Muy destacable el nivel femenino, sin dobles sentidos. No van a ganar la general, pero las tías por esos lares son fortísimas, no se amedrentan con las condiciones y son competitivas como el que más. La única “pega” es que una vez finalizada la prueba de tres días, la carrera se convirtió en un “campo de nabos”. ¿Por qué? Porque dicen que lo de tirar con trineo les va muy mal, que no pueden con él. En parte cierto, en parte no… ¿hace falta que me suba la camiseta para enseñar mis cachas? Podrían, claro, quizá no todas, pero sufrirían algo más. De todas formas, como digo, destacable nivel. Modo doble sentido ‘on'...tampoco estaba nada mal el nivel de las yellowkniferas... pena de cámara, ¿eh?...
La mayoría de los/las corredores/as de nivel provenía de los raids; Antonio conocía a la mitad, dado que ése es su deporte. Sin duda, se le asemeja más a un raid que a una prueba de atletismo, por eso me ha gustado más, porque cada vez me siento menos atleta. Por mi parte conocía a cuatro de otras carreras, la mayoría de la delegación francesa, entraditos en años la mayoría, pero fuertes de cojones.
Ni que decir tiene que el más tonto hace relojes, el que no ha hecho un Eco-Challenge ha ganado la Yukon Arctic Ultra. No es que haya que ser la releche, pero la peña tiene buenos currículos y acabamos juntándonos en las carreras más guapas.
Para desentonar, había dos ingleses en la modalidad seis días/esquís que en su vida habían hecho esquí de travesía, fondo o montaña y nunca habían corrido una maratón. A su ritmo, con buen humor y sin cometer errores, completarían su primera maratón, y la segunda, y la tercera… La gente tiene unas ideas de bombero acojonantes, ven algo, les mola, y allá que van, sin miedo, para qué. Ambos eran médicos, jóvenes, y con caras de fiesteros. Estuvieron el día de la fiesta, ayudados por los vodkases, contando historietas de que la gente no se creía que eran médicos, y casi les tenían que convencer.
Lo de los japos-coreanas era un tema aparte. Iban con toda la calma del mundo, despacito, y llegaban todos los días de noche, incluso de madrugada. No me quiero ni imaginar el frío que haría. Bueno, un día, el de mitad de carrera que estuve hasta medianoche escribiendo en este estúpido blog, justo llegó una de las japos (ella sola) y la tía tan pancha, me preguntó que a qué hora había llegado, que si tal que si cual, mamoneando por allí mientras se oían los ronquidos de la peña desde fuera. ¡Pero mujer, métete en la tienda que te vas a helar! Yo flipaba, pero bueno. Luego no sé qué cojones harían, pero se tiraban con el frontal encendido dos horas, comiendo, zascandileando por ahí. No sé cuantas horas dormirían en la semana, pero pocas. Y al día siguiente, de buen humor, riéndose, y a por la siguiente etapa. Ni de coña hubiese apostado cuarto y mitad de euro por verlas en meta. Pero me equivoqué, la voluntad y el buen humor pueden con eso y más.
El ambiente, como ya he dicho en otros posts, sanísimo y de lujo; buen humor, buenas charlas, buen rollo. Como siempre, de lo mejor. Gran recuerdo.
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lo de los japos pasa igual en los IM, despacito, al tran-tran, y algunos con material de hace 20años...
ResponderEliminarsi se permiten comentarios sexistas en este blog puedo sugerir algo sobre los trineos y las mujeres, aunque con el frío que hacía dudo que hubiera muchos nabos, más bien rabanitos...
;)
Precisamente el siguiente (y penúltimo) artículo tiene un comentario al respecto del dedo sin uña y su tamañín.
ResponderEliminarEstos cortos de material no iban precisamente, debieron hacer el día los de la tienda local.
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