Mi anterior experiencia en carreras de 24h, la 24Doce, fue algo traumática, pero sirvió para aprender, como tras todo serio reventón. Por eso, y tras esa durísima experiencia, no me veía haciendo muchas de éstas, por lo menos durante una buena temporada. Pero hasta los forúnculos acaban curándose, y tres meses más tarde me había/n liado para otra. Una cosa sí que tengo ya clara, a dar vueltas como un molinillo no me apunto, con lo que o buscamos circuitos largos o ahí no me ven el pelo. Y como tengo un hermano que se aburre mucho, dio con una en nuestra vecina Portugal, que no tenía mala pinta, y que por la tontería de ser fuera parece que motiva más.
No sé si habrá motivado o no, pero desde luego lo que no ha hecho ha sido hacerme entrenar más ni mejor; ya decía en el previo que iba más bien justo de entrenamientos, y ahora echo números y me salen 930km en junio, julio y agosto, a una gloriosa media de 66km semanales (14 semanas). Si alguien cree que eso es entrenar, allá él, pero creo que todos estamos de acuerdo en que es completamente insuficiente para una prueba de 24h, lo sabemos todos. Cierto individuo es de la hipótesis de que es mejor ir poco entrenado a las carreras, que así vas descansado... pues yo no pienso así, pero por otra parte quien acuñó la máxima deportiva de que 'los músculos tienen memoria' sabía de qué hablaba.
Viseu es una localidad portuguesa del interior, digamos que al sur del tercio norte, de unos 100.000 habitantes y con un casco viejo realmente bonito. Generalmente llegarás desde Salamanca, está a unos 100km de la frontera y a poco más de 400km de Madrid, por ejemplo, aquí al lado, vamos. De ahí es el gran Carlos Lopes, oro en la maratón de Los Ángeles 84 y ex-recordman olímpico hasta este mismo año. Por Viseu pululó también Viriato durante las guerras lusitanas contra Roma; como curiosidad, las tropas romanas construyeron a las afueras de la actual Viseu un complejo militar amurallado en forma octogonal que recomiendo ver por Google Earth.
De Viriato viene el nombre de Biriattus, el club organizador de la prueba (BTT en portugués, al igual que en castellano, es Bici Todo Terreno). Y ahí estábamos un viernes tarde, en el Parque do Fontelo, un pequeño y denso bosque a las afueras de la ciudad: esperemos que su urbanismo no sea tan agresivo como el nuestro y lo arrase en el próximo boom inmobiliario. Yo ya me empecé a asustar con la temperatura, porque aunque las predicciones auguraban una mínima de 5ºC y una máxima de 20ºC, aquello parecía ser bastante más fresquito. Y encima el día anterior había estado de aspirinas porque me sentía con fiebre.
El sábado amaneció con un buen despliegue organizativo de carpas, expositores de bicis, zona de meta, etc., muy buena pinta. Como siempre, con el tiempo en el culo, casi no llegamos a la salida, pero por muy poco sí lo hicimos. Ni que decir tiene que no habíamos visto el circuito, ya lo veríamos en carrera, y tras consultar los buenos foros portugueses, creímos acertar con los neumáticos. El circuito salía con un poco de asfalto, una zona de campos de cultivo, llana y rápida, y dos terceras partes de bosque, denso, muy revirado, con mucha arena suelta, mucho polvo y numerosas subidas y bajadas. Sólo la última bajada, de asfalto, que no creo que fuesen más de veinte segundos en total, eran de descanso... con la agradable sorpresa de que en la zona de meta había dos tráiler por los que pasábamos: subías por una rampa, pasabas de uno a otro por el lateral, y salías por otra rampa. No sé cuánta gente habrá montado alguna vez en bici dentro del tráiler de un camión, pero como poco es curioso y ameno; y si además entras a casi 30km/h puedes pegarte un buen salto dentro. Estos tíos son unos cachondos, desde luego.
Por primera vez (de cuatro) los hermanos dan unas cuantas vueltas juntos, lo que no sé si es del todo bueno porque íbamos a un ritmo quizá algo más alto del debido, pero por otra parte está bien alegrarse la vida con un ritmillo vivo y luego ya veríamos qué pasaba. Así transcurrieron las primeras horas, buen ritmo, ligereza en el pedaleo y sin perder tiempo. Vueltas en unos 33-35', como relojes, comiendo bien, muy buenas sensaciones.
En la primera vuelta ya me di un buen golpe contra el manillar con la rodilla izquierda y poco después me empezó a doler cada vez más en algunas zonas del circuito, pero sólo en algunas, curioso. El cuello, como siempre en mí, me empezó a molestar cada vez más hasta que me empezó a doler sutilmente la cabeza, mal vamos...
La primera parada fue 'pronto'. A estas alturas de año anochece ya bastante pronto y apenas llevábamos 7h cuando hicimos el primer 'pit stop'. Plato de pasta, mallas largas, manga larga, luces y frontal, cristal claro en las Oakley, Buff a la cabeza, Espidifen para la cabeza y la rodilla, aceite en la cadena y poco más. Se me fueron 25' en la tontería, pero nunca creo que es tiempo perdido, es también una forma de cambiar el chip y afrontar la noche con calma, comer bien y "relajado" para meterte en la parte seria de la carrera.
Mi hermano se me fue cinco minutos, pero con relativa facilidad le cogí, y es que a él le estaba dando un poco de bajón, muy pronto para una carrera tan larga; apenas me siguió cuando le alcancé y yo seguí a buen ritmo. Estaba rodando en 38' la vuelta, tiempo muy bueno si contamos con que sólo porque sea de noche ya pierdes tiempo en bajadas por falta de seguridad y porque apenas intuyes muchas trampas. Pero como un reloj seguí varias horas. Me sorprendió mucho cuando a eso de las 0100h me dijo el 'crew' que mi hermano se había ido a dormir -literalmente no veía por donde iba-. Raro. Pero bueno, aparte de que cada vez me ponía más ropa porque empezaba a refrescar mucho, me sentía con fuerzas. A esas alturas íbamos sexto y séptimo.
Poco a poco fui perdiendo minutos, y aunque no me quería obsesionar con los tiempos por vuelta, estaba claro que iba palmando tiempo, que iba a menos; las vueltas se me hacían largas; las muchísimas subidas se me atragantaban un poco; y, sobre todo, estaba empezando a pasar bastante frío. Soy de los que digo que a 5ºC alguien extenuado puede morirse de hipotermia, el cuerpo no calienta, no hace falta llegar a -40ºC y verlo en la tele. Cada vez que paraba un par de minutos a comer algo, tenía luego unas tiritonas que me desempastaban las muelas, los dedos cada vez perdían más sensibilidad, y las piernas que se supone que se mueven bastante, se me quedaban completamente heladas en el primer tercio del circuito, el que era por unos campos agrícolas, sólo mejorando cuando entraba en el bosque.
Es fácil hacerse planes en la cabeza, pero cumplirlos el Día D es otra historia. Aterido de frío, me puse las mallas más gordas que tengo, unas zapatillas de Gore-Tex excelentes y unos guantes también de Gore-Tex gruesos, de snowboard. Aproveché para comer un segundo plato de pasta. Las zapatillas me suben algo más que las de verano, con lo que por no elevar el sillín -puto vago que es uno-, me acabó jodiendo las rodillas bastante pues me afectan mucho apenas unos milímetros de altura del sillín. Y con los guantes me era completamente imposible frenar bien, con lo que la única solución era usarlos en el primer tercio, y en marcha cambiármelos a los de bici para no estamparme contra un árbol, operación harto trabajosa de noche, viendo poco, cansado y con mi natural habilidad. Además, empezaba a tener sueño de verdad, en parte por la prueba en sí, en parte porque la noche anterior apenas había pegado ojo mientras el resto de la autocaravana dormía como bucéfalos, y en parte quizá porque al tener fiebre el día anterior siempre te da un poco de modorra.
Digo esto porque jamás me hubiera imaginado poder dormirme encima de la bici, pero no una cabezadita, sino un topetazo tras otro. Al principio era sólo en la zona de campo abierto, pero al final también en el bosque, algo ya bastante más peligroso porque el castañazo habría sido importante. Por muchos esfuerzos que hacía, me era imposible mantenerme despierto, me salí un montón de veces, me desperté en dos ocasiones estampado contra las estacas que marcaban el circuito -¡y sin caerme!-, y lo pasaba realmente mal luchando contra el sueño, rival al que ya sé que nunca ganaré porque me conozco. Incluso me tomé casi una Coca-Cola y un gel de taurina y daba lo mismo. Ahora me río al verme desde fuera irme recto en una curva y despertarme con la bici casi en el cogote estampado contra una estaca -por cierto, joder qué puntería-, pero en el momento lo estaba pasando realmente mal.
A eso de las 0730h intuí unos primeros y sutiles rayos de sol, la señal que me mandaba a comer y descansar unos minutos. Me fui lanzado a por el desayuno, pero ya ni comiendo me recuperaba, me recosté ¿cinco? minutos de mala manera, y aunque no me sirvió de mucho y no sé si dormí, fue el 'final' de la carrera, ya sólo quedaba llegar a meta.
El puñetero Sol es fuente de vida, joder, por eso lo han adorado las culturas durante milenios: me despejé, se me pasó la tontería y a por las últimas horas, a tratar de defender ese tercer puesto, confiando en que los que estaban con la oreja planchada durmiendo, no se les ocurriese despertarse y ponerse a pedalear como energúmenos.
Proceso inverso, ir quitándome ropa, sentir algunas extremidades como mías una vez pasado el frío, comer menos y mal... y hartazgo progresivo viendo pasar muy lentamente los minutos.
Mi hermano consiguió arrancar por la mañana, tras un fallido intento de madrugada, y fue finalmente sexto. Y a pesar de que el tercero era mío, seguí hasta que completé mi última vuelta dentro de las 24h, la trigésimotercera, con casi 300km en las piernas. Siempre llegar a meta sienta bien, no sé si por satisfacción o liberación, pero por no pseudofilosofar que no me noto muy preclaro, al menos era dejar de estar sentado sobre el puto sillín y olvidarme de sufrir una temporadita.
¿Contento? No sé, aún no lo he pensado. Satisfecho, sí, da moral y ayuda a afrontar la próxima temporada de deportes de verdad, no de mariconadillas del pedal.
¿Recomedable? Sí, mucho, buen montaje, circuito ameno, buen ambiente, excelente educación de los corredores que nos adelantaban (por aquí hay mucho pseudopro que tiene muchísima prisa), muy buen recuerdo.
¿Voy a hacer más de 24h en bici? No. Rotundo. Por ahora.
Gracias al mejor equipo que se puede uno echar: Amalio, Cristina, María y Raquel.
Gracias a Buff e Injinji.
s
+: Biriattus - Clube Desportivo de Viseu
Enhorabuena. Yo se lo que es luchar contra el sueño en la segunda noche del UTMB, una odisea colega!
ResponderEliminar¿Has corrido alguna prueba de 24h en pista?, yo corri una el año pasado y eso si que es una paranoia mental, dia y noche dandole vueltas a la pista de atletismo. En estas pruebas no solo se trata de correr o andar, hay que luchar contra el sueño, contra el frio, contra los mensajes pesimistas que te manda el coco para obligarte a parar, que guapo verdad?? (estamos muy mal de la cabeza)
Eres un fiera!
ResponderEliminarEnhorabuena!
Gracias, tíos.
ResponderEliminarLivan, no no he corrido 24h a pie y espero JAMÁS hacerlo nunca, ni se me pasa por la cabeza, en serio, eso tiene que ser un infierno; si lo hago en bici es porque ""no se sufre"". Y si corro a pie por destinos exóticos es por eso, porque combino ambos. Ahí no me pillais, seguro.
Furacán, mi madre es de Ourense, he ido muchísimas veces y tengo familia por allí; ya voy menos por vaguería, novias y eso. Por supuesto, hay un afilador de Sargadelos en el salón; y tras ver unas estrofas por tu blog, por supuesto, Ivan Ferreiro es de lo poquito que se salva en este país respecto a música. Como diría Quimi Portet, 'España es un país de pintores, no de músicos'.
s
Hombre, pues no sabía lo de tus raíces orensanas. Muy bien, así ya me cuadra más tu mentalidad non stop jejeje
ResponderEliminarBueno pues nada, si alguna vez vienes por aquí estaría encantado de invitarte a unas cervezas a cambio de que me pusieras los dientes largos con tus historias.
Saludos!
Enhorabuena Sergio. 2 en Libyan 3 en Viseu. Queda el 1 por copar. En la prox. Libyan???
ResponderEliminarnos vemos pronto!!
Firmo por ese primero en al Libyan si me sacas luego del avión a hombros como los toreros...
ResponderEliminarAlgún día iré por Ourense, vete tú a saber cuándo; aunque sea sólo para pegarse unos bañitos en las aguas termales ya merece la pena, vaya lujazo. He pasado bastantes años sin ir y la verdad es que está bastante mejorada la ciudad, antes era un pueblo grande ahora se la ve una ciudad pequeña, franca mejoría.
Saludos,
s
A hombros?
ResponderEliminarPor mi encantado, pero tu te crees que yo podre levantar ni que sea mi alma saliendo del avion??