martes, 13 de agosto de 2013

Baikal13 - Material: cuerpo y piernas

Evidentemente, con la experiencia de la Rock & Ice Ultra, y sabiendo qué consideraba que me había funcionado y qué no, lo tomé como base, haciendo las modificaciones pertinentes pues iban a ser dos retos completamente diferenciados. Una de las grandes diferencias es que en la Rock & Ice dormíamos en tiendas calefactadas, con lo que podías secar el material casi seguro, mientras que en el Baikal esto era casi imposible; en realidad, y aunque sea antintiuitivo, bajo cero sí se seca el material, incluso congelado, pero lleva bastante tiempo. Sobra decir que el hornillo no está para secar ropa, aunque me sobró muchísimo combustible, la cantidad de tiempo que necesitarías para secar ropa a base de hornillo lo hace inviable a no ser que lo usases como emergencia, es decir, secar y no moverte, esperando un rescate. Otra importante diferencia con la Rock & Ice es que no permitía ningún fallo de material, porque en aquella había un reaprovisionamiento intermedio, y en el Baikal, recuerdo, iba solo y a ser posible sin ayuda de ningún tipo, como así fue.

Piernas, lo más fácil

Dentro de que las piernas es lo más sencillo de abrigar, porque no requiere tantas atenciones, tienes que tener cuidado porque hay zonas de mucha pérdida calórica, y son extremidades, donde la sangre más se enfría. Usé el clásico sistema de tres capas, transpirable, aislante e impermeable/cortavientos, y llevaba repuesto.

Al igual que en Canadá, para las piernas llevé como primera capa las excelentes mallas R-Dry, material mucho más aislante de lo que parece su espesor, con ligera compresión, muy muy transpirable y de poquísimo peso, una excelente prenda. A modo de aislante, uno de mis materiales preferidos de Raidlight, el Wintertrail, que en las mallas me va de cine, el invierno entero lo paso con ellas y aquí, una vez más hicieron su función de maravilla. Aunque en la Rock & Ice esto me bastó, para el Baikal consideré adecuado un pantalón impermeable, aunque en realidad con un cortavientos hubiese servido dado que no esperaba lluvia precisamente. Como ya conté, el sobrepantalón Shelter (igual que el Raidlight) fue el elegido, con la gran ventaja de que se abre completamente y no necesitas descalzarte para quitártelo, que si con zapatillas es interesante, pero con la cantidad de ropa que llevaba puesta, es una gran característica. No necesité más y fui de auténtica maravilla, cero problemas. Bueno, uno. Tras varios días empezaron a molestarme las caderas, en un principio pensé que era por dormir de lado, pero más tarde me di cuenta que llevaba elásticos para aburrir, que todos apretaban lo suyo y eso me causaba la molestia: aparte de las dos mallas y pantalones, las camisetas iban intercalándose con las mallas, y además, en los bolsillos laterales de las caderas llevaba baterías, pilas y mecheros, para que estuviese siempre calentitos. Reordenando elásticos y apreturas lo sobrellevé.

Como repuesto llevé otra malla Wintertrail y los pantalones Parama, para situaciones más serias, o para caídas al agua, donde al menos tienes que tener material para cambiarte y quedarte en la tienda esperando ayuda o un día o dos hasta que consigas secarte.

Tronco, la clave

Todo tiene su importancia, pero si de sobrevivir se trata, el tronco es absolutamente básico, ahí está la diferencia entre la vida y la muerte, no en un dedo más o menos. Pero a la vez, de todos es sabido que si sudas y te enfrías puede ser aún peor que pasar frío solo, el agua es un enorme conductor térmico y la humedad corporal puede ser un enorme problema. Por eso creo que la ropa "aeróbica", no necesariamente de marcas de correr, es la mejor, porque gestiona muy bien la humedad, y como aislante debes llevar lo justo, ni más -que te haga pasar calor- ni menos -que vayas permanentemente con sensación de frío y desgastes mucho el coco y quemes demasiadas calorías-, ahí está la clave. Que me diga alguien cómo, desde tu cálida casita, puedes saber qué debes llevar y qué no. De nuevo, para eso me vino de perlas la experiencia de la Rock & Ice, con, otra vez, las diferencias del entorno, características y objetivos.

En la Rock & Ice, para el tronco, usé una buena combinación de camiseta Desert (transpiración)+camiseta fina térmica Odlo (aislante)+forro polar Micropolar (aislante)+softshell Raidlight (aislante+cortavientos). Intuyendo qué podía combinar y qué no, hice buenas modificaciones pero sin superar el aislamiento y sí la tercera capa pues preveía viento.

Usé la manida y requeterentabilizada camiseta Raidlight Desert (aquella de la larguísima prueba en tres episodios, si algún día veis una prueba mejor, por favor, hacédmelo saber, je je), porque aún no estaba a la venta la nueva Desert, con un material que me gusta aún más, sencillamente excelente, todo transpiración. Una fina Odlo como camiseta térmica, tanto por su pequeña capacidad térmica como para separar con la verdaderamente aislante, como para, en un momento dado, si se empapase, sacrificarla y quitármela, pero que absorbiese esta mejor la verdaderamente aislante.

Como aislamiento principal la camiseta Wintertrail, auténtica maravilla, especialmente la versión de hace dos inviernos para acá, con media mano cubierta, absolutamente imprescindible para frío de verdad, al crear una continuidad guante-brazo sin que las muñecas vayan al aire y sin la más mínima pérdida calórica. Como aislamiento extra usé el forro Micropolar (el mismo que en Canadá, tengo otro a estrenar, pero me dio pena usarlo... así es uno), que es una interesante prenda porque es forro fino pero sin cortavientos ni nada, puro aislamiento, perfecto porque transpira muchísimo, bastante más que lo que nunca hará ninguna tercera capa en su vida. Lo usé para empezar el día, porque hasta que calientas (30-60') vas jodido de frío y para un par de días de bajísima sensación térmica. También al concluir la etapa, lo primero que hacía era ponérmelo y así no perdía demasiado calor mientras montaba la tienda, cocinaba y demás.

Y como tercera capa, la chaqueta Parama de Vertical, auténtico pepinazo gracias a sus dos membranas (lo que la hacen tan cara de fabricar -que no se puede trasladar al precio final- que posiblemente desaparezca). Jamás tuve problemas de frío, me encantó la solapa con imanes para usarlo con manoplas, excelente ergonomía, y una capucha sobresaliente, a pesar de que tuve sus más y sus menos el día del viento brutal, pero que es imprescindible que te cubra media cara, te la puedas cerrar bien.

De repuesto llevaba otra camiseta Wintertrail para el mismo uso que en las piernas de caída en agua/aislamiento extra/me he equivocado con la ropa, etc. y, fundamental, un plumas. Di más vueltas que una peonza, busqué y rebusqué, hasta que finalmente me decidí por un flamante The North Face Catalyst, auténtica pocholada. Mis requerimientos era que fuera fino -para usarlo eventualmente como segunda capa-, con capucha -no hay tanto finos y con capucha-, y que fuera bonito para usarlo en invierno por la calle, es decir, no de un uso. El The North Face Catalyst lo cumplía, moderadamente calentito (si quieres más, ya sabes, más volumen, no te lo metes bajo una tercera capa ni de coña, para calle me parece bastante feo), ergonómico, muy compresible, de excelente calidad (cui 800), y con una capucha perfecta. Lo usé poco al final, pero un comodín imprescindible, para frío, por si me había quedado corto en ropa o para dormir, para días muy serios... e incluso para el par de días previos en Irkutsk, y los posterior en Moscú-San Petersburgo.

Una cosa que sé de hace años es que cuando vas a cosas largas raro es el momento en el que vas con el material perfecto, son demasiadas variables a considerar, y en este caso muchas se me escapaban. Todo creo que funcionó muy bien y me alegro de la elección. Supongo que será mejorable, pero para mí y las circunstancias que viví, fue excelente. Reconozco que más o menos tuve suerte con el tiempo, y aunque llevaba de sobra no sé qué hubiera sido de mí con un -25 ºC con fuerte viento en contra, y quizá hubiera supuesto pasarte un día mirando al techo de la tienda, algo muy normal en el Baikal dada la cantidad de días de vientos que hay, pero el único día verdaderamente serio lo pasé, relativamente justo, pero sin consecuencias.

Quien se plantee "un Baikal" o algo por el estilo sabe que casi seguro no se pueden poner parches sobre la marcha, de ahí la importancia de la elección, leer mucho por ahí webs extranjeras (aquí casi no encontrarás a nadie que te diga qué usar) y no olvidar la intuición, ponerte allí e imaginar qué vas a encontrarte. En la foto se ve al individuo feliz de la vida instantes antes de empezar su aventurilla, por dentro grandes dudas sobre qué material había elegido bien y cuál no, puede llegar a ser extraordinariamente intensa la sensación, que puede llegar a bloquearte, pero llegado el momento, sólo hay una forma de saber si te has equivocado o no.
s

+s13: Index: MaterialIndex: Pruebas de material

3 comentarios:

  1. Iba a comentar que la foto necesita un retoque digital ya que está demasiado "fría" (la nieve tendría que tener un tono más neutro, no tan azul), pero he pensado que, dado el tema del post, dejarla como está casi sería lo más apropiado.

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  2. Una desert????!............ no lo hubiese imaginado.

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  3. Pues está muy "calentada", la original es bastante más azul, estaba amaneciendo. Sonrisita pero con los huevecines de corbata. Obsérvese la pedazo de grieta detrás del muñeco, solidificada, pero hubiésemos entrado con coche y todo.

    Mapatxe, nada transpira más, y la piel más te vale que esté seca. Este material ya se ha retirado y el nuevo es tan transpirable sin algún inconveniente, una auténtica maravilla, una excelente primera capa, no solo para calor.

    Saludos,
    s

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