto, que todo parece ahora merecer la pena.
s

+s13: Index: Libyan Challenge

3 comentarios:

  1. Ya sabes las ganas que tengo de venir. No hace falta que sigas motivandome con estos posts.
    Se que no es comparable, pero yo no recuerdo tampoco el sufrir en el Sables en ningun momento. Estoy convencido de que en Libya será diferente y si me acordaré...y mucho. Pero da igual, a eso voy.
    Jaume

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  2. Lo tenía escrito hace dos o tres semanas y quería "darle salida". Mucho tiempo después ves las cosas a veces con otro prisma y me es útil para afrontar la siguiente prueba analizar la anterior con calma y distancia.

    Pues yo sí recuerdo sufrir en todas, la verdad, y como una perra, vaya pajarrones me he pillado...

    Justo ahora mismo acabo de colgar un corto vídeo... para que te motives más... http://es.youtube.com/watch?v=JzfMRKlkpME

    Y he abierto un tema en el foro de elatleta.com: http://www.elatleta.com/foro/topic.asp?TOPIC_ID=56931
    s

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  3. Gracias por el video, no se donde pero ya lo vi hace tiempo.
    He entrado en el foro de el atleta, no lo conocia. Cuanto enfermo anda suelto...

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