Libyan Challenge 2009: rumbo a meta

miércoles, 4 de marzo de 2009

Al salir del quinto control seguí dando cabezadas un buen rato, llevaba unas 23h en pie, la luz del amanecer no me despejaba aún y apenas conseguía abrir los ojos para ver el espectacular escenario donde estaba. Un rato después me despertó mi novia en un mensaje que me había grabado en el mp3, me puse más tierno que una magdalena, pero me reconfortó mucho.

Hacia el sexto control, me acordaba de parte de esta zona mejor. Pasábamos junto a un bosque petrificado, unas piedras alegóricas de lo que un día fue un vergel y hoy era puro y duro desierto. La navegación era sencilla, casi un 'to palante', incluyendo un final campo a través pisando muchos de estos árboles petrificados. Es una pena, pero es que es un campo enorme lleno de piedras, unas sin valor y otras son troncos de árbol, curiosas formaciones algunas, ramas impresas en la piedra otras. Llegando a este control vi que me estaba cogiendo alguien, divisé dos a lo lejos. Flojito como iba y alargándoseme mucho este control también -como todos- sabía que sería presa fácil. En el CP6 está un tipo majísimo de la organización con el que estuve un rato de chachareta. Es tradición en este control que te dan una CocaCola si quieres; detesto bastante el gas, pero bueno, tampoco me iba a morir, ¿no? Llegaron los dos perseguidores, entre ellos la segunda mujer -hermana de la primera- y salieron delante de mí; no es que no tuviera yo espíritu competitivo, pero necesitaba tomarme mi tiempo.

La salida de este control es un subidón por una lengua de arena que te sube a un plateau; echas el bofe en un esfuerzo que roza, exagerando un poco, el anaeróbico. Luego, infinitos regs, esas llanuras marcianas, duras para la vista, algo desmoralizantes, pero de espléndida belleza. Un suave sendero de color claro se abre paso entre oscuras piedras que más parecen meteoritos del espacio que de este planeta. Una pequeña modificación respecto al 2008 nos llevaría con los 'acantilados' esta vez a la izquierda, preciosos y de formas caprichosas. Me arrastraba bastante, iba francamente despacio y se me habían ido ya de la vista los dos anteriores corredores. Con cierta penuria y muy lento me acercaba al CP7, kilómetro 147; empezaba a creer que sí llegaba a meta, aunque quedase una fortísima bajada para arribar al control que puede lesionarte con facilidad. Es una bajada de fuerte pendiente, y con los cuádriceps destrozados desde hacía muchas horas, hay que tener cuidado con las contracturas, lo que le pasó al libio que iba conmigo el año pasado. La bajada en sí no es que tenga mucho, sólo fuertes pendientes... y una caída a la derecha impresionante. Miré dos o tres veces, no me gustó la sensación y decidí bajarla andando por seguridad, hay que tener verdadera mala suerte para matarse, pero no me dio buen rollo y bajé tranquilo; tranquilo dentro de los dolores, me dolían muchísimo las piernas y veía las estrellas. Muy lento y cansino, llegué al séptimo control, a poco más de 50km de meta.

Comer un poco, masajeo en el tendón del tibial, buenos minutos de descanso y a por ello. Este sector fue el mejor el año pasado, es una infinita recta en un oued, cansino y monótono, y en un momento dado tienes que ir directo al control campo a través. Cansado y muy lento, me fui deshaciendo, impacientándome, mirando al horizonte a ver si veía el control, cuando aún me quedaban diez kilómetros en línea recta, y no, no se podía ver, es imposible a esa distancia entre algunos árboles que lo mimetizan. Empecé a ir muy mal, cada vez peor, tomando decisiones erróneas como ir campo a través por un pedregal muy duro. La moral se me fue al suelo, me arrastraba muchísimo, me dolía todo, tenía hambre y empecé a entrar "en pérdida". Absolutamente hundido de moral, a, aproximadamente un kilómetro del control, me senté en una piedra roto por el esfuerzo y la nula moral. Desmotivado y arrastrado, me replanteé mi pequeño mundito, que ahora era tan negativo y tan negro. Sin nada en lo que apoyarme, me resistí alguna vez a abandonar aquella piedra, no quería sufrir más, me cansaba todo y quería mandarlo todo a la mierda. Me levanté y anduve penosamente. La estúpida distracción de contar los pasos (en torno a 1.300 hasta el control) me relajó e hizo olvidarme de las penurias, arrastrado pero al menos no agonizando de cabeza. Check point número ocho, increíble esfuerzo psicológico, kilómetro 160,85.

Eso había sido un match ball y lo había salvado. Me preocupó verme el tendón del tibial izquierdo -con un buen bulto bastante feo-, y también el derecho me molestaba mucho, iba ciego con ambos, me estaba distrayendo demasiado y me estaban minando la moral. Recordé que llevaba Espidifen y decidí tomarme uno; es la primera vez que pruebo algo así en carrera o entrenando, no me hacía gracia; no es que lo considere doping, pero no me gusta tomarme 'mierdas'. Comí algo y a por el CP9. Línea recta durante doce kilómetros, ni un waypoint intermedio.

Tocó cara. Atardeciendo, con un precioso cordón de dunas a mi derecha y el Akakus a la izquierda, música brutal atronando, ¡sin dolores! y de nuevo en marcha, me sentí muy bien, feliz, poco a poco me fui dando cuenta de que sí, de que iba a llegar, aunque me quedasen un montón de kilómetros muy duros aún. Arena y arena, completamente plano al principio y suave subida la segunda mitad. Se me hizo de noche, me fue a visitar Jean Marc Tommasini, el director de la prueba, y estuve en una nube un buen rato, realmente contento, empezaba a oler a meta después de tanto tiempo. Por supuesto, me costó bastante llegar al último control, se hizo largo, pero llegué bien, con algunas fuerzas aún.

Me pasaron otra hoja de mails -la primera fue en el CP7- y se me empezó a caer la baba un poco; la misma chica que estaba en el primer control estaba también en éste y estaba esperando con la cámara preparada a ver si se me caía alguna lagrimita: su gozo en un pozo. Al que sí se le cayeron fue a su padre unas horas antes porque apenas podía andar por el hinchazón de la rodilla. Me alargué más de la cuenta, se vive muy bien en los controles, y salí hacia meta. A los 100m empezó a perderme agua el 'camelbak' y me volví, no sé qué le pasaba, pero lo vacié y decidí ir sólo con la botella de medio litro. Ahora sí, a meta.

Poco después de salir, a los tres minutos, miré hacia atrás y vi una luz. Me cago en la puta no le pueden dejar a uno tranquilo. Iba corriendo, sonreí y me dije, "ya puedes sufrir, macho". Me di cuenta en ese mismo momento de que estaba mentalmente compitiendo, no llegando, me gustó. Con 185km en las piernas me marqué más de media hora corriendo a toda leche, yo alucinaba, 'volaba'. Ahora sé que nadie debía de estar siguiéndome, quizá fue una estrella justo en el borde del horizonte. Seguí a todo trapo hasta que reventé. Empecé a ir muy justito y a avanzar al paso de la tortuga siguiendo huellas de coche y confirmando de vez en cuando con el GPS. Hasta las dunas del final, donde perdí las huellas, seguí pisadas y más pisadas, cada uno a su aire, en un vadeo de dunas desesperante. Llegué a perder un poco la paciencia, porque estás a 800m de meta y no haces más que subir y bajar dunas, reventarte y acordarte de la familia que inventó las dunas. Se hace infinito, es un final cruel y que te abate un poco, es lo último que querrías para ti tras tantas horas. Pero al final llegas, ves el arco de meta, se acaba todo. Es mi segunda Libyan Challenge, cuatro horas y diez puestos peor.

Estoy en meta. Muy satisfecho.
s

11 comentarios:

Miguel B dijo...

Impresionante, muchas felicidades, ahora toca descansar y recuperarte.

Furacán dijo...

Buah, impresionante! Bravo Sergio!

250km solidarios 2009 dijo...

Que bonito Sergio. Enhorabuena

Anónimo dijo...

BRAVOOOOOOOOOOOO
(más alto)
BRAAAAAAAAAAAVOOOOOOOOOOOO

SPJ.

julioadol dijo...

wow felicitaciones .FELICITACIONES ..
felictaciones felicitaciones se me rayo el disco . de verdad meresidas felicitaciones ....

Anónimo dijo...

Muchas felicidades. Estuve pendiente de la carrera por la web, fué un seguimiento muy interesante.
Nadie saber mejor que tú lo que has pasado pero lo explicas muy bién, los que estamos en este mundo te entendemos.
Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Gran trabajo, Sergio

Enhorabuena

gonzaalo dijo...

ENHORABUEENA!!!!!!
1 por la que te has pegado
2 por como lo cuentas y como te lo curras.. no consigo entender exactamente que es lo que me da envidia de todo esto..pero me la da.

Estuve siguiendo la carrera por la web y por el foro de elatleta... para ver si allí sabían algo mas ... pero no.. todos te dábamos por abandonado . en la web de la carrera llegaste a estar el penúltimo. .no había manera de enterarse que hostias pasaba.. y tu muñequito estuvo tieso en la jaima 3 durante mogollón de horas..eso si en ningún momento con la banderita en la mano.. en fin..que en una de las cuarenta veces que miré la web de la carrera, vi que andabas el 13.. y te lo digo de verdad, me llevé una alegría ... pensé lo habrá hecho aposta??

.. y gadaffi al final n apareció en toda la carrera??.. vaya chasco no??

Jaume Tolosa dijo...

HOla Sergio, de mayor quiero ser como tu!!!!!
un abrazo!!

ser13gio dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

Vuelvo a recomendar la experiencia, es ahorrar un poco y echarse pa'lante un segundito de nada. No tiene más. Y creedme, está al alcance de muchos, por no decir de todo el mundo.
s

Anónimo dijo...

Eres grandísimo abuelo.

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