Aún no derrotado por mis tobillos, volví a los Pirineos a hacer una nueva prueba. Fallecida la Aneto X-Treme Marathon, el organizador, No Limit, se sacó de la manga una nueva, cerca, en Vielha (o Viella), otra maratón, subiendo esta vez a un pico mucho menos emblemático, el Tuc de Mullères. Además hicieron una versión 'light', una media maratón, el día anterior (sábado) por la tarde, para aquellos que veían la maratón demasiado lejana... o que iban a por las dos. Alguien, el año anterior creo recordar, había tenido la idea de correr ambas, y el organizador, avispado, hizo una nueva categoría para aquellos que quisieran/quisiéramos hacer las dos. Y claro, nos pusieron el caramelo en la boca, y lo saboreamos... Con el rimbombante nombre de 'X-Man' se presentaría una cuasi carrera por etapas curiosa y durilla.
El sábado por la tarde hacíamos esa media maratón, de perfil suave, terreno amable, más pensada para aquellos que empezaban en este mundillo de la montaña. Buena idea. Para los que fuimos al X-Man fue un buen "calentamiento", a buen ritmo y perfecto para no salir descansados el domingo. Yo me preocupé más de cuidar mis tobillos que otra cosa, y me fue bien, porque los conservé sanos y salvos. Fui séptimo, tercero en nuestra clasificación particular, 2h12'.
El domingo era la fiesta buena. No recuerdo demasiado, pero sí que fuimos a buen ritmo la subida (casi era todo subida-media vuelta-todo bajada), sin asfixiarme mucho, llegamos a la nieve y todo bien, pero coronamos un paso (Quico Soler ya estaba volando de bajada) y todo me empezó a ir mal. Fui increíblemente torpe en la nieve a media ladera, continuamente pegando resbalones algo peligrosos, con lo que perdí muchísimo tiempo. Después una zona apurada de cuerda fija y coronamos sobre grandes bloques de piedra. Lo peor estaba por venir, porque al montarse un poco de atasco en la zona de cuerda fija en mi vuelta -la ida para la mayoría- sí que lo vi ciertamente peligroso, porque nos aferrábamos a esa cuerda, y unas veces se tensaba y otras se destensaba, asomándote peligrosamente a una buena caída de consecuencias inciertas. No me gustó ese tramo, aunque desde luego que de emoción tuvo una gran dosis... je je. La bajada empezó bien, controlando muchísimo el ritmo, tranquilo, sin lanzarme para no hacer peligrar mis débiles tobillos, todo bien. ¡Incluso gente me adelantaba y no me iba tras ellos! Todo bien hasta que me torcí el tobillo, con hostiazo y revolcón incluido. De nuevo mi fantasma aparecía, y de qué manera. Porque me hice muchísimo daño. Una amable pareja me ayudó, me pusieron una venda y a duras penas pude seguir, tras perder no menos de diez minutos. Y con la moral destrozada. Creo que di las gracias a esa amable gente, pero me encontraba tan triste que es posible que se me olvidase. Bajé dolorido un rato, después mejor, pero muy muy lento. Y cuando, mucho después, cogí de nuevo la pista, saqué la mierda que llevaba dentro y volé: creo que pocas veces he corrido tan rápido en mi vida, literalmente volaba, en parte por la rabia que había acumulado en esa bajada y en parte porque bajar tan despacio no me había cansado apenas.
Llegué quinto en la X-Man. Bonita carrera, pobres tobillos.
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+: No Limit
X-Man Vielha
domingo, 8 de julio de 2001
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