En los últimos tiempos este deporte ha cambiado bastante, especialmente lo que no es correr en sí ni siquiera las carreras, sino todo lo que lo rodea. No creo que ninguno sepamos cómo va a ser este deporte, los circuitos y demás de aquí a cinco años, no te digo a diez o veinte. Eso sin contar con actores externos que pueden dar un giro radical a todo esto.
El capitalismo no es malo en sí pero la irrupción como elefante en cacharrería ha sido violento pero no sorpresivo y vivirlo en tiempo real, aun como espectador, resulta curioso. De esta temática —más algunos desvaríos— platicamos Juan, Dani y un servidor en la segunda tertulia durante cerca de 20' y es que nos podríamos haber alargado bastante más pero tampoco es cuestión de aburrir.
Quizá la siguiente tertulia sería interesante centrarla en las drogas que utilizan las inteligencias artificiales en la generación de imágenes pero eso es otro cantar. Mientras tanto disfruta con nuestras diarreas mentales:
Hace casi tres años (16/12/2021) la cuenta de YouTube Ultra-Trail World Tour publicaba un bonito vídeo a modo de despedida del que fue el mejor circuito de carreras de larga distancia de trail running del mundo. Un circuito que empezó en 2014 y que contaba con algunas de las mejores carreras del planeta, que nos dio a conocer a muchos muchas pruebas y que estaba destinado a ser el referente de este deporte. Si quieres conocer el resumen de su historia contada por un servidor, lo colgué hace tres años, si eres más vago, el vídeo anteriormente mencionado:
Me parece un vídeo hecho con gusto y cariño, agradeciendo a los implicados esos años juntos y rescatando de la memoria corredores, carreras y momentos que ya son parte de este deporte y su pequeña historia. A la vez me produce pena, pena por lo que pudo ser y no fue, por gestionar mal un crecimiento, por no entender que la unión hace la fuerza y que las democracias son mejores que las dictaduras, siempre. Aunque a China le vaya bien en una (saludos, Joe), aunque el UTMB goce de buena salud en esta nueva etapa, conversar, escuchar otros puntos de vista, que te rebatan, que te hagan pensar, siempre siempre es bueno. Cuando tienes un espíritu dialogante, claro. Si no todo son obstáculos.
A partir de cierto momento es lo que pasó en UTMB. El deseo de controlarlo absolutamente todo como única forma de hacer crecer la marca UTMB y con ello el trail. Ya he dicho por aquí que en todo francés hay un Napoleón en potencia, en este caso digamos que Napoletti®. El UTMB actual me parece la antítesis de lo que fue el germen del nacimiento del UTWT. En el enlace anterior tienes multitud de información con muchas ventanas más por abrir para tratar de comprender la e/involución del tema, obviamente filtrado por un servidor que, con los lógicos errores de no haber estado dentro, creo que se ajusta razonablemente bien a lo que ocurrió. Y en lo que falle es sobre todo porque me quedé corto en algunas cosas.
El caso es que UTWT murió, la mejor oportunidad de hacer crecer este deporte en su larga distancia de una forma ordenada y unificada murió cuando UTMB, a espaldas del resto de carreras, compró la marca UTWT. En realidad la cosa venía de lejos y ya las disensiones eran patentes pero ese día UTWT se descompuso. El gigante Spartan trató de aprovechar el momento y con algunos buenos mimbres durante un breve lapso de tiempo pareció ser la alternativa. Alternativa que quedó en poco, las cosas como son, y alguien algún día estaría bien que contara interioridades, no por cotillear, no me interesan especialmente, sino por comprender la intrahistoria de todo esto. Lo que sé, lo siento pero me lo tengo que callar.
UTMB ha actuado con total impunidad durante un tiempo y como diría Carl Lewis en aquel famoso anuncio de Pirelli, la potencia sin control no sirve de nada. Roosevelt diría que el poder es el mejor afrodisíaco pero quedémonos con Carl.
Y es que aplicar mucha potencia sin agarre lleva al desastre o a no conseguir los mejores resultados al menos. Creo que UTMB necesitaba un contrapoder y los casos de arrasar con el pánzer que hemos escuchado en los últimos tiempos son prueba de ello. Andorra, Costa Azul, Mauricio o la Columbia Británica han mostrado la peor cara de la otrora generosa UTMB. El último ejemplo, que yo sepa, es haber despedido a la voz femenina que acompañaba a Dylan Bowman en las retransmisiones en inglés por "divergencias".
En agosto fui contactado por si quería trabajar de cara a la prensa para un posible nuevo circuito. Sin ánimo revanchista, no tengo nada en contra del UTMB pero me producen menos simpatías los 'by UTMB' por su forma de proceder, acepté. Sin haber estado en UTWT lo que World Trail Majors me transmitió es una vuelta a lo mejor de aquel circuito que nunca debió de desaparecer. Dudo que nadie de UTMB nunca reconozca que fue un error hacer implosionar desde dentro el circuito pero estoy "seguro" de que alguno/a, muy dentro de él/ella, cree que se pudieron hacer las cosas de otra manera. Independientemente de esto, ahora existe una alternativa creíble, con mucho por demostrar y creo que más saludable al modelo actual. Sólo el tiempo dirá cómo evoluciona pero creo que los ingredientes merecen ser tenidos en cuenta. La reacción muy positiva (pero también los silencios interesados) hacen pensar que quizá el tiro no está precisamente errado pero queda tanto por hacer y demostrar que ninguno sabemos cómo será este deporte en los próximos cinco o diez años.
Me gusta el UTMB, le profeso respeto y casi admiración (no admiro casi nada o nada en esta vida), confío en que su forma de actuar cambie, necesitan reflexionar, pero como practicante de este deporte desde tiempos inmemoriales le deseo bastante más futuro al trail que a cualquier figura individualmente. La heterogeneidad de World Trail Majors, la gobernanza horizontal, la multitud de perspectivas y visiones o la experiencia acumulada hacen de este circuito algo real y con potencial.
Las carreras son atractivas, y lógicamente a muchos nos retrotraen a los primeros años de UTWT que fueron un soplo de aire fresco al descubrir que había más mundo del de Pirineos-Alpes-Dolomitas. La propuesta (para la mayoría) es de que son sitios a los que molaría ir al menos una vez en la vida, aunque tenga también la parte competitiva para el que así lo desee y, para mí, incluye interesantes destinos como viajes, no sólo las carreras en sí.
Porque, chavales y chavalas, hay que viajar, sin gilipolleces, sin sentirnos culpables, pero hay que viajar. Dejemos de hacer viajes estúpidos de trabajo que se pueden solucionar con una videollamada (y éstas o algunas reuniones con un mail), busca destinos atractivos y pégate buenos viajes, disfrutando de la experiencia. Es lo que te vas a llevar a la caja. De cada sitio que conoces voluntariamente te llevas algo, y no me refiero a un cabreo por un paseo improvisado de un taxista a riñón o un virus intestinal por una imprudencia, me refiero a que viajar te forma como persona, conoces otras culturas, miras con los ojos abiertos, te traes un pedacito de ese lugar contigo y nunca nunca lo verás igual. Dejemos de usar los viajes voluntarios y deseados como látigo de nuestras frustraciones de ciudadanos occidentales porque nos iría mucho mejor viajando y respetando lo que conocemos que tecleando soplapolleces en redes, que a buen seguro generan más emisiones que muchos viajes y producen un efecto, con suerte, nulo en nuestra persona. Viajar a Japón, Sudáfrica o Quebec son buenos objetivos personales y en ocasiones, como llevo haciendo buena parte de mi vida, la excusa puede ser el deporte. Y si hay deporte de por medio me parecen mucho más atractivas las carreras organizadas por locales con cariño que la mcdonalización del trail que a veces me da la sensación de que es en lo que vamos a acabar.
Precisamente en un deporte tan heterogéneo como es el trail, donde una maratón son 42 km ±10 km, 100 millas pueden ser 173, a nadie le importa lo que marca tu GPS al final, si llueve se corre igual y si te piden tres chaquetas las llevas me parece fundamental que exista esa variedad. Compara, no con el atletismo tan reglado él, sino el tenis que se deja de jugar con cuatro gotas, la vela o el esquí que necesitan unas condiciones muy concretas para ser practicados o la Formula 1 que tienen neumáticos de lluvia extrema para no usarlos cuando llueve algo más que un chispeo. Pertenecer a un circuito de carreras no significa, o no debería de significar, perder toda su esencia, lo que te diferencia, lo que te hace especial. Eso es lo que era UTWT y lo que creo que es World Trail Majors, y aunque nadie sepa el futuro, espero que esta u otra forma de entender este deporte abierta tenga su lugar de aquí a una o dos décadas. Creo que el trail se lo merece.