Lafuma Cinetik 5

No había tenido ningún producto Lafuma; desconozco exactamente su target, dónde se mueven, pero intuyo que es una marca que sin ser elitista sí es claramente montañera aunque tenga material muy trekker light, casi Coronel Tapiocca. Nuestros vecinos del norte parece que la compran, pero como digo, no la conozco como marca demasiado y en parte es bueno porque vas sin prejuicios.

Objetivo: peso

Dentro de la variada oferta que tiene la marca, la Cinetik 5 es la hermana ligera de la gama, de las de llevar agua y poquito más. Cinco litros dice la marca, vamos a creerla. Entramos en el terreno que se inventó Raidlight hace unos cuantos años, mochilas minimalistas, eliminando todo lo superfluo, y limando gramos hasta rozar el límite.

Esta Cinetik 5 prescinde de casi todo para rebajar gramos, pero aún así se queda en 322 gramos -sin bolsa de hidratación; 340 g la Raidlight Raid Runner-, que no me parece la marca del siglo. Está bien pero tampoco me parece un escándalo, sobre todo para los compromisos que hay que adoptar. Porque, como he dicho alguna vez, cualquier producto es siempre un compromiso entre diversos factores -tamaño/durabilidad/peso/precio- y sobre estos se tienen que mover los fabricantes dándoles prioridad a unos o a otros.

Para mí Lafuma ha obrado bien usando un buen y resistente material exterior (trasero; un Ripstop 210) a cambio de ser pesado; tampoco otros elementos son ligeros (como las cremalleras); ...y si subimos de un sitio bajamos de otro. Y se ha aligerado en partes fundamentales: los hombros. No tenía mochila con rejilla en vez de almohadillado en los hombros, y, esta mochila me lo ha confirmado, no es buen sitio para aligerar: tengo hombros flojetes (a pesar de la ingente cantidad de pesas de tren superior que hago), pero con sólo 2,5kp en 1h de rodaje ya me molestaban. 2,5 kp son la mochila, un litro de agua, chubasquero, móvil y casi nada más... y en sólo una hora. Muy poco. Habrá hombros que ni se enteren, pero los míos, huesudos y sin grasa ninguna, no se llevan bien con las hombreras sin almohadillado. Y no quiero ni pensar en jornadas de muchas horas.

Otro punto donde se ha metido la tijera es en el cierre ventral: se ha eliminado el tridente plástico y se ha optado por velcro. Un problema que le vi es que con cinturas finas apenas llega el velcro; otro, que el velcro sólo sujeta y evita el bamboleo lateral, pero tampoco de una forma especialmente firme. La parte buena es la excelente transpirabilidad. Dispone de minibolsillo, el cual mojas con facilidad con tu sudor, pero en el que no entra casi nada, media barrita energética, un protector labial y unas llaves, y gracias.

El tercer punto en el que se ha simplificado/complicado es en el cierre. Esta paradoja viene porque se ha usado una doble cremallera para que el acceso sea cómodo y ancho (a costa de añadirle una cremallera) y el cierre es mediante una goma sin ninguna forma de sujetarla firmemente excepto un gancho; además no puedes comprimir la carga, algo que personalmente valoro mucho, porque me mosquea bastante que la carga salte o vaya haciendo ruiditos, y le da versatilidad poder llevarla llena o vacía.

El último punto en referencia a la mochila en sí es que al apretar el cierre pectoral -que no debe ir especialmente apretado, pero que soy yo el que decido la tensión que quiero que lleve- se levanta el lateral opuesto de la hombrera, clavándose un pelo más la hombrera al apoyar en menos superficie. Lleva silbato en el cierre y es elástico, como mandan los cánones. Me daba la sensación de que se podría bajar al rozar demasiado suave, pero no ha ocurrido hasta la fecha.

Otros detalles interesantes son un pequeño bolsillo en la hombrera izquierda (gel, desechos; muy pequeño -un gel de 60g se ve que asoma un tercio-, más bien casi sólo [yo sigo acentuando sólo cuando se debe] para desechos); el sencillo y práctico paso del tubo mediante un velcro que permite abrirse, en ambas hombreras; espalda almohadillada en sectores; velcro interior para sujetar el tubo, y otro para bastones (supongo); o tiradores de cremalleras en plástico, cómodos de accionar con guantes y evitando el conocido clic-clic.

Bolsa de hidratación

La bolsa de hidratación tiene cosas interesantes: lo más llamativo es el cierre, no es por tapón, que es lo más normal, sino por cierre rápido zip-loc y velcro, no pierde agua y permite meter hielos o la mano (o el brazo) para su limpieza. La salida inferior, a 45º, lleva el tubo roscado (desmontable) pero nunca aprovechará el 100% del agua al quedar agua un poco por debajo del nivel del tubo. El nivel del líquido está impreso, es algo que lleva la mayoría y está muy bien (no he comprobado la precisión). El tubo está aislado, buen y bonito detalle. La bolsa lleva dos ojales para colgarla de la mochila... pero la mochila no lleva más que una cinta de velcro central, incomprensible. Y la boquilla funciona perfectamente, se puede bloquear y lleva tapón (aunque se debería poder quitar; suelto no molesta, pero hubiera preferido que se quitase).

Conclusión

Sin querer hacer demasiado sangre, el mercado de mochilas tiene buenas representantes y hay una seria competencia. Unos hombros almohadillados, una sencilla goma de compresión, un cierre de la mochila "menos bonito" pero más seguro, y un cierre ventral estándar (o este mejorado) ayudarían al producto, porque la calidad general es buena pero considero que ni el diseño ni el peso deben mermar la funcionalidad.
s

© Sergio Fernández -http://ser13gio.blogspot.com

+s13: Index: Material, Index: Pruebas de material