No es por dármelas de lo que no soy, pero creo que mi sitio no era a la cola del pelotón, sabía que tampoco mi lugar eran puestos delanteros, pero perder tiempo al principio era crítico. Unos primeros metros de pista, pero pronto se estrechaba. La pesadilla del que sale como el culo. No sé cuñanto gente llevaba delante, pero creo que unos 600. Intenté pasar a todo el que pude y más, intentando no agobiar, ni empujar, ni hacer tropezar a nadie, pero ciertamente espídico. Iba con buenas sensaciones, iba pasando "por encima", pero aún así perdí mucho tiempo, no sólo en embudos, sino en que estás desubicado y no te arrastra "tu ritmo". Calculo 5-10' de pérdida. Al acabar la primera subida me tengo que parar a atar las zapatillas de nuevo, porque con las prisas el apriete había sido deficiente y sé que ahora viene una buena bajada. La encaro con calma, es uno de mis mayores temores, quedarme sin piernas y reventarme demasiado pronto, y sé que si me ocurre -muy probable- será en bajadas, no en subidas. Me empieza a pasar gente, pero estos primeros tramos no son difíciles y voy fresco, se alterna algún falso llano por un precioso sendero en bosque y me quiero tranquilizar, al final llevo tres míseros kilómetros.
En cierto momento cambiamos de ladera y empieza una "calzada romana". Es el Camino de la Plata, un revirado sendero que empieza a pasarme factura. Me pasa la gente en avioneta, voy parado por pendiente y por cierta inseguridad, y es que aparte de mi nula capacidad para descender, no entrenarlo desde hace tiempo y no tener musculatura, se le añade un factor inesperado, y es quien siento que el pie me desliza dentro de la zapatilla. La única explicación que encuentro es la crema que me eché. Para tener la piel más flexible y prevenir ampollas y rozaduras me suelo echar los días previos crema en los pies. En realidad se suele reducir al día de la carrera por aquello de mi memoria, y esta vez me eché una crema que nunca había usado. No encuentro otra explicación, porque el resto de variables permanecían inmóviles (002, plantilla, Injinji Run 2.0). El caso es que se me empezaba a atravesar la primera bajada. Echaba vistazos al paisaje a ve si me animaba, era una zona bonita, de amplias vistas, aunque siendo tan pendiente y pedregosa no permitía relajar la mirada demasiado. Sabía que era un descenso larg, pero qué desastre, me pasaba la gente silbando, y ni quería arriesgar por tobillos y cuádriceps, ni tampoco veía un gran margen de mejora si lo hubiera hecho. Además iba con mucha sed, algo infrecuente en mí que no soy de beber ni de necesitarlo demasiado, supongo que al vomitar perdí muchos líquidos. Iba intentando dejar pasar a todo el mundo, carrito de los polos y abuelo con taca taca incluidos, y cada docena que me pasaba, otro punto menos de moral. Mucho después oí que me pedían paso, me aparté y era Julien Chorier, iba bastante fluido para la altura de carrera (+80 km) pero no rápido. Se me fue, claro.
Lustros después, llegué al primer avituallamiento en Tunte, y al menos picaba para arriba, donde esperaba defenderme mejor. No sé cuantísimos puestos perdí en esta larga bajada, pero es que además iba flojo, sin fuerzas. En ese avituallamiento apenas comí un poco, no iba mal de tripa pero prefería seguir vaciando sin ingerir nada o casi nada. En toda la carrera me alimenté con dos geles míos, un par de naranjas y un puñado de pasas. Pelín justo, para variar. Por cierto, es me olvidó rellenar el agua, con lo que me hice más de tres horas y media de carreras con medio litro y encima yendo bastante seco desde la misma salida. En este primer refueling me alcanzó, aunque no llegué a ver, el siguiente clasificado de la prueba larga, Yeray, el bravo corredor local. Un poco de asfalto picando para arriba, y a seguir sumando kilómetros.
Sabía que teníamos una subida majilla por delante, pero me noté con alguna fuerza y hasta las zetas finales la hice corriendo prácticamente entera. Me sorprendió ver a gente andando a esta alturas, con 12-15 km ir tan servido me parece preocupante, vi unos cuantos casos de gente muy fuera de su ritmo, de calcular muy mal las fuerzas. Repito, me parece preocupante. Sería comparable a que yo me tirase a bajar a ritmos que no puedo/debo, es ponerte en riesgo, quizá no saber lo que estás haciendo, valorar muy pobremente qué te queda por delante.
Siempre digo que las carencias son lo que refuerzas con el entrenamiento, que lo natural está ahí "siempre". Soy más de subir, especialmente si se puede correr, aunque sea algo. Sin ir especialmente sobrado de fuerzas, sí iba mejor que la gente que me rodeaba y volví a ver a Julien en la lejanía, le recorté tiempo y en el final de la subida casi le alcanzo, 5' le recorté en esa subida. Fue una referencia que me vino bien, y aunque miraba de vez en cuando el pulso, sin pasar nunca de 152 ppm y generalmente por debajo, el no tener entrenamientos largos y desniveles pronunciados en las patas me hacían ir algo perdido de ritmo. Coronado ese paso, pista con desniveles suaves, corredores, y nula soltura de nuevo. Se me va Julien porque no iban mis piernas, nula soltura, cero zancada, y no estaba ni en la media maratón. Un rato después me coge Yeray, al que le digo que tiene a tiro a Julien, y durante bastante rato les tengo a la vista y creo no equivocarme, el canario iba recortando al francés. Fuera así o no en el momento, Julien no sólo distanció a Yeray sino que fue capaz de alcanzar y rebasar a Tim Olson, al cual no vi, al igual que a Ryan Sandes, por pocos instantes en Garañón.
En esa bonita pista de agradables vistas aún iba a ritmo correcto, pero me preocupaba el nivel de cansancio que acumulaba, llevaba poco más de 20 km e iba francamente cansado. Cierto que la semana anterior me puse malo y tosí mucho; que la semana había sido de no dormir demasiado; que iba sin el entrenamiento adecuado; que iba sin energía por haber vaciado lo que había desayunado. Y aun así me parece que iba peor que todo eso sumado. Tuve instantes -instantes son instantes, 30" y aquí y otros 30" allá- de buenas sensaciones en toda la carrera, y como siempre digo que corro por sensaciones, la verdad es que fue un rendimiento para olvidar. No es que esperase quedar delante, ni sentirme ágil, pero al menos no tan tan mal.
La segunda bajada me daba más respeto porque en un rápido vistazo al recorrido me dio la sensación de que esta era más dura, aunque corta, pero de notable pendiente. La mayoría era por un bonito sendero, con una notable pendiente, pedregoso... e infinito. A ojo perdí 15 posiciones, lo que es bastante para las alturas de carrera, más unas pocas que ahora contaré el porqué. Iba lento, la pendiente era considerable, no quería joderme un tobillo, y una caída podía doler por el tipo de suelo, no me obsesioné con seguir a nadie, quería llegar abajo, nada más. Malas sensaciones, muy lento, sin poder seguir a nadie que me rebasaba. Poco antes de acabarla veo a un "ser" que va andando, y andando lento, desde el primer momento me parece Chaigneau, y así es. Va ciego perdido, andando con lentitud, y al alcanzarle se sienta en una piedra. Le digo que se levante, que estamos acabando la bajada, que no se pare, pero va mal de verdad, pupilas muy contraídas, mirada bastante perdida. Me reconoce, me dice que su mujer está en el avituallamiento, y que le diga que lo deja. Le insisto que mueva el culo, pero va jodido. Sigo, y pocos metros más adelante hay una ambulancia, les digo que viene uno muy cascado, y en 5' estoy en el avituallamiento de Arteara. Es curioso pero cualquier hecho que te descentre lo puede hacer también de los males, ni me acordaba de las penurias, quería llegar lo antes posible al avituallamiento. Una persona de la organización localiza a la mujer de Seb, le explico que lo deja, que va muy mal... y al momento que no se preocupe que tampoco era para tanto, queda poco creíble, pero ni quería asustar a la mujer ni que pensase que no era para tanto. Al día siguiente me contó que hubo visita al hospital, que fue deshidratación, que se le contracturó el diafragma y que no podía casi respirar. Los elite arriesgan mucho y pegan unos petardazos de cuidado, a Seb le tocó la cruz esta vez tras dos victorias consecutivas.
Mi carrera seguía, 17 km a meta, en ligera bajada al principio y llano al final. Como algo, bebo... y salgo de pena. Se le añade un flato que me volvería algo más tarde, corto pero intenso. Un sendero de subida andando, sin fuerzas, y coronando en una pista, la cual sería la que nos llevaría dirección meta. Sube baja con tendencia negativa, ritmo penoso, gente que va tocada, una parada a quitarme una piedrecita de la zapatilla, varias a tratar de mear "barro" (apenas unas gotas pero muchas ganas en muchas ocasiones), flato que vuelve, el mar a lo lejos. Va a ser infinito. Apenas ando en unas pocas y cortas subidas, me empeño en correr hasta donde pueda. El ritmo es penoso, pero corro, que es el doble de velocidad que andando. Cuanto más corra antes acabo. Voy en modo finished y finisher. Estoy acabado y sólo quiero acabar. Lo bueno de ir mezclado con otras carreras es que siempre ves a gente, la mayoría son de la prueba de 30 km, pero otros de la mía. La gente va realmente tocada. Y gracias a Alá que no hace calor, en este barranco si no hubiera algo de viento en contra, nos sacan a algunos con los pies por delante. Por cierto, una ambulancia sí tuvo que evacuar a alguien por esa misma pista. Intento no mirar al GPS para saber cuánto me queda, pero desgraciadamente lo hago más veces de las que debiera, sigo corriendo a mi penoso ritmo, pero al menos así avanza el kilometraje. Un tío a escasos metros de avituallamiento final me adelanta dando saltos "de flor en flor", animando, jovial, motivado, hasta dudo que esté compitiendo. Unos cientos de metros más adelante va con el cuello tronchado en silencio y reventado. Así es la vida. Muy cansado llego al avituallamiento. Siete a meta. Intento no alargarme demasiado y pongo rumbo a la playa.
Sigo corriendo, todo, es el único motivo de orgullo de toda mi carrera, el poder haber corrido todo lo que se podía correr. Fue una mezcla de necesidad -querer acabar lo antes posible- con orgullo propio. Funcionó. Pero fue infinito. Los últimos kilómetros no son bonitos, pero tampoco me desagradaron, iba en piloto automático. Un cartel de -5, demasiado cerca uno de -4... y llegamos al cauce seco de un río, acondicionado como un canal. Llámese riera, rambla o su puta madre. Suelo de cemento y piedra, desmoralizantemente largo, en una perfecta línea recta, y muy ancho para sentir que no avanzabas. Cabeza gacha, atención para no tropezar, y a apretar el culo. No queda otra. Hace tres años hice esto en subida, tropecé, caí y me golpeé la rodilla, y de un modo reflejo el cuádriceps se me contracturó; a partir de ahí fue un infierno. Este tampoco era muy diferente, pero al menos mucho más corto. Y olía a meta. Aquello era un desfile fúnebre, penosas figuras andando y correteando de mala manera, hartos de todo y con ganas de acabar con esto. Se hizo muy largo, pero se acabó, con pequeño susto por mi parte, porque me tropecé y me fui al suelo, aunque las rodillas no tocaron que era mi preocupación. Por fin salimos del averno. Asfalto, quedaría kilómetro y pico. A tratar de ganar alguna posición, a llegar.
Entre familias de paseo y guiris color cangrejo, unos esforzados corredores con mochilas y riñoneras cumplían su primer objetivo: llegar. El faro de Maspalomas se fue acercando poco a poco, controlé que nadie de mi prueba se me acercara, porque en el puesto que sea sigo siendo competitivo, y con más pena que gloria llego a meta. Liberación. Sabor agridulce. Sólo pensaba en mi piscina a 32 ºC.
Trail es sinónimo de adaptación, al terreno, a subir ahora, a bajar después, al clima, a sensaciones dispares. Cuando vomitaba en el autobús pensaba que iba a otra carrera, no la que pudiera haber imaginado antes. En ese sentido me adapté bien, pero corro para tener buenas sensaciones. Otra vez será.
+: Transgrancanaria
Fotos: Racephotos Sport Photography (1,5), José Antonio González (2), Ana Rosa Díaz (3,4), mua (6)
Felicidades por la experiencia, a pesar de todo. A muchos nos hubiera gustado estar ahí ese fin de semana aunque fuera de meros espectadores.
ResponderEliminarAlgún día deberías hacer un ranking de "PUPAS". Seb no estaría muy lejos del top 5.
Reitero mis felicitaciones.
Doy fé de tu crónica muy cercana a la mía, tanto que iba en tu autobús cuando empezastes a vomitar, iba detrás tuya cuand Sebastián se retiró en la bajada pedregosa y uno de los que sale en la foto de la piscina soy yo junto a mi amigo Patrick, una brazo y a seguir recolectando experiencias.
ResponderEliminarMuy bien Nano!
ResponderEliminarSomal.
Bueno, pues despues de meses de leerte y de disfrutar con tu manera de contar las cosas, me decido a escribir para felicitarte por tu franqueza y tu espiritu deportivo ante una situacion como la vivida: te engrandece como atleta y como persona...
ResponderEliminarMi experiencia en el mundo del trail es y sera limitada pero tus relatos me llevan a conocer de primera mano cosas que me hubiera gustado vivir en primera persona.
ya me dijo mi amigo Somal que no me arrepentiria de seguirte en el blog..
Un saludo y mucho animo para tu proximo reto.
Nacho, el afgano.
Hugo, gracias. Estuvo bien, evento de talla mundial, moló mucho.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, Seb a veces va bastante al límite, no le considero de esos que o ganan o revientan, pero muy lejos no le anda.
Benji, anda que vaya suerte la tuya. Pide que te devuelvan el dinero, e incluso indemnicen, je je. Lo de la pota, lamentable, pero inevitable también, disculpas al pasaje. Mis bajadas, pues eso, de pena. Pero la piscina, eso era una maravilla, mereció los sufrimientos. Saludos y a ver si nos vemos en otra, a ser posible sin penurias por mi parte ni tener que aguantar tropezones y olores por la tuya.
Nacho, no te vuelvas a fiar de Somal, nunca más. Mira dónde has acabado. Saludos y ya coincidiremos alguna vez por ahí.
Saludos,
s
Me he relajado, despues de las risas de la previa.
ResponderEliminarY te esperabas algo mas???? jejejejeje aparte de sufrir????
Pero si es lo que te gusta!!!!!!
;P
Esperaba qué menos que un podio, con mi entrenamiento, cuerpo saleroso y ligereza de tripas. Pero no, fíjate. Me gusta dar guantás a quien lo merece.
ResponderEliminars
Con dorsal "again"...?!?!?!.
ResponderEliminarPues me alegro mucho.
Carrera bonita dónde las haya aunque cada día más elitista (my opinión..) con lo que conlleva a nivel precios amén del desplazamiento.
En cuanto a ti quédate con lo mejor. En la pomada de nuevo, jeje...
Me alegro mucho de verdad!!.
La próxima...?!?!!?!
Saludos.
DavidP.
¿Próxima? ¿Tú te crees que me he quedado con ganas de más? Ni idea, ya veremos, caos en mi cabeza.
ResponderEliminarSaludos,
s
Una pena que el día de la carrera todo vaya saliendo al revés, pero es la grandeza de este deporte.
ResponderEliminarLo de las bajadas es cierto, con lo bien que se pasa subiendo!!!.
Ya puestos a consolarnos, mejor cagarla aquí que en el objetivo del año, pero sí, da rabia. Pero esto es así.
ResponderEliminarHombre, el que baje bien y suba como el culo no pensará lo mismo. Si voy con algo de fuerza me mola subir, y las bajadas las tengo que entrar e ir centrado, pero necesito más horas de montaña, más musculatura, más soltura. Aún así son lentísimo, pero al menos no ir tan mal como aquí.
Saludos,
s
Pues después de la previa me esperaba peor ;-)
ResponderEliminarEnhorabuena por ser finisher después de tanta "deshidratación" pre-carrera.
Puntos de estilo para la gorra!
Hombre, ir sin fuerzas toda una santa maratón ya está bien. Pero sí, podría haber sido peor, claro.
ResponderEliminarRosita, con "paramecios". Mola.
s
Hola Sergio!
ResponderEliminarUna pena no saber que venías..en la entrega de premios mi hermano me dijo..aquel de allí no es ser13gio..no creo, le respondí...
Si llego a saber que eras tu me hubiera acercado a saludar y agradecerte porque yo fuí el suertudo que se pegó la potra del siglo acertando tu porra del utmb de hace unos años.
Saludosssss
Ibon
Hubiese estado bien vernos, vaya. Pues sí, penando por allí.
ResponderEliminarSaludos,
s
Enhorabuena por acabar, Sergio. No estaban las cosas para andar con deshidrataciones, sobre todo en el ultimo tramo de carrera, así que doble merito. Si bajar no es lo tuyo, quizas el recorrido no era el mejor para tus caracteristicas, saliendo de 1800 metros y acabando en el mar.... jeje. Me dejas un poco perplejo con lo de que se te olvidó reponer en Tunte, porque cuando pasé yo por ahi cascaba el Lorenzo de lo lindo, como para olvidarse de recargar liquido. La bajada a Arteara fue realmente dura y no me sorprendió en absoluto el reventon de Seb en ese tramo, muy duro de verdad. El ultimo tramo de machacadora, con el avituallamiento que no llegaba y el canal interminable, ponian la guinda.
ResponderEliminarLo dicho, enhorabuena.
Pasé mucha sed al principio, supongo que por las vomitonas, ahí sí iba seco, luego ya no. Lo de Tunte fue de traca, bebí algo, comí una naranja o así, y zumbando y cuando llevo un rato, noto el bidón medio vacío, la madre que me parió. No, el circuito no me iba demasiado, pero con entrenamiento debería de haber ido mejor. No fui en ningún momento, pero bueno, es lo que hay, no me debería de haber esperado otra cosa, pero a veces decepciona no tener ni una pizca de buenas sensaciones. Lo del canal, jodé, eso era un funeral.
ResponderEliminarSaludos,
s
Buenas, no quiero que se malinterprete mi comentario, solo expresar una sensación que se le queda a alguien que lee por primera vez este blog y que llega a él después de participar en la Trans.
ResponderEliminarYo fui uno de los cadáveres de la Starter que alcanzarías antes de la machacadora. Leyendo el relato uno se espera otra cosa, por tanto problema, tanto contratiempo, tanta mala sensación. Luego ves las clasificaciones de la prueba y resulta que llegas 80 de 645 en la Maratón y debo decir que me sentó con una patada en los cojones, hablando mal y pronto, ya que en cierto modo empatizaba con lo contado.
Todo esto siendo un lector nuevo, que evidentemente no conoce tus capacidades u objetivos.
Saludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJe, je, je... Runner novato, esto que comentas nos pasa a muchos, no te preocupes.
ResponderEliminarBuscas info de una carrera y encuentras crónicas de la gente en blogs, te pones a leerlas y el tio pasa mil penurias, parece que agoniza y que va a morir, se caga en todos sus muertos y mientras lo lees te dices "joder, este es de los míos" y luego va y... el pavo acaba explicando que acaba el 17 de 34.589 corredores y se ha cascado 125 kilómetros con un +8.000 en 3 horas y media.
Lógicamente cada uno explica las cosas desde su nivel y por sus experiencias propias, y esto es lo que pasa cuando te pones a leer crónicas de estos cracks
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAunque ya ha salido un defensor (gracias Black), Runner Novato, no me malinterpretes, tuve unas sensaciones de mierda, iba con poco entrenamiento (pero tampoco venía de la playa), el previo fue horroroso, y fui sin fuerzas, pero no menosprecio el esfuerzo de los demás ni me las doy de nada, unas veces rindo mejor, otras peor. Esperaba algo mejor puesto, ni idea del tiempo, pero sobre todo me guío por sensaciones, y fueron una mierda. Por eso la crónica es un poco apocalíptica, pero verás que apenas hablo de los demás, las carreras son contra uno mismo, lo primero, luego, si quieres, busca puesto, pero vamos, que cualquier carrera es un pequeño reto en sí mismo.
ResponderEliminarTe pongo dos ejemplos: Zigor pegó un reventón bestial y quedó décimo o así; el otro día un comentarista aquí dijo que tenía un nivel medio, 1h05' en media maratón (!). Todo depende de con qué lo compares. Si alguna vez he hecho puestos mejores es por el entrenamiento, nada más, y cuando no estoy a tope, se me ve el plumero, pero cada uno tenemos nuestro nivel, genética... y tiempo para entrenar, rendimiento en competición, etc., ya digo que yo lo veo como una competición contra uno mismo lo primero.
Saludos,
s