El 16 de abril de 2011 cerraba una etapa y abría otra en mi vida deportiva. Tenía una cosa clara, posiblemente la única: no volvería a competir hasta que no estuviera recuperado o creyese realmente que lo estaba. Más de medio año de parches mal puestos, de convencerme de que podía seguir, de que no era tan grave, de engañarme tuvieron punto final ese 16 de abril, tenía que ponerme a recuperar de una vez por todas, podría haber seguido meses y posiblemente años con el estado del tendón, nunca doloroso y no muy incapacitante, pero no corro para competir, ni por puestos ni marcas, corro para sentirme bien (más o menos), no quiero que todos los pasos que me quedan en mi vida (y no solo corriendo) sean molestos.
Día 247. 04/05/2011. Otro día más, correcto, pero con las molestias iniciales de siempre, que me desaniman e incomodan. Por la tarde, a Toledo para evaluar el Aquiles. 1h06'03"
Antes de meterme en la paranoia de médicos, pruebas, opiniones y demás, me tomo casi un mes muy tranquilo, espero mejoría, como es lógico tras meses dando caña: en cuanto bajas te desaparecen todas las molestias, vuelves a andar como una persona y te olvidas de lo dañino que es el deporte. Pero no mejoro absolutamente nada. No me gusta. Creo que sólo cuando he tenido alguna lesión incapacitante (como cuando se me dislocó un peroné por fatiga) no he mejorado nada en periodo de descanso, así que algo hay.
Mi fisio hace tiempo que me dijo que él no podía hacer más, que se necesitaba una evaluación médica, pruebas o lo que fuera. Él me pone en la pista de esa ayuda, me recomiendan un médico deportivo y allá que voy. A Toledo, Clínica SportToledo, Fernando Jiménez Díaz, 925210757, a que me evalúe. Voy recomendado, me echa un vistazo con una ecografía (es una eminencia este tío en ecos) y lo primero que me dice es "¡Tienes esto hecho una mierda!". Todos sabemos que los médicos son muy poco expresivos, y con razón, dicen la mitad de lo que piensan la mayoría de las veces, y sólo afirman cuando de verdad pueden, con pruebas. La prueba era lo que veía, para mí un Canal+ codificado, pero que sin tener ni puta idea desde luego que lo que se supone que es un tendón era una masa rara y heterogénea que yo no comprendía. Las palabras de "ánimo" me hacían suponer que ese no debía ser su aspecto natural, y se mostró bastante dubitativo respecto a la recuperación, porque el daño era importante. Los tendones son increíblemente fuertes, el de Aquiles el que más de todo el cuerpo, y que un médico deportivo te diga que tu tendón tiene muy mala pinta no es precisamente agradable; es la verdad, pero te quedas preocupado.Consejo #7: busca ayuda, la más cualificada posible, a ser posible dedicado a deportistas, cuéntale tu caso lo mejor que sepas y adónde quieres llegar. También lo que estás dispuesto a hacer. Llega un momento en que solo las manos de un buen fisio no son suficientes, hay que "ver" (si se puede) y diagnosticar lo mejor posible, de ello depende cómo afrontar la recuperación.
Para empezar, me recomienda dos formas de iniciar la recuperación: una, excéntricos, simplemente de puntillas en un escalón subir rápido y bajar despacio (por ejemplo); y dos, tengo unas venas que me están provocando dolor, tendón aparte, "sobran".
Me pongo a los excéntricos, tres veces al día, y entre 1h30'-2h al día. Esta será mi rutina, día tras días, semanas, meses, a una velocidad increíblemente lenta poco a poco, el tendón va estirándose, lo tengo acortado, posiblemente los gemelos también, y se va estirando sólo a base de esfuerzo, forzarlo un poco y muchas muchas horas de trabajo. Un tendón es eminentemente rígido aunque se le llame tejido blando, no se estira ni en dos ni en veinte días, lleva meses posiblemente, es un cambio estructural de una parte del cuerpo que no está diseñada para que se adapte a casi nada, es fuerte, transmite enormes solicitaciones de una parte a otra (de músculos a huesos), el Aquiles en concreto aguanta cargas de toneladas en breves espacios de tiempo, y de poca carga pero de miles y miles de traumatismos, y hace toda su labor con poca sangre que lo nutra, con lo que recuperarlo se torna en algo extraordinariamente complejo por estas circunstancias: la gran carga a soportar y la pobre irrigación. Además, como corredores, tenemos el hándicap no sólo de la tracción mecánica (la impulsión en el gesto atlético), sino de los impactos, miles de microtraumatismos que degeneran toda estructura, es decir, no solo transmite el esfuerzo del tríceps sural sino que además recibe golpes y está en medio de una compleja estructura como es el pie.
Consejo #8: los excéntricos, y la literatura y mayoría de información que he ido recopilando así lo dicen, es la mejor -si no la única- forma de recuperar un tendón; consiste básicamente en hacer un esfuerzo contraria a la tracción -el sentido del movimiento de un músculo-, digamos, hacerlo trabajar al revés.
Aparte del tendón, tenía en la periferia numerosos daños, bursitis, derrames, inflamaciones varias fruto de hacer trabajar una estructura cuando no se debía, esta se protege, inflama, degrada, y si el tocino al que sirve no le hace caso, puede llegar a ser irreversible. Quizá ese día me di cuenta del increíble error que había cometido, cegarme, como siempre, en mis pasiones, sin hacer caso a nada, sin aceptar que aunque el que manda soy yo, no mi cuerpo: hay veces que sólo el trabajo y la buena voluntad no son suficientes, y hay que ser inteligente. No lo fui. Y si antes escribía que se abría un mundo de dudas, me di cuenta de que me había quedado corto, era casi seguro un larguísimo túnel sin saber si habría salida. Tumbado en la camilla se me hacía un mundo todas las -itis y demás patologías que podía tener en unos pocos centímetros cuadrados. Tras esa consulta por primera vez me di cuenta de que era posible que no me recuperase nunca, fue el primer médico que me sugirió esa posibilidad (luego lo harían otros); pero no me apetece montar en bici por obligación, ni nadar ni escalar ni nada. Aunque nunca valoré realmente la posibilidad de que tuviese que abandonar el correr intenso fue algo que flotaba en mi cabeza, estaba siempre presente y por eso sabía que tenía que darlo todo de una vez, no dejarlo tras unos meses, abandonar y tratar de volver años después. A la vez me reafirmó que no volvería a entrenar con intensidad ni competir hasta que no me sintiese bien, fuera cuando fuera.
Consejo #9: la posibilidad de que una lesión tendinosa te retire es real, aunque muchas veces se recupera, otros se quedan por el camino, tan perseverantes, cabezones y voluntariosos como tú. O más. Como tal posibilidad que es, plantéatela, no como salida, pero sí como motivación, e incluso para ir contemplándola, con calma, con realismo.
Desde el primero día que hice excéntricos me di cuenta de que no tenía un tendón tenía un pedrusco, tan elásticos ambos que daba miedo compararme uno con otro. Por supuesto la temporada de verano estaba perdida, pero en mi cabeza soñaba intentaría hacer algo en otoño, o al menos tener la tranquilidad de poder correr a principios o en primavera del año siguiente. Estábamos en mayo y no quería olvidarme totalmente de este año (2011), pero tendría que empezar a recuperar rápido. A ello me puse.
Día 259. 16/05/2011. Noto lo de ayer, milagros ni en Lourdes. No cuela, sigo exactamente igual que hace un mes. Molesto, hecho, correcto. Luego voy a Toledo, me meten un jeringazo doloroso y luego de vuelta. Un poco molesto, pero apenas noto nada, ni bueno ni malo. Veremos. 56'49"
La parte de la neovascularización antes comentada me la quería arreglar el señor médico con una inyección de un producto que se usa para varices, seca las venas y se cierran. Da un poco de yuyu pero hay que confiar en quien sabe. Es curioso el formo de proceder: para saber dónde hay que meter la aguja hay que hacer una ecografía a la vez, así que, cuan hombre orquesta, con una mano el aparato de la ecografía y con la otra la aguja. Ecografía guiada que se llama... y pinchazo. Ya digo que que te metan un jeringazo junto al tendón no le hace gracia a nadie, pero es lo que tocaba y hay que confiar en el saber hacer.
Sin embargo, dos o tres semanas después sigo sin notar nada, me decepciona. Tampoco el Aquiles noto que mejore, la verdad, a pesar de las 2h diarias de excéntricos (tres sesiones), el hielo (dos al día), Rexorubia (2x2g) y el Traumeel (3). No veo mejora, y no hay nada peor en una lesión.
Consejo #10: el aspecto psicológico es clave, no es fácil mantenerse fuerte y motivado sin ver resultados, pero una lesión degenerativa tardará mucho tiempo en dar resultados... suponiendo que el camino de la recuperación sea el correcto.
He dejado de entrenar en serio (que no de correr, pero muy suave y corto), hago lo que me dicen, me han metido una inyección que no me hace ni una pizca de gracia y no veo mejora. Sólo queda la perseverancia. Sigo corriendo, apenas 1h cuatro o cinco días a la semana, el resto bici o nadar; cada vez corro menos porque va llegando el buen tiempo y puedo montar más en bici, tampoco es que haga mucho, 1h30' de bici de montaña de media.
Me voy olvidando de ritmo corriendo, es algo progresivo, de mis 5'/km habituales y 5'15"-5'30"/km en zona con más subidillas, me doy cuenta que no llego ni de coña, voy más y más lento, intento correr suelto de piernas y relajado, no mirar el GPS ni los ritmos; tiempo después pongo el Virtual Partner en 5'50"/km y me relaja; tengo que poner el reloj, ni cronómetro ni leches; varío recorrido para no saber el ritmo... Es bastante humillante, pero me tengo que relajar en la zancada. No es nada fácil correr tan tan despacio, porque la forma aunque no sea buena no es tan penosa para ir tan tan despacio (para mí, se entiende, que nadie se me ofenda, y para estas distancias). Esta es otra parte de asumir la lesión, importante para recuperarse, olvidar que eres corredor, eres, en terminología médico, un paciente; en la mía, un impedido.
Todos los días, sin falta, más de 2h de excéntricos. Siete días a la semana, no perdono ni uno.
Día 271. 28/05/2011. Ya me levanto tocado, y al empezar a correr me lo confirmo: muy molsto, no veo evolución ninguna. Quizá debo ser más paciente, pero me afecta mucho la moral [subrayado en el original] . Lento, cabizbajo, no me gusta. Un poco triste. 1h14'44"
s
Joder, Sergio, qué mal lo has tenido que pasar...
ResponderEliminarSin embargo, demuestras una fortaleza impresionante. No sé si más psíquica que física. Aunque quizá de igual, lo uno sin lo otro no es posible.
Me parece que tu serie "Crónica de una tendinosis aquílea" va a servir a más de uno (y de dos).
Espero que vuelvas a disfrutar corriendo lo que quieras, como quieras y cuanto quieras.
Quique
Esto hay que divulgarlo adecuadamente cuando termines, cuando empecé a buscar por internet eso de "tendinitis correr" no encontré nada que fuera fiable, y lo que había era de fútbol y tenis. Lo explicas bien y por lo que vas contando las cosas nos han sucedido mas o menos igual, osea que muchos pueden aprovechar la experiencia y tus consejos. Esas dos horas de ejercicio diario dicen mucho del corredor y de la persona.
ResponderEliminarVolverás, no te quepa duda, un tío que se pega dos horas diarias haciendo excéntricos y que se ha pegado penando meses se merece volver sí o sí...
ResponderEliminarMucho ánimo
Yo esto pasando ahora un a etapa dura también con una osteopatía de pubis aunque esperó que no lo sea tanto como tu experiencia. Eso sí, me veo reflejado en muchas de tus palabras...Anmo tío.
ResponderEliminarAmigo Sergio solo puedo darte un consejo, baja a la farmacia, comprate un saco de ENDORFINAS y metete la dosis poco a poco.
ResponderEliminarNo en serio, muchos animos, es una putada pero NO ES EL FIN pasara como todo en la vida y vendran tiemos mejores.
¿has probado a salir en bici? suave suave CREO CIEGAMENTE en el entrenamiento cruzado sobre todo para evitar lesiones
Yo estoy deseando seguir leyendo y ver cómo acaba (que vendría a ser cómo está a día de hoy).
ResponderEliminarsalu2 s.
Ojalá le sirva a alguien, voy a petar el teclado, je je. Más en serio, opiniones, posts, vídeos, foros (y médicos, fisios, libros...), me han ayudado, creo que está bien compartir lo que sabemos cada uno, aunque siempre digo y diré que es mi experiencia, no tiene porqué ser extrapolable, que nadie piense que lo que me ha funcionado a mí le funcionará a todo el mundo.
ResponderEliminarFernando Moreno, el entrenamiento cruzado es un gran invento, lo practicaba y lo practico cada vez más. Sano para el cuerpo y la mente.
Acaba bastante bien el tema, si no no hubiera iniciado la saga.
Saludos,
s
Mucho ánimo Sergio.Decia Voltaire que "el arte de la medicina consiste en mantener al paciente en buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va curando". mantén el ánimo y lo demás llegará. ya verás. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarJe je, sabio el tío Voltaire. En esto en concreto creo no tiene razón, pero en la inmensa mayoría de casos -especialmente tipo virus y demás-, seguro, casi nunca se sabe lo que se tiene y al final casi todo se pasa. Y si no se pasa, o convives con ello o te mueres, ambas no les preocupan a los médicos demasiado.
ResponderEliminarSaludos Javi,
s
Mucho ánimo Sergio, esto nos va a servir a muchos...por un lado me da pena, por otro me relaja leer esa sinceridad.
ResponderEliminarEn muchas aspectos me veo reflejado, aunque mi cruz sea la espalda, la hernia discal: te pueden las ganas, vas sobrellevando las salidas, psicológicamente el aire puro te hace más bien que el descanso, cuando te enfrías, la lesión te recuerda que no...y cuando, forzado por las circunstancias, hay un período de reposo, éste se agradece y piensas si no será mejor bajar el ritmo durante un tiempo...pero basta una salida, una lectura, un video, que te despierta y... vuelta a lo de siempre.
Animo, somos humanos
Otro que esta esperando un final feliz! Ni me atrevo a comentar...
ResponderEliminarDime que esto acaba bien!!!
Me impresiona hasta que punto amas esto y tu fuerza de voluntad. Eso si suena a ultra distancia.
Sí, termina bien, bueno, más o menos, no creo que "nunca" lo tenga como su vecino el derecho, pero haré cosas en un futuro, estoy casi casi seguro.
ResponderEliminarJosemartin, ánimo, es un larguísimo camino, seguro que tú también le encuentras salida a lo tuyo. Cuidado, paciencia, y mucha perseverancia.
Saludos,
s