Libyan Challenge 2011: mesociclo 2

El segundo mesociclo empieza muy cañero, vengo de una semana algo suave de regeneración que me ha sentado bien, y me noto con fuerzas. Empiezo a meter un día de intervalos largos y otro de cuestas largas también, que iré aumentando poco a poco cada semana. Lo malo fueron dos rodajes largos acabando esa primera semana, íntegramente sobre nieve, muy divertidos, sobre todo el primero, todo sobre nieve virgen, pero que me hizo trabajar los gemelos a tope y que casi casi me lesionan, muy justo. Además también casi me sobreentreno, y el último día tengo síntomas de ello, se me va a 3h35' y llego doblado: demasiado para una primera semana de ciclo.

He cogido la forma prontísimo, es lo que tiene no necesitar perder peso ni descansar nunca, pero acabando esta segunda semana me pruebo en 39km, con zonas de muchísimo barro y bastante al límite. Acumulo mucho cansancio por temas extradeportivos, empezando a tener subebajas de forma por cansancio y la tercera semana lo remato.

Por temas laborales tengo que cambiar todos los entrenos, voy fundidísimo, me agoto, me cargo casi toda la semana, ruedo como malamente puedo y me planteo si el test final de 40km por montaña lo debo hacer o no. Lo retraso un día, duermo mejor, voy a por él. Era el que determinaría si iría a la Libyan o no, me tenía que decidir ya. Salgo tardísimo a entrenar -entre otras cosas porque se me había olvidado la malla y tengo que volver a casa a por ella-, busco caminos nuevos, voy casi todo por pistas tranquilas, pero bien, van cayendo los kilómetros, me gusta esta zona y cuando decido volver ya está atardeciendo. A las tres horas y pico me encuentro un pastor y creo que todavía está preocupado por mí, pensaría que no llegaba, no sabe con quién estaba hablando... Una hora y media de noche cerrada, sin encender el frontal por divertirme (había luna llena, algo se intuía), 50km sin demasiado desnivel, y relativamente entero. Espero unos días a ver cómo asimilo, las patas recuperan con ciertos problemas. Un día, sin pensarlo, escribo un mail al organizador de la Libyan... clásico momento de duda... ¿le doy a 'Enviar' o no?... tic tac, tic tac... clic. Allá que me voy.

114, 126, 121 y 79km (cuatro días), cerca de mis límites de entrenamiento. Soy consciente de mi poca capacidad de entrenamiento desde hace muchos años, pasar de 25km al día me cuesta. Afortunadamente compito bastante mejor que entreno, pero a estas alturas voy bastante justo de todo, cansancio, molestias, el invierno a veces achucha y desgasta. Pero aunque tengo alguna sensación de agotamiento, no va a más y sigo acumulando semanas como buenamente puedo, cada vez con más sensaciones de estar entrenando de verdad, a veces me siento fuerte 'y-que-se-preparen-los-gabachos' y otras 'quiero-dedicarme-al-golf'. Lo normal. Tanteando el límite.
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