Quixote Legend 2014 - Etapa 3: Yeste-Riópar. Rematando

jueves, 5 de junio de 2014

Tercera y última etapa, duermo mal, me vuelvo a levantar con mocos para llenar un container y levantarse del suelo supone darse cuenta de que tienes dos palos por piernas, de esas veces en que tensas el músculo y está con el mismo tono. Molestias en muchos lugares y cierta preocupación, porque por delante no teníamos un paseo, sino 50 kilometrazos y casi +2500 m. Y hay previsión de lluvia también.

Movimientos cansinos, contorsiones para vestirse, quejidos varios, preparación de mochila, desayuno y a la salida. De nuevo, casi llegamos tarde, nos colocamos muy detrás, lo que sería un pequeño hándicap inicial porque hoy se puede hacer esta etapa sola, con lo que se nos unirían ¿400? personas más, y se nota. Al poco de salir el camino se estrecha, algunos embudos sin más problema y primer cabreo del día por gente recortando en curvas, se lo decimos a varios y un espabilado suelta "recortar es lo que se lleva". No sé si se puede ser más tonto. Cuando algún ecologista haga fotos del antes y después de algunos puntos concretos nos sacarán los colores, con razón. Aparte de antideportividad y falta de respeto, claro. Pero bueno, lo normal, manteniéndose la proporción de espabilados, el número total irá creciendo a la par que este deporte. Una pena. Subida corta, bajada de sendero muy endurera hasta un río, subida de sendero de nuevo, 800 m de desnivel positivo. Me sorprende que desde que me levanté hasta la salida las piernas me han mejorado mucho, no las tengo bien, claro, pero al menos no con la sensación inicial que fue horrenda. En la bajada al primer avituallamiento no me siento demasiado fino, tampoco lo hice en la primera, voy cansado, se notan los kilómetros, y la gente que nos rodea viene fresca.


La siguiente sería la última a cota 1800, la que viene siendo la altitud normal de los picos por aquí. Fue un tramo cambiante y realmente bonito, primero un sendero "pirenaico", pedregoso, hasta cruzar un canal-río, precioso, en nuestro caso con Mónica y Marc de liebres, que nos había pasado en el anterior veloz avituallamiento. Alcanzados y superada esa primera larga cuesta, llegamos a la "Luna", zona desolada, donde entraba viento, con vegetación muy baja, zona tipo alta montaña. La sensación era un tanto fantasmagórica, parecía que estábamos a centenares de kilómetros de la civilización, irreal. Dado que corríamos más que la pareja Mónica-Marc, nos fuimos por delante, sin camino, buscando cintas y atisbando adónde teníamos que subir: evidentemente, allá arriba, mucho más lejos que las chanclas de Cristo. Tras coronar otra buena rampa entraba un considerable viento frío, no me iba gustando, se me hincharon las manos al igual que ayer y paramos a ponernos la chaqueta... para un minuto después estar bajando y a cubierto del vendeval. Primera zona cachonda, y luego más fácil, desembocando en una pista-'double track' fácil de correr, si había fuerzas. Y las había. Y le dimos zapatilla. Estábamos en el 30 de la última etapa, a una media de meta.

Al rato empezamos a descender, por un precioso sendero en bosque, cada vez más pendiente, y mis piernas pidiendo cada vez más clemencia. Empecé a ver limitaciones, David soltó las patas algunas veces y me dejaba tirado con facilidad, y yo cada vez peor, se me empezó a atragantar y lo peor, cerca del agotamiento muscular, ¡deseaba subir! Pero ya veo el final, ah no, parece que seguimos bajando, ahí sí, uf menos mal, creí que no llegaba, coño, pues no, a seguir bajando, ¿se puede bajar más? ¿esto es magma?, próxima parada Núcleo Central, y dale que bajamos, no si el sendero es precioso pero empieza a cansar, hala otra más, y así hasta el infinito. Llegué justito, oye, y de repente, de un sendero "asturiano" salimos a un aparcamiento lleno de domingueros. La leche, qué es esto. Pues el nacimiento del río Mundo, como decía un cartel medio informativo medio jocoso "Aquí nace el mundo", con dos cojones. Había público, volvíamos a la civilización, cascadas, senderito chulo, gente animando, y al minuto ya estábamos solos. Un ratito de carretera, correteando todo lo posible, rampilla y segundo avituallamiento empezando a llover. En el avituallamiento nos vuelven a cazar Mónica y cía., vuelven a salir delante de nosotros, nos ponemos la chaqueta, para volver a quitárnosla poco después, momento en el que se me cae una botella y me vuelvo a buscarla, un par de minutos donde ya les perdemos de vista. Por delante, la última gran trepada, una señora subida, de manos, terreno de los de resbalar para atrás y dura, no como la Rompegenitales del segundo día, pero lejos no le andaba. Sudamos lo nuestro y desembocamos en una pista, huele a meta que tira para atrás, pero a lo lejos divisamos los culos de nuestra pareja zanahoria favorita. David no quería correr, pero como yo lo hice no le quedó otro remedio. Íbamos ya de coña, animados y con moral, menos de diez a meta, qué más se puede pedir.


Adelantamos a nuestras liebres particulares, final de subida "piedra a través" y bajada a meta. No sé qué máquina tienen aquí para fabricar piedras, pero es cojonuda, se han tirado día y noche y no fallaba la cabrona, festival de piedras, pero con fuegos artificiales y todo, porque vino una zona muy delicada, de piedras como cuchillas donde un tropezón te sale a transplante de cara. Vaya zonita, la leche. Una zona más del tipo "Elije tu propia aventura", donde tiras por donde pillas, a sentimiento. Ni que decir tiene que de nuevo Mónica y Marc nos pasaron y nos dijeron adiós hasta meta. Se nos atragantó la cumbrera siguiente, era algo delicada, con cuidado, cansados, y sin ganas de estamparnos, nos dejamos minutos pero a estas alturas no queríamos visitar la enfermería. Se nos hizo bastante más larga de lo quisiéramos, y sorprende una zona final tan potente tras 150 km de carrera, pero bueno, así era el menú.


Se acabó, pistilla, sendero y pista suave. Aquí no olía, aquí apestaba a meta. Unos cuatro. Y sacamos el cuchillo. Un tipo nos adelantó, se quedó a siete metros y maduró. Le repasamos pero bien, imprimí un ritmo fuerte, nos desatamos, se veía el pueblo aunque no sabíamos realmente cuánto quedaba, pero apagamos el cerebro, y como decía David "soy-un-puto-asfaltero", la vena competitiva salió de paseo. Varias veces pensé que a ese ritmo no llegábamos, pero pasamos a unos cuantos, por el mero hecho de "abatir a la presa", incluso uno, que quiso defenderse a 300 m de meta, alargó innecesariamente la agonía. Qué final más guapo. Fue divertido. Y se acabó, no hubo fanfarrias ni grandes festejos, llevábamos muchos kilómetros asimilándolo, la Quixote Legend era nuestra, éramos "leyendas". Otro día más considerábamos que habíamos corrido de maravilla, corriendo cada metro que podíamos, no perdonamos ni uno, poquito más podemos rascar, motivados, positivos y apoyándonos. Pocas veces he corrido mejor, me encantaron las sensaciones y la forma de afrontar el serio reto, fuimos positivos y supimos correr en pareja, y creo que lo bordamos. Dentro de nuestras posibilidades hicimos lo mejor que supimos, y sobre todo disfrutamos, nos hartamos a comentar, decir chorradas y animarnos, la vida no fue fácil y no dejamos de esforzarnos un montón, aunque no creo que prácticamente sufriéramos realmente. Los recuerdos ya son magníficos y es una pena que hayamos sido casi transparentes para los fotógrafos (cabrones, es que ni una), por tener algún recuerdo más, pero bueno, tenemos unas cuantas imágenes en nuestra memoria, posiblemente para siempre, de unos días duros y divertidos.


La carrera es un pepinazo, la zona realmente espectacular y sorprendente, la organización excelente, que sumado a las buenas sensaciones de nuestra carrera conforman para mí unos excelentes días. Para no ser el objetivo del año, ha sido un plato muy bien cocinado y saboreado. Raramente vuelvo a una carrera, a esta diría a priori que no, porque no creo que mejoraría los recuerdos. Gran experiencia, gracias David, creo que hicimos un buen equipo, lo pasamos bien. Exactamente por esto corro.
s

+: Quixote Legend

Fotos: Quixote Legend, Chelis Valle

6 comentarios:

davidiego dijo...

Enhorabuena por disfrutar.
Qué conjuntaditos habéis ido siempre para no ser equipo.

robertin dijo...

Enhorabuena por encontrar lo que buscas....al final se trata de eso. Cúmulo de circunstancias , hacen que vengas tan contento. A recuperar . Enhorabuena a ambos .

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el palizón en tres dosis, so vividores. Las crónicas logran que un servidor experimente cierto miedo ante la prueba, aunque no creo que haya sido para tanto; muy entre líneas (esforzándote un poco) puedes llegar a atisbar sensaciones de disfrute rodeadas de padecimiento. Felicidades, una vez más, por ofrecer un punto de vista totalmente distinto de este deporte y lo que le rodea, tu blog ofrece lo que nadie más nos da.

Dani dijo...

Enhorabuena por la carrera y cronica. No me imaginaba tan dura esta carrera, aun con el perfil delante. Habrá que comprobarlo in-situ otro año para ver si son exageraciones del blogger!!! JeJeJe.

A ver si pruebo un dia las pruebas por etapas, deben molar. Y con compañero, si hay buen feeling, deben molar tb mucho. Anotada esta carrera como opcion de futuro.

ser13gio dijo...

Gracias David. No, el segundo día no íbamos conjuntados, pero vamos, sí, tenemos unas cuantas cosas RL ambos.

Robertin, en efecto, encontré lo que buscaba y más. Disfruté mucho, dentro de que es un palizón, de que hay momentos en los que te diviertes lo justo, no fue extremo, creo que lo hicimos bien y fue una gran experiencia. Todo junto, ese cúmulo.

Anónimo, disfrutamos, sí, nos reímos, sufrimos, casipetamos, en tantas horas da para mucho, pero disfrutamos seguro. Gracias por tu última frase, no sé a qué te refieres exactamente pero me alegro de que te guste de esa manera.

Gracias Daniel, no es tan dura, empezando porque al ser por etapas permite errores y recuperas, pero no es manca la pava tampoco, me sorprendió el desnivel, terreno y condiciones el segundo día; también la belleza, algunos senderos alucinantes, el verdor, lo aislado de los pueblos, es increíble que 'eso' sea Albacete, un descubrimiento. De hecho decíamos de coña que lo desmontaban todo (montes, árboles, niebla, vacas) y el lunes a primera hora ya lo tenía montado de nuevo en Asturias, o Galicia o Cantabria. Curioso. No es tan bello, pero en La Mancha es la caña. Muy maja la carrera. Lo del compañero me sorprendió, yo dije de no correr por equipos, saldríamos juntos y ya veríamos. Pero David iba corto de forma, yo algo acojonadillo, y tenemos un nivel parecido (él corre más en realidad), con lo que con ligeras adaptaciones, muy pocas, íbamos muy bien, apretándonos lo justo el uno al otro y muy entretenidos. Lo disfruté, y parte de los recuerdos son por este tipejo, lo hizo más ameno, distinto y agradable. Apúntatela, sí, tú eres un tipo curtido (y lo que te queda por curtir este verano), para ti no será algo muy duro, pero tampoco vas a ir de paseo, seguro.

Saludos y gracias.
s

Anónimo dijo...

Bueno yel regalo finisher cual fue??

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