Gorra Injinji 'Lawrence de Arabia'

Injinji es famosa por sus calcetines dedo a dedo, los cuales uso desde 2002 y siempre me acompañan, al menos, en todas las carreras y entrenamientos largos que he hecho desde entonces, imagínate si tengo confianza en ellos. Tras patrocinar Badwater durante unos cuantos años, parece que quieren ampliar mercado y se han ido al otro extremo del cuerpo, a la cabezota. Si te metes donde todo el mundo, a duras penas podrás destacar dada la amplia oferta y la fortaleza de otras empresas y logotipos, por eso los dueños de Injinji, los hermanos Romay -de antepasados gallegos-, han atacado al nicho de las gorras técnicas con faldón, esas saharianas que yo llamo 'Lawrence de Arabia' en honor a aquel tipo, y que en realidad tiene el soso nombre de 'Desert Hat'. Llevo ya casi dos meses usando esta gorra y creo que ya he sacado suficientes conclusiones como para contar cómo va. La florecita, por cierto, es accesoria...

Sobra decir que el mercado de estas gorras 'Lawrence' es más pequeño y específico que el de las normales, de hecho, si no me equivoco, en España sólo se vende otra, Salomon, y es la más asentada con diferencia porque lleva varios años. Y si hay más, están muy poco representadas. El mercado es pequeño, pero quizá debería ser mayor porque las temperaturas de buena parte de España unos tres meses al año justificarían tener al menos una de ellas en nuestro armario, no sólo si tienes intención de correr la Marathon des Sables: eso es una semana, esto son tres meses todos los santos años.

En realidad sí conozco otra gorra tipo faldón, de Coronal Tapiocca, pero al estar construida en algodón ni las comparo porque sencillamente hay años-luz de diferencia. Hablamos de una gorra técnica, de material noble, y hecha para darla caña, no quiero decir que sólo si entrenas tres horas en Sevilla al mediodía está justificada, pero sí que si sales a las 2200h en verano ni esta gorra ni ninguna, y para una primavera u otoño suaves, pues lo mismo, no es impescindible aunque tampoco te va a hacer daño llevarla.

El material del que está hecha es Coolmax, el que abrió la veda de los materiales veraniegos ligeros, transpirables y técnicos, marca propiedd originalmente de DuPont y ahora de Invista; es un material excelente, transpira y funciona. De material no hay queja, desde luego. El ajuste a la cabezota es mediante una sencilla hebilla, sin más complicaciones ni enganches futuristas: hace su trabajo, que es lo que a mí me importa. Y hasta aquí llega lo 'normal'.

El faldón, del mismo material que la gorra, es enorme, apoya incluso en los hombros y tiene un pequeño ajuste con un cordón para darle más o menos volumen, dependiendo de cómo nos guste llevarla, si queremos que 'vuele' más o menos o si hace viento. Útil. Generalmente das con una posición que te va bien y lo dejas, pero puedes entretenerte dándole más o menos tensión dependiendo de si te da el viento de cara o de culo o de si te aburres y estás 'trasteando'. Mira la foto. La comparo con la clásica Salomon (izquierda), y puedes ver que la geometría del faldón es completamente distinta (1 y 2), más grande y envolvente la Injinji (derecha), por lo que protege más sin caer en excesos. ¿Es una desventaja tan gran faldón? Yo no se la veo, sí que es más "aparatosa", te quita un poquito de visión periférica, pero protege muchísimo más que una gorra normal y bastante más que la Salomon con la cual te la comparo: fíjate de nuevo de donde sale el faldón y empieza la visera (3) -sin ningún 'punto muerto' en la Injinji-, y el tamaño y la forma de la visera (4, y tercera foto inferior), equivalente a llevar una sombrilla en la chepa, tanto en longitud como hace más curva en el lateral produciendo bastante más sombra. Una importante ventaja es que te cubre las orejas, y la parte trasero-lateral de éstas se quema con cierta facilidad al ser una piel algo débil y sensible: prueba a meterte un buen calentón de varias horas viniendo blaquito de un invierno y me cuentas si se te queman las orejillas y cuánto pica. El faldón no se quita -como sí lo hace la Salomon- algo que te da una idea de que es una gorra sin compromisos: es para lo que es.

Esta gorra no va a ser una superventas sobre todo porque somos un poco moñas y no nos queremos salir de la normal; de hecho, para mí, una de las "desventajas" es que da 'corte' salir con una gorra tan "aparatosa", sensación que dura unos segundos y que se te pasa cuando compruebas lo bien que vas. Conclusión: que le den al 'qué dirán'.

Aparte de correr le veo otros usos: el Camino de Santiago -de hecho, alguien le está dando ese uso en estos momentos-, porque me parece una gorra excelente para andar por la montaña y para rutas serias de varios días, es decir, para estar al aire libre en estas fechas. Por cierto, también he visto gorras parecidas -no sé de qué marca- en las cabezas de topógrafos -al sol y agachados- y agricultores -ídem.

En la parte baja del faldón se lee 'Find your path', algo así como 'Busca tu camino', no es mal lema. En definitiva, gorra potente para los calores veraniegos, para la montaña y para lo que te apetezca. Eso sí, donde esté el gorro de paja de toda la vida que se quiten todas las gorras del 'mundo mundial', ¡faltaría más!...


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