En los largos meses de recuperación de la tendinosis aquílea tuve tiempo para repasar someramente mi vida deportiva, qué había hecho, con qué había disfrutado más, y hacia dónde quería encaminar mis pasos si me recuperaba. Tradicionalmente he competido una vez al año, en algún sitio lejos, carreras caras, culturas diversas, viajes atractivos; y después de todo esto, estaba la parte competitiva, la de conseguir el mejor resultado posible, que por supuesto lo intento y entreno duro para ello. Soy consciente de que con otra mentalidad y otras planificaciones, buscando el tipo de carrera que mejor me fuera, mi rendimiento hubiese sido muchísimo mejor, no sé hasta cuánto, pero mejor, sin duda. Simplemente el hecho de nunca haber hecho una carrera en la que conociese el recorrido o repetirla para maximizar el rendimiento es un importante hándicap. Otro ejemplo son las carreras non-stop, para las que indudablemente no estoy dotado, pero me parece tan atractivo lo que sientes en ella que pongo en segundo (o tercer) plano la parte competitiva de la personal. Siempre me han movido otros intereses y tras diversos infortunios (doble cancelación de la Libyan y la lesión) tenía claro que quería sentirme vivo, como deportista y algo más allá.
Cada cual tiene sus intereses, he hecho dos años de carreras "normales", he disfrutado y sufrido, mas se han quedado en un plano interesante pero no profundo: era prácticamente la misma persona en la línea de salida que en la de meta. Echaba de menos la parte del viaje, de ver mundo, pero también la parte de la duda, de enfrentarme a algo realmente desconocido, algo que me atrajo en su día de desiertos, selvas y hielos, porque si no se reduce prácticamente a una clasificación. Necesitaba retomar el componente aventurero.Y por aventura no me refiero a explorar los confines del mundo, me refiero a hacer cosas que tú nunca has hecho, desafiarte, enfrentarte a lo desconocido. Dudar. Salir de tu zona de confort.
Siberian Black Ice Race
Hace dos años, vaya usted a saber cómo, encontré esta carrera en internet. Cruzar el Baikal (el 85%, más o menos) a pie (o con esquíes, o en bici), Me sedujo. Camel Trophies aparte, he sentido siempre una atracción por este lago y por la Rusia profunda, me sorprendió en su día que Ray Zahab y compañía lo cruzasen, jamás me lo hubiera imaginado, y me recordó a cuando me dijeron en Mongolia, en el vecino lago Khovsgol, que se llegaba a congelar en invierno y que ¡circulaban vehículos por encima! La idea del Baikal quedó pululando, le dije a un amigo lo de la carrera, y él sí fue, mientras a duras penas yo intentaba recuperar mi tendón.
Pero el Baikal estaba en la mente. Y desde que empecé a ver evolución, fui progresando en kilómetros y haciendo tests sabía que quería que fuese mi objetivo. En agosto ya estaba acabando las duchas con agua fresca, dos meses antes de empezar la temporada y sin el test definitivo hecho. El 1 de octubre empecé la temporada de una forma muy progresiva con el objetivo de la Siberian Black Ice Race.
Cambio de planes
Apuré hasta el final para inscribirme, así estaría seguro de no lesionarme, de mis capacidades... y de si iba de verdad en serio con el tema. El 30 de enero recibí la pésima noticia de que la carrera se cancelaba, o más bien se posponía, a 2014 (organizador: si quieres que la carrera de tu vecino desparezca del calendario, invítame a ella, soy un imán para las desgracias). Pero yo estaba enfilado y con la mente puesta allí, en mi Siberia. En uno de los peores días deportivos que recuerdo, me debatía como un león enjaulado qué hacer. Llamé a algún amigo, me desesperaba cada vez más, y solo al final de la noche la persona más cercana me dio la solución: ir y probar. Al día siguiente tenía tomada la decisión, iría y probaría; no me importaba el dinero invertido (billetes de avión, pulka, bastante material...), ni las energías (cuatro meses de entreno duros tras dos años de barbecho, salir a andar antes del amanecer en invierno, tres veces de tres trekkings de tres días vivaqueando...), pero sí la ilusión.
Pero una cosa es ir a una carrera y otra muy distinta ir tú solo. Y sabía que no me iba a dar un paseo al monte, me iba a un lago helado en Siberia, con mi material, mis conocimientos y completamente solo. Tratad de imaginarlo. Y sin plan previo. Me imponía un inmenso respeto. Más que inmenso. Si quería dudar y salir de mi zona de confort desde luego que lo iba a tener, a toneladas.
Pero, ¿por qué el Baikal?
Aparte de razones sentimentales ya expuestas y de atractivo viajero, tengo una concepción, no sé si particular, de lo que es el trail running. Más o menos coincidimos en que es el 'fuera pista', más bien el 'fuera asfalto' (y pista y cross). No sé si todo el mundo considera las carreras por desierto trail running, yo sí. Y las de selva, y cualquier otro terreno o superficie que no sea las citadas de asfalto y pista (para el cross habría que afinar más). No solo montaña, apunto, visión, en mi opinión, bastante reduccionista y ciertamente egocentrista, porque si lo que tuviéramos a una hora en coche fuese la estepa o el desierto, esa sería nuestra definición de trail running no la que tenemos ahora.
Pero la expresión tiene un segundo componente: running. Sin querer polemizar ni querer sentar ninguna cátedra, hay carreras que no tienen nada de running, son, lo que yo llamo, trekkings con dorsal (y prisas). Igual que podemos definir unos límites por un lado creo que sería coherente definirlos también por el exceso. No es fácil y no lo sería si se quisiese crear una norma que lo definiese, pero en mi cabeza está bastante claro, cuidado que voy: hay desniveles, distancias o terrenos que no permiten correr en prácticamente ninguna circunstancia y prácticamente a nadie. Para mí eso no es trail running, y solo pondré un ejemplo, y lejano para que nadie se pueda ofender: decía Geoff Roes que en la Iditaroad corrió tres veces y 300 m cada vez (algo así). Bien, pues a esto me refiero. Y ejemplos hay unos cuantos, de carreras de distancia brutal en terreno no corrible ni casi para el tercer clasificado. Para mí esto no es trail running, no me seduce nada y no le presto apenas atención para mis intereses deportivos. Al menos por ahora.
Pues eso buscaba también en el Baikal, poder correr, no una superficie imposible de correr, que solo se tratase de andar cuantas más horas mejor. Soy corredor, hasta la fecha; andar, para mí, es un mal inevitable del cansancio o de zonas más o menos concretas, pero si en una carrera (o recorrido) sé de antemano que voy a andar el 70% no creo que me ponga el dorsal, con todos mis respetos hacia los que lo hacen y piensan diferente.
¿Y cómo sabía si en el Baikal se podía correr o no, contando con que arrastraría 35-45 kp? No lo sabía, pero lo intuía. Y no me equivoqué: si no hay mucha nieve, el hielo está limpio siempre en muchas zonas, vas sobre hielo, y sobre este el pulka desliza como para correr, muy lento y frenado, pero correr. Donde es infrecuente que se vea el hielo (el año de Ray es una excepción), es en el norte, y fue una de las razones por las que no lo hice (no la única ni la más importante).
Esta buena combinación de viaje, reto, deporte, gustos personales y lo del correr es lo que me llevó al Baikal, la que supuestamente iba a ser la más dura y arriesgada aventura deportiva de mi vida.
Esta buena combinación de viaje, reto, deporte, gustos personales y lo del correr es lo que me llevó al Baikal, la que supuestamente iba a ser la más dura y arriesgada aventura deportiva de mi vida.
s
6 comentarios:
Joder macho, no me malinterpretes, pero me ha dado cierto gustirrinin esta entrada.
venga!!!!...vuelve ya!!!.......culo inquieto........ y deja de darnos envidia.
No puedo estar más de acuerdo con la idea de lo que es el trail running, si me metes ypicomil de metros de desnivel y no puedo trotar ni cuesta abajo, pues tiene su gracia, pero no es lo mismo.
Pedazo de aventura, envidia insana...
Hola Sergio, me llamo David Pérez (ex blogger en Ironmandestination, ahora sportsblog), hace tres o cuatro meses que te sigo y me da la sensación de haberme perdido algo. Habías explicado en algún momento que te ibas a hacer el Baikal? O yo me he perdido los preparativos, planificación, etc? De todos modos, enhorabuena por haberlo disfrutado, para mi ha sido muy interesante también seguir la aventura. Saludos, David
Me preocupa eso del gustirrinín... ummm, no sé qué pensar...
Mapatxe, habrá muchos posts al respecto, quiero ayudar a quien en un futuro quiera hacerlo; llegaré a hartar, aviso.
Charli, como digo en el texto, respeto otras visiones, pero simplemente es que me parece que la palabra 'running' sobra, que le pongan adventure, o challenge o lo que sea. Pero bueno, que no intento convencer.
David, no lo anuncié. Hubo alguna que otra razón, una que anunciarla es una leve presión; otra, que me apetecía hacerlo así, era un proyecto muy personal, hubo veces que me apeteció escribir, pero me contuve, me gustó al final haberlo hecho así; y tercero, porque al cancelarse la carrera el buen giro que tomó todo y los posibles riesgos y preocupaciones familiares me lo aconsejaron, de hecho lo hice por mi madre, que cuando estoy fuera sí lee el blog y los comentarios, y no quería que supiera que me iba solo, sin carrera ni leches, pudo descansar tres semanas mejor. Luego se enteró, claro, pero ya estaba en faena y llevaba tres o cuatro días. Ahora vendrán esos posts de preparación, material y eso, con tiempo, que esos de tanto escribir dan mucho curro.
Saludos,
s
Felicidades!!!!,otro retro para la buchaca.Ya estas de nuevo en el camino.
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