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Un año más, y van siete. Una vez al año no hace daño, miro estadísticas, y son ya casi 1,4 millones de páginas vistas -1,2 según otra fuente, me da lo mismo-, me sorprende mucho por el pobre ritmo de actualización de los últimos tiempos y nulo fomento por redes, las mayores fuentes de tráfico junto con el buscador Google. No sé si soy yo, pero con la casi desaparición de los foros, con los blogs tocados, y con las redes que son bastante cerradas en general, estamos perdiendo lugares donde opinar, compartir y debatir. Y encima, no ganamos tiempo para nosotros, si no que nos hemos metido en más puñeteras redes que nos absorben y hacemos poco más que consumirlas.

Siguen liderando los posts de tecnología (Garminnnnn, ese Fénix 3), las pruebas de producto -algunas antiguas, curiosamente- y los artículos de opinión donde doy rienda suelta a mis diarreas. Como es normal, a menos actividad menos visitas, bajando suavemente. Sorprende lo que interesan los artículos de opinión y pruebas de producto. Lo segundo, me sorprende habiendo medios especializados, y lo primero porque es una opinión muy personal, cierto es que más allá de redes sociales apenas se leen opiniones reales, casi todo son opiniones muy templadas, porque nadie se quiere mojar y poder perder ingresos publicitarios, algo lógico desde el punto de vista empresarial y del anunciante, pero desde el del lector...

Siete dan para mucho, la madurez del deporte sigue a buen ritmo, todavía estamos surfeando la ola buena, y aunque hace tiempo que pensaba que esto tenía que acabar más pronto que tarde, como se avance un poco rápido en el tema olímpico, le puede quedar bastante cuerda sin tener un bajón gordo, que sigo pensando que ya llegará.

Siete años dan también para cambiar la forma de ver el deporte, cómo lo practico yo. motivaciones y objetivos, aunque sigo manteniendo la parte genérica, me muevo por pasiones propias, hace tiempo eran las carreras más exóticas que encontraba, ha pasado a retos personales de buen calibre (de mi buen calibre, claro). Hace unos pocos días leí curiosamente que un polaco iba a intentar batir el récord del cruce de Islandia que al parecer está en diecinueve días, creo que algo como el punto más al norte al más al sur, y su objetivo eran trece. Ganas me dieron de dejar un mensaje, ey chicos, que yo hice once y mi ruta fue más larga. En fin, que me da un poco lo mismo, pero no le quito valor personal a lo hecho, en qué estaba pensando, sin probar el carro, sin saber ni cómo era aquello, sin pruebas más o menos reales. Este tipo de cosas me motivan más que cualquier carrera en estos tiempos y huele a que no hay vuelta atrás. Mucho antes de irme a Islandia ya estaba pensando en el futuro. Si algo no para es la cabeza. Tras algunas de las mejores carreras del mundo (mejores, para mí), tras algún reto potente -infinitamente más difícil que la mayoría de las carreras, en todos los aspectos-, qué más puedo hacer. En ello estoy.

Si no me equivoco, esta es la entrada 1450, más de 11400 comentarios que para mí es lo mejor. Gracias a quien lea esto, como siempre, doblemente agradecido a quien se toma la molestia de comentar.
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