No eres tú, es tu calzado. Este es un breve resumen de un interesante artículo.El calzado es malo, y no sólo los tacones de mujer o las horrorosas botas de pseudo cowboy. Es todo el calzado que hemos venido usando hasta ahora. Cambian tu forma de andar, ignoran cómo hacerlo, desalinean y malinterpretan nuestros pies y cómo hemos aprendido a andar desde hace cuatro millones de años.
Hace un tiempo, un estudio de la Universidad de Witwatersrand, Johanesburgo, Sudáfrica, publicó un artículo en el que comparaba a 180 personas de tres diferentes tribus: Sotho, Zulú y Europeos, y a su vez con esqueletos de hace 2000 años. La conclusión fue que antes los pies gozaban de una mejor salud, y en tiempos actuales, los Zulú son los que tienen los pies más saludables, siendo los Europeos los que peor los tenemos.
Un sindrome frecuente es el de las molestias al principio del verano al usar chanclas, que, al ser más bajas que zapatos y zapatillas, tiende a alargar el tendón de Aquiles y nos molesta un tiempo: quienes están mal son las zapatillas, no las chanclas. Un estudio incluso relacionó el coste de las zapatillas con el índice de lesiones, y soprendentemente quien usaba zapatillas baratas se lesionaba menos porque éstas eran más duras. Otra: gente con problemas artríticas no mejoraban al utilizar calzado más amortiguado, y sí lo hacía andando descalzos... y el impacto sobre las rodillas era un 12% menor descalzo que con calzado amortiguado. Y el último estudio, de 1997, de la Universidad McGill de Montreal: cuanto más amortiguado era el calzado más fuerte impactábamos contra el suelo, y es que, aparentemente, lo hacemos para sentir el suelo, algo necesario para recibir la información que requieren las 200.000 terminaciones nerviosas que tenemos en los pies (más que en ningún otro lugar del cuerpo).
Quizá al final no sea tanto andar o no descalzo, sino comprender la biomecánica, variar el calzado, tender a no sobreproteger nuestros pies y evitar su atrofia con calzado pobremente diseñado.
© Sergio Fernández - http://ser13gio.blogspot.com
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A la hoguera!
ResponderEliminarDos mil años de negocio tienen que dar un giro de 180 grados... Se conseguirá? vender una zapatilla con 30 patentes produce más ganancias..
¿Paleopodología? Aunque suena razonable, habrá que ver en qué queda la cosa. Me parece especialmente interesante eso de que necesitamos sentir el suelo: culquiera diría que somos tan inseguros que necesitamos retroalimentación para sentirnos bien hasta cuando pisamos.
ResponderEliminarEstupendo post. Gracias por los datos.
ResponderEliminarCreo que la lógica es aplastante
El que quiera ver, que vea...
http://cogiendoforma.blogspot.com
Interesante. Ahora a ver como se consigue la desadaptación, cada vez me gustan más las zapatillas duras aunque no me atrevo con las free y similares, entre otras cosas también porque tienen pinta de durar muy poco. A lo mejor hay que rescatar las míticas j'hayber de los 80, valian para todo jeje, yo jugaba al fútbol con ellas y no las di roto.
ResponderEliminarNo es por llevar la contraria pero: en National Geographic del mes pasado mostraban un calzado de algo más de 8.000 años y q se haya encontrado uno de 8.000 no significa q no hubiera de 10.000, 12.000 o 20.000. Se creía q NMesopotamnia era la cuna de la civilización y ahora sabemos q el primer templo religioso data de más de 11.000 años y en la actual Turquia.
ResponderEliminarLos romanos conquistaron, lo q conquistaron gracias a q iban calzados.
Alguien no piensa q correr descalzo es posible en climas tropicales, en lugares con terrenos más o menos blandos y no en el duro asfalto a 45 grados o a menos 10.... nada, corramos descalzos en el Pardo, a ver quien es el guapo q aguanta espinos, etc.
Estoy seguro q acostumbrado desde pequeños y en según q condiciones, la cosa cambia. Pero no nos volvamos locos.... q somos lo q somos gracias a la tecnología. Las corrientes de la paleodieta, son interesantes pero tb una nueva linea de negocio.
Ahora que me han vendido unas plantillas de 100 euros y unas zapas de 140 me sales con esta historia.
ResponderEliminarCachisla!
Interesante.
ResponderEliminarEl tema es....que con tanta informacion en muchos aspectos contradiciendo l oque pensabamos que era cierto en la actualidad...uno ya no sabe a donde agarrarse. Personalmente...le acharias la culpa de tus lesiones al calzado??.
Una mala pisada podria repercutir en rodillas y demás...
Eso de un calzado sin amortiguacion....nosé yo....y mas para gente con problemas....
saludos.
Hombre, tanto como dos mil años de negocio... bueno, qué coño, seguro que los romanos ya estaban vendiendo humo, je je.
ResponderEliminarBuen término, Javi. Pero de todo esto hay que sacar datos reales y fehacientes, no sólo que suene y quede bonito, porque nos jugamos bastante si erramos por habernos basado en bellas hipótesis. Ídem, Gustavo, hay que estudiarlo seriamente y a ser posible sin intereses comerciales de por medio para saber la verdad, suponiendo que haya una.
Furacán, yo también soy de los que las prefieren duras (las zapatillas), firmes digo yo, pero hasta cierto punto claro, o medio duras y progresivas, pero desde luego que blandas no, esas sí creo que son perjudiciales, aunque no lo pueda demostrar, claro.
Nacho, completamente de acuerdo, a eso me refiero, a que hay que diferenciar lo bonito de lo real, la historia del retraso, etc. Descalzo me parece una temeridad, no por los múltiples impactos de correr, sino porque te destrozas con piedras, raíces, por no mencionar cristales, latas de conserva y demás adornos humanos. La cuestión para mí es si las zapatillas nos protegen demasiado, si nos hemos pasado sobreprotegiéndoloes y que eso signifique algo malo para nosotros. No tiene que ser nada fácil saber qué es bueno y qué no empezando porque cada uno pesamos una cosa, pisamos como nos viene en gana o corremos por diferentes terrenos.
Suso, ya sabes, nuevo reto, 5000km en bolas integral, ni zapas ni leches. ¡Es broma, eh!
ilusion, ahí está el tema, que extrapolar de la experiencia de uno es peligroso, y no menos construir bonitas hipótesis y publicarlas, como tantas dietas milagro, apariciones celestiales y corrientes de pensamiento orientales. Puede que sea cierto, o parcialmente, pero hasta ahora creo que nadie se había planteado que las zapatillas pueden ser contraproducentes, no sólo que no nos puedan aportar beneficios o que nos vendan la moto con terminología superchachi que no apreciamos.
Saludos,
s
Anoche bajé la basura descalzo a la calle. Embutido en una ropa incómoda, al llegar al bajo decidí romper con occidente y me desnudé, lo cual indignó a la cotilla del bajo 4 pero no reparé en explicarle nada. Es una cuerva urbanita jubilada que no ha leído nada sobre barefoot running. Cuando tiraba las bolsas al contenedor ví que estaba subvirtiendo la cadena trófica y destrocé mi ritual diario. Pasé a escarbar con mis manos entre los desperdicios y cené unos restos de mondas y cagué entre dos coches.
ResponderEliminarOs escribo desde un portátil en el calabozo de la comisaría de Alcobendas.
Cuando le dé al enter y a las seis letras estas de aquí abajo lo romperé como subversión con la tecnología esclavista. Ha sido un placer.
Gromñf (adiós en paleoabulense)
SPJ
Pero mira que eres ganso. Y que alguien (irresponsable) te esté pagando un sueldo demuestra que esté país no está tan mal de trabajo como nos hacen creer.
ResponderEliminars
Casi has acertado.
ResponderEliminarDentro de 10 días tocan 400-500 km sin asistencia solo con "11 COSAS".
Los calzoncillos se quedan en casa y los calcetines no sé si cambiarlos por un polar delgado para poder descansar dos horas por la noche. Si cuentas las cosas con los dedos de las dos manos comprenderás que la "desnudez" es casi total: mis gafas graduadas, mochila, comida, zapatillas, pantalón, camiseta... y ya van "6 COSAS".
Aprovecho la ocasión para invitarte a la aventura.
Saludos.
Me olvidaba.
ResponderEliminarSi te animas, ten en cuenta que el DNI, la tarjeta y el dinero suman "3 COSAS", así que la travesía es mejor que sea circular con salida y llegada a casa.
Estoy lesionado: con los potingues y pastillas ya me paso del número...
ResponderEliminarQue se dé bien el reto.
s