Es un poco absurdo competir sin estar bien motivado, o eso me lo ha parecido siempre, por eso compito tan poco, porque me cuesta motivarme. Llevo un par de carreras de 24 horas en mountain bike y mañana hago la tercera, y la motivación precisamente no me sobra; sólo quizá por esto me equivoco en competir este fin de semana.
Una vez Michael Johnson, aquel velocista que corría tan rematadamente feo como rápido, dijo que él entrenaba también con lluvia -algo no demasiado común al parecer entre velocistas- porque no se sabe si una final olímpica puede salir en condiciones de mojado. Esta es una manera de afrontar una carrera, tomártela como que no siempre puedes ir pletórico ni súper-motivado siempre y que hay que sacar también fuerzas: a veces una subida no sienta bien, un cambio de ritmo de un rival se lo podía haber ahorrado, o no nos levantamos con el pie correcto. O a ver cuántos días apetece realmente salir a entrenar, porque a mí casi casi ninguno, pero luego te pones y lo disfrutas algo más.
La segunda forma de afrontarlo que se me ocurre ahora es la de ir con la mentalidad abierta y esperar a ver qué pasa. Siempre digo que al menos la bici es cuatro veces más suave que correr, y por eso te puedes plantear una carrera de 24h en bici sin entrenamiento, pero en tanto tiempo da para sufrir mucho mucho. Ayer tras lavar la bici y ajustarla un poco me di una vuelta de una hora para ver si recordaba lo que era pedalear y se me ocurrió plantearme la prueba psicológicamente en tres fases: primeras ocho horas de entrenamiento y para afinar, asumir el tremendo calor, aprender el circuito, e ir realmente lento, literalmente entrenar largo; segundas ocho horas, cuando el sol caiga, mantener ritmo en la noche, disfrutar de no ir a 40ºC, divertirse en bajadas nocturnas trazando bien sin excesos ni sustos, comer como una lima, olvidarte de beber cada diez minutos; y tercera fase, hasta meta, arrastrase, sufrir y aguantar como buenamente se pueda tratando de no hacer pequeñas paradas que te lastran mucho.
A favor tengo que luego te pones el dorsal y ves el ambientillo y te motivas; que el otro día se me aceleró el pulso un poco pensando en la carrera; que tengo cosas que pensar para entretenerme un rato; que el circuito parece un poco técnico y largo; que el calor lo puede endurecer mucho; y que es un entrenamiento excelente para eventos atléticos.
Me da respeto lo de los 40ºC al sol que vamos a tener, porque varias horas así son sinónimo de dolores de cabeza, bajones físicos y sufrimientos "innecesarios", pero será para todos igual; aún peor puede ser la mañana del segundo día cuando vengamos de la fresca y agradable noche y empiece a pegar duro sin ya ninguna fuerza física ni mental. Pero espero sobreponerme.
Sin duda es la peor carrera que he preparado en años, no sé si en mi vida, no he hecho ni un entrenamiento largo, me he pasado dos semanas sin tocar una bici y de vacaciones, no estoy adaptado al calor y me noto flojito flojito. Pues vale, menos lamentaciones y a ver qué sale. Incluso ahora escribiendo me estoy motivando yo solito...
También me ha ayudado un poquito el acertado post de Clemente Alonso, un triatleta de gran nivel, y algunos de los comentarios de la gente.
Si te apetece ver sufrir a gente, ya sabes, San Agustín del Guadalix, sábado a las 1200h... o mejor el domingo hacia la misma hora.
s
+: 24Doce
P.D.: qué cojones, menos mariconadas pseudometafísicas y a pegarse una buena paliza que luego te deja más suave que un guante y harto de deporte una buena temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
En la medida de lo posible, cíñete al tema de la entrada. Insultos y estupideces varias serán eliminados. Da tu opinión. Intenta aportar. Pásalo bien. Por problemas técnicas ajenos a este bloguero, sólo se puede comentar por móvil, disculpas.