La Ruta de la Lana - Día 4: Mandayona-Alpedroches

lunes, 5 de octubre de 2009

La “etapa” de ayer no acabó con las carreritas y la ‘cuchipanda’ con los colegas que nos visitaron. A eso de las 2130h nos quedamos sin gas en la autocaravana; es decir, sin calefacción, agua caliente ni frigorífico. Así que, un sábado por la noche, a buscar una bombona de propano. Todo esto implicó, claro, acostarnos cerca de la medianoche, descansar menos… y no conseguir el preciado gas.

Todo se sucede con bastante más velocidad de lo que parece, y el poco tiempo entre una etapa y otra da para bastante pero tampoco para milagros. La temporada se ha reducido a 775km, a todas luces insuficiente para cualquiera con dos dedos de frente y lo estoy acusando y mucho. También acuso la segunda etapa con buenos desniveles y el cansancio acumulado. Sin embargo, todas las mañanas salgo relativamente fresco -10ºC aparte- y hoy no ha sido una excepción. Como no voy a ponerle comillas a la mitad de las palabras, el inteligente lector sabe que ‘fresco’ se define como “arrastrado, pero no muerto”. Mandayona nos acogió, no nos dejó colgar la crónica (igual que hoy, aquí no ha llegado el GPRS siquiera), y nos despidió por el agradable Río Dulce. Había dos posibilidades a seguir, el pueblo está bastante pintorreteado de flechas amarillas, y escogí la más cercana. Creo que me equivoqué porque supuso más carretera después. Tras un rato paralelo al río, antes de lo que me hubiera gustado desemboqué en la carretera a Sigüenza, y de ahí a la larga bajada a Baides. Sin novedad en el frente, despacito y conservando fuerzas, pero ya me empiezo a mosquear con lo de siempre, los kilómetros no cuadran ni a leches.

Poco después las flechas contradicen mi ‘track’, que quien lo hizo desde luego que o se cansó de campo o trazó parte desde el ordenador, pero es prácticamente todo por asfalto. Pero de repente aparecen flechas hacia el campo. Casi siempre son más rodeos que otra cosa, y este después de Baides incluía una bonita cárcava de enduro pero que es difícil salir de ahí sin un buen marcaje, y aquí en demasiadas ocasiones brilla por su ausencia. Un rodeo por un sembrado, intuición y lógica y consigo llegar pisando tierra a Viana de Jadraque.

De nuevo más campo cuando esperaba asfalto hasta casi Huérmeces del Cerro, una localidad bastante cuidada en un entorno de farallones y buitreras bonito. Asfalto, subidón majo y a Santiuste. A estas alturas empiezo a encontrar la principal limitación de los últimos días: los cuádriceps. Es puro dolor, no tiene mucha más vuelta, no es articular ni me afecta al rendimiento realmente, pero tantas horas con dolor pasan factura. Se me hace muy pesado el asfalto aunque no haya apenas tráfico, cada vez voy más lento y dolorido y con apenas 30km en las piernas voy mucho más que servido. Hoy quería volver a acercarme a los 50, ahora lo veo una locura, pero la etapa está trazada y tengo que seguir avanzando o se me va a eternizar la ruta.

Largo y lento tramo a Riofrío del Llano, manguitos fuera (tardo muchísimo en quitármelos, aparte de que me cueste generar calor, las temperaturas van bajando), y, sorpresa, 90º a la izquierda si quiero salir del pestoso asfalto. Quiero, pero un largo rodeo con poquísimas marcas y bastante intuición me devuelve a la misma carretera supongo que con algún kilómetro de más. Prefiero el campo, no me gusta el asfalto y supongo que o estoy muy mal o siempre que vea alternativas las iré cogiendo. Tierra rojiza, rastros de pizarra, Alcarria pura.

Dice la guía que de Riofrío a Atienza hay nueve kilómetros. Claro, si no vas haciendo eses porque no levantas la vista de los cordones. Reventado, me quedan casi quince y llegar a la bella Atienza en un suplicio muy serio. Dolor y más dolor, me da lo mismo comer, no llego a 120ppm, me arrastro. Esto es casi sufrir por sufrir. Y qué despacio pasa todo cuando no puedes avanzar a más de 6-8km/h. No había para más. Mirada al suelo, ritmo patético, perfil encorvado. 5km a Tordelloso. 3km a Alpedroches. Meta de hoy, destrozado. Voy a cortar, no tiene sentido esto, no consigo recuperar los cuádriceps, son sólo ellos los responsables de más de la mitad de mis padecimientos. Tampoco los 48km de hoy los recomienda ningún fisioterapeuta para recuperar nada, es cierto. Pero a la vez quiero apretarme y avanzar, porque Burgos está lejísimos aún, y porque cuando cambie el tiempo –que lo hará- se va a añadir otra variable que detesto.

Bien servido, dolido, seguimos en ruta.
s


Día 4: Mandayona-Alpedroches

Kilómetros - 48,06
Tiempo en movimiento - 5h23'
Media/km - 6'44"
Desnivel positivo - 631
Desnivel negativo - 427
Kcal consumidas - 3.280
Kcal ingeridas - 155
Agua consumida (l) - 0,6

10 comentarios:

Irotz dijo...

Animo Crak!!!!!!!!!!!!

davidiego dijo...

hale dagal!!!
(y aquí sigue un silbido)

massaguer dijo...

Venga Sergio ahora no te se nos vengas abajo por un dolorcillo de cuadriceps....y tira pal monte....

Animos que lo vas a lograr!!!!!!!!!!!

gonzaalo dijo...

dale duro fiera..

xavi marina dijo...

Sergio!!!

toda mi familia es de rio frio del llano!!!!!!!!!

desde pequeño que paso el veranito por allí. Corriendo a atienza y en bici hacia Sigüenza.

que recuerdos!

Suerte con el proyecto

Ponte las zapas y a correr dijo...

Animo Sergio, a ver si tienes suerte y los cuádriceps dejan de molestarte. DFe momento el tiempo parece que no va a cambiar mucho por esa zona. Vamoooooooooos

Furacán dijo...

Venga Sergio, mucha fuerza!!!

Jaume Tolosa dijo...

Olvidate de los cuadriceps!!! igual no se te pasa el dolor pero siguiendo adelante, poco a poco oleras el final y ya sabes que entonces las sensaciones se dan la vuelta por si solas!!!

Animo!!!

Alpedroches dijo...

Animo Sergio!!!
Espero que hayas disfrutado de un merecido descando en Alpedroches.
Gracias por tu visita !!!

ser13gio dijo...

Xavi, vaya casualidad, anda que no habrá pueblos por ahí. Bonita zona, desde luego.

Alpedroches, creo que recordaré este pueblo durante bastamte tiempo. Ahora sé que fue mi peor momento... y esas cosas no se olvidan fácilmente. Bonito lugar.

Saludos,
s

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