viernes, 29 de mayo de 2015

Maneras y perspectivas

La celebración de los primeros campeonatos del mundo de trail de Annecy -que sigue bajo el paraguas de la IAU y sigue siendo trail, no ultra-trail, por cierto- ha generado controversias, ya lo hizo hace un tiempo cuando François D'Haene mostró su mosqueo público (en parte, no creo que sea falso ni una tergiversación, por no haber sido elegido representante de los corredores en la votación de la ITRA). En el último momento, a falta de horas para la carrera, fue el turno de Anna Frost, que expuso sus ideas en su muro de Facebook.
I will not be at one of my favourite races - the Maxi-Race - because I do not want to support the IAAF movement in our...
Posted by Anna Frost on Jueves, 28 de mayo de 2015

Honestamente, no me gustan las formas, los tiempos ni lo que expone, así se lo expresé,


tuvo la gentileza de responder, y compartí privadamente (mi Face) algunas reflexiones, que no quería compartir más allá de ese ámbito privado (lo privado que puede ser internet, claro...), con un poco más de mala leche porque lo comparto al final entre colegas (de Facebook, se entiende).

La verdad, me mosqueó, no me va la vida en ello, pero me parece tan sesgado, poco coherente, impulsivo y falto de miras que me resultó imposible contenerme. Me remito al post previo de dicho campeonato, algunas reflexiones de ISF y amigos, entrevista al patrón de Salomon, Transvulcania y cómplices y hasta lo que opinaba cuando se lanzó el UTWT, un buen resumen de fobias, sesgos y filias de un servidor. Y aún con esto, y aunque respeto las opiniones, para mí, roza lo deleznable lo de Anna Frost, no lo que opina que es libre de hacerlo y defenderlo pública o privadamente, y no lo convierto en algo personal, faltaría más, sino, como he dicho, el cuándo, el cómo y el porqué. Indudablemente para hacer daño cuando los focos apuntan en una dirección, con una crítica agresiva, mal argumentada, poco coherente y con una perspectiva cerrada, no, lo siguiente. Por mi parte no pensaba airear nada, ya digo que ni me va ni me viene demasiado, lo que yo opine se la suda a la mayoría y a otra cosa mariposa.

Pero saltó la sorpresa en Las Gaunas.

Estaba en una sala de espera al mediodía, asqueado, he empezado a leer y una pena, se me ha roto el móvil, se me ha caído de la sorpresa.

No quiero remover cierto post pasado pero en una ocasión hablé de un "núcleo duro", cerrado, que actuaba de una manera, y el resto que iba más por libre. Si hablásemos de esos corredores de la marca de Annecy, en este no-grupo podríamos meter a un Ryan Sandes, por decir a alguien lo suficientemente lejano. Sigo a muy pocos corredores, pero uno que me parece interesante es un tal Andy Symonds, que ha colgado un interesantísimo post en su blog, según mi parecer, cargado de razón, opiniones sensatas, y amplia perspectiva. Y con libertad y cierto valor, ahora verás el porqué. Chapeau, macho. Y no porque esté bastante de acuerdo (sesgo de confirmación que se llama) sino porque no se cierra a su visión, porque no hay un lo mío y los otros -exactamente la mentalidad que provoca más guerras, disputas y enfrentamientos- y porque no necesariamente hay que decantarse. Y digo lo de libertad y valor porque comenta punto por punto lo expuesto por su compañera Anna, y está en total desacuerdo. Queremos un hijo tuyo. Gente así -es mucho decir con un post y saber poco más de una persona/deportista- me gustaría que me representase ante un organismo, asociación o federación, y si dentro de unos años, ya retirado, trabajase en organización de carreras, marca -no sólo desde la perspectiva pro- u otras caras de este prisma poliédrico que es el trail, aún mejor.

Tenéis el texto ya enlazado, hago un breve resumen, y aunque hasta he pensado pedirle permiso para traducirlo y colgarlo tal cual, no es el estilo de quien esto escribe, así que, lo de siempre, opiniones mezcladas.

Habla primero de las dos formas de ver el trail -como concepto amplio-, digamos el trail trail y el skyrunning, este centrado más en carreras más técnicas. Completamente de acuerdo (aunque me sigue rechinando el ejemplo de Transvulcania). Pero que en el resto converge, en defensa del deporte, respecto a la naturaleza, limpieza del deporte. Son sólo dos formas de ver la misma actividad, qeu se trata de correr fuera del asfalto y las pistas. Y pueden convivir. De nuevo, de acuerdo, aunque añado mi sesgo "anti"-ISF (no es anti, en serio, es la incompetencia que llevo viendo año tras año) y mi personal visión de futuro, donde "sólo puede quedar uno", pero no porque no merezca su sitio, sino porque esa parte sky puede quedar absorbida y/o diluida con el tiempo, convertirse en un nicho, vamos.

Y luego empieza con los argumentos que supuestamente sustentan la crítica -no menciona en ningún momento a Anna-, y que rebate uno a uno. Por supuesto añado comentarios.

1. La salida del campeonato se separa de la masa. Con ypicomil corredores, qué quieres. Pues claro. Algunos creemos que es la solución -o una de ellas- al megatasco de la Transvulcania -y el megadaño a la naturaleza, que parece que eso no lo vemos.

2. No puedo mostrar quien me paga. Pasa en todos los deportes, ha habido movidas mil al respecto (recuerdo la larga batalla de Noya en triatlón, por ejemplo), quedan las zapatillas, y, sobre todo, el resto del año y poder hacer publicidad del resultado. Joma, por ejemplo, si gana Lusi Alberto, Merillas o Maiora no puede publicitar del éxito, sus Adidas, Mammut o La Sportiva sí. ¿Es justo que pagues a alguien todo el año -ni te cuento en ciclos olímpicos que son cuatro- y luego en el momento de más audiencia lleve la marca rival? Pues no, claro, pero el chiringo está montado así, y nadie lo va a cambiar. Por cierto, que en el ámbito privado ocurre también, no solo cuando hay federaciones, por ejemplo jugadores del Real Madrid calzando Nike y del Barcelona Adidas. Y se lleva bien, o se tiene que llevar bien.

3. Es una carrera elitista y controlada por una federación independiente. Otra vez de acuerdo, no me apasiona el giro del ITRA a la IAAF, quizá sí venga bien y sea el mejor futuro, no lo sabemos ninguno, pero si no es por federaciones ¿mejor lo controlan marcas y empresas? ¿Realmente esto es mejor? No, porque lo controla la pasta, lo simpático que seas o lo guapa que quedes en las sesiones de fotos. Y remata "Remember that when certain top trail runners speak, it is not necessarily their natural voice, they could have been hypnotised by their marketing managers.", "Recuerda, cuando algunos corredores pros hablan, no necesariamente hablan por sí mismos, han podido ser hipnotizados por sus respectivos jefes de marketing". Si le tengo delante le doy un morreo. Reléase. Y lo de hipnotizados sólo lo puede decir un inglés, qué fino hilan los cabrones.

4. Porque la carrera de Annecy es muy plana y fácil. Sí, la prueba se ha modificado, pero ni se dan vueltas, ni son caminos artificiales tipo cortafuegos, hay mucho sendero y buenas vistas. Es trail, y un recorrido lo suficientemente digno.

Nada más que añadir. Fenomenal, tío.
s

P.D: y ahora vamos con lo del correr...

miércoles, 27 de mayo de 2015

Primer campeonato del mundo de trail

6 de julio de 2013. Un servidor publica una entrada sobre el campeonato del mundo de trail, en Conwy, Gales. Creo no equivocarme si afirmo que fue el primer post en castellano sobre el tema, y esperé hasta el mismo día de la carrera, y fue hecho con intención, para saber cuán pobre es la información en algunas ocasiones en este país, especialmente cuando no hay españoles de por medio. ¿Alguien recuerda los ganadores, por cierto?

Fue el último campeonato de este tipo.

Vollet, team manager de Salomon, criticaba dicho campeonato en una entrevista en iRunFar de la que me hice eco aportando mi visión, redactado en junio de 2013 y publicado en noviembre del mismo año.
30 de mayo de 2015, 03h30, Annecy, Francia. Se da la salida de los quintos campeonatos del mundo de trail, aprovechándose una carrera ya establecida, sobre 85 km de distancia y +5300 m de desnivel, en la meca del trail, Francia, una zona céntrica de Europa, en los Alpes, dando la vuelta a un lago subiendo muchos montes, y separándose las selecciones del resto de corredores populares que tomarán la salida hora y media después. A diferencia de otros campeonatos, las selecciones irán uniformadas, son exclusivamente por países reconocidos y sólo estos tienen acceso al campeonato, como ocurre en la inmensa mayoría de deportes. Desconozco cómo se ha hecho la selección en España, ha habido algún cambio de última hora y creo que alguno ha minusvalorado la edición de este año de este campeonato y quizá se esté arrepintiendo. Puedes encontrar numerosos previos y sesudos análisis en diferentes webs del mundillo, no voy a mejorarlo así que no voy a malgastar mi tiempo en ello. Han pasado apenas dos años desde aquel campeonato en Conwy y este de Annecy. Tampoco sabemos, cuando publico esta entrada, el ganador de este campeonato 2015. Venga, te lo digo: Ricky Lightfoot y Nathalie Mauclair fueron los ganadores en 2013. Pregunta de trivial: a ver quién es el cachondo se se sabe los tres anteriores campeones.

En sólo dos años y con la misma organización (IAU) han cambiado muchas cosas. Tantas como para convertirse en una fecha importante en el calendario y para que un buen número de corredores deseara representar a su país (y a él mismo). Perdón, se representa a la federación de su país, curioso detalle que alguno ha recalcado. No es una prueba a vueltas, que puede ser mejor para el espectáculo y asistencias, pero a muchos nos rechinaba por lo que entendemos por trail; hay un importante desnivel y terreno montañero de verdad; y... oye, que estas dos razones son un tanto visiones particulares, ¿no?, ¿quién soy yo para decir que un desnivel es suficiente o que dar vueltas no es trail? Bueno, no divaguemos tanto, pensemos que sí, que ese no era el trail que entendemos la mayoría. Seguimos. Algunas federaciones han descubierto el trail este 2015 (que no carreras de montaña), han sacado la chequera -bueno, en realidad la mayoría de los gastos los paga Annecy-, han dado el material necesario y envían gustosas a sus selecciones para gloria de aquellas. No, la selección española no será de nuevo el ejército de Pancho Villa como ocurrió en algún campeonato de Europa de la ISF donde ni la federación nacional supo/quiso/pudo imponer un único criterio de vestimenta y donde algunos corredores abusaron de posiciones de poder -no sé qué es más triste-, con lo que el espectáculo fue, en mi opinión, pobre como campeonato. Por cierto, este campeonato de Annecy tendrá un director de protocolo español, así que esperemos que nadie le deje en mal lugar.

Quiero pensar que con todos estos cambios (a una vuelta, montaña, desnivel, ¡Annecy, coño!) el amigo Greg Vollet estará dando palmas con las orejas, y tenga los ojos humedecidos en la salida, ¡ni te cuento si suena el himno francés en el podio!, a pesar de que uno de sus chicos protestase públicamente por separar salida elite de populares. No sé si la solución es hacer una carrera exclusivamente para pros y punto pelota, François se quedaría sin argumentos, ¿no?

Pero ahora hemos topado con la Asociación Internacional de Ultrarunners, brazo de la Federación Internacional de Atletismo, mucha más burocracia, una federación enorme, y donde va haciendo cuña la ITRA, la Asociación Internacional de Trail Running, que aunque desconozco los entresijos, entiendo que es el casi casi organizador de este evento. Y se nota, porque el giro ha sido radical, lo que no tengo dudas de que redundará en legitimación de la ITRA ante la IAAF y como dije el otro día en el debate de Territorio Trail, acabará tomando el asiento de la IAU en el trail y gestionándolo.

¿Y qué es del UTWT, UTMB y demás acrónimos? Pues a su rollo. El escenario que imagino es tipo triatlón, donde las federaciones de triatlón nacionales, continentales y mundial dominan una parte del deporte, que es la olímpica, mientras que las largas distancias están en manos privadas, es decir, franquicias Ironman y Challenge. ¿Será este el futuro del trail? Pinta a que puede. Y es cuando veo la posibilidad real de que el trail sea olímpico, adquiera otro estatus más reconocido y mediático, y donde los que ahora han criticado (¡saludos François!) puede que acallen estas cuando vivan de becas.

Hay muchas cosas por pulir, cosas que no me apasionan, pero esto entiendo que es trail, que se respeta los valores de este deporte, de la montaña, de la naturaleza, y que a la vez puede proyectar este deporte a otro nivel.

En mi opinión, esta prueba será el primer campeonato serio de trail de la historia, el cual los mejores clasificados venderán a sus patrocinadores, estos lo pondrán en anuncios en prensa, podrán conseguirse exenciones y permisos de trabajo con mucha más facilidad, y, en definitiva, supondrá un paso más hacia la consolidación (y rigidización) de este deporte. Para lo bueno y para lo malo, se está trazando el futuro a buen ritmo y empiezo a verlo claro.

(Espero que a partir de ahora no haya más comunicados de prensa torticeros diciendo que tal o tala es campeón/a del mundo de ultrarunning porque se estarán ya metiendo en el terreno IAU; que campeones de trail sólo va a haber dos, un hombre y una mujer, al igual que sólo hay un campeón del mundo de ultra-trail.)

Y, este sábado, a la hora del sopapo, disfrutemos de algunos de los mejores corredores del mundo, donde España tiene serias posibilidades de hacerlo muy bien, y donde esperemos se desarrolle una gran carrera.

+: Maxi-Race, IAU

martes, 19 de mayo de 2015

Garmin Forerunner 225 con toma de pulso sin cinta, ¿cambiará las reglas del juego?

La puesta de largo ha sido sin alzar la voz, no se ha llamado la atención especialmente, pero una de las noticias más interesantes de los últimos meses en cuanto a GPS está asociada a un producto que aparentemente parece algo escondido en el catálogo, el Forerunner 225. Y como puede verse, no difiere apenas del 220/620 "antiguos", ni siquiera se ha querido diferenciar demasiado. Como novedad en GPS y pulsómetros de verdad, el sensor no es por cinta, sino óptico. Concretamente de Mio, marca que ya comercializa sus cintas cuatificadoras con esta tecnología y que es razonablemente común en smartwatches, aunque dentro de unas semanas lo descubra, invente y patente Apple con su smartwatch y todos los tontoloscojones de los medios de comunicación se lo traguen, lleva ya algún año en el mercado. Pues este es el primer paso en el mundo de los relojes deportivos de verdad, me refiero entre las grandes marcas, Garmin, Polar y Suunto que son las que se deben de repartir en torno al 75 % del mercado deportivo mundial.

El sensor no es más que un LED que detecta las pulsaciones sin contacto, pero tiene 2,001 incovenientes/problemas: necesita oscuridad, es decir, se debe sellar la entrada de luz, para lo que Garmin, creo que inteligentemente, le pone una goma perimetral al reloj que se podrá sustituir cuando se vaya degradando, pero me sigue surgiendo la duda de si tendrá que ir "demasiado" apretado. La goma que sella es la que pone Garmin en la foto de la derecha y que se adapta a la muñeca. Lógicamente esta goma tiene que ir en contacto y el LED apuntar directamente a la piel, no permite nada en medio, lo que puede suponer un pequeño problema en climas fríos donde se lleve por encima de una camiseta larga o un forro polar fino, ahí dejaría de funcionar. Ah, el 0,001 va por los tatuados, no lee si te has pintarrajeado las muñecas, se siente.

Y si me parece interesante, aparte de que sea la primera de las tres grandes en hacer un mega test real es porque quizá por aquí venga el futuro. La verdad, como funcione bien en todas las circunstancias y no sea molesto el tener que apretar la correa un poco más de lo normal, que se metan todas las marcas las cintas por donde les quepan, porque es indudablemente mejor, una cosa que te quitas. Y además podría ser compatible con cintas, simplemente añadiéndole el módulo ANT+ o el protocolo de comunicaciones que cada marca utilice para esos casos puntuales en los que pueda no funcionar.

Y ahora, vamos a mirar más cerca: ¿Fénix 4 o Ambit 4 será el primero en incorporarlo, si es que alguna lo hace? En ocasiones, pasa en muchas industrias, algunas novedades concretas de las que no se está demasiado seguro aún o se quiere hacer un gran test de campo, no se utiliza la gama alta, que es la que suele recoger todas las mejoras y tecnología más deslumbrante, algo que ha hecho Garmin, curioso que no se haya implementado en el recientemente estrenado Fénix 3 o incluso el reciente 920XT. Puede ser un paso arriesgado, que conste, y en algo no será perfecto (¿cuánto consume de batería respecto al otro sistema?, ¿crecerá aún más el grosor de los que requerimos grandes baterías?, ¿he oído brazos peludos?, etc.), pero apunta a futuro muy probable.

Mi predicción para Garmin, pues no controlo las gamas de las otras marcas, sin saber nada y tirándome a la piscina: primero se actualizará en el 620, y lo llevará; y no antes de otoño -y quizá algún mes más- el Fénix 4 lo llevará también ¿segunda mitad de 2016?, y con su diseño tan molón, hará que el 920XT muera, a los triatletas les mola el Fénix más que el XT seguro.



+: Garmin Forerunner 225, YouTube - 'Garmin'

viernes, 15 de mayo de 2015

Iznik Ultra: el material

Como debe de ser en temas de material, lo primero es analizar la carrera a conciencia, su recorrido, el reglamento, y unos días antes, la meteorología. No es una carrera que requiera nada especial, ni por reglamento ni por fechas, ni altitud ni nada. Lógicamente todo lo que llevé está condiciono por el buen día que nos hizo, así que debe de adaptarse a tu edición concreta, aunque el material obligatorio ya te pone en la senda de qué tienes que llevar.

Además hay que contar características personales, que si bebo más cuando hace calor, tengo frío en las manos, o soy de mucho comer. O, en mi caso, con sólo una semana de entrenamiento por encima de los 100 km, meterte un 125 % de la semana que más has entrenado en un plazo máximo de 25 horas es para tenerlo en cuenta, por eso la distancia entre avituallamientos pensé que en ocasiones podía calculares con calendario.

Y, por último, imprevistos. Organizativos, perderte, coberturas de móvil inexistentes, idioma, etc. No puedes ir al límite nunca, y menos con cosas importantes, no puedes dejar a la "suerte" que dos circunstancias contrarias se alíen y tengas un problemón. Estoy hablando de la Iznik, de la mía, no de la Transvulcania 2015 :)

Tipo simplón como es uno, miré el reglamento, cogí todo lo que en él ponía, más comida por si acaso y preparé la bolsa a dejar en el 56 con varios ysis. Soy bastante poco apañado en esto, no le doy demasiadas vueltas -excepto en esta ocasión lo de las zapatillas- y ya está. Al final es correr, no hay que hacerlo complicado, y llevar un kilo más o menos no va a hacer que recortes una hora de tiempo y sí pegarte un susto; y he dicho un kilo, ni te cuento 200 gramos.

Con reglamento, meteo, entrenamiento, distancia, desnivel, calor previsto, bolsa intermedia, sin asistencia (puag), etc. etc., este es el material que llevé.

· Material obligatorio: (hay más material pero primero estos) frontal -Led Lenser H7- y pilas de repuesto; manta térmica; capacidad de 1,2 litros de agua (un soft flask de Raidlight vacío en la mochila para completar... y que sirviera para algo, porque eso de llevar un condón, aparte de demostrar lo listo, que no inteligente, que eres, en carrera, si surge un problema, vale de muy poco); móvil; vaso (Eco-Tasse de Raidlight); carnet de identidad; cash; venda; silbato (en el cierre superior de la mochila); comida suficiente para seis horas (hubo momentos en los que pude montar un avituallamiento yo solo); tubular o gorra (llevé ambos); y chaleco de visibilidad homologado, y te pone en el reglamento hasta la norma, EN471 or 1150. Ya dije que había bastantes sin él/sin usarlo. Me gustaría que en esto hubieran sido más estrictos los organizadores, aunque prácticamente todo el que vi llevaba cosas reflectantes. Por cierto, a pesar de que despotrico de él, no me parecería mal que en toda carrera española/europea se pusiera como obligatorio (llevarlo y usarlo) si tiene algún tramo de carretera algo largo, ¿5 kms? Es un truño, ya os lo digo yo, pero circulamos por carreteras abiertas, entre la puesta y salida del sol y el código de circulación lo obliga, no somos quiénes para saltárnoslo.

· Material opcional: no se me pasó en ningún momento llevar bastones por el poco desnivel; sí llevé mp3 desde la salida y auriculares comprados allí tras extraviarlos (o guardarlos muy muy bien); batería y cable-pinza para cargar el Fénix 2 cogida en el km 56; gafas de sol (Oakley Radarlock con lente Black Iridium) para uso diurno; luz trasera (no obligatoria, pero la llevé); y portadorsales, para quitar y poner ropa y no andar con imperdibles a vueltas.

· Zapatillas: he estado varios meses probando las futuras Raidlight 004, pero las últimas semanas me di cuenta de que habían muerto de mediasuela, me molestaban los pies, pero no sabía si por un entrenamiento largo, sobrecargas de sóleos o qué. Dudé, y a pocos días de irme decidí estrenar un par de 002 que tenía guardadas. Les pude hace tres entrenamientos que no sumaron ni 20 km y a la aventura. Me lo pensé bastante, y dado que podría cambiar de zapatillas, me arriesgué con las 004, cosa que no hubiera hecho sin tener esta posibilidad. Más o menos acerté, llegué con los pies molestos y cambiar fue una bendición. No me apasiona cambiar de zapatillas, sólo lo he hecho una vez antes en mi vida (Trans 333), y no tuve problemas porque ya llegué tocado, pero si hubiese estado para correr bien, el cambio de densidad de mediasuela, altura, y peso me hubiesen resultado demasiado extraño, creo, porque de hecho zapateaba un poco mal con las 002 y mira que tengo kilómetros con la dupla 001/002. Por cierto, la mediasuela y suela de la 004 se van a cambiar, con lo que lo que pueda decir de ellas no es válido. Este proto me gustó mucho y eso que creo que no es el tipo de zapatilla que me debiera ir (mediasuela "bastante" blanda, sobre todo viniendo de las firmes 001/002).

· Ropa: el reglamento dice textualmente "ropa para mantenerte caliente". Un tanto genérico. Por mi parte y sabiendo que no iba a hacer nada de frío, opté por una Performer de manga larga, sin problema, me sobraba por temperatura, me la quité hacia el kilómetro 74 y listo, no se necesitaba más; debajo, la nunca suficientemente alabada Desert, La Camiseta, perfecta para el calor, reducir la radiación directa del Sol, protegido de quemaduras (hasta cierto punto, nivel 25) cuando no estás aún moreno, y la mejor transpiración del mundo. Y como pantalón, el excelente Ultralight con malla incorporada, el cual ya está en liquidación porque ya ha llegado -por unos días no lo pillo- el nuevo, con unas cuantas mejoras como silicona en los 'quads', muy guapo. Había que llevar guantes -los clásicos Trail-touch-, chaqueta impermeable -Top Extreme, no la usé, pero hay que llevarla... hubo revisión-; y calcetines, los míticos Injinji 'Rainbow', los que siempre más me han gustado, estrenando el último par que conservo. Me encanta su material, tirando a fino pero sin exageraciones, pero le tengo que buscar sustituto. No lo he probado pero el que conozco que más se parece es el 5 Dedos de Raidlight nuevo, por ser también tirando a fino, pero siempre de cinco dedos que es el sistema que que más me gusta.

· Mochila: aunque es versión casi definitiva, digamos que llevé un proto de la Responsiv 8 L de Raidlight, pero 95 % igual. Espectacular. La mochila en sí es preciosa y va de lujo, algo que no debiera sorprender de una marca con mucha experiencia en mochilas pero que no se había lanzado al campo de las mochilas-chaleco. A eso le añado la fabricación y materiales, muy manual, en Francia, corte láser, pieza blanca pegada, no cosida, ajuste por cierre tipo Boa, material R Dry que es la bomba... Y finalmente, el tema de los soft flasks, sistema que siempre me ha gustado pero que no acababa de convencerme por costar bastante meterlos en su sitio (ah, que necesitas una persona que lo haga por ti en los avituallamientos, fenomenal), le faltaba un punto de evolución en mi opinión. Y ese punto son las pipetas, que aunque hay que cogerles el truco para que no bamboleen, cosa que no es difícil, de lo que yo conozco, es el mejor sistema que hay en el mercado, no es que lo haya probado todo, pero hasta donde yo sé y para mí, el mejor: lo mejor de los bidones rígidos sin sus inconvenientes, y lo mejor de los soft flasks sin sus problemillas. Ya publicaré algún día una prueba más completa, aunque desde hace mucho tengo las conclusiones sacadas. El único pero, y no es de esta mochila, si no de todas que son una "camiseta", es que si algo te clava, lo hace a base de bien, porque no llevan acolchado ninguno -más que una rejilla 3D-, hay que tener algo de cuidado en colocar según qué cosas, y en la Iznik descubrí que me aprieta justo en la hebilla metálica del cierre de la cinta Garmin, aquí. Sólo me sale en distancias largas pero ya le buscaré solución (la más fácil no llevar cinta), como una gomaespuma dándole la vuelta al cierre. De ahí que en numerosas fotos lleve sólo uno de los cierres puesto (con uno a mí me vale), y además mal, pues iba cruzado, no horizontal.

Ya digo, carrera que en condiciones óptimas como las que tuve, no requiere de material especial, en mi caso más transpirable que otra cosa, pero teniendo montañas cerca, en las fechas en las que es, lo mismo te hace 25 ºC que te llueve, así que hay que adaptarlo.

+: Iznik Ultra

miércoles, 13 de mayo de 2015

Iznik Ultra: el vídeo

Cada organizador sabrá en qué invertir su dinero, pero creo que una de las cosas a cuidar una vez satisfecho lo básico es en material audiovisual de calidad, en mi opinión yo lo haría antes que invitar a 'pros'. Como ejemplo, este magnifico vídeo de la Iznik del otro día, con algunas imágenes realmente bellas y que dan ganas de hibernar y que pase el año a toda velocidad. Realmente bueno. Plas plas.



+: Iznik UltraVimeo - 'MCR Racesetter'

jueves, 7 de mayo de 2015

Iznik Ultra: mi vuelta al lago (y 3)

Lógicamente me pegaban buenas pasadas los de maratón, faltaría más, pero con un pelín de fuerza hubiese podido seguir a ratos a alguno, pero claro, no las había, con 100 km en las patas, ellos frescos, se me hacía imposible. Pero vamos, que iba en mi carrera, no me preocupaba, iba entretenido mirando material, pisadas y algún culo de buen ver. Lo normal, vamos. Como curiosidad, en la prueba larga Raidlight era mayoría en mochilas, Salomon marginal, y calzado muy diverso, Asics, Adidas, Nike... Coño, qué culo tiene esa. En la maratón, bastante Quechua, cero (o casi) Salomon en mochilas, poco en los pies. Joder con las turcas. Y así iba. Este tramo intuía que iba a ser pestosillo, un subebaja largo, a ratos con unas excelentes vistas del lago, pero interminable. Segunda crisis. Fue infinito, no considero que sufriese realmente, iba un poco harto, sin fuerza, muy cansado. Cada mínimo repecho era andar inevitablemente, Iznik estaba muy a tomar por saco aún, se veía desde demasiados kilómetros de antelación. A cambio, las vistas del lago, desde cierta altitud, eran más que bonitas, lo que alegraba a ratos el penoso transitar de un servidor. En este tramo me pasó Emmanuel Gault, de Asics, ganador de la CCC hace unos años; los de la maratón  no me impresionaron, pero Manu sí, joder, iba muy de puntillas en una subida, superágil -y llevaba unos 60 km en las patas-, muy sobrado, anduvo un poco en una subida por beber y arrancó en la misma subida a correr (definición es ir sobrado), finísimo. Depa creo que fue que me dijo después que va a la Western, desconozco qué experiencia tiene en distancia 100 millas, pero que se preparen. Nada más que contar de este infinito tramo excepto "joder, otra puta subida, cuándo se baja al pueblo". Entraba algo de viento, no hacía calor, alguna nube. Al día siguiente entró un viento bestial y bajó la sensación térmica (y lo que no es sensación) muchísimos grados, fuimos muy afortunados. Hartazgo general, apatía, acabaracabaracabar.

Todo llega, más tarde que pronto cuando vas cascado. Pero llega. Este tramo se me ha hecho tan largo, tan duro, pero se ha acabado, bajo al pueblo que parecía que nunca iba a llegar. Último avituallamiento. Quince a meta. Otra vez me siento. Otra vez me cuesta levantarme. Por cierto, control de material, creo que es el primero que me hacen en la vida. Taza y chaqueta. Una de las cosas más horrendas que me han hecho llevar como material obligatorio es un chaleco de alta visibilidad, el del coche, vamos, y que fuera homologado, detalle importante. Así fui 50 km, con él puesto, y luego a la mochila, pesado, bastante volumen. Manda huevos que llevemos material que ni la NASA y luego te tengas que poner una mierda de chaleco que pesa un quintal y transpira una mierda. Pero había que llevarlo. Por qué coño tenemos que coger atajos, por qué no podemos hacer las cosas bien. Si te piden un puto chaleco, lo llevas y ya está, que no se te van a ir los puntos del ojete, cojones. Me pone de mucha mala leche el tema. Nosotros así hicimos, otros no lo llevaban puesto, otros unas cintas reflectantes, otros cortavientos fosforescentes (pero no homologados). Véase la foto de la salida. Salgo del pueblo, en varios de estos pueblos, muy muy rurales, no míseros pero cercanos, nos animan señoras con vestidos floreados, pero que recuerdan a las películas de Paco Martínez Soria, y es que la Turquía profunda se parece a la España de los cincuenta. Vamos a meta.


Este tramo tenía una bajada corta, una subida de un suspiro, bajada y unos cinco llanos a meta. El infierno tiene un lugar especialmente reservado para los que hacen los perfiles, justito al lado de fisioterapeutas y masajistas. Malnacidos. Nosotros pagamos sus traumas infantiles. Por la cuarta subida mis pensamientos iban hacia la persona que había hecho el perfil, y no eran pensamientos precisamente de amor. Cómo se puede ser tan desgraciado. Tenías que fijarte bien para ver la dichosa minisubida dibujada y eran varias rampas considerables. En fin, a esas alturas de carrera, bien es cierto que ya me pueden poner un 9a que lo subo igual.


Para arreglar este tramo, tuve dos entretenimientos adicionales. Uno, se me caían los pantalones. No es una forma de hablar, iban bajándose hasta que me los subía, 200 metros más allá lo mismo. Y eso que llevaban malla incorporada, que siempre rozan más y se caen menos. La razón, los bolsillos laterales a tope de cosas. Comida, dibujito con el perfil, pilas de repuesto del frontal, batería para cargar el GPS. La madre que me parió. Y dos, llevaba unas zapatillas grandes, porque cuando me las pillé llevaba plantillas ortopédicas, me las he quitado porque sí y me sobraban bastante, con lo que en esta bajada final me iba molestando el mismo dedo gordo que me machaqué en la Madrid-Lisboa, con lo que no me llegó a crecer del todo en estos siete meses y ya la tengo igual a esa foto, y se me va a caer otra vez.

Este tramo era el más chulo de la carrera, sorprendentemente no me dolían demasiado las patas bajando, había algún senderito chulo, era variado, luego un río para limpiar las zapatillas... y luego barro y charco con sus ocho calles para llegar con ellas bien manchadas (esto se le ocurrió al mismo bastardo del perfil, seguro). Y de repente, se acaba la bajada, civilización, e Iznik al fondo. Llaneo, pista horrorosa y polvorienta, infinita, pero di con un italiano que vive en Estambul, y que hablaba un muy buen castellano y compartimos estos kilómetro finales un poco menos mal. Era su primera maratón, iba bien servido el amigo también y cuando no era el uno era el otro, íbamos pidiendo clemencia, andar unos segundos, trotar cochinamente otros cientos de metros, chocar las manos de algún chaval, andar otro poco, entrar en el pueblo, tour turístico-político por el mismo, pasar por delante de mis dos restaurantes favoritos, ¡pasar a 50 metros del hotel! -lágrimas en los ojos... porque me separaría en dirección opuesta unos 500 metros de él, cuando podía ir directamente a la ducha y la cama-, paseo marítimo (¿lagunítico?) y arco de meta a lo lejos. Unos minutos antes de las dieciocho horas. Era de día. Vuelta al lago Iznik completada. Ha estado bien. Soberana paliza.

Medalla tamaño pizza familiar muy chula, con azulejo local incrustado, permitidme que presuma de ella, es la única que hay en España, por ahora.


Estaba muy cansado, localicé una silla que algún despistado se había dejado sin ocupar, y me hago fuerte en ella. Intento llamar a casa, pero siento que no estoy en las mejores condiciones, no me vi lejos de algún mareo tonto, cansancio un tanto extraño este cuando no considero que me vaciase realmente, aunque sí una seria paliza. Aparece David, me hace la siguiente foto aprovechando que no tengo fuerzas para lanzarle nada... Francamente cansado, francamente satisfecho.


No he rendido mal, ha habido momentos buenos, no he tenido una gran petada, he superado dos crisis, he comido más que otra veces, aunque sigue siendo lo peor que hago. El Fénix me marca 137 km, Wikiloc 137,99. Ha sido un buen paseo, vive dios.

La carrera está excelentemente organizada, marcaje, avituallamientos, meta, bolsa de autoavituallamiento en su sitio, incluso David desgraciadamente probó la evacuación y de maravilla. El pueblo de Iznik y la región de Bursa se han volcado bastante con la prueba, y creo que merece la pena. No es una carrera de montaña española, si vas pensando en desnivel y pedruscos, no es para ti; es un trail, más corredor, menos desnivel, quizá más americano que alpino o pirineístico, pero me gusta conocer cómo se practica este deporte en otras partes del mundo, lo agradece la perspectiva. Puedo recomendar la carrera como segura y muy bien organizada, así como el país, creo que es muy fácil montarse una carrera a poco más que precio francés, alemán o italiano con el exotismo de Turquía, aprovecharlo para un viaje en pareja o familia, y ver un poco de mundo. Espero que siga contando con un sitio en el calendario. Y si alguien tiene algún reparo o duda, le ayudaré en lo que pueda, mejor en la sección comentarios para que sea útil para todos, pero también por email si así se desea.

Cae la tarde en Iznik, se va poniendo el sol, ese que he perseguido durante tantas horas. En día y medio ha pasado tanto, salí (salimos) a medianoche, estoy al atardecer de vuelta, fundido, con el trabajo realizado...


Creo que me he ganado un descanso.

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Iznik Ultra: mi vuelta al lago (1)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (2)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (y 3)

+: Iznik Ultra

miércoles, 6 de mayo de 2015

Iznik Ultra: mi vuelta al lago (2)

No sé cuánto me ralentizó el problema de David que conté en la primera parte, no demasiado, ¿quince minutos? ¿veinte? Ni lo sé ni me importa, era más la rabia contenida, el ir con el freno de mano echado, la desagradable experiencia de ir con un "cadáver", quería alejarme de eso lo antes posible, y posiblemente por eso corrí a bastante buen ritmo hasta el kilómetro 57, punto donde teníamos la única bolsa propia. Era muy de día, cuando pensaba llegar a este control más o menos amaneciendo. No sé cómo iba la gente de delante, pero en mi zona no vi ninguna asistencia, y me encantó, íbamos todos a pecho descubierto y con los mismo medios, correr es muy sencillo pero algunos tratar de hacerlo complejo. Aproveché para cambiar de zapatillas, las que llevaba me empezaban a molestar seriamente, tenía muchas dudas con qué salir, y arriesgué porque sabía que podría cambiar, estaba ya molesto de pies y me vino de maravilla cambiar. Aproveché para echarme un poco de crema solar (¡yo!) y comer embutido a toda velocidad. Metí mucha comida, cuando me eché la mochila al hombro lo noté, me pasé tres pueblos en el siguiente avituallamiento tiré la mitad y no me comí ni la cuarta parte, pero son los agobios de no quedarme sin comida... cuando el problema es no comer, no quedarme sin comida. Fue una parada algo lenta, pero peor fue la arrancada. Con unas penosas sensaciones, quedaba el último stint llano, hasta el 72, y salía de auténtica pena. Creía que había comido demasiado rápido el embutido pero ahora creo que fue una pastilla de sal que me dio David -supongo que en venganza :)-, olvidé las mías, que saben a rayos pero de ahí no pasa, y esta me creó una pesadez de estómago tremenda, como si se me hubiese cortado la digestión, iba doblado, muy muy molesto, con medio blíster de jamón ibérico en la mano -lo que no había conseguido acabarme- que me daba asco sólo de verlo (zas, zas, me estoy dando latigazos) porque le echaba la culpa. Sensaciones de mierda, en resumen.

Un rato por una pista junto a una playa dando un largo rodeo, otro de asfalto, justo en la orilla opuesta de Iznik; un perro que se viene a por mí, campo, otro perro que se viene muy a por mí acojonando bastante, un río hasta media espinilla, zonas de barro, mucho penar. Kilómetro 72, crisis importante, y estoy, digamos, a mitad de carrera, por desnivel y sufrimiento. Uf uf. Se acaba el llano, voy francamente tostado, un poco pronto.

Otro avituallamiento en el que me alargo, pero venía muy cansado, ahora me tocaba un kilómetro vertical suave, pero desnivel. Corrible muy despacio a ratos, fui mejorando las sensaciones, paré a quitarme una camiseta y quedarme en la veraniega blanca que empezaba a dar el solete, me voy reencontrando, pero la subida se me hace bastante larga, es demasiado tendida y me sobra algún buen tramo. Tampoco esperaba un llano que en el perfil no vi, el ritmo era algo cansino, pero corría donde podía e iba avanzando. Una zona un tanto delicada (un derrumbe de una cornisa superior), un poco más de llano y por fin bajada.


Al acabarla estaría a una maratón de meta (luego supe que eran 46). La carrera no tiene nada de técnica, pero aún así bajé tranquilo, me sorprendió que nadie me pasara, cierto que íbamos bastante separados en general justo aquí sé que tres -entre ellos el dorsal 21- me iban soplando la nuca, pero de ahí a que nadie me pasara va un trecho. En la última bajada se corroboró: esta gente no baja un pimiento, cosa que me congratula, porque siempre soy una chicane móvil para el resto.... ¡necesitan un curso de cómo bajar, y hasta se lo podría dar yo!  Bastante cansado llegué al pueblo, un par de cruces y ¡ovación! Coño, ¿y esto? No había salido aún la maratón. Anda, qué sorpresa. Eran las 11h15 más o menos, la maratón salía al mediodía, y como en toda la carrera no miré ni una vez distancia, cronómetro o reloj, esperaba que hubieran salido hacía un buen rato.


Busqué silla y planté mi culo. Al momento aparecieron Benoit Laval (presidente de Raidlight) y Depa (director de Trail Run y famoso speaker, autor de la foto superior) y que cómo bien iba, que en qué posición estaba. Petado. Ni lo sé ni me importa. Por cierto, a la postre serían primero y tercero respectivamente en la categoría maratón. Supongo que ya daba un poco de pena a esas alturas (véase la foto, Pensador de Rodin de garrafón), todo el mundo con sus colorines, de cháchara, estirando, correteando, y yo con 80 km tirado de cualquiera manera en una silla. Otra vez que me alargué, iba ya en modo finisher, muy cansado, y con la segunda gran subida de la carrera por delante. La parte buena es que cuando reinicié la marcha de nuevo ovación, parecía bueno y todo. Salida en bajada por asfalto, recupero alguna fuerza, vamos a por ello.


Y más pronto de lo deseado, a subir, primer asfalto, un avituallamiento líquido, pista, y a por la subida potente. Primero tendida y pistera, yo desnucado mirando para atrás para no molestar a los galgos de la maratón, y que no venían. Un descansito llano, calor, vamos a mojar la gorra, luego la cabeza, otra vez la gorra, subida de sendero con barro, ¿y dónde están los de la maratón? Otro riachuelo, vuelvo a meter la gorra, voy tostándome, y todavía queda. Lo único entretenido que hice fue ir cargando el GPS, pues en el km 57 cogí una batería externa y el cable del Fénix 2 y en esta subida lo fui cargando, la batería en un bolsillo del pantalón y el GPS colgado de la mochila, se cargó en un rato más que suficiente para llegar a meta, nunca lo había probado a pie -sí en el carro islandés- y funcionó a la perfección. Cuando estaba a muy poco de acabar la subida, apareció el primero de la maratón, realmente pensé que iban por otro sitio, vale que había salido mucho antes, pero iba parado. Al empezar a bajar, por un considerable barrizal, apareció Depa, le dije que al primero no le veía especialmente ducho ni suelto, y no tuve mal ojo porque se lo comió con facilidad. Tras una corta bajada, avituallamiento, ya sólo quedaba uno más. Pero el tueste ya era tamaño king size, y apoltronado cuesta levantarse y seguir. Aquí pasó Benoit, le animé, iba bien, cuarto y le había dado al botón Pursue del Coche Fantástico, modo persecución. Y así fue también. Pensamientos difusos, cuánto me cuesta salir de los avituallamientos ya...
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Iznik Ultra: mi vuelta al lago (1)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (2)
Iznik Ultra: mi vuelta al lago (y 3)


+: Iznik Ultra

martes, 5 de mayo de 2015

Iznik Ultra: mi vuelta al lago (1)

Por la mañana tomamos contacto con la carrera, una espectacular zona de meta y expo que ninguno nos esperábamos, muy buena pinta, orden para pasar control de material, stands de marcas, arco de meta guapo, Unimog de Red Bull con DJ y mesa de mezclas, escenario para entrega de premios, etc., vaya como se las gastan por aquí... To en la mejor zona del paseo junto al lago.

Si "sólo" vas a pasar una noche penando, me parece que quitártela al principio es la mejor opción, es algo que hacen otras organizaciones y así lo ha entendido la Iznik Ultra también. No es casual que lo hagan, porque estuvieron en la Transgrancanaria hace unos años y creo que de allí lo aprendieron, al igual que la salida y meta (más o menos) escalonada coincidente para las diferentes distancias disponibles para el personal. La Iznik Ultra tiene la versión hardcore 130 km, somos ultra pero tampoco vamos a pasarnos 80 km, pelín más de maratón porque hay más cosas en la vida que sufrir 46 km, y el domingo, un 10K popular, que me parece una gran idea, porque usas la misma estructura de las otras prueba, haces partícipe a la localidad y aledaños, sacas de sus casas a niños y mayores, y te ganas a las autoridades locales.

Pero vayamos al previo, la comida. Casi vomito, por exceso. +1 para mí. Moriremos por paquetes pero al menos cuando nos abra en canal el forense ratificará que no somos unos miserables. Comí tanto que apenas cené, no digo más. Dos veces intenté dormirme, siesta y poscena, y no fui capaz de sobarme, cosa que no me gustó un pelo porque ya vas con el hándicap del sueño, pero a veces ocurren estas cosas, pasas del estrés diario, de tu cama, de tus porculeras hijas agotándote... y de repente dos noches sin "agua", "pis" y ya voy sobrado. Pero ya digo que no me gustaba empezar con muchas horas despierto. Otro factor, la previsión de la meteo, era buena, 9º de mínima, en torno a 20º de máxima, alguna nube pero sin riesgo de lluvia. Conste que la latitud es mediterránea, digamos, a la altura de Peñíscola, Castellón, un poco a ojo, pero algo al interior, primavera suave, pero no es improbable la lluvia, y en cimas, y las hay no muy lejos, se veían montañas nevadas. Pero para la carrera parecía que tendríamos buena previsión, cosa que los corredores debemos agradecer a la organización, que inviertan un poco en esto es algo que les honra.

Estábamos con que no había pegado ojo, una duchita rápida, nos vestimos de lagarterana, y a la salida. Estaba a 500 m del hotel, pero fuimos en coche por la vuelta, que esos metros serían de los que dejas reguero de sangre, y no apetece. Llamadme vago, me resbala. Allí estaba todo el mundo con ganas de salir, nosotros nos sentamos, a esperar al último minuto, si no literal, casi. No lo he dicho, pero no fui solo, iba con David, el mismo tipo con el que compartí los tres días de la Quixote. En esa no lo teníamos planeado y fuimos juntos, pero aún menos era previsible en esta, 130 km dan para mucho, cada uno tendríamos la petada donde tocara (y más de una casi seguro), así que ya iríamos viendo, pero aunque el nivel deportivo es relativamente similar, una prueba tan larga da para mucho y yo no apostaba una lira turca a que íbamos a acabar juntos.


Dron en al aire, cuenta atrás en turco (al menos dos que no se enteraban demasiado), salida por el pueblo, y a templar el ritmo. El año pasado el sentido era horario, este lo cambiaron, creo que con acierto. O te metes 70 km casi llanos al principio o al final, y no tengo la menor duda de qué prefiero. Quitarte tantos kilómetros en relativamente poco tiempo, por la noche, sin demasiado por ver es lo mejor, y esto era lo que tocaba. Al ir hacia Iznik en coche ya intuimos cómo sería este tramo, por caminos agrícolas, entre kilómetros y kilómetros de olivos, rápido (mejor dicho, con posibilidad de ir rápido) y sin demasiada complicación.


Dada la salida, y tras un par de kilómetros de asfalto por el pueblo y cruzar la muralla por la bonita puerta de Estambul, tocamos pista compacta, pelotón estirado -saldríamos uno 80-90-, y cada uno a su rollo, pequeños grupos, nosotros, seres asociales, con ninguno. Cada poco cambiabas de pista, unas veces eran buenas, otras un double track (doble huella, en este caso de tractor) muy machacado -pocas cosas hay peor que un camino recientemente embarrado por las que sólo han pasado tractores-, pero corrible; en algunos tramos el suelo estaba un tanto roto, se notaba que hacía poco había habido bastante barro por aquí y los tractores lo habían dejado faal, pero avanzábamos, en silencio, dejando pasar los kilómetros, sin pensar demasiado, alumbrando con nuestros frontales. Por cierto, caí en que las pilas que llevaba no estaban nuevas, como pensaba, sino que eran las de la Madrid-Lisboa, fallo importante, por lo que fui casi toda la noche con poco potencia, incluso sabiendo que llevaba otro juego de pilas nuevo de repuesto.

Como anécdota, un tipo, el dorsal 21, se nos pegó al culo, pasaban los kilómetros y ahí seguía, parábamos a mear, y él también, su frontal nos hacía sombra, lo cual es un poco molesto, alcanzábamos a un grupo y él hacía lo que nosotros, cambiaron una cinta y nos perdimos 10" y él por supuesto se vino detrás. Nunca nos relevaba, no decía nada. En una ocasión cogimos a un cuarteto, que pronto se rompió porque uno se cayó, el 21 se fue con la pareja delantera, nosotros nos quedamos en medio, pues nos esperó y se pegó detrás. Un par de veces, ¡accidentalmente!, se puso delante, fingió en ambas alguna chorrada para ponerse detrás de nuevo. Alguna vez corté el ritmo para si tomaba un poco la iniciativa y me daba un relevo, y ni con esas. Y digo "me" y no "nos" porque yo iba siempre un paso por delante, cosa que me extrañaba mucho, David es un asfaltero reconvertido a trailer, pero con mentalidad muy competitiva (puto asfaltero en sus palabras), notaba que apenas me relevaba, que iba bastante callado y que no tomaba la iniciativa, un par de veces le pregunté que qué tal iba porque me extrañaba la actitud. En un pueblo nos pasamos un cruce, al coger el camino bueno estaba muy embarrado, terreno inestable, metiendo el pie hasta el tobillo en alguna ocasión, o rozando alguna ortiga por salirme; lo que era incomodidad y palmar tiempo para mí, en el caso de David supuso que este terreno inestable le sacase una molestia que llevaba arrastrando las últimas tres semanas. Corrió en Tarragona la UT Costa Daurada, le sobraron algunos kilómetros y acabó con un nervio del pie tocado, y entre esta e Iznik no lo acabó de recuperar. En este importante barrizal del kilómetro 30 empezó a molestarle. Quedaban cien kilómetros por delante.

Por cierto, digo que nos pasamos un cruce porque fue nuestra culpa, el marcaje era excelente, de los mejores que he visto, y eso que hubo varios sabotajes, pero en este caso era porque me molestaba el frontal en la cabeza y al haber luz artificial me lo quitaba para descansar la zona donde me rozaba, como hacía también en los avituallamientos.


Como siempre me propongo, y raramente consigo, intento comer bien y periódicamente, tanto lo mío como lo que pillo en los avituallamientos, razonablemente bien surtidos y variados. Sí bebí poco, no llegaría a un litro en los primeros 60 kilómetros posiblemente. Yo iba bien, el ritmo era correcto, es difícil saber cuál es el bueno cuando no tienes referencias realmente, me parece casi imposible tenerlas en una distancia tan larga, pero empezaba a ver a David no muy suelto, las respuestas eran un tanto monosilábicas y cuando le descolgué ligeramente en un corto pero potente cortafuegos andando, ya me preocupé. Yo no descuelgo andando ni a un cojo, aunque me recuperó la pequeña distancia, ya me había dado cuenta de que tenía la cabeza en otro sitio, no iba bien aunque no se comunicaba aún mucho. Y como suele ocurrir en estos casos, si algo puede ir a peor, lo hará. Cada vez más lento, pidiendo ir andando en cortos tramos... y yo me iba desesperando. La situación se tornaba cada vez más compleja, con dos maratones y pico por delante no es que necesariamente tengas que ir como una rosa, pero al menos tienes que ir en carrera, con la cabeza puesta en ella, no en tu pie. David iba completamente descentrado, sufriendo cada vez más, agobiándose por lo que le quedaba por delante y jurando en arameo por dentro. No teníamos más objetivo que tratar de llegar de día, y tampoco es que fuera un objetivo estricto, simplemente intentarlo, por no pillar segunda noche. Sentía que se me iba de las manos, le intentaba presionar con tacto, porque por ir más despacio no tienen porqué solucionarse los problemas, pero por dentro me iba desesperando más y más, nos pasaba gente, cosa que me importaba poco, pero el tiempo perdido se me hacía un mundo. Le intentaba animar pero estaba en barrena. Le veía muy vulnerable, y a una persona así la llevas adonde quieras, y por eso mismo, como todavía pensaba con claridad, intentaba no decirle lo que pensaba, ni animar demasiado, ni decirle que el futuro lo veía muy negro. Suena muy egoísta, pero yo también estaba sufriendo a mi manera, no soy de deportes de equipo, está visto. No puedo saber cuánto le dolía, pero que su cabeza estaba fuera de carrera era evidente, era penoso verle así, no era nada agradable, intentaba relajarme mirando el paisaje, iba amaneciendo lentamente mientras sentía que a mí se me estaba escapando la carreras entre los dedos. Él seguía en su mierda, dándole vueltas a qué hacer, y yo sólo le intentaba decir que un abandono no es un fracaso, porque veía que ese podía ser el final de la historia, tenemos eso demasiado interiorizado y hay que quitárselo, sería su primera vez. Fue su primera vez. Hacia el 50, tras mucho sufrir y nada disfrutar, decidió dejarlo, llegamos a un control de paso dos kilómetros después, dijo que lo dejaba, se lo preguntaron varias veces para confirmar, y se quedó. Le prometí que si llegaba con el dorsal 21, le esprintaría y dejaría en el sitio, je je, nos había mosqueado, no he visto nunca un correr tan poco elegante. Me dio rabia, pero a la vez creía y creo que era lo mejor. No puedes penar de esa manera 80 kilómetros más, incluso diría que iba a estar cerca del cierre de control, que está bastante ajustado, sólo 25 horas, pero es que iba a ser sufrir y sólo sufrir, nada más. Tengo experiencia en tener problemas desde alguna salida, y acabar 200 km después, en meta pero muy desgastado y sé que no merece la pena, no eres mejor corredor ni persona por hacerlo; igual que critico los que "no tienen el día" y se van para casa, sufrir desde el principio roza lo inaceptable, aunque yo lo haga y me niegue la opción de la retirada, realmente creo que no nos deberíamos de hacer esto a nosotros mismos. Para mí, comenzaba aquí la segunda parte de la carrera, y no al empezar el desnivel, como pensaba a priori.
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Iznik Ultra: mi vuelta al lago (1)
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lunes, 4 de mayo de 2015

Iznik Ultra: track

Como dije anteriormente, para 2015 se ha cambiado el sentido, en mi opinión, muy acertadamente, dado que te metes la parte llana -y la tachuela que se ve en el desnivel- al principio, cuando tienes fuerzas. Es también la zona más monótona, así que, lo dicho, si hay que hacerla, mejor al comenzar. Aunque la web tiene el track para uso y disfrute del personal, por si quieres tener referencias, aquí tienes el mío completo.

Mola la vuelta completa, ¿eh?

+: Iznik Ultra, Wikiloc