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Las efemérides son buenos momentos para soltar topicazos del estilo 'quién me iba a decir que iba a llegar hasta aquí'. Pues bien, es la verdad, he tenido que mirar cuántos años lleva (el día sí lo recuerdo con algo más de facilidad), y sorprenderme al ver que tiene cuatro añitos la criatura. Este año ha sido bastante irregular y en claro declive, en número de posts claramente, y en voluntad también un poco. Ha habido unas cuantas razones, como estar mucho más ocupado en trabajos o limpiando culos, pero también el estar lesionado me ha desmotivado sobremanera, espaciando entradas y simplificándolas. También, como he dicho alguna vez, parte del sentido del blog se ha perdido, y no lo echo de menos, no tengo "necesidad" de escribir sobre muchos temas cuando ya hay webs que con mayor o peor fortuna cubren las noticias diarias del deporte.

He tirado mucho de vídeos, cuando he creído que lo han merecido y porque es más sencillo, la verdad, escribiendo cada vez menos, porque en parte no estaba sobrado de ganas, y porque a veces (sólo a veces) me callo opiniones, o las dejo entrelíneas de forma bastante suave cuando soy bastante más radical en privado (y mejor que lo dejé ahí).

El deporte está viviendo un momento muy dulce, carreras, algo de dinero, atención mediática, héroes, todo parece de color de rosa incluso en esta época en la que vivimos en la que vemos todo muy negro.  Los medios de comunicación empiezan a currárselo más profesionalmente porque el mercado empieza a ser interesante. Las marcas van incrementando los presupuestos de publicidad. Blogueros usan trucos para subir en Google; crecen los weblogs temáticos con afán de web; hay ganas, pero también alguna perrería, hay cierta competitividad también en la red. Me alegra por el deporte aunque veo alguna deriva que no me apasiona, y personalmente noto que hace distanciarme, verlo de medio lado. Serán cosas mías.

Por mera probabilidad tendré algún que otro enemigo, otros a los que les gustaría que me cogiese algunas ladillas y otros que mi coeficiente intelectual será 13 como reza mi apodo. Todo gracias al señor Google que nos deja expresarnos libremente y algunos aún no se han enterado que su mundo de comunicados de prensa, sillas calientes y medios apoquinados ha cambiado. Me sigue encantando el formato blog y en su día fue una gran elección. En el mundo de los móviles y las tabletas (que no son para crear contenidos, sino para consumirlos) veo en evidente barrena las ganas de compartir, de escribir con calma, de crear, de compartir, en definitiva, el tan cacareado 2.0. Es una pena y una gran pérdida, pero nadie tiene tiempo de escribir más que dos frases (con siete faltas de ortografía), de compartir cosas guapas (cool), de darle a la manita con el pulgar eréctil o de hacer un retuit. Y sin embargo, de vez en cuando, muy de vez en cuando, algo hace saltar unos resortes que hacen que hablar (escribir) sea algo natural y fluido. Esos momentos son los más preciados por quien esto escribe, cuando se construye algo, interesante a ser posible.

Este es el post 1121 (también es el momento del ego y de los grandes números); 400.000 visitas; 600.000 páginas/vistas; y este más en serio, casi 8.000 comentarios. Gracias.
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