Iznik Ultra: Turquía, allá vamos

Una carrera al año, no hace daño. Y es que casi un año después de la Quixote, me pondré de nuevo un dorsal, esta vez, en el extranjero, Turquía concretamente. Durante casi toda mi vida deportiva he intentado combinar viaje y deporte, y puestos a dejarnos el pellejo, prefiero ir a un sitio que no conozco, que me lo enseñen por el lado agreste y, si es posible, conocer algo de la zona haciendo un poco de turismo. Y de nuevo se han alineado los astros para conjugar ambas facetas.

Por imbecilidades del ser humano, países islámicos van quedando menos para visitar, Turquía es uno de ellos, y esperemos se mantenga mucho tiempo porque parece un entorno interesante para la práctica del trail pero también para ir como mero turista. Conozco la carrera desde hace un par de años y me atraía el recorrido, darle la vuelta a un lago, me encantan los recorridos naturales y lógicos. A cambio, 135 km. La verdad, se me hacen largos y no me veo para esa distancia ahora mismo, pero ya que vamos, mejor lo damos todo y hacemos la vuelta completa -hay versión 80, 42 y 10 km-, aunque nos dejemos un par de meses de vida por allí, algo que prefiero a hacer la mitad y quedarte como que sí pero no. Prefiero quizá no sea la palabra adecuado, pero tú me entiendes. He entrenado lo posible pero sé que me falta algo de caña y largo, he tenido algún problema físico al final, que ya veremos si me da la lata, no estaba del todo centrado en algún momento de la temporada y sé que se me va a hacer muy largo. Es lo que hay.

La carrera tiene trampa -si no me equivoco en el sentido, que pudiera ser-, los primeros 70 kilómetros son prácticamente llanos; la parte buena es que te metes toda la noche corriendo y avanzando de verdad, guay, aunque no me veo corriendo esa distancia sin parar; la segunda mitad reúne casi todo el desnivel, 2800 m... y te pilla tocado, que lo prefiero, pero son casi dos kilómetros verticales, sobre todo el segundo. Cuando ya vas tostado te atizan en lo alto. Bravo por el que hizo el recorrido. Al menos, ha tenido la decencia de contratar buen tiempo, parece que así será, y ojo, que había previsión de lluvia y nevó en algunas cimas el otro día, no nos creamos que Turquía es un desierto.

La carrera empieza y acaba en Iznik (Nicea en cristiano), que tuvo un glorioso pasado, y su nombre es en honor de la esposa -que se llamaba Nike- de un general de Alejandro Magno, pero también tiene pasado griego, romano, bizantino, llegando incluso a ser capital mientras los Cruzados tuvieron durante unos años Constantinopla (actual Estambul) en su poder. También se celebró el primer concilio de la iglesia católica (de algo te sonaba el nombre...), es decir, un lugar cargado de historia, como me gusta. Es una población pequeña y está a orillas del lago que toma su nombre, lago que veremos durante buena parte de la carrera, cosa que me resulta muy sugerente.

Los billetes de avión se han cerrado ayer, así que, una vez más, el nivel de previsión ha sido cercano a cero. También hace unos días he tenido duda de zapatillas, nunca me había ocurrido, y la verdad es que a estas alturas no sé con qué correr por un cambio de ultimísima hora.

Y de postre, vídeo del año pasado, que engaña mucho, parece que son todo pistas, y las hay, pero no se ve una subida, ja, y una leche, lo que pasa es que no parece que los de las cámaras quisieran irse por esas zonas:
 

Como toda carrera moderna que se precie, parece que habrá seguimiento en directo posiblemente en este enlace, y si no será anunciado en redes como Facebook y Twitter. El viernes a medianoche (23h00 hora peninsular) saldremos rumbo... al mismo sitio, tratando de dar una buena y sufrida vuelta al lago Iznik.

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