Surfeando hacia el frikismo

Los freak shows fueron unos espectáculos decimonónicos seguidos con pasión en la Inglaterra victoriana y los emergentes Estados Unidos, una especie de "circo humano", donde se podían contemplar la mujer barbuda o el hombre elefante. Visto con la perspectiva actual se ve degradante y nauseabundo, porque la gente pagaba por ver peculiaridades de la naturaleza, tullidos, mutaciones y seres de "otro planeta". En la actualidad se pueden ver en algunos países ejecuciones, así que tampoco hemos evolucionado la rehostia. Esto, que era un mero negocio, hubo un tiempo que fue teñido de tintes antropológicos y científicos, y fue tradición de los pseudocientíficos de décadas anteriores llevar de "trofeo" especiales vegetales y animales, incluidos humanos, para exhibicionismo y halago de las muchas conquistas que los imperios hacían y deshacían a su antojo. Si bien para los freak shows España ya no estaba precisamente en su mejor momento "de forma", para exhibir indios, aborígenes, "negritos" y demás rarezas, sí tuvimos nuestro momento, pero ciertamente son más de las épocas coloniales de Inglaterra, Francia, Alemania o Bélgica. Primer mundo dicen.

Esta breve introducción viene al caso de que si hasta la RAE, no conocidos por su ágil cintura, aceptará próximamente la palabra friki es porque es un fenómeno en alza. No es sitio para hablar de Chikilicuatre, pero sí de un fenómeno que parece ir creciendo paulatinamente en nuestro mundillo. Desgraciadamente hay que dar nombres para explicar de qué hablo, no me apasiona, pero espero se entienda como mero ejemplo de una deriva que no acabo de compartir. Aún así, he borrado nombres y no cito carreras (me estoy reformando, quiero ser amigo de todo el mundo... jo jo).

El alpinismo, en especial el Everest, lleva unos años padeciendo una lacra y no son precisamente las expediciones comerciales -que tienen tanto derecho como el pureta a subir cualquier montaña- ni el oxígeno -otro de los muchos "dopajes" de las montañas-, sino algo que en general produce cierta, sino aversión, sí repelús. Hablo de aquellos que intentan hacer el "salto mortal con tirabuzón" para conseguir patrocinadores y atención mediática sea como sea. Solo expondré un caso, el de aquel memo que pretendía subir en calzoncillos, porque con meditación y calor interior (no sé, estaría pensando en mamadas) podría vencer el frío extremo. Evidentemente no consiguió más que ser el hazmerreír. Pero aun así, me parece preocupante que se les dé cancha a algunos de estos personajillos, creo que hay otros sitios donde pueden desarrollar su "creatividad".

Tres ejemplos, tres

Espero se me entienda el primer ejemplo trailero. Por todos es conocido Súper Paco, un entrañable señor de avanzada edad que sirve de inspiración a muchos jovenzuelos. A su tran tran cubre distancias impropias para sus años. Olé sus huevos. En un curioso ejemplo de boca a oreja y antimárketing, el hombre ha llegado a cosechar cierta fama, que no parece que él precisamente la haya buscado. Entiendo que ha sido invitado a unas cuantas carreras, y entiendo que empieza a hacerse por rendimiento de mercadotecnia. Y esto me empieza a gustar menos. Y no es él, por supuesto, sino que se le "use" como reclamo directamente, al ser algo tan peculiar y extraño, es otra forma de promocionar una prueba deportiva; en vez de usar a los pros, a un señor que podría ser nuestro abuelo y que como vayas cascado te pasa por encima. Uf.

El segundo ejemplo es el de la persona que hizo los pasados 10000 del Soplao, en versión maratón, con albarcas, calzado tradicional de la zona, de madera. Su tiempo, me dicen, fue de 8h50'. Esto, con todos mis respetos, se aleja bastante de lo que es correr. Desconozco los motivos por los que participar en una competición con ese calzado, no creo necesario que ni haya que demostrarle nada a nadie ni que la publicidad que se consiga vaya más allá de la curiosidad, de esa que inunda los telediarios de agosto, cuando no hay nada que contar y la mitad son noticias 'light', que si unos patos rescatados de un árbol en Australia, que si un americano se puede comer una hamburguesa y entonar el himno nacional a la vez, o que si en un pueblo de Gujarat hay una señora embarazada con 97 años. Y quien dice albarcas dice barefoot.


Y el tercer ejemplo, y hay unos cuantos más, es el de los tarahumara o rarámuri que vinieron a correr a España. En una especie de imitación de Leadville pero en versión cañí, aparecieron estos dos buenos hombres un día por Barajas prestos a correr con sus, eso sí, debía estar en contrato, "zapatillas" aborígenes (hechas con neumático de coche, claro, algo que por supuesto los neardentales ya conocían como bien cuenta el librito de marras). A falta de los Kilian y Krupickas, pues nos traemos a estos dos caballeros que nos van a dar un campanazo y nos sale barato. Como dijo cierto cabronzuelo...

La próxima ultra para dar un golpe de efecto va a tener que traer al pato Donald si seguimos así #sobralapasta #sobramárketing
— Sergio Fernández (@ser13gio) 6 de mayo de 2013

Entiéndanse los tres ejemplos como lo que son, ejemplos, he intentado no personalizar aunque se puede saber fácilmente de dónde viene cada uno y de qué pie cojea.

Falta de personalidad, exceso de moda

Si un tipo se inventa una frase en inglés y triunfa, venga a hacerlo yo también, aunque la susodicha tenga errores gramaticales. Si mi ídolo tiene tropecientos mil seguidores de facebook, yo no voy a ser menos, a mandar amistades y aceptar todo lo que me venga. Si organizo una carrera y quiero destacar, voy a meter un kilómetro vertical tras otro, a ver si solo llegan dos y el año que viene reviento las inscripciones. Si se pone de moda hacer retos benéficos, yo hago mil de esos, y le doy el dinero a Bankia, que me han dicho que es una ONG de fiar.

Si no tienes las dotes genéticas para ser un campeón, no creas que tus dotes de mercadotecnia las van a suplir. Si tienes una carrera, mímala y cuida a la gente, no se te pide más. No es imprescindible destacar a toda costa. No me gusta esta deriva hacia el frikismo, pero es que estos tres ejemplos han ocurrido en un mes, y en otro ejemplo de poner la venda antes de que haya herida, me apenaría ver que este deporte se convirtiera en un circo. He dicho.
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