Libyan Triple Crown - Motivaciones

Libyan Challenge, por tercera vez consecutiva. Y llegar a meta en las tres, ese es el objetivo: a por la 'Tercera Corona'.

No siempre hay un porqué muy evidente, aunque debería haberlo para tratar de responderte a alguna de las dudas que me asaltarán por ahí, en el desierto. Pero al final, me he cansado de pensar si sí o si no. Me voy.

Antes de la Trans 333 ya tenía pensado hacer otra vez la Libyan, pero si y sólo si, acababa muy bien de los 333km y recuperaba pronto. No daba un duro por hacerla, claro, pero mi objetivo eran los 333km, sólo pensaba en eso. Pero, vaya usted a saber el porqué, de la carrera más larga de mi vida acabé muchísimo mejor de lo esperado, no considero que tuviese muchos daños físicos, estaba más o menos entero, pero había que ver cómo evolucionaba la cosa.

Hablando con un colega de la Libyan me dijo, no hay problema, son tres meses entre una y otra. La verdad es que en tres meses cojo, pierdo, vuelvo a coger y vuelvo a perder la forma sin problemas; pero es que no eran tres meses. Una era la primera semana de diciembre, la otra la última de febrero, ya tenemos dos meses y medio. Tres semanas para recuperar de la 333 y casi otras tres de asimilación y de ir bajando entrenos... ¿y en qué nos quedamos? ¿Día y cuarto? Mal vamos.

Las tres primeras semanas se me pasaron volando, que si el material me ha desaparecido, que si hablando con medios que si... cojones, se acabó el descanso; pero bueno, si ayer estaba en Marruecos y ya me tengo que poner a entrenar en serio. Algo no marcha. Sobre todo en mi cabeza. Me debato en si ir o no, si es un riesgo físico, si mi economía está para tanto gasto, si mi motivación es la suficiente. Los menos entendidos dicen: 'bah, has hecho 333, 200km los haces con la cola'. Y un cojón. Es una distancia muy seria, se sufre un montón y hay que estar muy centrado. En esas tres semanas suaves había perdido toda la forma, acojonante, lo que cuesta cogerla y se te va en un rato, vaya mierda.

Guardo dos recuerdos diametralmente opuestos de la Libyan: en 2008, acojonado, salí a mi rollo, me fue bien, y a mitad de carrera estaba en puestos de casi podio; salió mi vena competitiva, me lo curré e hice segundo. En 2009, no llegaba demasiado entrenado, pero es que tres semanas antes me cogí una fiebre tonta, fui muy muy débil, y así me fue. Espina clavada. ¿Merecía la pena intentar una tercera vez la prueba? ¿Tengo algo que demostrar o demostrarme? ¿Voy a ser competitivo? Si algo tengo claro es que no voy en buen forma, es evidente, no he tenido tiempo, me ha faltado un mes: mi temporada han sido ¡33 días! Muy muy al final he conseguido ponerme más o menos bien, pero me falta de todo, montaña, cuestas, tiradas largas, mochila... así que si iba, era a la aventura total, a ver lo que pasaba, a pensar en mí y olvidarme de rivales. Me empezó a gustar esa forma de ver la carrera.

Me debatía en mis dudas cuando un buen día me fui a rodar con Serge Girard. Casi 14km de ida muy despacito, y me tenía que volver... y a toda leche. Ni que decir tiene que pegué unos cuantos reventones, pero bueno, me había cascado 28km, a ver si no estaba tan tan mal. Pues vamos a ir probando... Ahora sé que ese fue mi primer día de la temporada.

Me empecé a apretar las tuercas, síntomas de sobreentrenamiento la mitad de los días, me apretaba con tacto para no pasarme, cuidado, pero siempre empujando, cada día un poquito más. Tenía realmente cinco semanas de entrenamiento, empezando con 1h30' y no llegando a casa muy católico. Era una carrera imposible, no se puede coger la forma en cinco semanas. Pero tuve fe, he sido paciente, he ido progresando y he jugado al límite. Pero creo que mal no lo habré hecho si no me he puesto malo (mi primer síntoma de sobreentrenamiento), he controlado el tema de las rodillas (que ahí siguen dando la coña, pero mejorando lentamente) y muy al final he conseguido hacer un entreno de distancia maratón y otro de 60km. Bueno, pues así voy, no hay para más. Finalmente me decidí, saqué la "chequera" y allá que nos vamos.

Cada día me iba apeteciendo más, iba recordando los buenos momentos del pasado, me encanta el desierto... me estaba acercando...

Otra de las razones por las que voy es porque creo que no haré nada en bastante tiempo, y se me hacía muy largo pensar en otoño o en 2011, lo iba a llevar muy mal. Entre que recupere de Libia, mariconee un poco, llegue mejor tiempo para la bici, pues se me pasan unos meses y no estoy de tanta mala hostia.

Sé que necesito descansar, noto que no recupero muy bien y acumulo cierto cansancio. Desde enero del año pasado he hecho la Libyan+Rock and Ice (Celsius); varios meses entrenando poco por el tema de los pulmones (pero que no descansé de cabeza); La Ruta de la Lana; Trans 333; y Libyan 2010. Y todos los entrenamientos para ello. Si acabo la Libyan habré hecho en entrenamientos o competiciones la friolera de 41 maratones, que no está mal teniendo en cuenta que entreno muy poco en distancias largas, no soy como otros que se las cascan como churros. De cabeza también necesito parar un pelín, no es que me falte ilusión de hacer más cosas, pero entre el blog de los cojoncitos, medios, patrocinadores y demás, da mucho trabajo; añade viajes, hablar con organizaciones, muchísimo dinero, material que desaparece, cuasilesiones, meteorología; ah, y entrenar.

Al final ya estoy reuniendo la ilusión, tengo que centrarme en hacer mi carrera olvidándome de la clasificación, y a vivir el momento.
No espero más.

¡Vuelvo a Libia!
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