Vamos descabalados de horario, al menos un control más lento de lo que pensábamos, con lo que a veces tenemos que cargar ropa de un control a otro o reutilizar la ya usada; era muy difícil calcular pero pensándolo con calma, no hay que cometer errores, y si hay que cargar con un par de kilos no pasa nada.
Al poco de salir del CP11 empezamos a notar calor; viento, frío, y ahora calor, no falta una, qué bien. Pega cada vez más duro y me adormece a ratos, se me cierran los ojillos, hemos pasado ya las 48 horas de carrera y dado una cabezada de cinco minutos en este tiempo. Otra vez paramos a que le arreglen los pies a Juan Carlos y yo me quedo a la sombra del coche a ver si doy una cabezadita: ni de coña, me habré desvelado con los cinco minutos de la noche anterior no te jode. Vemos tres todoterrenos españoles -los únicos que vemos en más de tres días ajenos a la organización-, pega el lorenzo, Juan Carlos tiene media cara roja como un tomate, je je, qué gracioso (yo no, claro...).
En cierto momento se le cruza el cable a Juan Carlos y se pone a correr a toda hostia hacia el CP12. Pero bueno, ¿este que se ha tomado? Yo detrás echando el higadillo, ni mira para atrás el muy cabrón, este se ha vuelto loco. 'A pijo sacao' llegamos a la marca de los 250km. Nada, era por divertirse. Bueno, pues vale, no ha estado mal, la verdad.
En el CP12 me esperan unas nuevas zapatillas y tras cerca de 250km me decido a pincharme las tres ampollas que me vi en el CP3 (km60); salía cojo de todos los controles, pero al rato ya se pasaba, fueron las primera zapatillas que llevé los primeros 150km, muy justas, y ahí tengo las consecuencias. Pican lo suyo, les echo un 'betadine', Injinji limpios y arreando. Comemos algo, charlamos con los locales (sí, España, sí, Madrid, sí, Real Madrid -me la pela el fúrbol, pero es tremendo lo del equipito este, una auténtica institución-), y a por el CP13.
Aún sigue haciendo calorcito pero se nos acabará pronto; volvemos a pisar muchas piedras, algo muy de agradecer si tienes las plantas hechas fosfatina, y para una vez que se pone primero Juan Carlos se pone 'a buscar setas' (es decir, en vez de seguir la pista va todo recto, por un pedregal de espanto). Con mi mala leche habitual iba rumiando '¿adónde hostias va este tío?'. Poco a poco se fue ondulando el terreno, algunas subidas potentes, cada vez más árido (si es posible), más piedras negras y más aislados parecía que estábamos. En un 'prado' había unos dromedarios pastando tranquilamente y nos hicimos unas fotos con un fondo curioso. Caía la tarde, veíamos que no llegábamos de día al CP13 y se nos empezaba a alargar el tramo. Mis pies y su rodilla, nos mantenían en silencio; con más frecuencia de la deseada nos poníamos a 'buscar lentillas' (apoyados en los bastones, tratando de darte unos segundo de misericordia, mirabas el suelo como si viésemos algo: sólo veíamos dolores internos). Lentos, se nos iban los minutos, callados, pasándolo mal, alguna duda de orientación, pedregales. Sacamos el frontal. Un rato después empieza la arena, y casi me apetece por no sufrir tanto los pies con las piedras; nos pusimos a correr un buen rato, motivados, centrados, sobre arena, animándonos mutuamente hasta que llegamos a unas dunas: creo que hay una pista arenosa que si la encontramos podemos evitarnos las dunas. A buscarla. No doy con ella, me empieza a desesperar, llevamos 60 horas en pie, no encuentro la pista, no sé qué piensa Juan Carlos pero siento cierta presión porque he asumido -no sé en base a qué la responsabiliad- la orientación y no encuentro la puñetera pista, doy vueltas, no veo huellas ni de coche ni de zapatillas, tiene que haber alguna pista por aquí. Intuyo unas huellas en un terreno compacto, pero es mucho intuir; Juan Carlos se separa y yo sigo la leve huella que creo ver, poco a poco se convierte en algo visible y cuando piso de nuevo arena me confirma que éso es lo que estaba buscando. Durante unos minutos me he sentido decepcionado porque veía que nos estaba desgastando vagar por la arena a lo tonto, me estaba doliendo en el orgullo y sentía que estaba minando la moral de un compañero que lo último que quiere es ver al 'brujulitas' confundido.
Unos minutos después llegamos al CP13, cansados, con fresco, antepenúltimo control; lo hemos hablado ya alguna vez, nos quedan dos controles de paso, el tercero es el de la ducha, la comida y la cama. En este control nos volvemos a encontrar con Patrick Renault, aquel que vimos también durmiendo en el CP9 y al que despertamos involuntariamente.
s
Vamos, cacho de cabrones, terminando que ya no me quedan uñas.
ResponderEliminarMenuda aventura con mayusculas y negrita y subrayado y cartelón de carretera tipo Dewar's.
Copon.
Ya.
¿Y hamburguesas, no os llovieron hamburguesas?
ResponderEliminarXD
Cómo me lo paso!
ResponderEliminarChachipirulijuanpelotilla, sin duda.
Ya está ahí, campeones.
ResponderEliminarSPJ, no estuvo mal, no. Si llegan a llover hamburguesas no llegan al suelo, eso sehuro.
ResponderEliminarSomal, voy a cobrar entrada al final. Si alguien tiene el teléfono de la SGAE a mano que me lo pase, vamos a empezar a cobrar cohones.
Atalanta, ya se intuía meta, sí.
Saludos,
s
Lo bueno de haber estado fuera, es que ahora acabo el anterior, sigo con este capitulo y puedo empezar con el otro ya!
ResponderEliminarPues con lo rollista que soy te has tenido que pegar una panzada a leer...
ResponderEliminars