Excepto por lesión y un año en blanco porque junté dos buenas (y caras) carreras en un año, es el primero sin dorsal en mucho tiempo. Y no lo he echado de menos. Tengo la "mala costumbre" de sólo entrenar fuerte cuando estoy muy motivado, y tuve mi época en la que hice carreras para motivarme tres vidas, y claro, ahora no me quiero bajar de la burra. Ayuda el planteamiento especial del deporte que tengo... hasta que se me cruza el cable y mi cuerpo sufre las consecuencias...
Muy ajustado de tiempo, me planteé un reto "agresivo", muy al límite de mis capacidades físicas y psicológicas, lo entrené y lo llevé a cabo. Así. Detrás tiene un ingente trabajo previo de estudio, una buena y satisfactoria temporada de entrenamiento (pero no exenta de problemas) y dos días D al límite, pero de los que guardo un gran recuerdo. ¡Y turismo en la preciosa Grecia! Al final todo va sobre esto. He tenido tiempo para introspección deportiva (suponiendo que se puedan juntar ambas palabras y no se repelan) llegando a alguna conclusión interesante. También va sobre esto. La parte deportiva se resume en tan pocas palabras. Ojalá el resto fuera tan sencillo.
Hace un mes o algo más empecé a entrenar, sin destino aún, pero lo empezaba a necesitar. Llevo dos lesiones y cierta preocupación en este tiempo. Otro par de lesiones entre temporadas, ¡en la fase de descanso activo, manda cojones! Las cuatro han sido preocupantes pero no han ido a más (o eso parece) pero son señales de que algo no funciona bien o sigo fallando. No hay temporada fácil, me da que esta tampoco lo va a ser, pero empiezo a motivarme de nuevo, a sentir ganas de hacer algo. Parece que habrá al menos una temporada más. Lo cual me alegra, aunque muchas veces no sé de dónde salen las energías, la fuente sigue manando, supongo.
Se te dé bien en 2017.
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2016...
Run the History - Spartatrail
Fidípides (y no Filípides) posiblemente sea el único de los corredores de la historia "con nombre y apellidos" que hemos conocido como mensajero. Aunque la leyenda dice que corrió de Maratón a Atenas para anunciar la victoria de la batalla de éstos sobre aquéllos en la Primera Guerra Médica, la realidad supera con mucho esta historia. No corrió una maratón, sino que fue de Atenas a Esparta y vuelta, lo que es una distancia de cerca de 500 km en unos cinco días; intentó conseguir la ayuda para su pueblo ante el inminente ataque persa; y encima la ayuda aunque no se denegó, sí fue pospuesta. Atenas se tuvo que defender ella sola (con una pequeña aportación de plateos) y los distintos corredores-mensajeros pusieron su pequeño grano de arena en esta historia, la de una guerra que pudo cambiar el curso de la humanidad.
Fidípides me llevó de Esparta a la capital griega, 243 km non-stop, solo, sin asistencia, sólo ocho puntos de avituallamientos líquido con un par de botellas de agua cada uno. De Lacedemonia a Ática, pasando por la Argólida, por Nemea, Corinto o Megara, pura historia de civilizaciones milenarias. Cuarenta y siete horas siguiendo los pasos del corredor más famoso de todos los tiempos.
Una larga pero -para mí- interesantísima parte histórica; y una extremadamente larga batallita personal.
El Imperio Persa
Atenas, siglo V a.C.
Esparta, siglo V a.C.
Las Guerras Médicas
Fidípides en «Historias» de Heródoto de Halicarnaso
Hemeródromos, los corredores-mensajeros de la Grecia clásica
La batalla de Maratón
La leyenda de Maratón
Spartatrail: ruta
Filípides, el hemeródromo ateniense
Spartatrail: vídeo
Bonus: a la vuelta de Grecia me hicieron una muy buena entrevista. Carles Aguilar, periodista y corredor, me llevó en un breve resumen de mi vida deportiva con la mano experta de alguien con muchas tablas. No es la primera vez que me entrevista alguien, pero sin duda es la mejor, con diferencia.
+: Run the History, @runthehistory
Publicado por ser13gio en 15:13 11 comentarios
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