Sierra Norte Bike Challenge - Edición 0 - Primera (y única) etapa

viernes, 6 de noviembre de 2015

Un día antes me llama cierto personaje con su vocecilla (Mi Territorio Discoveryyyyy...), que se le ha dado de baja alguno, que si quiero ir. No me jodas, tío, que es mañana, no me lo puedes decir ahora.

Como era de esperar, y tras solucionar algunos problemas logísticos, a eso de las ocho de la mañana estaba en Robregordo, en el lado madrileño de Somosierra, la parte oriental de la sierra del Guadarrama, bastante desconocida y poco frecuentada, con el culotte arremangado. De Robregordo parte la edición 0 de la Sierra Norte Bike Challenge que tiene la intención de convertirse en una cita interesante del mountain bike nacional, dando a conocer esta zona montañosa y reactivando la economía local. También habrá un recorrido permanente y balizado para la práctica del mountain bike, y alguna iniciativa más. Para probar la maquinaria, se organiza esta edición "de prueba", exclusivamente por invitación, y que reunía un hetereogéneo grupo de ciclistas y exciclistas profesionales (Fran Ventoso, Félix García Casas, Luis Pasamontes -coorganizador), vedettes del triatlón (Antonio Alix, Jaime Menéndez de Luarca: se comenta que estuvieron discutiendo de cascos aero y pelos en las piernas), raiders (Fran Costoya, Mónica Aguilera, también ilustre trailer) o gente de medios de comunicación. Y alguno, como un servidor, para hacer bulto. Sin problema, oye. Un pequeño grupo de unas cuarenta personas en bici más unas quince de organización. Mola. Desgraciadamente sólo podría hacer la primera etapa (de tres), pero me han contado que el recorrido completo mereció la pena, y que yo pillé posiblemente lo más sencillo y suave, lo cual no me venía mal porque me había cogido en lo peor de la temporada, ni fuerte a pie (al menos tienes el aeróbico), con muy poca bici en las piernas y ganas cercanas a cero de entrenar, pues estoy en completo barbecho, vagueando bastante tras la ruta iroquesa por los Estados Unidos.


Mañana fresca, con niebla, y para mi sorpresa, salida bastante tranquila. Suponía que en cinco minutos se desatarían los palos y los cuchillos volarían, pero mientras tanto intentaría no separarme de la cabeza de carrera, por aquello de que te arrastran un poco. Primera subida, y voy con ellos; una subida radical, de las de patear 95 % seguro (pero más si vas en grupo, donde no eliges si vas montado o no) y se me van. Subimos por encima de la niebla y durante bastante tiempo tenemos unas vistas increíbles, con las nubes bajo nosotros como si fueran un suave colchón, un cielo azul azul, solazo y los colores otoñales: tuvimos suerte, sin duda, estaba increíble la montaña. Pero aunque iba viendo el paisaje mi objetivo era volver a enganchar al pelotón cabecero, me sacaban medio minuto más o menos. Sin querer meterme una contrareloj, pero forzándome, fui recortando tiempo, muy lentamente. Pronto vi las pocas piernas que tenía, que me estaba cebando, que me iba a pasar factura, pero creía que era buena idea engancharme al "autobús" y que me llevasen un poco, pero tardar tanto en cogerles suponía algo, que no era mi ritmo, claro, y encima no lo conseguí. Nueve kilómetros para recortar de unos treinta a cinco segundos, y en dos piedras se me van de nuevo...


Cedo y lo acepto, no es mi ritmo, si se me han vuelto a ir tan rápido es que ese no es mi sitio, y encima les veo tocarse los huevos a dos manos. No es mi sitio, ya está. Y lo peor es que me he fundido las piernas. Me recuerda mucho al primer relevo de la Madrid-Lisboa el año pasado, donde me cebé mucho más que demasiado, y morí. Aquí, sin ser tan grave, me quedé sin fuerza en las piernas, supongo que llevaba más lactato que sangre, sin ritmo y con una cadencia que no era la mía. En una pequeña subida me coge Mónica Aguilera, y al igual que en el Quixote Legend, estoy corriendo mal, me va a abrasar y no voy a poder hacer nada. Dicho y hecho. Qué mal, coño. Intento cortar un poco el ritmo sin perder demasiado, y para mi sorpresa veo a todo el pelotón parado en el avituallamiento. Pues me equivoqué, van tranquilos, no ha habido palos, están todos juntos.

Llevaba además una molestia, los isquios, donde se insertan bajo el culo, me molestaban bastante, sé que viene del otro lado del charco, y es que mes y pico después no me he dado masaje, iba con el culo inquieto porque me molestaba al ir sentado, y es curioso porque no me había molestado en otros días de bici, supongo que la intensidad saca estas cosas.

Como suele ocurrir, el que llega el último es el que menos recupera, y en este caso era yo, así que al poco de llegar ya salíamos de nuevo. Aproveché para tantear de nuevo la posibilidad de ir en el grupo, pero hacía la goma mucho; en una ocasión Ventoso se paró a mear y os podéis imaginar cómo me pasó, así que esta vez, sin forzar demasiado, me descolgué, intentando recuperar las piernas. Me llevó nueve kilómetros calentármelas y casi treinta recuperarlas, así de caros se pagan los errores. Pero cogí mi ritmo, recuperé mi cadencia, disfruté el momento y fui avanzando. Durante casi cuarenta kilómetros íbamos por una pista que se llama La Horizontal, la conozco, no es horizontal, por supuesto, pero lo más plano que se puede hacer en montaña; húmeda, bonita, fresca, estaba disfrutando y sólo me inquietaba que de vez en cuando el marcaje era algo minimalista, no porque tuviera pérdida, que no la tenía, pero sí que cuando sales de tu embobamiento particular te das cuenta de que hace tiempo que no ves una cinta (quizá hace dos segundos, pero ibas en tu mundo) y te intranquilizas hasta que ves la siguiente.


Con ritmo correcto llegué al desvío, bien marcado, bajada a Lozoya. Rapidísima, horquilla, a seguir volando, horquilla, como en una de estas no me frene aparezco en Toledo, horquilla. Sin problema pero demasiado rápida para mi gusto, donde mejor no mirar la velocidad -55 km/h de máxima, sin pedalear- ni pensar en las consecuencias de un problemilla. Pero no lo hubo. Sólo al final, donde me encontré un coche, dudé, le dije que le pasaba por dentro, y cuando lo hice vi que iba con el móvil, con lo que me pude llevar una puerta por una tontería (puede verse en el vídeo, ahí abajo). El final era un corto y bonito sendero donde había fotógrafos, con el hándicap de que iba sin manos y en cierto momento vi que ya no frenaba, aparte de que iba casi sin frenos, con el líquido de frenos muy caliente y yéndose bastante abajo la maneta. Pero no hubo más que sustillo. Poco después, segundo avituallamiento, ahí estaban los ciclistas profesionales tranquilamente, el resto iba por delante.


Me mojo los pies en un río y a por la subida, que tengo entendido que no va mal servida. Desde la primera rampa fuerte, plato pequeño y no lo quitaría hasta que acabó: cómo se nota que esto es montaña de verdad, donde los desniveles son realmente fuertes, mucho más de lo que estoy acostumbrado. En alguna rampa voy justo, jadeo lo mío y noto los muslos francamente cansados, qué pena venir tan flojo, pero es lo que tengo hoy, y haberme pasado al principio tampoco ayudó. Cada vez más justo, las rampas las hago no diré que de milagro, pero gracias a que está húmedo y no patina no me tengo que bajar, porque mi técnica con el intenso esfuerzo que estoy haciendo es tirando a nula, y cuando diviso la que luego sé era la última y más dura, alucino con la pendiente y veo muy poco probable hacerla sin bajarme. Mediado el rampón empiezo a jadear cuan tenista femenina pero a la vez considero que puede que llegue arriba sin poner el pie. Muero muchas veces en poco más de un minuto y me cuesta un infierno, llego a ver 3 km/h, eso es casi ir haciendo equilibrios, y voy dándolo todo, hacía tiempo que no sufría tanto puntualmente. Increíblemente exigente, pero se acaba. Madre mía, no puedo con mi alma... pero como todos sabemos en bici, es empezar a bajar y estar nuevo, o casi, en esto se diferencia correr con la bici, que aquí puedo recuperar y descansar un poco, a pesar de que tenga que estar atento a trazar bien.


Por kilómetros sé que no me queda mucho, aunque no sé si hay alguna subida más porque ni he mirado el perfil, en mi línea, pero mientras voy acabando la bajada me sorprende porque veo a alguien, que viene de pararse. Y cuando le alcanzo, coño, si es mi hermano, que ha parado dos veces por romper un eslabón de la cadena y va pinchado. Nos lo tomamos con calma, nos pasa un chica y por sendas y callejeando llegamos a meta. Cómo ha molado. Charleta en meta, el tercer tiempo. Un buen día en la montaña. Iba un poco tostado, se nota que estoy muy flojo, y he tenido suficiente. Pero volviendo al punto de salida ya me voy arrepintiendo de hacer sólo un día. Incluso tan flojo creo que no tendría problema para hacer los tres (al día siguiente también monté y estaba bien), pero me voy con las ganas, y esa sensación no me gusta. No sé si habrá oportunidad de repetir, pero tengo claro que si lo hago serán las tres etapas, me ha dejado muy buen sabor de boca y quiero dar la vuelta entera. Que es lo suyo.

Recomendable experiencia, previsiblemente para mayo será la primera edición, veremos qué tal va, pero por lo visto en la cero y por la experiencia de la organización (Tactika Trail, Ecotrimad), creo que puede ser un objetivo interesante para la gente de la zona centro, pero también para quien venga de fuera, al final se trata de descubrir sitios nuevos.



Y poco más, intensa experiencia, buen día de monte.

Bonus: vídeo 'on board' resumen de la experiencia:
  s

+: Sierra Norte Bike Challenge

6 comentarios:

Somal dijo...

Pelo largo el video. Como se nota que quieres lucir "action camera", jeje.
Estoy recomendando la carrera. Si no fuera tan mal biker hasta me lo pensaba.

ser13gio dijo...

Así quedó, pero sí, estoy de acuerdo.
Creo que va a ser carrera chula, sí, a ver si la gente responde.
s

Arantza Ugalde dijo...

Me ha encantado el video. El recorrido genial, aunque para mi imposible que soy una cagada, ja, ja,...

ser13gio dijo...

Este primer día era muy muy fácil, créeme, como mucho el senderito donde están los fotógrafos y eran 200 metros, el resto lo hace "cualquiera", de verdad. Y la subida, pues si no subes, empujas. La segunda etapa tenía algún tramo con algo más de chicha, pero suelen ser tramos cortos, te bajas, conservas los dientes y listo, nadie es mejor ni peor por ello, se trata de pasárselo bien. De hecho, creo no equivocarme, la carrera será el anillo que se quedará marcado para uso y disfrute de quien quiera, y si la intención es atraer a la mayor gente posible, muy técnico mejor no lo hagas, alguna zona para que disfrute el más mountain biker, pero ya está, sin demasiadas complicaciones.

Saludos,
s

MarathonBiker dijo...

El segundo diadía, sí tiene algún tramo técnico. No llega a dos kilómetros. Se puede hacer andando (de hecho, así lo hicieron unos cuantos). El tercer día tiene bastante subida, tendida, salvo algún tramo pero, se hace larga. Un tramo corto técnico que, creo que hacíamos muchos a pie. Es posible, que lo que fue el tercer día, lo pongan al principio. Es la etapa más larga y la más dura.
El recorrido es espectacular, con unas vistas impresionantes. Gente de fuera estaba alucinando con que tuviésemos esto, tan cerca de Madrid capital.
Totalmente recomendable. Además, habrá categoría non-stop. Reservados todos los fines de semana de mayo, hasta que confirmen fecha. Allí estaremos.

MarathonBiker dijo...

El segundo diadía, sí tiene algún tramo técnico. No llega a dos kilómetros. Se puede hacer andando (de hecho, así lo hicieron unos cuantos). El tercer día tiene bastante subida, tendida, salvo algún tramo pero, se hace larga. Un tramo corto técnico que, creo que hacíamos muchos a pie. Es posible, que lo que fue el tercer día, lo pongan al principio. Es la etapa más larga y la más dura.
El recorrido es espectacular, con unas vistas impresionantes. Gente de fuera estaba alucinando con que tuviésemos esto, tan cerca de Madrid capital.
Totalmente recomendable. Además, habrá categoría non-stop. Reservados todos los fines de semana de mayo, hasta que confirmen fecha. Allí estaremos.

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