Diez años de Ultra-Trail du Mont Blanc: aciertos

No creo que nadie ponga en duda a estas alturas la supremacía en el mundo ultratrailero del UTMB, diez años acaba de cumplir y me apetecía hacer un repaso, pero no cronológico, sino a su estado actual, con los aciertos y errores, lo hecho y lo que queda por hacer, y el porqué de que sea ahora la líder indiscutible en cuanto a competiciones de montaña, y con diferencia.

El recorrido

Darle la vuelta a la montaña más alta de Europa Occidental (se olvida esta coletilla en demasiadas ocasiones), cruzando tres países y con una dureza considerable es su mayor atractivo. Aprovechando un camino senderista muy trillado, la organización se aprovechó de las infraestructuras de una zona muy volcada en el turismo como es Chamonix para establecer la carrera ahí como 'campo base'. Los mimbres son, sin duda, excelentes y son parte del éxito. Modificaciones realizados sobre el sendero original aparte, el camino es lógico, bonito y duro, y cumple con la mayoría de los requerimientos que un corredor que quiera exprimirse busca.

A la vez no es imposible, me refiero a que no es algo inalcanzable con un considerable entrenamiento y algún año de experiencia. Al principio, en sus primeras ediciones, se veía como lo más de lo más en cuanto a dureza, pero con buen ojo ya se habían fijado en las carreras al otro lado del charco y la distancia se aproxima curiosamente a las 100 millas, aunque con más desnivel que casi todas las americanas, pero no era una distancia insalvable, solo había que dejar tiempo para que la gente, y no solo los valientes, llegaran a ella. Y llegaron.

Chamonix y The North Face

Chamonix es la meca de la montaña europea y posiblemente mundial. Eso no quita para que no se puedan organizar carreras bonitas en otro sitio, y que el chauvinismo francés no dé bastante grima en ocasiones, pero es lógico que la carrera más grande esté en el sitio más grande. Tampoco es casualidad porque las autoridades locales han apoyado con firmeza la carrera, y no solo las de Chamonix o Francia, a Courmayer o Champex le viene muy bien que una gran carrera pase por sus terrenos, las sitúa en el mapa de un deporte respetuoso con el medio, sufrido y aparentemente limpio. El apoyo institucional es importante y esencial, sin él la carrera no digo que tuviese problemas para subsistir, pero desde luego que no tendría la magnitud que tiene en la actualidad. Convencer en un principio, y después coordinar numerosas localidades de tres países tuvo y tiene que ser de una capacidad de seducción importante, y de visión por parte de las autoridades locales. Ahora reciben esa confianza con un importante impacto económico, varias veces superior al apoyo que dan.

La tercera pata es sin duda The North Face. Topher Gaylord, entonces máximo responsable de la marca en Europa, vio la oportunidad clara de apoyar una prueba que podría convertirse fácilmente en la prueba estrella del calendario europeo, y les salió de cara porque ahora lo es del mundo. Hay carreras más largas (Tor), más duras (Andorra), con casi tanto dinero detrás (Transvulcania), con más historia (Western States), pero le pese a quien le pese, UTMB es la referencia mundial por diversas razones, pero la unión del apoyo gubernamental con la empresa privada más una organización en eventos deportivos suele dar buenos resultados, y en este caso el engranaje funciona muy bien. No sé si la carrera fue ofrecida a otra marca antes que a The North Face, es fácil suponer que sí por cercanía orográfica, y si así fue, es para tirarse de los pelos de ciertas partes.

Sistema de puntos

La montaña no es un entorno sencillo ni exento de peligros, con lo que la organización ha tenido a bien establecer un duro sistema de entrada a la carrera. Evidentemente ayuda el tener superávit de corredores, pero tuvieron la valentía de establecer un sistema de selección que aunque fue criticado en un principio, "entornaba" las puertas a los no preparados. La Marathon des Sables, por ejemplo, no tiene ningún filtrado, pero a la vez es mucho más fácil asistir médicamente a un corredor con problemas que en la montaña.

Con el paso de los años se ha ido endureciendo, lo que debería implicar que los corredores seleccionados están lo suficientemente preparados para el enorme reto que supone el UTMB. Aun con superávit, organizativamente fue un riesgo. Incluso con esta "traba" siguió habiendo exceso de corredores, con lo que la solución final, más justa y democrática es el sorteo. Paralelamente, la organización para no perder el dinero de los no aceptados (ellos y el entorno turístico en el que se apoyan) se crearon tres carreras más para satisfacer estas necesidades, y de paso congraciabas a socios importantes como Courmayer, punto de salida de la CCC.

Hubo un detalle que no sé si pasó desapercibido este año y fue cuando Catherine Poletti dijo que todos los municipios habían tenido al menos una de las carreras por sus tierras, que con las importantes modificaciones de los trazados habidas creo que resultara fácil. Es interesante porque suena, y no creo equivocarme, a pacto, haya dinero de por medio o no, es decir, que todos los pueblos que están en el entorno del Monte Blanco sean partícipes de una u otra forma del gran evento que es el UTMB.

Campeonato del mundo

No hay que minusvalorar el importante atractivo que suponen para las masas que en una prueba se junten los mejores de un deporte y se permita correr con ellos, codo a codo. Los Estados Unidos siempre tienen una carrera de gran nivel, Western States, pero su ridícula capacidad crea más ampollas que alegrías a quien año tras año intenta correrla aparte de que tampoco ha sido especialmente atractiva para los europeos; pero el resto de grandes carreras tienen ediciones irregulares, en unas ocasiones se junta un gran nivel, en otras gana un "don nadie" (o es el tercero, que me da casi lo mismo). Esta es una gran diferencia con otras pruebas: al top ten los conocemos casi todos, seguimos encontrando nombres familiares hasta el top 50. Llevamos ya muchos años en los que están los mejores, no el 100% porque es imposible, pero sí lo suficientemente buenos como para que nadie dude de que es el Campeonato del mundo oficioso. Todos lo saben y los ausentes vuelven siempre. Esta carrera puede hacer mucho por ti si eres un gran corredor, y sin embargo tu ausencia, por muy bueno que seas, queda diluida. Este es un mayúsculo diferencial con otras competiciones, los mejores corredores quieren correrla, mientras que en otras ocasiones su patrocinador les sugiere que corran esta o aquella por intereses comerciales o es el el organizador quien invita (o paga) al corredor elite por participar, de ahí que veamos dos o tres buenos corredores y luego un vacío importante.

El caso de los norteamericanos es especial, el año pasado salieron escaldados, pero se les cae la baba a todos. Dos pequeños detalles: Dakota Jones estuvo este año de espectador, y no creo que me equivoque mucho si le entraron ganas de correr; Dave Mackey está preparando unas vacaciones familiares para el año que viene. Estoy seguro de que Scott Jurek volverá. O que Anton Krupicka está deseando correrla.

Lo mejor de todo es que el UTMB es una prueba tan grande que los mejores quieren correrla, no hace falta pagarles, se les invitará, con razón, y ya está. Esta dimensión e importancia no la tiene ninguna otra carrera del mundo, solo quizá Western States puede tener cierto imán para corredores europeos pero mucho más limitado (¿cuántos la conocían antes de que fuera Kilian?), por su historia y porque los mejores americanos suelen estar allí, pero aunque atrajera a los corredores populares (y lo hace en el caso de los americanos) el sistema de selección la invalida comparativamente con el UTMB.

Aparte de ser una carrera con gran nivel deportivo, tiene el extra de que es la única carrera en la que los mejores corredores son considerados por unos días verdaderas estrellas de este deporte, les paran por la calle a hacerse fotos, atiende a medios de comunicación, ruedas de prensa, stands, etc. Dudo que ningún pro rechace ese estatus de 'rock star' por unos días.

Material obligatorio

De nuevo, arriesgando, la organización pedía un material obligatorio que ha aumentado considerablemente en las últimas ediciones. Creo que las imágenes de este año en el que un altísimo porcentaje de los corredores usaba los pantalones de lluvia (posiblemente lo más criticado) demuestra lo acertado de la decisión. También las hipotermias y pequeñas secuelas del frío en los pros debería ser un buen indicativo, muchos de los primeros no podían abrir una barrita o bajarse una cremallera. No solo se demuestra acertada sino que ya debería ser incuestionable y al ser referencia europea, algunas organizaciones han adoptado parte de las ideas del UTMB haciendo de este deporte algo más seguro, y la mejor forma de demostrarlo es que no ha habido un solo accidente grave achacable al material, y habiendo pasado unas cuantas decenas de miles de personas por esos montes, es un hecho a reseñar, no solo debido al material obligatorio, sino a la buena preparación de los corredores, el sistema de puntos, la diligente organización y los servicios de rescate. Todo junto supone un éxito, nadie quiere un muerto ni a cientos de personas atrapadas en un avituallamiento, habría que agradecer que la mayoría de estas medidas se adoptan por y para la masa de corredores, no tanto la elite, que creo que se ha demostrado, la organización "ignora" sistemáticamente en estos temas en favor del corredor popular.

Razonable ambición

Entiéndase como que han sabido centrarse en lo suyo, no diversificar demasiado y han dejado a los demás respirar. A pesar de la imagen de Führer que gastan, los Poletti me parecen inteligentes y democráticos, y otros en su misma situación de poder seguro que la habían liado parda. Tomo el ejemplo de Ironman, dominado por empresarios, que han puesto precios astronómicos a sus pruebas y que los profesionales que quieran correr su prueba deben someterse a sus estrictas normas, entre ellas dedicar prácticamente en exclusiva la temporada a sus carreras, porque han creado un circuito de competiciones que son las únicas que permiten clasificarse a para su UTMB, Hawai. Por contra, nuestro UTMB simplemente otorga puntos a las pruebas según distancias y desnivel, les cobra una cantidad simbólica a dichas carreras digamos que para pagar gastos, lucir el logo de 'qualifying race' y poco más, y el corredor se puede servir de un amplísimo calendario donde recopilar los imprescindibles puntos. Incluso si la carrera no está en dicha lista puedes solicitar puntos de manera análoga pero individualizada. No se me ocurre mejor forma de trabajar y mejor hacer por la globalidad de este deporte.

Supongo que también se habrán planteado organizar otras pruebas, y solo han colaborado con la de Fuji, parida este año y creo que la ayuda es a nivel de compartir conocimientos para evitar errores, no es una forma de acaparar el mercado realmente. Si la misma organización crease un campeonato de pruebas absorbería la atención mediática mundial, concentraría muchos más corredores en sus pruebas pero a la vez dañaría otras carreras. En mi opinión, y actualmente, son los únicos capacitados para crear un Campeonato mundial de trail con varias carreras, pero hasta la fecha no se han lanzado a este proyecto ni sé si alguna vez se ha contemplado seriamente. Mientras tanto, y a día de hoy, son modélicos en mi opinión en cuanto a tener su espacio en el calendario pero sin pisotear a los demás.

Medios y TV-internet

A los medios les encanta un gran evento donde se miden los mejores, ese es el UTMB en nuestro deporte. Noticias en directo, facebook, el ágil twitter, clasificaciones, seguimiento por transponders, etc., y excelentes vídeos pasada la prueba. Este año, como experiencia piloto, se ha retransmitido por televisión, en directo y por internet, sin depender de televisiones reales que dudo que nunca quisieran retransmitir algo así. Poco después de la salida más 4400 personas estaban conectadas, a altas horas de la madrugada, algo menos de 800. El potencial es sencillamente ilimitado y abre una nueva era mediática de este deporte. Una vez más, el UTMB ha apostado por algo novedoso y hará que sea rentable y espectacular, y en años venideros veremos este deporte como nunca lo hemos visto, con las lógicas limitaciones del tipo de carrera, el medio, etc.

El Ultra-Trail du Mont Blanc es la carrera de montaña más importante del mundo por estas (y otras) razones, es un magnífico evento que reúne a los mejores y permite a corredores populares codearse con sus ídolos en un bello entorno y disputando una durísima carrera que para muchos será el cenit de su vida deportiva.
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© Sergio Fernández - http://ser13gio.blogspot.com

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