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Addenda: Trans 333

viernes, 5 de febrero de 2010

Pasado el tiempo, con las heridas bastante cerradas, y la mente con la serenidad que aporta la distancia, es momento de hacer balance. El deportivo ya está hecho... bueno, en realidad ni lo he pensado, sé en qué puedo mejorar, sé en qué no. Y sobre todo sé que no volveré a semejantes distancias, eso es insano. Bueno, si vuelvo ya me retractaré, que no pasa nada...

Este post es para los incautos que creen que ir a carreras es muy bonito, que se flipan con las fotos y las historias, y quien piensa que todo es maravilloso. ¡Y una mierda! Todo es una mierda, se sufre mucho, es carísimo y se te va la vida en cada carrera. Algo bueno también tendrán si a algunos nos hace repetir las mismas penurias, pero también hay que quitarle un poco de romanticismo: esto es asquerosamente duro, sucio, doloroso, pero, joder, lo que vives en unas pocas horas... Ganarle tiempo a la vida duele.

Acabo rápido con lo poco importante. El viaje fue perfecto, los hoteles increíbles, la comida bastante bien, el trato con la gente magnífico, la atmósfera apasionante. Si no hubiera sido por la desaparición del material, tendrían un 10.

Siempre guardaré en el recuerdo esta carrera, es otro paso en mi vida deportiva (y personal), un paso adelante, en el que me enfrenté a mis dudas; no me gusta salir de mi zona de confort, porque impone mucho. Pero menos aún me gusta quedarme en el sitio, ver que se me pasa la vida y no hago cosas por y para mí. Suena egoísta y lo es. Una carrera tan larga es egoísta, sabiendo lo desastre que es el organizador, no puedes dejar a nadie tranquilo en casa, ni lo debes estar tú. Y eso que antes no sabía ni la décima parte de lo que sé ahora. Es una distancia destructiva per se, es una puta animalada, te puedes buscar mucho tus límites, no tiene sentido. Nada tiene sentido. Cuando a cierto alpinista (Mallory) le dijeron que porqué el Everest, respondió el ya mítico 'Porque está ahí'. Conozco la 333, semejante respuesta no es suficiente, claro, pero en parte sí, porque es lo (casi) máximo que se puede hacer corriendo y en desierto. Porque está ahí. Es apabullante pensar en la distancia, me impone aún sabiendo que la he hecho, y a duras penas me imagino intentar algo superior, ni siquiera sé si me gustaría. De hecho, ni siquiera sé si me gustaba esa parte de la 333, soy atleta, me considero eso, y aunque la faceta aventurera me atrae mucho, quiero saber que puedo correr, lo que yo pueda, pero correr. Si tengo que ir con una mochila de 20kp o son 5000km non-stop, no tiene sentido el correr, es mucho más destructivo y lento que andar. Jamás pensé que la fuera a hacer, visto años ha, y sí, está en mis piernas. Y en mi cabeza.

Alain Gestin, el padre de todo esto, te propone un reto inmenso, en lugares preciosos y con dificultades muy cerca del límite de algunos de nosotros. Tuve la "suerte" (nada es suerte) de la magnífica compañía, de que la competición en sí saliera bastante bien, y de que pudiésemos llegar a meta. Te acercas muy lentamente, paso a paso. Llegamos, no fue un sueño. No es ninguna falsa (ni auténtica) elite, pero es de las poquitas carreras que he hecho en mi vida que considero que no están al alcance de todo el mundo. Entiéndase en el contexto, tienes que entrenar como un mulo, saber sufrir un poco, tener la cabeza centrada, no dudar, pero aún así creo que no es que necesites una mente y un cuerpo excepcionales, o yo no lo veo así, pero sí requiere de ciertas características que no creo que estén presentes en todo el mundo atlético.

La primera es, sin duda, el componente aventurero. Este tipo organiza en sitios magníficos, son retos soberbios... pero le añade ese extra aventurero que no todo el mundo acepta. Era mi décima ultra internacional en condiciones potentes, he visto bastante y, permitidme la soberbia, estoy bastante curtido en carreras, ambientes, y organizaciones. No sé quién tiene más experiencia en España en este tipo de carreras, en cantidad y variedad, y me da lo mismo compararme, creo que voy bien servido, llevo muchos años y tengo perspectiva; trato de ver las cosas no sólo desde el componente del corredor-cliente, y por eso me cuesta mucho criticar a quien monta carreras, primero porque intuyo lo difícil que tiene que ser (aparte de que he currado en montajes) y porque hay que ver las cosas con distancia. Por eso me sientan bastante mal los bocazas que sin ir, con poca experiencia, por intereses comerciales o sin saber leer entre líneas dictan sentencia.

Recuerdo un colega que dijo antes de la etapa larga de la Jungle: "aquí es donde se separan los hombres de los niños". Escrito (y leído) en un ordenador es de un fantasma que asusta; en ciertos entornos, en momentos puntuales, es la perfecta definición de lo que sientes, sea o no cierto. Porque las sensaciones son engañosas, porque los recuerdos son sólo eso y porque cada uno encontramos lo que buscamos. Tienes que quererlo.

La primera impresión que saqué de Alain Gestin fue la de que era un fanfarrón egocéntrico; y no voy muy desencaminado. No me gustaron algunas cosas que dijo, algunos comportamientos o maneras de actuar. Pero me mantuve al margen de eso, me es indiferente el ego de cada uno. Al final vi que era casi lo contrario, cuando hablaba de que nosotros éramos su familia puedes sentirte sumamente recompensado, porque de verdad le creía. Le creo. Tan divergentes opiniones son difícilmente reconciliables. Pero en realidad opinar sobre una persona, aparte de incompleto, no nos lleva a nada útil. Es un tipo que ha vivido aventura por todos los poros de su cuerpo; de los de antes, de raza, de los de los compromisos ilógicos; pocos saben que ha cruzado medio mundo y sus correspondientes desiertos a pie, sólo por esto ya merece un gran respeto, y es quien ha llevado las carreras de deiserto hasta un extremo inimaginable; todo ese componente se lo imprime a las competiciones que organiza, y aún no sé si esto es bueno. Porque una competición puede o no ser una aventura, pero en principio no vas a eso, o por lo menos no se percibe desde fuera así. Por esto digo que no son carreras para todo el mundo, porque hay que adaptarse a las circunstancias, porque pueden pasar cosas (¡y pasan... siempre!) y hay que enfrentarlas con otra mentalidad. Zen. Tai chi. Respirar profundo, lo que sea. Es la aventura. ¡Estás en las manos de Alain Gestin! Pasan cosas, no es broma, algunas serias, otras meras tonterías -como más de mil euros en material desaparecido-. Ha habido problemas de seguridad, corredores abandonados en hospitales, gente perdida por haber puntos de paso mal dados, gente cerca de la hipotermia por "imposición" de Alain, controles de paso inexistentes, etc.: hablo de temas importantes. El punto clave es la seguridad, sin duda, y no, no está bien cubierta. ¿Significa esto que no se deba ir? No, no necesariamente. ¿Si alguien me está poniendo en peligro aún así se puede recomendar ir con él? Puede. Piensa en ti y tus necesidades, piensa que no existe organización; lleva tu GPS y pilas para cruzar medio mundo, comida de emergencia intocable para muchos kilómetros, ropa de abrigo guardada aunque haga 40ºC a la sombra, agua de sobra, tu teléfono vía satélite, tu seguro de viaje. Ata cabos, nadie lo hará por ti. Estás solo. Y ve con mentalidad muy aventurera; quizá no pase nada, considero que durante la carrera la organización fue perfecta, pero si hubiera pasado algo no sé qué habría sido de nosotros. No puedes fallar. Ni dudar. No creo que por que algo suponga un riesgo haya que dejar de hacerlo. En parte es una pega, en parte es una carrera que no está al alcance de todo el mundo y que nunca estará masificada; no es ni bueno ni malo, sólo advierto de que seas precavido. Mola la "chaqueta única" con el 'Finisher Trans 333', pero tiene más de lo que parece, escrito por dentro; tiene asumir unos riesgos, tiene saber valerse por sí mismo, tiene una buena experiencia detrás, tiene muchas ganas de probar algo nuevo por uno mismo siendo partícipe del compromiso adquirido. No es una prueba para elegidos, es para gente paciente y con recursos. Para gente responsable. Nadie sin unas cuantas carreras a sus espaldas debería ir; nadie que no haya visto pender su vida de un simple resbalón tendría que imaginarse allí; nadie que no se haya probado en sus límites está aún preparado. No es que te juegues la vida, es que te la puedes jugar.

¿Merece la pena algo en lo que corres riesgo? ¿Qué necesidad tienes tú o tengo yo de hacer algo así? ¿Por qué? ¿Sin riesgo sería menos?

Un puto inglés en una inquietante conversación, nos clavó los ojos, y dijo:
"Volveréis, porque está loco.
Y vosotros estáis locos."
s

Addenda - Libyan Challenge 2008

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Considero que ya ha pasado suficiente tiempo como para que las ideas se hayan asentado, para tener una perspectiva clara, y para mirarlo todo con los ojos que proporciona la distancia: de eso trata la etiqueta 'Addenda'.

Nada en esta vida se libra de nuestra visión personal, y no pretendo reducirlo al objetivismo, porque lo primero, esto no es una revista, y segundo, escribo en primera persona y de mi única experiencia.

Con lo bueno y lo malo que ello tiene, la primera conclusión que me viene a la cabeza de la Libyan Challenge es muy muy positiva. Vale que el puesto ayuda a tener un mejor recuerdo (lo mismo hice en Mongolia y mis recuerdos no son especialmente buenos de mi carrera en sí); vale que creo que corrí bien; y vale que incluso siga sorprendido de cómo me fue y cómo me codeé con gente potente. Y vale también que el ambiente fue excelente, y todo ello anima.

Pero tratando de obviar subjetividades, es la mejor carrera ultra en la que he competido -incluyendo la Desert Cup, organizada por los mismos que Sables-; el lugar es fantástico; la carrera reune todo lo que me gusta (dureza, desierto -del tipo que sea-, soledad); el ambiente ha sido excelente entre corredores, locales y organizadores; y la organización estuvo simplemente perfecta. Y además, hubo ese trato y cercanía humana que dicen que es como creció Sables, y que ya ha perdido entre tanto participante, patrocinador, medio de comunicación y 'merchandising'.

Recuerdo mucho desierto, muchas piedras, gran dureza. Una noche negra, buena parte de ella yo solito, con mi música y mi frontal, horas y horas tranquilo, como cuando sabes que no va a pasar nada en base a no sé qué 'estúpida' seguridad. Una excelente compañera de viaje, Sharon Gayter, que me re-demostró que las tías son increíblemente duras cuando les sale de los cojones, duras como creo que ninguno lo somos, y duras como para hacer callar las críticas sobre el deporte femenino, en general, las cuales yo también he hecho porque en demasiadas ocasiones el nivel es bajo. Recuerdo a un tipo que ganó, un tal Sebastien Chaigneau, que es de aquellas personas que emanan lo mejor que puede tener una persona, de esas que te impactan, de esas que se cruzan con tanta infrecuencia en tu vida. Recuerdo ese ameno grupo de italianos con los que cruzo mails; esos majos libios tan alejados de los estereotipos que tienen muchos de Libia -¡los viajes son para romper esos estereotipos!-. O el trofeo más bonito de mi salón.

Cuando en la entrevista para Telecinco me preguntaron sobre el momento estelar de dureza y sufrimiento, les contesté, 'estúpidamente' sincero, que no sentía que hubiese sufrido, cuando posiblemente esperasen un relato épico de lucha: evidentemente, no salió esa parte en la tele. Es que siento que no sufrí. Pero entiéndase comparado a infiernos que me han hecho replantearme el deporte y la vida -tooooooda la Jungle Marathon, final de Boavista Ultramarathon, por ejemplo-, y siempre, todo, lo comparo con mi máximo. Cuando algunas personas me han preguntado sobre la carrera, he tratado de no dejarme llevar por mis recuerdos y reconocer que si algún día vuelvo posiblemente sufra como un perro, y que el recuerdo algo 'light' que tengo pasará entonces a mejor vida. Porque que nadie se engañe, 200km son muchísimos kilómetros, en asfalto, en campo, en montaña o en desierto. Joder, es que da miedo sólo de pensarlo. Y que eso se pueda hacer con nuestras piernas, corazón y cabeza es sorprendente. Y si no fuera yo el que lo ha hecho y el que esto escribe, incluso admirable.

En un momento de la carrera pensé cuál es el terreno en el que había tenido un respiro, un momento favorable para recargarte y afrontar el próximo y desconocido momento de dureza. Y no encontré ese 'descanso', considero que no lo había, todo era dureza, si no arena, calor, si no piedras, si no dunas. Toda carrera que he corrido tenía algún momento de relajar la mente. Aquí la relajabas cada tres o cuatro horas, sólo cuando llegabas a un control... y sólo había nueve entre día y medio y dos días y medio de carrera.

'Expect the unexpected', me encanta esta frase: 'espera lo inesperado'. Muy aplicable a esta prueba: cuando esperes un terreno cómodo y al asomar una loma veas piedras y más piedras o una cadena de dunas, agacha la mirada y resígnate, estás en una de las pruebas con peor media de velocidad del mundo, y eso es por algo. Espera vivir momentos duros y grandes satisfacciones, luchar contra ti mismo, pensar mucho, vivir el momento centrado egoístamente en ti.

Volví motivadísimo, como nunca, con ganas de repetir, algo que no me había ocurrido jamás. Sólo me atrae volver a la Jungle Marathon, porque es la prueba más dura que he hecho (...y espero hacer), porque fue un desastre en lo deportivo y por afrontar mis miedos. Sin embargo, aquí quería repetir ya, antes de aterrizar en París. Y quizá lo haga.

Experiencia increíble, recuerdos imborrables.

Deseé tanto ir y al final he recibido tanto, que todo parece ahora merecer la pena.
s

+s13: Index: Libyan Challenge

Addenda - Boavista Ultramarathon 2006

lunes, 4 de diciembre de 2006

Desde hace tiempo pienso que las pruebas non-stop son más íntimas, de disfrutar en solitario, tratando de buscar algo de paz por ahí dentro, sin ayudas externas, y que son para uno mismo. Dentro del egoísmo que nos caracteriza a los que damos tanto en algo, este tipo de pruebas pueden ser de lo mejor (o lo peor, según se mire) que puedes hacer. Lo haces y deshaces tú, con tus miedos, con tus fortalezas. Nadie te animará entre una etapa y otra, posiblemente estés solo muchas horas y te descubrirás a ti mismo mejor que nunca.

Por todo esto me imponen mucho respeto. Me estrené en este mundillo en una prueba parecida a esta, sin la preparación ni la experiencia requeridas, y me pasó factura. Tuvo que pasar un lustro para que me atreviese a afrontar algo similar, y eso es porque me impresionó sobremanera, en parte, en el mal sentido. Recuerdo sufrir mucho, recuerdo agonizar, dar tumbos y destrozarme por cruzar una "absurda" línea de meta. Cinco años son muchos en la vida de un deportista.

Pero reuní el valor, un buen día, y me encaré con mis miedos y mis incapacidades: me considero un corredor mediocre en larga distancia, pero me atrae tanto que caí voluntariamente en su trampa.

Intuía, con muchas reservas, que podía hacerla del tirón, sin dormir, sin descansar mucho y tratando de hacerlo lo mejor posible, compitiéndola incluso. Mi objetivo era el non-stop de verdad, y autoreafirmarme un poco en las largas distancias. Me sentía mucho mejor, no muy bien preparado pero sí mucho más experimentado. La entrené con ciertas apreturas (por correr las 24h en mountain bike de Monegros) pero al final llegué confiado. Dentro de lo confiado que se puede estar en estas circunstancias: 150km me seguían y siguen pareciendo la rehostia.

Toda mi confianza y preparación se me vino abajo dos días antes de salir, me puse malo, con un poco de fiebre. Increíble. No me lo podía creer. Maldije bastante, me tomé mis religiosas Aspirina Complex, descansé lo que pude y me preocupé. Afortunadamente el día anterior a la salida nos lo pasamos con un quad viendo la isla y se me olvidó un poco. Pero sabía que estaba débil.

Me levanté bien, pero empezar a ir bastante justo tras poco más de 40km no era lo normal, y creo que es ahí donde noté esos dos días de fiebre. Tuve que sufrir mucho para acabar, pero me sentí sin fuerzas, y al final me colapsé de tanto sufrir, pensando lo justo y haciéndome daño, en mi motivación, en mi futuro en las non-stop: muy dentro sé que no debo sufrir tanto, que pierde todo el sentido, que esto también tiene un límite.

Buena temperatura (¡en diciembre, qué maravilla!), arena (polainas necesarias los primeros kilómetros, recomendable el resto), probables vientos... y no vayas muy valiente a pesar de las agradables temperaturas los días previos que te puedes costipar...

La carrera te pierde en esta desolada isla del medio del Atlántico, desierta y algo desangelada, pero que para los que nos gusta el desierto, y para los que lo vemos circunstancialmente, en su regalo para mente y espíritu. Unas pocas dunas en las que hay que cuidar la orientación antes de la primera maratón, bordear la isla durante horas y horas, y una noche fantástica... si no fuera por mi lamentable estado y el fortísimo viento (algo probable en futuras ediciones). De recia belleza, Boavista un día se convertirá en un destino turístico de masas, para alegría y desgracia.

Mientras tanto recomiendo esta experiencia, con una organización que para mí rozó la perfección, y con una personalidad como sólo un hombre de amplia sonrisa y enorme corazón como Piergiorgio Scaramelli le ha podido otorgar. Parece que tiende al plano comercial, pero debe despegar, y no será fácil si no se apoyan en un carácter internacional.

Fueron unos días fantásticos en Boavista, con otra gente que me he encontrado en la Libyan Challenge, con el fantástico hotel que cogimos (Ca' Nicola), con la tranquilidad de Cabo Verde y la amabilidad de sus gentes, y con la buena compañía que me "llevé". Me parece realmente sencillo volver unas cuantas veces más a estas islas.

Me conocí un poco más.
s

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Addenda - Maratón Hoggar 2006

domingo, 16 de abril de 2006

Recomiende o no, a esta carrera nadie más irá. O mucho me equivoco o no se volverá a celebrar. Es probable que otro organizador aproveche las buenas oportunidades que ofrece el lugar, pero el mismo con el que fuimos parece que no.

Se han vertido ríos de tinta sobre esta carrera, especialmente porque la gran mayoría éramos españoles y te llega la información mejor. Ha habido críticas de todos los tipos, algunas más agresivas, otras más constructivas, pero a día de hoy no veo razonable entrar en ciertos detalles que no van a ningún lado si no se vuelve a celebrar.

¿Cuál es mi postura respecto a la organización?
Se falló, y en unas cuantas cosas. Y algunas importantes, que es lo "imperdonable". Pero para mí casi nada de eso debería haber desembocado en el fin de la carrera. Desgraciadamente para mi economía, llevo un importante bagaje de carreras de este tipo a mis espaldas, y no es que me las dé de conocer lo que me rodea mejor que nadie, pero sí que he aprendido a ser más comprensivo, y no dudo de que se fue comprensivo y permisivo con la organización, pero que tampoco nadie se crea que todo lo que vemos en internet es una maravilla, ni mucho menos. A mí me han "tocado" muchos problemas organizativos, y aparte de que alteren resultados deportivos o te puedan amargar la existencia puntualmente, también hay que saber ver lo difícil que es montar todo esto en un lugar tan alejado de comodidades, con gente que no habla tu lengua y va a su rollo, con encuentros culturales, en un entorno natural difícil, etc. Supongo que muy pocos nos lo imaginamos mínimamente, y ninguno que lea esto (creo) se atrevería con semejante berenjenal.

Con esto no quiero descargar a la organización de sus responsabilidades que tienen desde el mismo momento en el que se comprometen a darte unos servicios y en el que les haces el ingreso del dinero. Pero, quizá con la distancia, lo relativizo bastante más, y eso que no fui yo de los que criticó demasiado, porque he visto a otros "cojear" y parece, desde la lejanía, que todo es maravilloso porque su web es muy bonita y te hablan en inglés o francés.

Dos de las cosas que aprendí o me recordé es que no sólo vale la voluntad; y segundo, no me meto yo en algo así ni borracho (habría que verlo, pero bueno...).

De otra carrera aprendí una cosa, y es que si dependes sólo de la financiación de los participantes, estás en el filo de la navaja siempre; pero a ver cómo se consigue un patrocinador si no tienes contactos con la Casa Real... En este país me parece casi inviable, y siempre felicitaré a quien se ha atrevido (Extremsport y esta gente).

Parece imposible separar los problemas organizativos de la carrera en sí, pero ya ha pasado tanto tiempo que para mí es ya historia, y buena, pues ya recuerdo sólo lo que me produce simpatía. Memoria selectiva que lo llaman.

El lugar, monótono, sin ni una planta que alegrar la vista, polvo y más polvo... vamos, lo que me gusta, desierto, dureza, desafío, vivir intensamente, a lo que no estamos acostumbrados, lo que nos coge de las solapas y nos dice que somos humanos, no memos delante de un ordenador o idiotas hablando de gilipolleces un bareto de mierda pagando la CocaCola a tres euros. Despierta, joder.

Correr en una zona como el macizo de Hoggar es un privilegio, que unos cuantos hemos hecho realidad, que sabemos saborear aún mucho tiempo después, y que nos lleva a buenos momentos vividos con gente fantástica. Creo que todos los que estuvimos recordaremos el buen ambiente entre todos nosotros, y que hizo que surgiesen lazos que durarán años entre muchos de nosotros. Eso no tiene precio, y es la conclusión que saco.

En lo deportivo no me fue mal, pero sé que no fui centrado ni bien entrenado, cosas del ambiente enrarecido en el que me metí, algo que no me gustó nada y espero no repetir. Fui de una manera que no le recomiendo a nadie, y creo que sólo siendo profesional se puede llegar a competir así, sin demasiadas ganas, queriendo casi desde el principio que se acabase. Afortunadamente, liberé la memoria 'flash' de malos rollos antes de ir y disfruté bastante. Por eso salí sin muchas fuerzas, no lo quise lo suficiente, y así me fue. Otra cosa que aprendí, o eres profesional y lo haces para comer, o lo haces con pasión, no hay medias tintas. Pueden ir juntas también, que es lo ideal, pero como no se va a dar el caso, haz las cosas por ti y para ti, y si vienen otras asociadas, bien, pero no pierdas el norte ni olvides por qué lo haces. Una cita me ayuda a orientarme a veces: "Si no lo sientes, nunca lo lograrás", y parece que se me olvida de vez en cuando.
s

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Addenda - Mongolia Sunrise to Sunset 2005+Mongolia Crossing

viernes, 8 de julio de 2005

Si empiezo contando que quedé enamorado de Mongolia, te puedes imaginar por dónde van a ir los tiros, ¿no?

Preciosísimo país, con gentes amables y hospitalarias, inmenso lugar para todo tipo de aventuras que se te puedan ocurrir. Como ir a correr... y ya que estamos por allí, pegarnos una pedaleada.

La Mongolia Sunrise to Sunset es una bonita carrera en un entorno idílico y maravilloso, un bucólico lago, unas montañas que lo rodean por todos lados, muy buen ambiente entre todo el mundo. Qué mas se puede pedir. Bueno, pues yo pediría más kilómetros y/o etapas, porque irte hasta allí para "sólo" 100km casi duele. Afortunadamente uno es inquieto y algo hizo después.

¿Para quién es esta carrera? Para todo el que busque emociones y lugares encantadores. Para el que no quiera "morirse" por/para su deporte. Para quien quiera ver otro país de una forma distinta. Para los que quieran vivir una bonita experiencia. Puede ser muy buena para empezar en las ultramaratones... pero puede ser decepcionante para quien ya tenga solera en esto, si es que cree que va a otra cosa. "Sólo" 100km no justifican la temporada atlética de muchos de nosotros, en parte por eso me busqué la complementariedad de la bici. Pero desde luego que el lugar y los recuerdos sí que justifican el viaje, el dinero y "perder" una temporada en "sólo" 100km.

La carrera es relativamente sencilla, con sus momentos de dureza, sus dudas de orientación (pocas), su hambre, su inconstancia meteorológica, etc. Bien, vamos. En este sentido no se sale de lo normal, excepto en que como mucho verás a media docena de personas a caballo, en que no pasarás núcleo habitado alguno (excepto minúsculos gers turísticos) y en que si la afrontas bien puede ser una experiencia realmente enriquecedora al correr por lugares tan extraordinarios y tan alejados de lo que estamos acostumbrados.

Tienes, además, unos días antes de la prueba, para recuperarte del brutal viaje, y y otros después, para vaguear y descansar. Desde luego que incluso con los 100km en las patas, es un buen lugar para hacer las paces con uno mismo y para descansar.

La organización funciona bien, el lugar es apacible, duermes en "auténticos" gers, se come bien, tiene tiempo y lugar para el esparcimientos, recibes buenas atenciones, etc.

Pero si eres inquieto de espíritu puedes hacer algo especial. La propia organización de la carrera te ofrece tras la carrera un tour a caballo, algo que debe de ser increíble, he visto fotos y parece maravilloso ir un pequeño grupo una semana por ahí perdidos, en autosuficiencia, con guías locales, y por zonas por las que no ha pasado el "hombre blanco".

Otros nos decidimos por la bici. Mongolia es el paraíso ciclista... eso sí, con reservas y con compromiso. No vayas a fliparte y a pegarte un hostiazo, y mejor que no rompas nada, porque te darás cuenta de lo aislado que estás. O vas con vehículo de asistencia (échale un vistazo al 'topic' de Dibujos de Mongolia) o vas en autosuficiencia en todo, porque dependerás sólo de ti en cuanto a comida, agua, repuestos, lugar para dormir, etc. Puede que encuentres algo para cubrir alguna de estas necesidades, pero no lo esperes. Es decir, que si vas a tu aire, sé responsable de lo que estás haciendo, cargarás como un mulo, sacarás unas medias de velocidad ridículas, sufrirás bastante casi seguro... pero vivirás una de las experiencias más increíbles (en todos los sentidos) de tu vida. De lo mejor que he hecho nunca.
s

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Addenda - Jungle Marathon 2004

lunes, 4 de octubre de 2004

¿Y qué puede contar uno de una carrera que aún recuerdo con 'miedo'?

Los recuerdos que me vienen de primeras son las de sufrimiento. Esto no está bien, porque hubo mucho más y bueno, pero sin duda me dejó marcado, porque me resultó extraordinariamente duro.

Como muestra, en la primera etapa tardé más de cuatro horas para quince kilómetros, y o iba buscando florecillas y mariposas, o eso no es normal. En efecto, no era normal aquello. Infierno.

Cometí dos errores que me endurecieron la prueba. El primero, no llevar pastillas de sales, algo obligatorio, y que resolví en los controles previos de material con una excusa y haciéndole un poco el lío a quien lo revisaba todo, sacando dos veces las mismas pastillas que eran para otra cosa... pero tenía que salir del atolladero. Gravísimo error, porque desde la mitad de la primera etapa sufrí numerosos y dolorosos calambres y tirones, que, aparte de hacerme ver las estrellas, me impidieron rendir y me bloquearon también en lo psicológico.

Este error me arrastró durante tres días, hasta que mi cuerpo, presionado por los problemas, supo sacarle la sal a los alimentos para contrarrestar las carencias. Leí en un libro hace tiempo que las sales minerales no son necesarias, que el cuerpo las coge de los alimentos si las necesita. Eso está bien, y lo comparto, pero sólo cuando hacemos una evolución progresiva, como viajar a pie, o vivimos una transición natural de una estación a otra. Pero cuando, de repente, un día queremos correr 200km o cuando viajamos en avión a otro hemisferio, el cuerpo está absolutamente perdido. Y así me pasó, tres días dando tumbos por la selva amazónica, en algunos de los más duros momentos de mi vida deportiva, y quieras que no, aunque no es que lleve lo más duro del universo, uno empieza a tener un bagaje. Sufrí muchísimo por esta causa.

La otra razón fue porque me esperaba una carrera de atletismo. Ya critiqué en su día que la denominación Jungle Marathon no era la más adecuada y que daba lugar a errores, como los que yo cometí. Ciertamente si hubiese sabido que era tanto de andar-reptar-sobrevivir, no sé si hubiera ido, porque soy atleta, y aunque cada vez me guste "menos" eso de correr y me atraiga más la aventura, fui confundido. Porque le pega mucho más Jungle Adventure o Jungle Challenge, pero no eso de Marathon. Al llevarla mal enfocada, de nuevo, tuve que readaptarme a lo que había, y lleva su tiempo. Al acabar la primera etapa, completamente fundido, no me podía creer lo que había vivido, en sólo 15km ¡de 200! estaba absolutamente vacío. Rápidamente recapacité y fui a acabar, algo que me costó sufrimientos indecibles. Pero se pudo hacer, y no soy yo ningún extraterrestre... con lo que si te apetece, ánimo, pero no te engañes, prepárate a conciencia, y por mucho que entrenes no sabrás lo que es sufrir hasta que llegues allí.

A unos buenos amiguetes que fueron les dije la verdad: vais a escupir sangre. Y creo que me dan la razón aún. Dura hasta decir basta, increíblemente apasionante, y que encuentra tus límites en lo físico y el piscológico. Es una aventura, piensa en llegar y en sobrevivir, no falles en nada y tendrás posibilidades de cruzar la meta.

Otro tema importante es la organización. Reciben críticas, yo las hice en su día, y creo que fallaron y siguen fallando. Algunas cosas son menores, o yo no las considero importantes, otras son comprensibles, y algunas son irremediables. Desgraciadamente el mayor problema de la carrera es la seguridad, porque es -te lo digo yo ya- imposible hacer una prueba ciento por ciento segura en ese entorno, si no talas todo el recorrido y/o no vas con 300 personas de organización. Como ni lo uno ni lo otro va a ocurrir, el tema está peliagudo. Nunca ha ocurrido nada, eso es cierto, y sí que ha habido problemas de gente que se pierde (...yo), mordeduras de escorpiones y demás, pero todo se ha resuelto satisfactoriamente. Pero no significa que no pueda ocurrir. Esto no es desierto, es la cuenca del Amazonas, es infinitamente más difícil en todo, en ver a los corredores, en asistirlos, en sacarlos, en todo, es otro mundo, olvídate de todo si has ido a Sables, esto es una aventura. Parece que desanimo y que quiero meter miedo. Pues sí. Si respondes sí a las miles de preguntas que te debes hacer sobre seguridad, aventura y compromiso, es que estás preparado para ir, si no, hay muchas carreras por el mundo que seguro te llenan. No es un juego, sé responsable y coherente con tus decisiones.

Si has llegado hasta aquí ahora toca la parte buena. El recuerdo también es excelente, de dureza, de desafío, de encontrarte rodeado de auténticos supervivientes, de gente centrada y muy motivada; el lugar increíble, brutal y de una belleza dolorosa; ese sentimiento único de saber que estás haciendo algo especial en tu vida, y que muy posiblemente jamás se te presente -ni lo busques- en la vida; esa sensación de sentirte único.

Cada vez pienso más en volver algún día...
s

+s13: Index: Jungle Marathon

Addenda - Himalayan Stage Race 2003

jueves, 6 de noviembre de 2003

La Himalayan fue mi primera carrera por etapas. Antes de ir sabía que sería "cómoda", sin enormes exigencias físicas, y lo que más me preocupaba entonces era, lógicamente, la altitud. Porque no tenía ni idea de cómo me iba a encontrar ni de cuál sería mi rendimiento con esas condiciones. Me advirtieron de que no me preocupase, pero eso es muy fácil decirlo cuando ya estás de vuelta, pero pensar en correr a 4000m de altitud impone.

El tipo de carrera, por distancias y sin ser en autosuficiencia, implica que se va a correr mucho más que otra cosa, y mucho menos el plan aventurero de otras pruebas. Y también supone que hay que entrenar atletismo, no tanto la resistencia. Ahora lo veo muy lejano, y pagando no repetiría ya carreras de estas si no es como un objetivo intermedio, pero en el momento me interesó eso de correr en la India -país sumamente interesante- y "cerca" de los 'ochomiles'.

La carrera discurre por pistas compactas, algunos tramos de empedrado (la famosa "carretera" de Aga Kahn) e incluso dos etapas (las últimas) sobre asfalto, algo que no me apasionó, pero que como ya era acabando y vas bien servido, no protestas demasiado y agradeces los suaves perfiles que tiene una carretera (aunque sean carreteras de montaña, con buenas rampas). El concepto montañero que tenemos en España y Europa de carreras con técnica, allí no saben ni lo que es, cosa que me parece lógica si lo que quieres es atraer a gente y hacer "caja". Yo también haría lo mismo. Bueno, puede que no...

Espero haber quitado miedos por si alguien se atreve, es muy accesible, muy buena para primera apariciones en mundos ultra y para gente que no quiere "morirse", sino disfrutar un poco de una manera saludable. No hay orientación, no cargas con nada, comes comida, duermes en cama, vamos, auténticos lujos.

¡Ah, la altitud!
Todos hemos visto 'Al filo de lo imposible' y hemos leído historias de gente que se queda en la montaña por edemas y demás. Bueno, pues eso es bastante más alto, a 4000m se está "bien" y se puede correr, y a buen ritmo, que a nadie le dé miedo eso. A nadie le pasó nada. Incluso creo que yo fui de los que más afectado estuve por la dichosa altitud, porque no pegué ojo en casi cinco días y tuve un leve dolor de cabeza. Como siempre digo, no importa dormir o no, lo que sí es determinante es descansar y yo sí lo hacía; si no, hubiese decaído mi rendimiento mucho, milagros aquí no hay.

El clima nos fue estable, la época se busca, lógicamente, así, y aunque el monzón venía con retraso, no tuvimos ni una gota de agua (ni de nieve, pues). Fresquito por las noches, las tres primeras etapas con malla larga, pero nada de frío. Comidas decentes, ambiente muy bueno (como siempre) entre corredores, buena organización, etc. Recomendable para empezar con carreras o para tomarse un año "sabático". Lo estoy poniendo muy fácil, y tampoco es eso, hay que currársela, hay que entrenar lo que puedas, pero no es ni mucho menos inalcanzable para alguien que haya completado una maratón.

Y de paso, si puedes, aprovecha para ver la India. Será imposible que la abarques toda, pero quédate con algo, es un país interesantísimo, con muchísimo por ver y muy variado.
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Addenda - Desert Cup 2001

domingo, 4 de noviembre de 2001

Como casi siempre, la primera vez se recuerda con cariño. Ahora sé la "locura" que cometí, pero entonces era joven e inconsciente... Ahora creo que se puede obtener información con más facilidad, es relativamente sencillo conocer a alguien que ha hecho algo parecido para pedir consejo, ¡tenemos internet! Qué había de esto en 2001. Pues, en mi caso, nada. Salto mortal con tirabuzones y sin mirar si había agua o no.

Cómo me dio por la Desert Cup. ¿Por qué no la clásica Marathon des Sables? Pues no sé, en parte por un pequeño reportaje que sacaron en su día en Eurosport y que me dejó impresionado. Pero me sentía humano e incapaz de hacer cosas así, eso no era lo mío. Pero bueno, había hecho 100km, es sólo dos terceras partes más, ¿no? No, macho, no. Son cuatro maratones consecutivas, y todavía está por ver cuándo acabas completamente fresco de la primera, cuándo centrado pero no machacado la segunda, y cuándo te arrastras a partir de la tercera. Yo siempre hago la típica comparación con la distancia maratón: el primer cuarto tienes que estar mirando los edificios, las montañas, relajado, a tu ritmo, pero un poco descentrado; la media la tienes que pasar entrado en carrera, centrado, en tus tiempos previstos, pero poquito más que cansado; las vacas flacas llegan rozando el tercer cuarto, por donde debe andar al famoso "muro"; y, el final, pues como buenamente puedas, si tienes fuerzas bien, y si no las tienes, pues te jodes y te arrastras. Compárese esto con correr 168km. ¿Quién tiene los santos cojones de correr 84km e ir moderadamente fresco? Yo no, desde luego. ¿Entonces cómo te planteas esto? ¿O cómo me lo planteé yo en su día? Y yo qué coño sé. Si has hecho alguna distancia por encima de maratón, 100km en mi caso, se puede decir que "estás preparado", pero tienes que tener unas considerables cantidades de fe en ti y en alguna deidad, porque si no es impensable e irracional planteártelo, de verdad. Pero nadie ha destacado la inteligencia en mí, así que apaga el cerebro un segundo y di 'sí', y una vez que lo has dicho, no te vas a retractar.

¿Cómo entrené para esto? Con pobres conocimientos, sin nadie que me aconsejase, con mucha motivación, y haciendo alguna "locura", como la semana más dura que he hecho en mi vida: tres sesiones diarias de una hora, unos 36km, a las 0900h, a las 1600h y a las 0300h, con lo que pretendí desorientar a mi cuerpo, y lo conseguí, claro. Además, para endurecerlo un poco más, lo empecé un poco malo, y me llevó algún día recuperarme, y cuando empezaba a recuperarme ya estaba doblado del entrenamiento en sí.

Recuerdo que hice entrenos muy duros, madrugando mucho para ganarme unos pocos dineros y costearme la carrera. Trabajé en Leroy&Merlin, a 50km de casa, me tenía que levantar a las 0515h, mucho tren, mucha hambre que pasé, y aterrizaba en casa a eso de las 1600h, justo para irme a entrenar sin comer. Desde luego que estaba motivado.

Recuerdo como si fuera ayer cuando hablé con el representante de la carrera en España y me dijo que la prueba costaría 300.000 pesetas. Se me vino el mundo encima porque no me esperaba tanto; al final me tuvieron que dejar dinero mis santos padres, porque ya estaba metido hasta las cejas en la dichosa Desert Cup.

También recuerdo como si fuera ayer cuando unos bastardos estrellaron unos aviones contra las torres gemelas y yo lo primero que pensé es que me había quedado sin carrera. Pero no, se mantuvo (olé por Patrick), pero eso mismo, o, mejor dicho, lo que vino después -la invasión de Iraq- han hecho que se celebrase sólo un año más. Una gran pérdida.

Entrené con fe, con muchas ganas, conseguí reunir el dinero y me fui. Sufrí como casi nunca en mi vida, me encontré bien, me arrastré muchísimo, pasé un frío atroz por la noche, tuve que parar a dormir, me destrocé en una puta subida completamente reventado. Viví lo que no había vivido en toda mi vida deportiva anterior. Y por eso sigo en ello. Y por eso me he gastado tantísimo dinero en carreras de estas.

Si no lo has probado, piénsatelo antes de hacerlo, no vaya a ser que te infectes; y si ya lo has hecho, seguro que has afirmado más de una vez en los anteriores párrafos.

Recuerdos maravillosos. Recuerdos durísimos. Recuerdos maravillosos.
2-1.
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