Si Josef Ajram puede hacer experimentos sociales, yo también. El mío es: "Aceptación del dopaje, metanálisis comparativo entre triatlón y trail running".
Fin de semana 26-27/09/2015, un exciclista profesional sancionado por dopaje, Héctor Guerra, gana el "Ironman" Km0.
Fin de semana 26-27/09/2015, un exciclista profesional sancionado por dopaje, Aitor Osa, gana el Campeonato de España de Carreras Verticales FEDME. Con el agravante de que Aitor no dio positivo en ciclismo -pero sí estuvo envuelto en la Operación Puerto- y lo dio en el trail.
Obsérvense ambas reacciones.
Un reputado bloguero (ciclismo2005) dice en numerosas ocasiones que el atletismo está peor que el ciclismo. Sabe mucho de este deporte pero hace aguas cuando opina de otros. La razón por la que creo que se equivoca de cabo a rabo es porque en ambos deportes un tanto por cierto considerable de deportistas profesionales irán dopados (estoy convencido de que muchísimo más en el ciclismo), pero en el atletismo -más o menos- para ahí; mientras, en ciclismo está podrido muchísimo más de la base y es algo totalmente aceptado. Aceptar algo como el dopaje y considerarlo normal es el fin de un deporte.
Si nos atenemos al profundo y detallado estudio que he llevado a cabo, vamos por muy mal camino. Ni una respuesta. Y eso que el artículo comenta el pasado de Aitor como farsante, lo cual honra al medio. (Cosa que, por cierto, se suele pasar por alto a Elisa Desco por ser quien es, supongo).
Ahí lo dejo. Para rescatarlo cuando haya lamentos y camisas rasgadas.
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