Aunque no hay dos años deportivos iguales, este sin duda ha sido de lo más atípico. Dos operaciones de pie, dos carreras de trail (Chartreuse Trail Festival, un, deux, trois y Eurafrica Trail, one, dos, ثلاثة) y un swimrun intuyen que ha sido un año irregular, lo cual no me importaría demasiado si lo del pie estuviera solucionado, pero no es el caso. El puto Morton sigue haciendo de las suyas porque no venía solo si no que tenía primo. Leo ahora que se debería llamar neuritis, no neuroma. Como pille al tal Morton le arranco la cabeza, porque llevo más de dos años con el tema, ya he superado en tiempo a la tendinopatía -que tampoco deberíamos llamarla tendinitis- de Aquiles pero sigo empecinado en que no me retire. Porque sí, me ha dejado entrenar y competir algo, de hecho he entrenado los 365 días del año, pero en la maratón tengo el límite y con problemas, apenas he hecho unas cinco o seis este año (algún día contaré las que llevo en mi vida), un pobre bagaje.
Y duro. Porque caer y recuperarte dos veces -y visualizando una tercera- siguen agriando el carácter, mas si cabe. Sin llegar a la desesperación, no ha sido un año fácil ni cómodo, pasarte todo el día tirando cansa, pero espero algún día hacer un post resumen de estos meses contando mi experiencia con la neuritis lo que significará que ya es pasado.
Aún así, y siguiendo la tendencia general, este es el resumen de mis datos de Strava:
Morton aparte, he hecho dos carreras -bastante parecidas, no ha sido planeado pero tampoco azar- que me han gustado mucho, guardo con cariño el recuerdo del swimrun como experiencia y entrenar con la ilusión de hacer algo nuevo, y aunque parezca masoquismo, salir de túneles siempre es motivador, estás evaluándote, probándote, superándote cada día. Porque aunque el rival fuera otro, he tenido mi tiempo para distraerme y disfrutar, que para eso se supone que hacemos deporte, ¿no? Ja.
Espero que 2019 sea mejor y acabe con algún reto interesante en el bolsillo, pero más que nada es volver a sentirme corredor y no paciente, aunque me quedan meses, con suerte, para que esto ocurra.
Mis mejores deseos para los seguidores de este blog, un año de deporte sano, sin demasiados dolores y a ratos cañero es posible. Vamos a por él.
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