Semana -34 a 0: "descanso activo"

L: 50'cc+est+A/L /T

Wake up, Paquito. Se acabó la 'siesta'. Aeropuerto de Sal,

Cabo Verde, intentando dormir algo, tras mucho viaje.

M: 1h cc+est/D(10x4)
X: 1h10'cc+est/T
J: 50'cc+est/D(10x4)
V: 45'cc+est
S: 1h20' MTB+est
D: 1h40' MTB+est

[Leyenda]

Kilómetros totales: 1.760,7
Kilómetros media semanal: 51,8

Kilómetros totales bici: 2.935,2
Kilómetros media semanal bici: 86,3

Días abdominales/lumbares totales: 51
Días dominadas totales: 90

Cuando crucé la línea de meta de la Libyan Challenge se acabó mi temporada. No he vuelto a hacer una carrera a pie porque me desgasto mucho en carreras largas y porque no me ha apetecido. Desde entonces considero que he hecho "descanso activo".

Aunque la semana que pongo no se corresponde a ninguna en concreto, es una idea aproximada de lo que entreno fuera de temporada, una vez me recuperado de los dolores. Salgo sin pulsómetro, reloj, y sin tiempo fijo, pero sé no excederme porque no me conviene.

Suelo coger los descansos con muchas ganas porque me abraso durante los meses serios de entrenamiento y llego al final un poco quemado, física y psicológicamente, con lo que agradezco enormemente olvidarme de correr por una buena temporada y disfruto bastante el rodar una horita y estar ya de vuelta en casa. Se pasa bien, tienes más tiempo para hacer cosas, no estás todo el día desguazado, etc. Sí, vale, pero llevamos sangre en las venas y pronto empiezas a darle a la cabeza y a planear nuevas temporadas. El verano es siempre pródigo en competiciones y yo mamoneando mientras otros hacen sus sueños realidad. Me hierve la sangre porque sé que la limitación no es física, porque ya he recuperado las ganas, pero el tipo de carreras que me apasiona siempre tienen el problema pecuniario.

El proceso siempre es el mismo: al principio, mucho vagueo para recuperar de la paliza; luego te vas animando a entrenar algo más pero sabes que no debes pasarte; de vez en cuando hay que quemar un poco las ganas con un rodaje un poquito más largo; y para acabar de acallar al gusanillo, este año un par de pruebas de 24h de mountain bike.

La 24Doce, a finales de junio, fue un horror, reventón impresionante, mucho sufrimiento, resultado moderadamente mediocre, pero aprendiendo como sólo lo haces cuando vas a tu límite.

Las 24h de Viseu, mucho más relajado de entrenamientos, sin embargo, me fue realmente bien y conseguí un podio; como siempre, con la estrategia de la tortuguita, ritmo lentito, intentando hacer pocas paradas y rodando muchas horas. Fue una sorpresa, y me alegró.

En estos meses he estado bastante entretenido tratando de conseguir patrocinadores, y no me ha ido mal del todo, pero siempre quieres más y una cosa que busco y que me interesa enormemente me está costando. No es que me vaya a cubrir la temporada, ni que me vaya a hacer profesional precisamente, pero creo que he dado un paso adelante. El tema de los patrocinadores, que algún día no estaría mal tratar, es un mundo paralelo al que vivimos, de alegrías puntuales y decepciones continuas, algo para contar más en un libro que aquí.

También he aprovechado para abrir un blog... y mira que me lo advirtieron, porque madre mía el trabajo que da, yo creo que Blogger debería de pagarnos un sueldecillo. Pero bueno, me entretiene también, conozco a más gente, nuevos puntos de vista y estoy aprendiendo bastante.

Por último, también me he cambiado de casa, lo que ha supuesto, a nivel entrenamientos, muchos días seguidos a pie y poca bici. Un poco de anarquía que me da los mismo en esas fechas, pero que a partir de ahora tengo que controlar más y mejor.

Treinta y cuatro semanas dan para mucho, una primavera, un verano y medio otoño, 'desaprovechados', con lo que me gusta el calorcito, y me pongo a entrenar ahora, cuando ya hace bastante fresco por estas latitudes y me voy a comer barro a toneladas.

Las temporadas siempre las empiezo con ganas, pero esta vez no es así, por dos razones.

Una, no sé realmente qué voy a hacer. Tengo una temporada en mi cabeza que no consigo hacer realidad, me decepciona y me parece un acto de fe empezar a entrenar con esta falta de claridad. Me conozco y sé que así no duraré mucho, necesito el combustible que me da saber que voy a hacer algo que me apasiona, y por ahora no lo tengo, pero si quiero hacer lo que sueño, tengo que empezar ya. Y aún así voy tardísimo. Por ejemplo, voy cinco semanas más tarde que el año pasado para la Libyan, y ya fui justo; parto de una base mejor, pero a nadie en su sano juicio se le ocurriría empezar tan tarde. Ojalá consiga el objetivo que me ronda a todas horas por la mente, y lo anunciaré en cuando esté 100% seguro, pero mientras tanto entrenaré 'a lo tonto' confiando en que no esté haciendo el idiota.

Dos, estoy medio lesionado. Tras Viseu no levanto cabeza. Me parece increíble que me haya lesionado en bici cuando el atletismo es infinitamente peor, pero el caso es que desde ese día tengo la rodilla izquierda -y algo la derecha- realmente tocada. Descansé tranquilamente, no se me pasó; iba a peor, me di un masaje; los días pasaban y no mejoraba; fui al fisio ya acojonado y sigo sin apreciar mejoría. Y así empiezo una temporada. Tantos meses suaves y ahora es cuando estoy mal. Me está afectando bastante a la moral: cada día recupero algo de ella, para volver a perderla tras diez minutos de rodaje. Quiero pensar que no es nada serio, pero temo las rodillas especialmente porque te pueden retirar tranquilamente del deporte. Tampoco sé qué fue, quizá un golpe que me di contra el manillar en la primera vuelta, o usar unas zapatillas que me reducían la distancia pedal-sillín, crítica en ciclismo, o una contractura-sobrecarga seria del vasto interno. Pero lo que sí sé es que empiezo muy apurado de tiempo y sin poder aplicarme; y con la cabeza pensando en la rodilla. Totalmente descentrado.

Estos dos problemas, adonde ir y cómo haré por ir, me van consumiendo poco a poco. No es por ser agorero, pero no tengo ninguno de los dos claros, y sé que en estos momentos necesito estar centrado y motivado, aunque sin objetivo no sé en qué apoyarme. Pero igual que tengo bajones, otras veces creo que al final todo se soluciona, no sé cómo, pero se consigue, y la actitud de alguno de estos días pasados me da ganas de intentarlo. Tengo que convivir con mis decepciones, me conozco y soy más fuerte de lo que escribo aquí y ahora, pero es que nunca había empezado una temporada lesionado y sin saber qué hacer.

Dudas que no me gustan.
Pero es lo que hay.
A por ello. Mañana es el día.
s

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