Hasta hace un mes mi resumen sería: año deportivamente de mierda. Año y pico con una molestia, a veces bastante más que una molestia, cojeando ostensiblemente, que no impide correr pero que mina la moral día a día. Desde agosto de 2023, a ojo, todos los santos días, no sólo corriendo sino también sentado, al ordenador o en el coche, molesto y dándole vueltas a lo mismo. Es cierto que invertí poco en la recuperación con lo que no debía quejarme pero cuando hacía algo lo empeoraba o no servía de nada.
¡Hasta fui al fisio! ¡Y dos masajes! ¡Dos! Hasta me compré una pistola de esas moñas de masajes. Sin gran evolución hiciera lo que hiciera hasta un día. Un día en el que decidí correr una maratón. Y vi la luz.
¿Cómo puede ser que te metas cuatro horas corriendo y al día siguiente estés sin molestias que arrastras meses? Una semana después estaba casi como nuevo y me dio por pensar. No mucho, claro. Pero hice dos cambios: uno, bajar la mesa donde trabajo, quizá venía de ahí; y dos, darme un par de masajes diarios con el rodillo, masajes de tres minutos. Es decir, cuando menos hice mejor me encontraba. Esto y no "sobreexcitar" la zona, no toquetearte mucho que a veces si no lo empeoras sí enmascaras las molestias. Pero la clave ya sabes cuál es: si tienes molestias, corre una maratón. Sin dorsal, eh, no nos liemos la manta a la cabeza. El cuerpo no deja de sorprenderme.
Esto fue a mediados de noviembre, sin saber si iba a hacer tan largo ese día pero al final, una vez más, sin haberlo planeado hice otra maratón (la XXXº, obviamente perdí la cuenta hace mucho), la primera en mi vida entrenando en más de cuatro horas (fuera de montaña), con +500-600 m y sin mirar el reloj pero supongo que la edad e ir a ver qué tal no es lo mejor para hacer tiempos. Me preocupa cero.
A partir de ahí me vine un poco arriba, un día de montaña poco después de -1500 (en realidad me importa el desnivel negativo, porque "el desnivel positivo cansa, el negativo duele"), otra maratón y seis días después -2400. Para qué. Posiblemente para nada pero estar razonablemente sano anima.
Aprovecho para contar un secreto: en este último día de desnivel utilicé unos polvitos mágicos caducados en 2016. No sé ni cómo cojones se llaman pero la fecha de caducidad bien visible. Hacedme caso, este es el camino.
Básicamente me he dedicado este año a sobrevivir, a disgusto, sin ver que mejoraba la pseudolesión y sin objetivos. Diez meses y medio así. Tuve la enorme fortuna de poder competir dos veces en dos sitios muy chulos y fue de lo poco/único bueno en lo deportivo. Y por esto no me he animado a más, no tenía seguridad, me sentía inestable, renqueando, que no iba a disfrutar. Y así no me merece la pena hacer nada.
Pero este pasado mes y medio me ha animado, no sé para qué, pero al menos para tener algo más de salud (deportiva). Este año también he aprovechado para entrenar algo más a pie y menos del resto (nadar y mountain bike) pero me ha apetecido así, a pesar de las penurias físicas.
Según veo en los resúmenes he corrido algo más, 3792 km (la mayor distancia en una década); sólo 1840 km en bici de montaña (la menor en una década al menos); y apenas un centenar de kilómetros nadando. Otros 365 días entrenando. Me importa que me he encontrado mejor a pie, más lento, pero mejor, ni puta gana de hacer algo largo pero intuyo que sé que podría hacer algunas cosas, pero de tranqui, eh.
Vayamos a los datos importantes: cinco caídas a pie, cuatro la semana pasada por hielo, todas parado o casi; y dos en bici, a 3 km/h y a 0 km/h. Sigo siendo razonablemente seguro a pesar de los uyuyuys.
Me apetece destacar también el descubrimiento de las Hoka Stinson 6 que cambié por precaución con 1300 km. Pero el segundo par lleva 1650 y por ahora no lo cambio. Tan sensible como soy a calzado desgastado me sorprende esta durabilidad de la mediasuela (la suela está desvencijada y la parte superior como nueva, éste sin sobreprecios de marcas). Dudo que encuentre ya pares y me temo que Hoka cambiará a peor (para mí) en la siguiente iteración pero tengo otro par a estrenar porque cuando doy con uno que me va bien, especialmente tras los neuromas de Morton, intento comprar dos pares de una tacada y así alargo los buenos tiempos.
Y ya está en lo deportivo, rayo de esperanza al final, esperemos que dure. En el resto bastante bien así que que me quede como estoy.
Espero que tu año haya sido bueno y 2025 lo sea mejor. En parte depende de cómo toreemos las incertidumbres y los malos momentos, que los habrá. Y pasaos al cielito azul. Me "jodió" perder una "comunidad" en Twitter pero es lo que hay que hacer.
Que vaya bien, y ya sabes, si te duele algo, maratón al canto. Tú hazme caso.
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