viernes, 28 de agosto de 2015
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (y 4)
Vamos de una vez con la mochila.
Creo que es bastante acertado llamarla mochila-chaleco -de hecho en francés se la llama directamente gilet, chaleco, ni mochila- porque es lo que es, completamente flexible, todo textil, sin almohadillados, puro rendimientos. "Asusta" un poco la primera vez, pero mirando con más detenimiento me gusta mucho que sigue teniendo detalles Raidlight, digamos, es decir, que las cosas no se hacen para romper la báscula ni molar mucho, sino para usarse, siempre diré que una de las grandes bazas de Raidlight es que quien diseña sabe para quién va el producto, esto es un Formula 1, no un prototipo de esos de los salones que si los tocas se desarman. Y como tal Formula 1, es para lo que es, a pesar de que sigue siendo un producto muy útil, si quieres más bolsillos y otras características, tienes las Olmo, si busca precio más ajustado, la gama XP. No hay que perder de vista qué es y para qué es, pero ya digo que no es un producto de usar y tirar, ni exclusivamente para pros con asistencia, nada de eso, es un producto para que cualquiera lo use, le saque todo el rendimiento y disfrute de sus ventajas.
Hay una creciente competencia en mochilas, Raidlight lo sabe muy bien, pero precisamente en el segmento de la Responsiv la oferta es bastante reducida, rozando lo inexistente, porque tiene un gran volumen -no es sólo para cumplir en reglamento de la Transvulcania o una maratón de montaña- sino que realmente puedes llevar una buena cantidad de material. ¿Cuánto? Cuelgo alguna foto, donde el clásico material de cierta prueba francesa que rodea una montaña se sustituye por, por ejemplo, crampones, pero no es una mochila que implique compromisos, apurar hasta ir en el filo de la navaja; ni, por el contrario, sólo para carreras de más de cien kilómetros. Creo que es un gran acierto su tamaño, ocho litros dan para mucho, y no hay merma en otras características al ganar mucho del volumen a base de elasticidad del material, mientras que mochilas sin materiales elástico ni forma de comprimir la carga sí pueden ser algo más "tordos" para carreras cortas, pero bueno, que tampoco la mayoría vamos a ganar, hay que coger un poco de perspectiva.
Cuando la ves por primera vez, manoseas y con sus etiquetas y todo, y te la pones, es como el que se pone un chaleco cortavientos, o una camiseta. Es que no pesa más, hay camisetas de manga larga que pesan eso y más, y con aspecto minimalista y todo, no hablo de una de invierno, y es que realmente sorprende la primera puesta. Lo segundo que creo que se aprecia es la ergonomía, vuelve a ser un chaleco, ceñido, es que ni te enteras, no te roza o molesta en el braceo, la sientes pegada pero sin agobios, personalmente no había notado una sensación igual con una mochila la primera vez, también el corte interior, tan suave, y sus formas, hacen que te la pongas con mucha facilidad, que "fluya", digamos, es ligera porque la báscula no engaña, se siente cómoda porque lo es, pero tiene un puntito de sensación, como cuando te pruebas una talla de una camiseta que no es la tuya, dudas, te pones la que es, y te dices "esta sí". Completamente subjetivo casi todo, excepto el peso, pero muy buenas sensaciones iniciales.
Ya comenté el tema de los soft flasks, se meten con facilidad, sin forzar (y es un sitio y un momento en el que tener cuidado, claro), sientes cómo el agua se adapta al pecho y la única parte más "agresiva" sería el tapón, que nunca llega a tocar, pero sí la parte superior del flask, que es blando pero con más consistencia que el resto del cuerpo. En alguna ocasiones me ha molestado ligeramente el de 350 ml y sólo en en lado izquierdo, curiosamente, pero tengo las costillas muy al aire y con meterle una gomaespuma lo solucioné, pero no es siempre ni con las de 600 ml, ni en el lado derecho, con lo que apunta más a un defecto de fábrica por mi parte. Con distintas pruebas de carga es, posiblemente, la mochila que menos sensación me da de llevar peso. Lógicamente como le metas cuatro kilos, vas para atrás, pero probando y comparando me sorprende lo bien que se lleva la carga, y más sabiendo que no lleva ningún almohadillado en los hombros, cosa que he echado de menos en otras mochilas, de Raidlight y de otras marcas. Y soy de hombros débiles y de constitución no especialmente apta para llevar mucho peso.
Sobre el tema de soft flask, que ya comenté que a día de hoy son la solución que más me gustan, he intentado buscar una forma más sencilla para que no se muevan las pipetas. Aunque se puede ir sin ningún apaño, simplemente que según se van descargando hay que actuar de diferente manera, pero creo que esta parte es mejorable. Probé con unos velcros (cuidado con las camisetas) pero finalmente la solución más sencilla, ligera y barata que he encontrado es ponerle un cordón elástico con un tanka, no necesita estar ajustado, ni apretar ni nada, es un sistema universal y de peso ni hablamos. Simplemente tienes que sujetar el tubo, no hace falta que sea por la parte superior como en la foto, en la inferior también funciona, no hace falta cose nada. Es, en definitiva, tecnología cero, baratísimo y que mejora lo presente en mi opinión. Ya le he mandado la idea a Raidlight, si la adoptan ya sabéis de quién viene.
Ya está puesta, vamos a ajustarla. En el pecho, dos elásticos con cierre y ajustables. En mi caso y en mi talla, totalmente sueltos. E incluso, en bastante ocasiones, puedo llevar uno de los dos que no le afecta en prácticamente nada. El segundo ajuste es con los cierres micrométricos laterales, que aunque pueden usarse desde el principio están más pensados para cuando cargas más o menos en la mochila o vas afinando en una carrera larga, poder ajustar. La verdad, raramente lo he tocado, se encuentra fácil el cierre, le das media vuelta y te olvidas, y desde luego se nota, pero es que la talla que uso (S/M) parece que me la han hecho para mí, ni siquiera en una carrera larga como la Iznik turca, casi 140 km me salieron, la toqué, y recuerdo usar antiguas Endurance, con las que me quedaba a tope de ajuste ventral de lo que iba adelgazando. La carga se siente alta, es algo que no sorprende si has usado Olmo 5 L, pero si no quizá resulte algo extraño, y no todas las marcas ponen el peso tan alto. En su día me convenció esa posición para cargas livianas, y me vuelve a gustar en este caso, te deja además media espalda libre, mola la sensación en verano de llevar las lumbares un poco más frescas.
Ajustada, a correr, que no te las has comprado para poner en el salón junto al jarrón de la dinastía Ming. No me considero especialmente hábil para el ajuste, y seguro que no soy especialmente cuidado repartiendo la carga y posicionándola, sólo cuido que no me moleste nada en las espalda tipo teléfono móvil, algo que es relativamente fácil que ocurra en mochilas con nulo almohadillado -sólo una rejilla 3D-... pero es que es salir a correr, y desde la zancada uno hasta la última no se menea nada. Pero nada de nada. Realmente en estas mochilas se suele llevar poco peso, pero con lastre incluido, he hecho muchos kilómetros con unos 2,5 kilos y aparte de lo que afecta en el ritmo, que algo se nota, la antigravedad no la ha inventado ni descubierto nadie aún, te olvidas absolutamente de que la llevas, hasta este nivel nunca me había pasado, y he entrenado bastante con mochila por carreras de larga distancias desérticas, te acabas acomodando, "eres uno" con tu mochila, pero el día que te la quitas, vas correteando como una gacela. No he tenido esa sensación con esta Responsiv, un día la llevaba, al otro no, o portabidón con casi un litro de agua, y apenas notaba gran diferencia.
La versión que ves en las fotos es una preserie, y algunos echamos de menos bolsillos. Lo que en un producto normal significaría de 12 a 18 meses de retraso, al muy poco de salir, se hizo un upgrade con unos bolsillos delanteros, por delante de los soft flasks, ideal para algo de comida. También en el lateral trasero derecho se pusieron unos cierres para poder llevar bastones. Cojo ambas fotos de la web y me ahorro explicaciones. No aumentan peso ninguna de las dos actualizaciones y le dan un plus de practicidad. Y además, no rompen la estética, que a mí me sigue enamorando. ¿Vais viendo lo importante que es fabricar en la planta de abajo? Estas cosas también compensan una mano de obra más costosa.
Por cierto, hablando de peso, la mía -talla S/M- está según mi báscula en 169,6 gramos como podéis ver en la foto, así que -entre errores de la báscula de la marca y la mía- damos por válido el peso que se anuncia de 160 gramos, algo no tan frecuente en el mundo real.
Cuenta con dos bolsillos laterales, de tamaño pequeño-medio sin cierre. Honestamente, yo no los veo, en marcha y que no tengan cierre podría significar perder algo. Sí y no. Tras caerse un par de veces algo de "comida", concluí que lo más fácil era guardar la cantidad en el izquierdo y el que ya he empezado en el derecho -soy diestro-, así saco del derecho sin cuidado la barrita que estoy comiendo, guardo también sin miedo, y sólo cuando reavituallo el derecho pongo más cuidado y uso ambas manos para que al sacar una barrita o un gel no se me caiga otra. ¿Podría llevar cremallera? Podría, claro. ¿Y más bolsillos? Hombre, cuatro no está mal, pero podría llevar más, sí. Pero es que casi te diría que para eso están las series Olmo y XP, esta es la Formula 1 de la marca. Y siendo esto, tiene esos cuatro bolsillos, el bolsillo trasera tiene dos divisiones, puedes usarla con soft flasks, botellas o bolsa de hidratación y tiene ajustes, es decir, que no es tan tan racing que vale para una cosa y punto, no, pero tampoco hay que perder la perspectiva de lo que es, lo más de lo más (o lo menos de lo menos, por peso).
Una de las cosas que se llevan de hostias con el peso suele ser la durabilidad, es consustancial a casi todo aligeramiento, sea la estructura de una casa, de la llanta de una rueda o de una mochila. Si me pongo supongo que podría calcular cuántos kilómetros he hecho con esta mochila con bastante poco margen de error, pero a ojo no creo que menos de 500. Con poquito de cuidado en dos puntos, no le veo ningún problema a que dure varios miles de kilómetros, ninguno, y como mucho dando alguna puntadita, que el producto merece alguna pequeña reparación. Los dos puntos más críticos son los bolsillos, los de los flasks -que fuerzas un poco al meterlos- y los laterales, lo mismo, porque tiras con cierta fuerza y le metes estrés en puntos muy localizados. Verás acabados redondeados o refuerzos de costuras en muchos puntos, eso es muestra de que se sabe qué producto se está fabricando y la experiencia e la marca, pero creo que sólo teniendo algo de cuidado en estos dos puntos, no le he visto ningún problema de durabilidad. Quizá con el tiempo el cierre pueda fallar, pero hay repuesto, y en el peor de los casos, creo que se puede vivir sin uno de ellos perfectamente, y ya te hablo de fallos y problemas que te deberían de aparecer en el largo plazo. Por mi parte, y aunque me jode no tener los dos bolsillos delanteros, pero es el precio a pagar por tener las cosas antes que nadie y querer ser el primerito en opinar, la cambiaré por hartazgo o por colores pasados de moda casi seguro que antes de por roturas, y ya digo, que si abres un poco un bolsillo, joder, no seas capullo, dale dos puntadas antes de que abra más y por ese sitio seguro que no se rompe más.
Ah, y no te pongas a desmontar el 'boa' antes de estrenarla, que aunque es sencillo, espera a que se rompa solito, no ayudes. Ya te enseño yo cómo es por dentro: no hay nada más peligroso que alguien con la necesidad imperiosa de ver cómo es un mecanismo y la herramienta a mano...
Cuando la ves puesta y vacía, tan plana como es, parece que te van a entrar las llaves del coche... y sin llavero. Pero quitada, la abres, y coño, es un buen pozo. Lo es, realmente entra bastante. La parte exterior -blanca- se divide de la zona de carga principal. ese tejido blanco es el que va pegado, el acabado me parece espectacular, pero es que además esta doble capa, digamos, sirve principalmente para meter cosas pequeñas o que te quieras dejar más a mano, resulta útil. Como particularidad, y ha recibido algunas críticas, la parte superior no está cerrada, lo más intuitivo es pensar que se te pueden caer cosas. No es imposible, claro, pero una vez adopta su posición, realmente la mochila se cierra sobre sí mismo y no se te cae nada. Lógicamente no dejes cosas pequeñas arriba, huelga decirlo, pero no es un problema, es una característica del minimalismo llevado al extremo pero que con el mínimo de atención no supone pega alguna.
Los que hemos colaborado mínimamente en un poco de su desarrollo podemos perder la objetividad, no digo que no, pero el producto es un absoluto pepino, y creo que disruptivo si lo ves en su conjunto: puede pesar la mitad o menos que una mochila de su misma capacidad; está confeccionada con materiales completamente textiles, con soluciones casi más de ropa, para un amplio abanico de usos; sistema de ajuste, bolsillos, silbato, posibilidad de llevar bastones, soft flaks/bidones de 500 ml/botellas de agua mineral/bolsa de hidratación trasera, es práctica, no es de postureo ni necesitas una legión de asistencias en una carrera; diseño y desarrollo íntegramente propio; fabricación en suelo francés con mano de obra cualificada y local; trabajar casi a demanda, quién sabe si futuras posibilidades de pequeñas series o personalización.
En definitiva, un producto que me parece soberbio, con una rica intrahistoria detrás y que es el comienzo de una bonita aventura.
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (1)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (2)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (3)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (y 4)
+: Mochila-chaleco Raidlight 8 L (Mujer)
jueves, 27 de agosto de 2015
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (3)
En la misma línea de producción y con gran flexibilidad, se pasa de mochilas a camisetas en "segundos". En un futuro próximo habrá mallas. Y quién sabe más adelante. Esta flexibilidad es ideal para adaptarse a la demanda, recordemos que una marca no sólo atiende a tiendas -que lo quieren todo para mañana-, la mayoría tienen web de venta directa -se quiere para ayer-, distribuidores, cadenas de tiendas, pedidos de club, etc. con lo que si te entra un buen pedido, con esta flexibilidad, puedes hacerle frente y responder en un plazo de tiempo reducido.
Pero se ha pensado más allá, porque se ha fundado una empresa independiente, Outdoor Ino-Fab (de innovación y fabricación) de la que Raidlight es sólo un accionista minoritario, ¿no suena raro? A mí lo hizo, ¿cómo es eso de que se fabrique en la planta de abajo de Raidlight y no la fabrique Raidlight? No, no es una argucia contable en plan Apple y otros de recomprarse productos para no obtener beneficios y pagar los impuestos en Irlanda o Luxemburgo, simplemente se quiere dar la posibilidad de, quién sabe, poder fabricar para otras empresas, no necesariamente deportivas, porque una vez tienes la maquinaria bien rodada, quien aprecie la calidad, el saber hacer, la experiencia, y si tienes un precios no disparatados comparados con China... quizá te conviertas tú en suministrador para otros. ¿Por qué no? Pero esto hay que pensarlo antes de mover un dedo o invertir un euro, las adaptaciones a posteriori suelen ser siempre más costosas, y por eso los planes empresariales tienen que contemplar diferentes escenarios posibles.
Y por qué no, dado que se hace en casa, poder fabricar encargos especiales. No sé, imagínate, se va a celebrar un campeonato del mundo de trail, un equipo está buscando material de calidad para ir uniformados, este habla con el otro, el otro con el de más allá, y hombre, pues vamos a ver si podemos hacerlo. Y el equipo holandés lució estas espectaculares prendas, de una calidad que no tiene ninguna marca que personaliza, y con una estética que me produce sueños húmedos.
O, no sé, imagínate que un distribuidor quiere hacer una edición limitada, con el perfil de montañas, en otro color, con la bandera del país. ¿De Turquía, por ejemplo? Pues quizá se pueda, en vez de sublimar un color, lo haces en otro, no tiene más, en una línea de fabricación flexible puedes dedicar un día a una edición limitad de 30 unidades sin más problema que cambiar el hilo de las máquinas de coser.
Y ya, rizando el rizo, si tu distribuidor lituano se va a casar, y la futura esposa también le da al correr por el monte, quizá le puedas hacer una falda-malla y una camiseta absolutamente exclusiva y única en el mundo, imitando puntillas con el corte por láser de un traje nupcial. Sí, el pavo de detrás está flipando también, no es una mirada de "vaya culo tiene esta". Y cuando acabes la carrera, te duchas, ya te vistes de largo y de blanco, el otro de pingüino y te casas.
¿Podría abrirse al público la opción de personalizarse? Lo desconozco, es una opción, pero habría que sopesar bien costes, porque trabajar uno a uno no es precisamente barato, lo cual quizá lo aleje del mundo real, es decir, de lo que la gente esté dispuesta a pagar, pero es una opción interesante y posible. Quién sabe aunque no lo veo nada fácil.
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (2)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (3)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (y 4)
miércoles, 26 de agosto de 2015
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (2)
No sé hasta qué punto el público general es consciente de cómo es este negocio, pero hablando en plata y claro: ninguna marca fabrica nada. He exagerado, lo sé, pero vamos a ser un poco más precisos: el 99 % de las marcas no fabrican. Se desarrolla el producto y lo fabrican otros, sobre todo en Asia, que es la factoría del mundo. Raidlight estaba con una pequeña producción en talleres locales franceses, y a la vez con el grueso en el lejano oriente, porque no puede ser de otra manera, por precio, por recursos, por tejido industrial, por todo. Hay contadísimos casos de fabricantes nacionales, por ejemplo en España tenemos el caso de los Hoko o Land, por nombrar a dos. Hay varias más pero no hace falta ser muy observador para darse cuenta de que hacen un tipo de producto concreto que lo hace "una máquina sola" pero que no es solución para una marca con tanta diversificación como Raidlight, que tiene en su catálogo de zapatillas a gorras, de pantalones a chaquetas, o de manoplas a mochilas. ¿Cómo hacerlo localmente, con precios competitivos, con mano de obra francesa? Curiosamente la macroeconomía fue una de las ayudas finales, puesto que la devaluación del euro respecto del dólar en los últimos meses ha sido del 30 % y en Asia se paga generalmente en dólares, es decir, las marcas europeas han tenido en un puñado de meses una capacidad un 30 % más desfavorable respecto a americanos, con lo que ha habido reajustes, pequeñas subidas de precios, cancelación de productos, menos gama de colores, etc. cada uno lo ha hecho como buenamente ha podido pero ha sido un palo serio para todos. Que llega justo cuando estás planteándote cómo fabricar localmente.
Pues a la piscina. Raidlight decidió fabricar por sí mismo, empezando poco a poco y sin intermediarios. Esto suena bonito pero entraña unas cuantas dificultades. Decide qué productos quieres hacer; dónde, porque necesitas metros cuadrados, tuyos, o los compras, o los alquilas; con qué materiales; con qué tecnología; consigue el dinero para hacerlo realidad, con recursos propios, pidiéndoselo a bancos o consigue inversores; contrata personal y fórmalo. Cada una de estas fases te puede llevar meses. Raidlight escudriñó el mercado para comprar las mejores máquinas disponibles para la producción estimada; tuvo que desalojar parte de la zona de logística y trasladarla a otro pueblo; tuvo que diseñar productos desde una hoja en blanco; se consiguieron las decenas de miles de euros de debajo de las piedras; y hasta la fecha ha creado ocho puestos de trabajo altamente cualificados para producir sus primeros productos. Incluso se fundó una empresa paralela, Outdoor Ino-Fab (de innovación y fabricación), la hija, digamos, de Raidlight, pero notablemente independiente de ella. Todo esto no se planea y lleva a cabo en unas semanas o meses, por eso Raidlight ha llegado tarde al mundo de las mochilas-chaleco, pero cuando ha llegado lo ha hecho no sólo con un producto diferente a lo que existe, con una calidad sobresaliente o un peso ridículo, ha llegado con un plan empresarial complejo y meditado, que va mucho más allá del mero producto y que se espera lógicamente que sea el primer paso de una nueva era en la marca. Por eso creo que es interesante ver el producto en todo su dimensión.
El proyecto, desde sus comienzos, aunque no tenía un carácter elitista o extraordinariamente caro, se situaba en gama alta, es donde mejor puedes desarrollar este tipo de productos porque es donde, dentro del precio global, más se puede distribuir una mano de obra infinitamente más cara que la oriental. A la vez, para una gama alta y con lo maduro que empieza a estar el mercado, tiene que ser algo potente, trabajado y que de alguna manera suponga un puñetazo en la mesa. Que yo sepa -corregidme si me equivoco- no hay mochila de ocho litros tan ligera; tampoco recuerdo una mochila con partes pegadas, no cosidas; o que el ajuste sea por cierre micrométrico tipo 'boa', las ha habido en el mercado, es más frecuente en el calzado, pero de trail y llevado a este extremo, no me suenan, y es efectivo, bonito y ligero. Hace poco la revista Trail Run ha sacado un catálogo, una buena forma para los que no seguimos muy muy de cerca el material en venta de recopilar algunos de los mejores productos y compararlos de un vistazo; también la revista Trail hizo hace poco una comparativa de mochilas, sorprende cómo es en ocasiones la Responsiv es la mitad de pesada que otras, por ejemplo, o que las hay 50 € más costosas. Creo que no me invento nada si digo que es la más ligera de la categoría, precio nada económico pero en su línea (y bastante más barata que otras, cosa que me parece sencillamente alucinante por lo ya comentado), y el feedback que se está teniendo es muy bueno, dentro de que es un producto bastante nicho, de una marca pequeña y que nunca se verá masivamente. Y además, la haces tú, en casa, con tu gente. Me perderán mis gustos, pero creo que es un sonoro puñetazo en la mesa.
Pero cómo se llegó a lo que se llegó.
El material principal se llama R Dry, se ha usado en prendas textiles desde hace años, es de los mejores materiales que he probado nunca -tengo tres mallas- pero nunca había pensado en él para mochila. Siendo un material muy elástico, es una buena opción, sin duda. Toda la zona en contacto con el cuerpo es de una rejilla 3D que, como particularidad para nosotros, proviene de España, y es que si tú no eres rico, innovador o tienes una gran industria... estate cerca del rico, del innovador y del que está más industrializado que tú, porque arrimándote al ascua quizá algo pilles, como es el caso. La tela blanca es un increíblemente ligero textil antidesgarro proveniente de cortavientos. Y el resto son acabados de bordes, elásticos y poco más. Otra parte del diseño es la "horma", en dos tallas y hombre-mujer, porque estos chaleco-mochila al final son más prendas textiles que permiten llevar carga que otra cosa, recuerdo, 160 gramos, hay muchas camisetas de manga corta que andan por ese peso, no es nada elevado para una camiseta, de hecho. Y esto es una mochila.
Tienes los materiales y el diseño, que no son independientes de la fabricación, por supuesto, pero en este caso le da una personalidad innegable. Cualquiera que se acerque por la sede de la marca -en los Alpes, cerca de Grenoble- puede verlo por sí mismo, hay unas vidrieras que incluso animan a cotillear, alguno lo hemos hecho y es realmente interesante de ver, mola pensar que una de las mochilas que están haciendo puede ser la tuya, e incluso recientemente, como alguno ha tuiteado, las mochilas ya llevan una etiqueta donde aparece el nombre de la persona que la ha hecho: es una interesante forma de acercar el producto o la empresa al usuario final, de personalizarlo, de humanizarlo, porque la Cecile, Marie o Sophie son personas de carne y hueso que efectivamente han cosido esa mochila para ti. Y no solo eso, sino que además la persona que realiza el producto se hace más responsable de él, ¡va su nombre escrito, es su firma, es su creación! Personalmente me encanta.
La industria textil, en general, ha adolecido siempre de ser demasiado manual, el textil no es un material fácil con el que trabajar comparado con metales, por ejemplo, y mientras los coches, los ladrillos o los teléfonos se hacen en cadenas de producción donde la mano humana sólo interviene en contadas ocasiones, en el textil sigue siendo una labor fundamentalmente manual, laboriosa y femenina. Si al trasladar la producción de China (o Vietnam, o Bangladesh, o donde sea) a Francia lo encareces sobre todo por mano de obra, y ya digo que es un sector muy manual, ¿cómo resolver el entuerto? Incorporando maquinaria, por supuesto, allá donde se pueda. Sin ser una novedad -sí en mochilas si no me equivoco- el corte por láser ha agilizado notablemente una de las fases del proceso, añadiendo que la ventaja de la increíble precisión que el sistema tiene. De nuevo, no es innovador, pero sí creo que la aplicación lo es, una forma de innovar, darle personalidad y mejorar alguna característica es con piezas no cosidas. En mochilas, honestamente, es más estético, pero en camisetas puede quitar zonas de rozamiento desagradables. En todos los casos, es más ligero, no hay hilo, es una cinta de doble cara, que una vez pegada queda en "nada".
Cuando expulsamos la industria textil fuera de Europa al menos nos quedamos el conocimiento industrial, y durante décadas la maquinaria era alemana o inglesa y los chinos la compraban porque era lo mejor. Mal negocio, porque tarde o temprano donde se produce se inventa o al menos se mejora, y al final la maquinaria china es posiblemente la mejor en algunos apartados de la industria textil, y a ella tuvo que recurrir Raidlight para, por ejemplo, el corte láser. La maquinita en cuestión, como puede uno imaginar, cuesta unas cuantas decenas de miles de euros, añádase la de serigrafiar, la de sublimar, las máquinas de coser, las de pegado, ordenadores, etc. Compra todo el material, contrata la gente y empieza a producir, ¿no suena tan fácil, a que no?
Para finales de 2014 los primeros prototipos empezaban a asomar la cabecita, como este, donde las líneas maestras ya están bastante definidas, pero que todavía sufriría bastantes cambios, como el sistema de ajuste 'boa' y otros, no sólo colorines. Pero ya era un producto real, se podía tocar, se podía probar, y mientras tanto que avanzasen las otras fases del proyecto.
A grandes rasgos, el proceso de fabricación es este:
· dado que ya tienes el patrón hecho, que al final en este caso es un archivo de ordenador, se transfiere a la máquina de corte por láser;
· se alimenta la máquina con el textil que desees cortar (corta prácticamente todo, sólo hay que graduar la potencia), se le da al 'on' y listo;
· se van sacando las piezas útiles y se desecha lo sobrante, con lo que ni que decir tiene que hay que ajustar lo mejor posible las piezas en el textil para su máximo aprovechamiento;
· depende qué producto se trate, pero puede pasar por fases de serigrafiado o sublimación, darle colorines, poner logos, etc.;
· dependiendo del producto va pasando por diferentes fases de cosido y/o pegado; actualmente el pegado es la fase más lenta y hasta cierto punto un cuello de botella;
· se le cosen piezas adicionales como elásticos o 'boa' en el caso de mochilas, o cremalleras, en el caso de textil;
· se añaden etiquetas, se firma la unidad, se embala y se pasa a logística.
Todo esto, lógicamente, está muy simplificado, ya está afinada la producción y va razonablemente rodada, sin perder la perspectiva, sigue siendo una producción muy manual, lenta y cuidada, acorde con el producto.
Para los que nos resultan hipnóticos los vídeos o programas de "Cómo se hace...", es realmente interesante ver también cómo se hace la Responsiv (y las camisetas, que estaban empezando a producirse cuando pude verlo mis ojitos). Un vídeo de un servidor:
Pues a la piscina. Raidlight decidió fabricar por sí mismo, empezando poco a poco y sin intermediarios. Esto suena bonito pero entraña unas cuantas dificultades. Decide qué productos quieres hacer; dónde, porque necesitas metros cuadrados, tuyos, o los compras, o los alquilas; con qué materiales; con qué tecnología; consigue el dinero para hacerlo realidad, con recursos propios, pidiéndoselo a bancos o consigue inversores; contrata personal y fórmalo. Cada una de estas fases te puede llevar meses. Raidlight escudriñó el mercado para comprar las mejores máquinas disponibles para la producción estimada; tuvo que desalojar parte de la zona de logística y trasladarla a otro pueblo; tuvo que diseñar productos desde una hoja en blanco; se consiguieron las decenas de miles de euros de debajo de las piedras; y hasta la fecha ha creado ocho puestos de trabajo altamente cualificados para producir sus primeros productos. Incluso se fundó una empresa paralela, Outdoor Ino-Fab (de innovación y fabricación), la hija, digamos, de Raidlight, pero notablemente independiente de ella. Todo esto no se planea y lleva a cabo en unas semanas o meses, por eso Raidlight ha llegado tarde al mundo de las mochilas-chaleco, pero cuando ha llegado lo ha hecho no sólo con un producto diferente a lo que existe, con una calidad sobresaliente o un peso ridículo, ha llegado con un plan empresarial complejo y meditado, que va mucho más allá del mero producto y que se espera lógicamente que sea el primer paso de una nueva era en la marca. Por eso creo que es interesante ver el producto en todo su dimensión.
El proyecto, desde sus comienzos, aunque no tenía un carácter elitista o extraordinariamente caro, se situaba en gama alta, es donde mejor puedes desarrollar este tipo de productos porque es donde, dentro del precio global, más se puede distribuir una mano de obra infinitamente más cara que la oriental. A la vez, para una gama alta y con lo maduro que empieza a estar el mercado, tiene que ser algo potente, trabajado y que de alguna manera suponga un puñetazo en la mesa. Que yo sepa -corregidme si me equivoco- no hay mochila de ocho litros tan ligera; tampoco recuerdo una mochila con partes pegadas, no cosidas; o que el ajuste sea por cierre micrométrico tipo 'boa', las ha habido en el mercado, es más frecuente en el calzado, pero de trail y llevado a este extremo, no me suenan, y es efectivo, bonito y ligero. Hace poco la revista Trail Run ha sacado un catálogo, una buena forma para los que no seguimos muy muy de cerca el material en venta de recopilar algunos de los mejores productos y compararlos de un vistazo; también la revista Trail hizo hace poco una comparativa de mochilas, sorprende cómo es en ocasiones la Responsiv es la mitad de pesada que otras, por ejemplo, o que las hay 50 € más costosas. Creo que no me invento nada si digo que es la más ligera de la categoría, precio nada económico pero en su línea (y bastante más barata que otras, cosa que me parece sencillamente alucinante por lo ya comentado), y el feedback que se está teniendo es muy bueno, dentro de que es un producto bastante nicho, de una marca pequeña y que nunca se verá masivamente. Y además, la haces tú, en casa, con tu gente. Me perderán mis gustos, pero creo que es un sonoro puñetazo en la mesa.
Pero cómo se llegó a lo que se llegó.
El material principal se llama R Dry, se ha usado en prendas textiles desde hace años, es de los mejores materiales que he probado nunca -tengo tres mallas- pero nunca había pensado en él para mochila. Siendo un material muy elástico, es una buena opción, sin duda. Toda la zona en contacto con el cuerpo es de una rejilla 3D que, como particularidad para nosotros, proviene de España, y es que si tú no eres rico, innovador o tienes una gran industria... estate cerca del rico, del innovador y del que está más industrializado que tú, porque arrimándote al ascua quizá algo pilles, como es el caso. La tela blanca es un increíblemente ligero textil antidesgarro proveniente de cortavientos. Y el resto son acabados de bordes, elásticos y poco más. Otra parte del diseño es la "horma", en dos tallas y hombre-mujer, porque estos chaleco-mochila al final son más prendas textiles que permiten llevar carga que otra cosa, recuerdo, 160 gramos, hay muchas camisetas de manga corta que andan por ese peso, no es nada elevado para una camiseta, de hecho. Y esto es una mochila.
Tienes los materiales y el diseño, que no son independientes de la fabricación, por supuesto, pero en este caso le da una personalidad innegable. Cualquiera que se acerque por la sede de la marca -en los Alpes, cerca de Grenoble- puede verlo por sí mismo, hay unas vidrieras que incluso animan a cotillear, alguno lo hemos hecho y es realmente interesante de ver, mola pensar que una de las mochilas que están haciendo puede ser la tuya, e incluso recientemente, como alguno ha tuiteado, las mochilas ya llevan una etiqueta donde aparece el nombre de la persona que la ha hecho: es una interesante forma de acercar el producto o la empresa al usuario final, de personalizarlo, de humanizarlo, porque la Cecile, Marie o Sophie son personas de carne y hueso que efectivamente han cosido esa mochila para ti. Y no solo eso, sino que además la persona que realiza el producto se hace más responsable de él, ¡va su nombre escrito, es su firma, es su creación! Personalmente me encanta.
La industria textil, en general, ha adolecido siempre de ser demasiado manual, el textil no es un material fácil con el que trabajar comparado con metales, por ejemplo, y mientras los coches, los ladrillos o los teléfonos se hacen en cadenas de producción donde la mano humana sólo interviene en contadas ocasiones, en el textil sigue siendo una labor fundamentalmente manual, laboriosa y femenina. Si al trasladar la producción de China (o Vietnam, o Bangladesh, o donde sea) a Francia lo encareces sobre todo por mano de obra, y ya digo que es un sector muy manual, ¿cómo resolver el entuerto? Incorporando maquinaria, por supuesto, allá donde se pueda. Sin ser una novedad -sí en mochilas si no me equivoco- el corte por láser ha agilizado notablemente una de las fases del proceso, añadiendo que la ventaja de la increíble precisión que el sistema tiene. De nuevo, no es innovador, pero sí creo que la aplicación lo es, una forma de innovar, darle personalidad y mejorar alguna característica es con piezas no cosidas. En mochilas, honestamente, es más estético, pero en camisetas puede quitar zonas de rozamiento desagradables. En todos los casos, es más ligero, no hay hilo, es una cinta de doble cara, que una vez pegada queda en "nada".
Cuando expulsamos la industria textil fuera de Europa al menos nos quedamos el conocimiento industrial, y durante décadas la maquinaria era alemana o inglesa y los chinos la compraban porque era lo mejor. Mal negocio, porque tarde o temprano donde se produce se inventa o al menos se mejora, y al final la maquinaria china es posiblemente la mejor en algunos apartados de la industria textil, y a ella tuvo que recurrir Raidlight para, por ejemplo, el corte láser. La maquinita en cuestión, como puede uno imaginar, cuesta unas cuantas decenas de miles de euros, añádase la de serigrafiar, la de sublimar, las máquinas de coser, las de pegado, ordenadores, etc. Compra todo el material, contrata la gente y empieza a producir, ¿no suena tan fácil, a que no?
Para finales de 2014 los primeros prototipos empezaban a asomar la cabecita, como este, donde las líneas maestras ya están bastante definidas, pero que todavía sufriría bastantes cambios, como el sistema de ajuste 'boa' y otros, no sólo colorines. Pero ya era un producto real, se podía tocar, se podía probar, y mientras tanto que avanzasen las otras fases del proyecto.
A grandes rasgos, el proceso de fabricación es este:
· dado que ya tienes el patrón hecho, que al final en este caso es un archivo de ordenador, se transfiere a la máquina de corte por láser;
· se alimenta la máquina con el textil que desees cortar (corta prácticamente todo, sólo hay que graduar la potencia), se le da al 'on' y listo;
· se van sacando las piezas útiles y se desecha lo sobrante, con lo que ni que decir tiene que hay que ajustar lo mejor posible las piezas en el textil para su máximo aprovechamiento;
· depende qué producto se trate, pero puede pasar por fases de serigrafiado o sublimación, darle colorines, poner logos, etc.;
· dependiendo del producto va pasando por diferentes fases de cosido y/o pegado; actualmente el pegado es la fase más lenta y hasta cierto punto un cuello de botella;
· se le cosen piezas adicionales como elásticos o 'boa' en el caso de mochilas, o cremalleras, en el caso de textil;
· se añaden etiquetas, se firma la unidad, se embala y se pasa a logística.
Todo esto, lógicamente, está muy simplificado, ya está afinada la producción y va razonablemente rodada, sin perder la perspectiva, sigue siendo una producción muy manual, lenta y cuidada, acorde con el producto.
Para los que nos resultan hipnóticos los vídeos o programas de "Cómo se hace...", es realmente interesante ver también cómo se hace la Responsiv (y las camisetas, que estaban empezando a producirse cuando pude verlo mis ojitos). Un vídeo de un servidor:
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (1)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (2)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (3)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (y 4)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (2)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (3)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (y 4)
martes, 25 de agosto de 2015
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (1)
Para el mundo trailer, la mochila-chaleco Responsiv 8 L es una mochila muy muy ligera (¿la más del mercado de su capacidad?), con muy buena pinta, precio acorde a la gama que es, 10000 % minimalista. Lo que cada uno quiera decir de ella y le sugiera al ver la primera imagen. Para Raidlight ha sido un esfuerzo a todos los niveles muy importante, inaugura una nueva forma de trabajar, y es el penúltimo paso de una cadena de decisiones meditadas de un gran proyecto empresarial. Es un producto que ha requerido mucha más pasión y esfuerzo que posiblemente ningún otro de la marca hasta la fecha por todo lo que ha conllevado, y me parece injusto e incompleto reducirlo al producto. Intentaré transmitir en estas entradas el pasado, presente y futuro de este proyecto, la mochila en sí y sus sensaciones, y hacia dónde podría ir una parte de Raidlight en el futuro. Aunque ya he contado algunas de estas historias, lo recopilo todo en estos posts.
Hace poco alguien le preguntaba al presidente de Raidlight, Benoit Laval, qué marca le gusta aparte de la suya propia. Supongo que no sería la primera vez que se la hacían, porque diplomáticamente dijo que realmente es la suya, porque lo que sueñan y planifican acaban haciéndolo realidad. Tras meditar un rato dijo que Patagonia, le gustaba cómo habían conseguido una personalidad única fundamentada en la producción de material algo más respetuosos con el medio, aunque ahora parezca casi más marketing que otra cosa. Me recuerda mucho a Apple, que en su día pudo ser innovadora pero que ahora casi ha quedado como una etiqueta. Pero en este mundo de producción outdoor labrarse una personalidad no es nada sencillo, os reto a que penséis en las muchas marcas que nos rodean e intentéis ir más allá de uno o dos productos, de un corredor fetiche. Muchas son un cascarón. La mayoría, diría.
El libro que escribió Yvon Chouinard, el presidente de Patagonia, Dejad que mi gente vaya a hacer surf, es muy recomendable para conocer un poco la historia, no sólo de la firma en concreto, sino de los desafíos y decisiones que a toda empresa se enfrenta, no sólo las outdoor, claro, y cómo, este caso de éxito les ha supuesto unos grandes beneficios económicos y una diferenciación que muchos clientes aprecian. Como decía de Apple, Yvon Chouinard ya me parece el Steve Jobs del outdoor, dando lecciones y estando por encima del bien y del mal, pero hasta cierto punto se les puede permitir por lo que han aportado. Como curiosidad, Benoit regala el libro de Patagonia a los empleados que llegaban nuevos a Raidlight, como una pequeña "guía" de valores, a falta de tener uno propio que "ya escribiré cuando tenga el tiempo". Cuando se jubile, entiendo.
Sin embargo la "guía", que lo es también para la propia Patagonia, es en ocasiones un ideario, es un repaso de su historia, de sus aciertos y sus errores (como suele ser habitual estos suelen reducirse a dos frases), pero también de cómo les gustaría que fuesen las cosas. Desde fuera, ya digo, parece una empresa envidiable y en lo que respecta a la producción han tratado, como poco, de profundizar y estudiar la misma, con números, con emisiones de CO2, para tener la perspectiva global de lo que es producir en este mundo. Ya hablé hace mucho de los Footprint de Patagonia o de GoLite, muy posiblemente influenciada por aquella. No me imagino siendo 'fan' de una empresa sin ideales. Ni de aquella que no sintiera que tuviera pasión.
Desde hace muchos años Raidlight trata de aportar su grano de arena, lo ha hecho de varias maneras, como con materiales con cierto porcentaje natural (bambú), lo que conviene estudiar en profundidad no vaya a ser que consigas efectos secundarios indeseables, como aquel de encarecer los alimentos por producir más vegetales para emitir menos CO2 en los coches. Pero aunque las emisiones sean una parte importante de la problemática de toda producción, también lo está la localización. El propio Yvon lo deja caer en su libro y de las Footprint antes mencionados se deduce: la inmensa mayoría de las emisiones provienen del transporte. Como una paradoja interesante, posiblemente sea más ecológico producir localmente con "petróleo" que en Oriente con productos de origen 100 % natural. Lo normal en la industria es 99 % en Oriente y 99 % petróleo.
Solo quien conoce cómo se produce el material outdoor sabe el inmenso reto que puede ser fabricar localmente. Hace un lustro Raidlight creó la gama 'madeinFrance', que como su nombre indica era de producción francesa, una introducción, una camiseta de manga larga y recientemente una de manga corta. Ahora, visto en perspectiva parece un gran banco de pruebas industrial. Ya he dicho alguna vez que, medio en broma medio en serio, uno de los problemas de Raidlight es que el jefe es ingeniero textil y corredor. Si fuese un CEO/mánager/empresario, daría órdenes, buscaría los resultados económicos y se le felicitaría/abroncaría si se consiguen o no. Si fuese sólo corredor tendría que dejar en manos de los expertos de producción y desarrollo esta fase, pudiendo aportar su valiosa información como corredor, pero no mucho más. Pero cuando el amigo Benoit sugiere una mejora, tiene una idea o se le ocurre un nuevo proyecto, el personal se abrocha el cinturón. Para empeorarlo todo, hace muchos viajes intercontinentales, es decir, tiene mucho tiempo para pensar en esas largas esperas entre avión y avión.
Desde el primera tormenta de ideas en la que se planteó seriamente la fabricación en Francia, con los costes en la mano, era fácil desistir de la idea, había argumentos de todos los tipos y colores. Ah, no lo había dicho, no es que Benoit corra, es que hace ultras. Es decir, tiene su importante dosis de cabezonería o perseverancia, la forma educada de decir lo mismo. En la segunda tormenta de ideas ya no era imposible, era difícil, el clic de diferencia era no tratar de replicar los productos que ya se tenían, sino fabricar algo nuevo, diferente, que respondiese a la necesidad industrial, a fabricar en Francia. Y se abrió la veda.
Ese clic que comento es comenzar desde el primer boceto, hacer productos de calidad, dignos, pero a la vez simplificarlos. Vale, conseguido. Ahora hay que conseguir quien te lo fabrique. La guerra. Y además debía ser en el entorno de Raidlight, no tiene mucho sentido tratar de reducir las emisiones de CO2 fabricando localmente, y que por local entendamos cinco transportes de 800 km, porque, y esa es una característica propia de la industria textil, en muy pocos sitios te realizan el producto completo, y si así fuera, en pocos te manejan diferentes textiles, o diferentes prendas. Esto, que está completamente asumido en Asia (en un sitio se hacen mochilas, en otro prendas impermeables, en otro primeras capas, etc.), para pequeñas producciones y tratando de que sea lo más local posible era un gran problema. Tiempo después se lanzó la línea 'madeinfrance', con productos buenos, de calidad, a precios razonables, pero que ni así eran competitivos, para lo cual Raidlight se tuvo que comer parte del margen comercial y las tiendas, otro poco, razón por la cual muchos comercios no compraban estos productos, porque les dejaba menos margen, si vendieron mejor a través de la web propia. Pero se consiguió, posiblemente un buen motivo de orgullo para quien se lo trabajó.
En una carta pública de Benoit Laval dando algunos interesantes números y que supongo que se podrá recuperar si alguien le dedica tiempo, decía que era imposible fabricar en Europa, a precios europeos una mochila tipo Olmo, requería demasiado trabajo, es decir, mucha mano de obra, es decir, productos demasiado caros que nadie iba a comprar.
Durante un tiempo se vivió con la conciencia tranquila del trabajo bien hecho. Situación que tarde o temprano puede acabar en conformismo si eres del tipo de personalidad que se conforme. Que no es el caso. No podemos fabricar mochilas, no podemos tener los márgenes comerciales razonables del sector, y además nos mudamos, con lo que lo que era una producción local, deja de serlo. Es decir, se tuvieron que buscar nuevos talleres de fabricación.
Pero la "pelota" seguía dándole vueltas al tema. Empiezan a surgir oportunidades a otras escalas, como que Francia quiere recuperar la industrialización perdida, y que también la Unión Europea se mueve en el mismo sentido. Surge la posibilidad de participar en un proyecto a escala europea de desarrollo de un material ecológicamente respetuoso, transpirable, elástico, y Raidlight mete la cabeza. El desarrollo de la fibra se realiza en España, pasa por distintos países hasta llegar el textil a Francia y se elaboraría en Raidlight la parte de prendas deportivas y su posterior comercialización.
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (1)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (2)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (3)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (y 4)
+: Mochila-chaleco Raidlight 8 L (Mujer)
Hace poco alguien le preguntaba al presidente de Raidlight, Benoit Laval, qué marca le gusta aparte de la suya propia. Supongo que no sería la primera vez que se la hacían, porque diplomáticamente dijo que realmente es la suya, porque lo que sueñan y planifican acaban haciéndolo realidad. Tras meditar un rato dijo que Patagonia, le gustaba cómo habían conseguido una personalidad única fundamentada en la producción de material algo más respetuosos con el medio, aunque ahora parezca casi más marketing que otra cosa. Me recuerda mucho a Apple, que en su día pudo ser innovadora pero que ahora casi ha quedado como una etiqueta. Pero en este mundo de producción outdoor labrarse una personalidad no es nada sencillo, os reto a que penséis en las muchas marcas que nos rodean e intentéis ir más allá de uno o dos productos, de un corredor fetiche. Muchas son un cascarón. La mayoría, diría.
El libro que escribió Yvon Chouinard, el presidente de Patagonia, Dejad que mi gente vaya a hacer surf, es muy recomendable para conocer un poco la historia, no sólo de la firma en concreto, sino de los desafíos y decisiones que a toda empresa se enfrenta, no sólo las outdoor, claro, y cómo, este caso de éxito les ha supuesto unos grandes beneficios económicos y una diferenciación que muchos clientes aprecian. Como decía de Apple, Yvon Chouinard ya me parece el Steve Jobs del outdoor, dando lecciones y estando por encima del bien y del mal, pero hasta cierto punto se les puede permitir por lo que han aportado. Como curiosidad, Benoit regala el libro de Patagonia a los empleados que llegaban nuevos a Raidlight, como una pequeña "guía" de valores, a falta de tener uno propio que "ya escribiré cuando tenga el tiempo". Cuando se jubile, entiendo.
Sin embargo la "guía", que lo es también para la propia Patagonia, es en ocasiones un ideario, es un repaso de su historia, de sus aciertos y sus errores (como suele ser habitual estos suelen reducirse a dos frases), pero también de cómo les gustaría que fuesen las cosas. Desde fuera, ya digo, parece una empresa envidiable y en lo que respecta a la producción han tratado, como poco, de profundizar y estudiar la misma, con números, con emisiones de CO2, para tener la perspectiva global de lo que es producir en este mundo. Ya hablé hace mucho de los Footprint de Patagonia o de GoLite, muy posiblemente influenciada por aquella. No me imagino siendo 'fan' de una empresa sin ideales. Ni de aquella que no sintiera que tuviera pasión.
Desde hace muchos años Raidlight trata de aportar su grano de arena, lo ha hecho de varias maneras, como con materiales con cierto porcentaje natural (bambú), lo que conviene estudiar en profundidad no vaya a ser que consigas efectos secundarios indeseables, como aquel de encarecer los alimentos por producir más vegetales para emitir menos CO2 en los coches. Pero aunque las emisiones sean una parte importante de la problemática de toda producción, también lo está la localización. El propio Yvon lo deja caer en su libro y de las Footprint antes mencionados se deduce: la inmensa mayoría de las emisiones provienen del transporte. Como una paradoja interesante, posiblemente sea más ecológico producir localmente con "petróleo" que en Oriente con productos de origen 100 % natural. Lo normal en la industria es 99 % en Oriente y 99 % petróleo.
Solo quien conoce cómo se produce el material outdoor sabe el inmenso reto que puede ser fabricar localmente. Hace un lustro Raidlight creó la gama 'madeinFrance', que como su nombre indica era de producción francesa, una introducción, una camiseta de manga larga y recientemente una de manga corta. Ahora, visto en perspectiva parece un gran banco de pruebas industrial. Ya he dicho alguna vez que, medio en broma medio en serio, uno de los problemas de Raidlight es que el jefe es ingeniero textil y corredor. Si fuese un CEO/mánager/empresario, daría órdenes, buscaría los resultados económicos y se le felicitaría/abroncaría si se consiguen o no. Si fuese sólo corredor tendría que dejar en manos de los expertos de producción y desarrollo esta fase, pudiendo aportar su valiosa información como corredor, pero no mucho más. Pero cuando el amigo Benoit sugiere una mejora, tiene una idea o se le ocurre un nuevo proyecto, el personal se abrocha el cinturón. Para empeorarlo todo, hace muchos viajes intercontinentales, es decir, tiene mucho tiempo para pensar en esas largas esperas entre avión y avión.
Desde el primera tormenta de ideas en la que se planteó seriamente la fabricación en Francia, con los costes en la mano, era fácil desistir de la idea, había argumentos de todos los tipos y colores. Ah, no lo había dicho, no es que Benoit corra, es que hace ultras. Es decir, tiene su importante dosis de cabezonería o perseverancia, la forma educada de decir lo mismo. En la segunda tormenta de ideas ya no era imposible, era difícil, el clic de diferencia era no tratar de replicar los productos que ya se tenían, sino fabricar algo nuevo, diferente, que respondiese a la necesidad industrial, a fabricar en Francia. Y se abrió la veda.
Ese clic que comento es comenzar desde el primer boceto, hacer productos de calidad, dignos, pero a la vez simplificarlos. Vale, conseguido. Ahora hay que conseguir quien te lo fabrique. La guerra. Y además debía ser en el entorno de Raidlight, no tiene mucho sentido tratar de reducir las emisiones de CO2 fabricando localmente, y que por local entendamos cinco transportes de 800 km, porque, y esa es una característica propia de la industria textil, en muy pocos sitios te realizan el producto completo, y si así fuera, en pocos te manejan diferentes textiles, o diferentes prendas. Esto, que está completamente asumido en Asia (en un sitio se hacen mochilas, en otro prendas impermeables, en otro primeras capas, etc.), para pequeñas producciones y tratando de que sea lo más local posible era un gran problema. Tiempo después se lanzó la línea 'madeinfrance', con productos buenos, de calidad, a precios razonables, pero que ni así eran competitivos, para lo cual Raidlight se tuvo que comer parte del margen comercial y las tiendas, otro poco, razón por la cual muchos comercios no compraban estos productos, porque les dejaba menos margen, si vendieron mejor a través de la web propia. Pero se consiguió, posiblemente un buen motivo de orgullo para quien se lo trabajó.
En una carta pública de Benoit Laval dando algunos interesantes números y que supongo que se podrá recuperar si alguien le dedica tiempo, decía que era imposible fabricar en Europa, a precios europeos una mochila tipo Olmo, requería demasiado trabajo, es decir, mucha mano de obra, es decir, productos demasiado caros que nadie iba a comprar.
Durante un tiempo se vivió con la conciencia tranquila del trabajo bien hecho. Situación que tarde o temprano puede acabar en conformismo si eres del tipo de personalidad que se conforme. Que no es el caso. No podemos fabricar mochilas, no podemos tener los márgenes comerciales razonables del sector, y además nos mudamos, con lo que lo que era una producción local, deja de serlo. Es decir, se tuvieron que buscar nuevos talleres de fabricación.
Pero la "pelota" seguía dándole vueltas al tema. Empiezan a surgir oportunidades a otras escalas, como que Francia quiere recuperar la industrialización perdida, y que también la Unión Europea se mueve en el mismo sentido. Surge la posibilidad de participar en un proyecto a escala europea de desarrollo de un material ecológicamente respetuoso, transpirable, elástico, y Raidlight mete la cabeza. El desarrollo de la fibra se realiza en España, pasa por distintos países hasta llegar el textil a Francia y se elaboraría en Raidlight la parte de prendas deportivas y su posterior comercialización.
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (1)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (2)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (3)
Mochila-chaleco Raidlight Responsiv 8 L (y 4)
+: Mochila-chaleco Raidlight 8 L (Mujer)