Llegamos, sí, pero ajustando las fuerzas y la moral. 145km creo recordar que marcaba el 401. Es una pena encontrarte con colegas que han abandonado, pero en éste había tres, entre ellos nuestro gran amigo yankee, Mark, con unas ampollas sólo aptas para estómagos curtidos. También un francés finisher de la Rock and Ice Ultra de este año. No he hablado del nivel de corredores, pero la gran mayoría, sencillamente espectacular: muchos Libyans que conocía (hasta varios médicos libios colaboran aquí también), Trans 555+, Badwaters a porrillo, Top20 Sables, Yukones, Jungles, etc. Si has hecho Sables, Gobi o UTMB, casi mejor que te lo calles, harías el “ridículo”, la madre que parió a la peña. Es broma, claro. Una mujer, valga como ejemplo, que te la imaginas más en la cola de las cajas del Carrefour –con todo mi respeto- que corriendo ultras se cascó en un año la Trans 222, la Trans 333 y la Trans 555+, ¡vamos ya! Como curiosidad, nuestro colega Mark se deshidrató fuertemente en la Jungle Marathon, y quienes le llevaron hasta un punto de ayuda fueron la gente de Lleida Extrem: somos cuatro gatos y muy bien avenidos. Me gusta.
Nos da por hablar en este tramo y solucionamos el mundo en un rato: nos faltó el conflicto árabe-palestino, porque el del cambio climático, la deuda del país o el doping en el deporte quedaron zanjados. Suave pista pedregosa, antiguo cauce ahora seco, y molestias en pies. Pues bueno. También a ratos me molestan las rodillas, pero nada grave, cojear un rato, apretar el culo otro poco, y a veces se pasa; nada es gratis, me estoy cuidando bien y por ahora me funciona. Al coronar un bonito collado que supone cruzar una pequeña cadena montañosa, los médicos atienden los pies de Juan Carlos. Espero un rato y reanudamos la marcha por la buena pista que llevábamos, compacta, con piedras, pero ahora sé que fue de lo mejorcito del recorrido.
El octavo control se situaba en un puesto militar donde vivía un militar destacado en tan poco agradecido puesto fronterizo; Argelia está a dos patadas y de vez en cuando hay alguna escaramuza… pero dime tú a mí qué hace un tío sólo en medio de la nada, como no les tire piedras o les meta un buen susto no sé qué frontera podía defender ese hombre. Comidita, cambio de zapatillas por unas más amplias y a ver atardecer de nuevo.
El suelo se va complicando, cruzamos buenos tramos de piedras otra vez que desgastan los pies y antes de llegar al noveno control ya empiezo a tener molestias serias en las plantas. No es la primera vez que me pasa, no son ampollas ni nada por el estilo, es simplemente dolor de agotamiento plantar; creo que en parte es por usar zapatillas blandas, pero no estoy muy seguro. Me cuesta llegar al control, ya completamente de noche, y a partir de aquí, acabar todos y cada uno de los controles es un suplicio, 20km son muchos, se te atraviesan siempre si no vas muy fresco, se hace infinito, te pasas muchas horas arrastrándote y se hace muy duro. En dos ocasiones en toda la carrera hay dos sectores de 15km y la diferencia es abismal, parece mentira por cinco míseros kilometrillos de nada; así es también Libia, de 20 en 20 casi siempre, y eso te curte y te desgasta a partes iguales.
Muy duro, cansados, llegamos con fresco al noveno control, frontal en la cabeza la parte final, más de 180km en las piernas, casi la Libyan. Entramos en la segunda noche. Para mi sopresa está ahí el colega Patrick Renault, un conocido de Libia y Canadá, el clásico vejete fuerte que te saca los ojos como te despistes; tiene un abandono en la Trans 333 y quiere acabarla; está durmiendo y al poco de llegar hace amago de levantarse, mierda, le hemos despertado.
s
Menudo nivelazo. No me extraña.
ResponderEliminarBien, bien. Ahora vienen las alucinaciones, pero sin LSD.
Go Up
Luis
It´s kool!
ResponderEliminarQueremos más!.
Ya vienen, ya vienen. Tampoco hay tanto que contar, pero bueno, te veo expectante.
ResponderEliminarSaludos a ambos,
s
No hablas de comida, ¿que llevabas? ¿Parásteis en los cp para comer?
ResponderEliminarBien, vamos bien, pero cuelga otro pronto!
ResponderEliminarfahersan, comida variada con las características de la prueba (material al sol, que aguante días, calórico, apetecible...). Sí parábamos, tranquilamente, sin prisas, no íbamos a competir, hay que reponer bien y eso de comer en marcha es muy estresante, je je.
ResponderEliminarJaume, ya tienes otro capítulo... y se para porque no tengo más escrito, me pondré en cuanto pueda.
s