Trans 333 - Tres días: CP17

Todo puede empezar y acabar de muchas maneras. Desgraciadamente o no, estas carreras no son sólo correr, y ni siquiera son sólo la carrera. Es la vez en la que más logística he invertido porque se podían dejar pequeñas bolsas con material y comida, un lujo asiático, o una forma de humanizar esta durísima prueba. La cuestión era sobre todo planear dónde nos caerían las noches, que se preveían frías, y en esos supuestos controles de cambio de material dejaríamos ropa para bastante fresco; pero para no confiar en un horario basado en unos datos que podían bailar alarmantemente, decidimos dejar algo en controles anteriores y posteriores, y en la tercera noche ya era una lotería prever dónde anochecería y nos vendría el frío.

Todo esto viene a cuento de que me he traído casi todo el material que tengo, para alegría de Ryan Air, casi todo por duplicado o triplicado, como poco. Y el 90% me lo han robado. Bueno, nos lo han robado a muchos. Los ayudantes locales que estaban en los controles o alguien cercano a la organización se ha llevado doce bolsas como contenedores de basura de grandes. Y muchos miles de euros. En mi caso, posiblemente el que más ha perdido, han sido no menos de 2.200€. Entre otras cosas: cuatro mallas, una chaqueta de Windstopper, dos chalecos también de Windstopper, un forro polar, unas zapatillas, una docena de Injinjis, otra de Buff, camisetas cortas y largas, dos sacos de dormir, una riñonera, dos polainas, un frontal, botellas, comida, pilas, y un Garmin Vista Cx. He perdido buena parte de mi armario, material de mucha calidad y unos buenos artículos a los que les tenía bastante apego emocional.

¿Y cómo se te queda el cuerpo? ¿Cómo puede desaparecer todo eso si no hay más de una docena de personas implicadas? ¿Cómo no se puede recuperar? 'Hemos hecho el máximo', sentenció el organizador. No dudo que lo hayan intentado, pero si fuese su dinero seguro que se hubiese movido más para recuperarlo, porque a ojos de cualquiera, esto es sencillamente inadmisible. No hay por donde cogerlo. No es que haya desaparecido algo y no sepas si se te ha caído de la mochila o si lo dejaste en un control o qué; esto ha sido un robo organizado y masivo. Y si no les pones contra la espada y la pared a esta panda de piratillas de mierda, como no les pase nada, seguirán haciéndolo.

No tengo nada en contra del organizador ni su colaborador (agencia de viajes), pero si fuesen españoles, el lunes tenían la denuncia puesta, y ellos a su vez que se buscasen la vida para reclamárselo a otros, pero yo he pagado y firmado con una gente, y no con aquellos. Y si no funcionase por ese lado, ya buscaría yo un Plan B. Pero qué voy a hacer desde España. Joderme. Si alguien conociera algún abogado francés, que me lo diga.

Desde hace un día quiero volverme a casa, me pensé cogerme un taxi y buscarme hotel, quería alejarme de algo que ya no me apetece vivir. Unos bastardos me han jodido una experiencia que estaba siendo muy satisfactoria, y una inacción la ha hundido un poquito más. Con el tiempo me olvidaré de casi todo lo perdido, y volveré a recordar lo bueno de estos días. Pero ahora no lo veo. No me apetece conseguir fotos o imágenes por si cuela en la tele; no me apetece compartir nada con casi nadie; ni escribir crónica alguna. Me han quemado y desanimado unos hijos de puta a los que les deseo que se les engangrenen las manos cuando toquen mis apestosos Injinji sudados.

En parte es sólo material y dinero, y no debería ser para tanto. Por otra, es una sensación de abandono, desprotección, y de desgana de salir por ahí. En esta ocasión el final está siendo muy feo. Qué pena que todo haya acabado así.
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