Rock and Ice Ultra - Sobre los hielos (6)

Las zonas de acampada eran un lujo; creo que no sabemos las comodidades que hemos tenido y posiblemente eso ha suavizado bastante el tema.

Primero, la Matrix Village. Es la zona de salida y meta y también adonde volvimos tras el tercer día. Además, puedes alojarte ahí antes de la carrera y no te cuesta un duro. Son unas 'tiendas' como las que utilizan los trabajadores en el Ártico en trabajos por ahí arriba, y sin duda, cuando dejan de currar necesitan un alojamiento moderadamente cómodo. Son de estructura tubular de acero, de fácil montaje, con suelo de madera, y con envolvente de dos láminas de poliuretano con aislante térmico intermedio. Y, lo más importante, con estufa incluida, lo que hace del lugar un sitio muy agradable. Hasta ocho estábamos ahí, y estaba bien, vas haciendo amigos y así charlas con la gente. No está mal también alojarse en hotel, pero esto tiene más "chicha". Duermes sobre unos camastro tipo militar, suficientemente cómodos, pero aún así, usa el aislante porque por la parte baja de la 'tienda' hace frío, se congela el agua con facilidad, con lo que la espalda se te puede quedar helada en una noche. Recomiendo ponerte cerca de la estufa, así la controlas. Siendo cabrón, puedes también cocer un día a la gente y al día siguiente helarlos de frío si tú tienes el control... je je...

Eso sí, no hay duchas (pero sí baños químicos). Supuso que desde que salimos de Barajas no nos duchamos hasta acabada la carrera en la que nos tuvimos que buscar la vida. Fueron unos diez días, y aunque no es que se sude mucho y el cuerpo apenas genera mal olor, ya apetecía, incluso para cerdos reconocidos como nosotros. Al acabar la prueba hubo que usar el instinto animal para buscar donde ducharte; Antonio se invitó a la habitación de una italiana; y un servidor tuvo que pagar 13$ en el Racquet Club local (gimnasio, vamos); salió cara y encima no te creas que salía en el agua muy caliente, tócate los huevos. Eso sí, aprovechamos para una sauna, aunque fuera para entrar en calor y hacer gasto...

En carrera duermes casi cada día en un sitio distinto. Primer y cuarto día en tiendas Mountain Hardware, tiendas guapísimas, amplias, y en las que pueden caber hasta ocho personas y sus desparrames particulares con bastante comodidad. Me lo han preguntado unas cuantas veces, sí, el suelo es nieve, no pasa nada, es un excelente aislante; eso sí, debes llevar dos aislantes y al menos uno, que sea majo. También con estufa, se descansa moderadamente bien y lo más importante puedes tender la ropa y secar el calzado, vital. Llévate una cuerda para tender.

Segunda noche en tiendas tipi, más molonas aunque sean modernas, de doble techo. Para unas cuatro personas, también sobre la nieve, tenderetes algo más reducidos, y estufa. Si además te juntas con dos personas que van a la carrera de tres días y no cargan pulka, con lo que llevan comida de sobra, quizá te pegues un festín "sin querer"; ahí Antonio, que llegó antes, estuvo espabilado y nos juntamos con dos incautas que nos ofrecían con educación comida, y que los de los ojos desorbitados no rechazaban.

Y la quinta noche, de despedida, en un lodge, un refugio digamos. Tras el durísimo quinto día, entrar en una cabaña, que tengas algo de comer caliente, y que luego puedas dormir en el suelo pero bajo techo, es un importante lujo. Eso sí, cuarenta personas juntas tienen el problema de los ronquidos, y el desgraciado del mi lado me bufaba a diez centímetros de la cara para mi impaciencia; harto, le daba cariñosos empujoncitos, pero ni con esas, la peña duerme como los niños pequeños, yo flipo.
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