viernes, 26 de diciembre de 2008

Buff Epic Race: ultra metido a velocista

Los ultras, medio en coña medio en serio, solemos decir que la distancia maratón es velocidad. Fifty fifty. Lo que es indudable es que 7,5km -ó 9- son velocidad pura, mucho más cerca de Usain Bolt que de Serge Girard. A eso me fui -nos fuimos- a Barcelona, a correr corto y rápido, a ver un poco de mundo y a hacer algo distinto.

Siento que las dos carreras que he hecho este año -G4 Challenge y Buff Epic Race- me han sentado francamente bien, algo que puede sonar algo contradictorio viniendo de alguien que suele correr una carrera a pie al año, y punto pelota. Soy realmente vago para competir si no es en la-madre-de-todas-las-ultras, a las cuales asisto cuando mi cuerpo, mi cabeza y mi bolsillo me dejan. Pero para el resto me rechina demasiado ir fuera de forma, que me gane gente que "no debe" y verme flaquear. Y cuando estoy en forma, estoy tan centrado en entrenar que no veo más allá y no compito nada.

El hecho es que estos dos eventos considero que me han venido realmente bien para cuerpo y coco, porque me he divertido, he conocido a gente nueva y me han enriquecido un poco. La Buff Epic Race es una carrera de marcado carácter lúdico, y aunque ello no implique que en cuanto nos pongamos el dorsal se nos acaben las amistades, es bastantes fácil salir sin presión alguna, tal como hice yo. Por cierto, que el dorsal es, muy posiblemente, el más original que ha caído en mis manos, a modo de peto de armadura con escudo heráldico incluido.
La carrera en sí era de unos nueve kilómetros y con obstáculos a resolver según te los fueras encontrando. El entorno era, sencillamente, magnífico, junto al Castell de Montjuic y por el monte del mismo nombre, con una espectacular vista de Barcelona. No sé en cuantos monumentos tan cuidados de una ciudad dejarían celebrar una competición deportiva, pero me gustaría saber qué cara pondrían en una ciudad que me conozco si se les propusiese algo parecido, e intuyo más o menos adonde te mandarían.

Mucha de la gente iba disfrazada, de pretorianos, de bailarinas, de novias de boda, o de Astérix y Obélix... obsérvese la segunda foto, Obélix tirándose en plancha al foso de agua, y con gran estilo sujetándose el casco... obsérvese también el posturini de la derecha, con una pose de no te menees...

Como casi siempre, llego de los últimos a la salida, y como uno tiene más carreras en la espalda que pelos en las piernas, me coloco "sin querer" en la segunda fila; salida bastante fuerte y primeros pensamientos de que no sé ni cómo se corren este tipo de pruebas; en una llano, junto al foso del castillo miro el Forerunner y me pone que voy a 3'30"/km; al adelantar a uno de los componentes del equipo multiaventura Buff Spain le espeto "jh j jhsjshajauwu askdjnj" que viene a significar algo así como "pero adónde cojones vamos a esta hostia". Y empieza la bajada. Bajamos y bajamos por buenas rampas a un trapo espectacular, varias veces más veo ritmos rondando los 3'30" y una vez ¡3'03"/km! ¡¡¡Pero que lo mío son las carreras largas!!! A punto de dislocárseme las cabezas de los fémures de tanta velocidad, voy cortando un poco porque intuyo que queda poco de bajada, 180º a la derecha, y las piernas de madera. Jodó. Lo que se baja se sube, lo sabemos todos, pero las primeras sensaciones fueron horrendas y me veía pasado y repasado hasta por el apuntador. Pronto cogí ritmo y me mantuve más o menos estable, dándole más a la cabeza que a las piernas para ir conservando y tratando de no quemarme demasiado. Pasábamos obstáculos con bastante salero -neumáticos, trepar por tubos de hormigón, pozas de agua, bosque de bambúes, red de cuerdas- que te cortaban el ritmo pero que le daban bastante gracia al asunto, me entretuvieron bastante. Dado que tengo un fabuloso GPS en mi muñeca derecha, iba controlando bien la distancia que llevábamos para no pasarme de rosca demasiado, a la vez que me picaba convenientemente con la gente.

En unos diez segundos de mini-crisis pensé en que no llegaba a meta ni en el funicular, pero mis pensamientos relajados y la visión que te da el no estar esforzándote a tope, me daban claridad para cortar cuando lo necesitaba y apretar cuando el rival parecía flojear. Realmente pensé que me iba a arrastrar mucho en la subida, pero al final no se me hizo tan largo, e incluso me entretuve en el variado circuito, un momento estabas saltando setos que otro ibas campo a través, una vez subiendo por asfalto y otro enredado entre cuerdas. Muy ameno. Sorprendentemente llegamos a la zona del castillo y más o menos intuía que nos acercábamos al final, mi rival más cercano se puso a atarse las zapatillas -... a unos 500m de meta, no comments- y apreté un poquito al final en las últimas secciones para asegurar puesto, que desconocía, claro. El final fue un poquito gore: escaleras, subirse a balas de paja de casi dos pisos de altura con la ayuda de una red, bajarlas, meterse en un contenedor de obra con agua, meterse al siguiente contenedor con arena, correr como una furcia por el castillo, meterse en una piscina de espuma, ponerse a pasar una red de cuerdas por arriba, que te digan que es por debajo, que si te doblas y tienes la flexibilidad de mi abuela, que si te pasas por debajo, que si abrasan tres en avioneta, que si llegas a meta con cara gilipuertas. Bueno, qué se le va a hacer.

Me sorprende cuando después me dicen que estaba rondando el Top 10, ¿yo? ¿Seguro? (Curiosamente estoy ausente en las clasificaciones, digo yo que me meterán un día de estos) Bueno, pues fale. Y se acabó. No hay que irse a dormir roto, ni te tienen que meter suero, no comes como un animal dos semanas ni leches en vinagre, ¡esto es jauja! ¡Que corra ultras su padre! Paellita, chachareta, lo dicho, vuelve a correr largo quien yo te diga.

Ya allí sabía que las conclusiones eran positivas, no necesito seis meses para asimilarlo. Corrí bastante bien, me he visto con cierta velocidad y competitividad -ambas casi perdidas-, me he dado unas vueltas por Barcelona, otro Buff a la buchaca. Sin duda lo mejor ha sido la parte social: el sábado por la noche, en las 6/24h de corredores.cat conocí a Jaume Tolosa, fugazmente a Josep Massaguer y me reencontré con Luis Arribas (A.K.A. CyT o Spanjaard); el domingo conocí al equipo Buff multiaventura -¡vaya pájaros!-, uno de ellos es el de esta foto, con un poquito de espuma; a mi contacto en Buff desde hace unos cuantos meses y que correrá el año que viene...; a un seguidor de este blog (hey, Joel); se pasó por allí la plana mayor de Injinji; saludé a Albert Balcells, ahora en su nueva faceta de organizador, con el cual coincidí en la época dorada del mountain bike, a mediados de los noventa; e incluso saludé al presidente de Buff.

Muy recomendable, vuelvo oxigenado y con ganas de seguir la temporada.
s


P.D.: tanto correr en bajada me ha destrozado los cuádriceps, que no sé si son míos o del vecino; acojonante cómo lo estoy pasando esta semana...

+s13: Index: Libyan Challenge, Index: Rock and Ice Ultra

2 comentarios:

  1. joer pues para ser diésel menudos ritmos que llevabas!!

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  2. Eran ritmos puntuales y en bajada. Pero aún así yo soy el primer sorprendido de correr tan rápido, cuando ya se ven mis ritmos de entrenamiento, más por encima de 5'/km que por debajo. Y la cantidad de series que hago...

    Digamos que fue un espejismo.

    Saludos,
    s

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